Aniversario

Hoy, Carmen y yo, estaremos (este futuro es bastante extraño) en Donosti celebrando nuestro 25 aniversario.

No sé exactamente dónde nos pillará (hoy 6 de septiembre de 2024) a las 21:00, hora en la que, oficialmente (jijiji) comenzamos a salir desde aquel encuentro en el Achuri.

Calculando en alguna de estas páginas web que saben hacer estas cosas sin reflexionar sobre el sentido de un año, de un día, de un segundo… obtengo los siguientes resultados de la diferencia entre esos dos momentos de mi vida:

789004800 segundos
13150080 minutos
219168 horas
9132 días
1304 semanas, 4 días
300 meses
25 años

Y me encantaría llegar a multiplicar todas estas cantidades por 2, pero teniendo en cuenta el calendario gregoriano en vigor, es poco probable que ocurra, pues 50 años no serán 2609 semanas y 1 día, sino tan sólo 2609 semanas.

Monográfico dedicado a Bukowski y Carver

Hoy empieza este temático, dentro de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la Asociación Cultural Clave 53, que hace años que no hago y que además he adaptado para que dure más horas (habitualmente lo hacía de 5 horas) y que pueda incluir la poesía interesantísima de Raymond Carver, cuasi completando la poesía más característica del Realismo Sucio estadounidense. Aunque siempre habrá ausencias por desconocimiento o por falta de influencia posterior.

Me habría gustado hacerme con textos en papel de Tess Galagher, aunque no sea una escritora del Realismo Sucio, pero por su «parentesco» con, e influencia en, Carver.

Hay otros poetas como el cubano Pedro Juan Gutiérrez o la más moderna estadounidense Lucía Berlín

Seguiremos aprendiendo.

Burlando restricciones…

Me gusta sentirme casi un hacker por hacer algo tan básico como explorar el código de una página web que visito y de la que no puedo hacerme con algún contenido, como por ejemplo esta fotografía que se usaba como «background» en un carrusel de imágenes y que aparentemente no podía descargarse.

Para ello la acción es tan simple como pinchar con el botón derecho sobre cualquier parte y elegir la opción «Inspeccionar» para ver el código fuente o un cachito específico del mismo.

A partir de ahí, encontrar el enlace a la imagen, en este caso:
https://laterrazadelsantodomingo.es/sites/default/files/styles/background_home/public/sd-255_1.jpg
y llevárselo a una pestaña nueva del navegador en cuestión.

Y, como dice mi hermana, pues ya estaría. 🙂

¿Avanzamos?

A veces no sé si avanzamos
o no.

Tengo una extraña sensación
de estancamiento social
de parálisis permanente
de insana quietud
de calma chicha
de mar muerta
de paz gélida
de guerra fría
de vida gris
de tormenta sorda
de ilusión apagada
de papel mojado
de lápiz romo
de palabras mudas
de amanecer opaco
de adjetivo inútil
de verbo pasivo
de enumeración nula
de rosa negra
de piedra pómez
de viento inane
de brisa cálida
de botijo roto
de libro huero
de texto ignoto
de tierra yerma
de llanto anquilosado
de llanta desinflada
de pulmones lacios
de pelo calvo
de cuero nuevo
de azulejos descascarillados
de tantas
tantas
tantas
pausas
no solicitadas…

como puntos suspensivos
para cerrar un poema.

Poesía de colorines

Con esta bonita imagen comienzo la campaña de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la Asociación Cultural Clave 53 este curso 2024-2025, después de 22 años de andadura en los que he ido ganando madurez, pero también perdiendo algo de frescura.

Esta pintura fue realizada sobre una puerta encontrada en las proximidades de la sede que tuvimos entre el 2003 y el 2008 en Calle Campomanes, 8. Seguramente a varias manos (Toni, Bea…) y muchos, pero muchos, corazones.

Le tengo cariño especial y quiero que ese cariño se refleje de algún modo en este inicio o. más bien, reinicio de temporada.

Juegos con el teclado: AMOR-LOVE

Me pongo romántico o todo lo contrario con esta pequeña composición de 2 palabras de 4 letras cada una que no significan exactamente lo mismo, pero sí parecido, ya que los idiomas no son piezas de lego®.

Es parte de unos juegos compositivos con un teclado desmontado que limpié para intentar arreglar y extender su vida sin lograr que volviese a funcionar (no funcionaba), así que hubo de ser descartado para su función primordial, si es que no era esta que está fungiendo ahora de servirme al divertimento creativo… con la restricción obvia de usar lo que tengo para escribir, sin nada más.

Las referencias a Joan Brossa no están únicamente en el empleo de la A como símbolo de toda la cultura, o el uso de la Ç confrontada a una Ñ, sino sobre todo, por el hecho de usar algo (una tecla) que tras su utilización en un poema visual pasa a formar parte del siguiente poema, recordándonos que el contexto forma el texto y que la transformación es la vida… en este caso de esa tecla elegida.

Terminado el proyecto de Haikus de Montaña y Mar

Acabo de dar por concluido el Proyecto de Haikus de Montaña y Mar que se gestó a raíz del cuaderno que encuaderné (valga la redundancia) con materiales reciclados que me había regalado María José Gómez Sánchez-Romate.

Una vez que tenía la cubierta puesta (con un sugerente arbolado sobre cartulina para acuarelas) me vino a la mente la idea de escribir haikus con los que llenar el libreto.

Los haikus para el libro los escribí a máquina (PC, que es una máquina) entre el 3 y el 10 de junio de este año y después, (no recuerdo exactamente qué día) impresos, los transcribí manuscritos sobre el libro casi artesanal.

Seleccioné 48 de los 58 existentes, pero no los deseché.

Terminado el libro manuscrito, quise realizar un programita que usase combinaciones de los versos de los mismos, pero me parecía innecesario utilizar los 58, o los 48 haikus, así que hice una selección de 27 que separé en tres conjuntos de «primeros, segundos y terceros» versos.

Con ellos, escribí el poema programable 272727haikus.js en la primera semana de julio (unos pocos días antes de irme de vacaciones).

Al volver de las mismas, en esta quincena cálida de agosto, terminé el proyecto utilizando los restos de esa impresión de 58 haikus (menos uno, para hacerlo coincidir con mi edad) y di con una manera de editar objetualmente esos 57 haikus en una bella envoltura de cuero que parecía estar hecha para la ocasión.

Esto no es una broma