no me gusta el mantenimiento
tener que trabajar
para las cosas
para mantener las cosas
para evitar que se deterioren
o que envejezcan
no me gusta el mantenimiento
de los sistemas operativos
de los múltiples ordenadores que tengo
de los múltiples ordenadores
que tienen personas a quienes quiero
y a quien
les mantengo los equipos informáticos
más o menos
al día
no me gusta el mantenimiento
de las instalaciones de las casas
que habito
que poseo en propiedad sacrosanta
que en realidad
es solo una
pero que hay que mantener
cada día más meticulosamente
apartada de su decrepitud
su decaimiento
a pasos agigantados
no me gusta el mantenimiento
de mi cuerpo serrano
que está para pocos trotes
y ni hablar ya de galopes
y que se desmorona
día a día
paso a paso
sin dejar dudas acerca de
la llegada del invierno
no me gusta el mantenimiento
de cuentas pendientes
de cuentas electrónicas
de cuentas contantes
de cuentas cortantes
no me gusta
no
no me gusta el mantenimiento
de lo matérico
queriendo ser etéreo
como rayo de luna
que habría que mantener
en vibración armónica
para que no degenere
en onda corta
o algo similar
no me gusta el mantenimiento
ni tan siquiera
la palabra
mantenimiento
que me induce a pensar
en mentira
en impermanencia
en mantenibilidad
en insostenible
en acabamiento
en arrobamiento
en otros mientos
y en mi caducidad