N’Clave de Po(esía) vuelve a ser presencial

Después de debatirme sobre si seguir realizando los encuentros de N’Clave de Po(esía) online o, incluso, presencial pero con opción de asistir virtualmente, Carmen me preguntó que si estaba cansado de las clases «mixtas» por qué iba a hacer esta actividad online o mixta.

Fue una pregunta acertadísima, como suelen ser sus observaciones, así que le dije que tenía razón, que la haría de nuevo presencial, como antaño, como hace casi ya 2 años, y que viniese quien quisiese, como al fin y al cabo siempre ha sido y me gusta que sea.

Así que hoy volvemos a programar presencialmente en Clave 53 nuestra tertulia (o espacio de lectura) en que proponemos que se lea poesía al calor de una taza de té, mientras escuchamos a otras personas que lean, cambiando de rol sin ninguna otra moderación que las habituales en la convivencia pacífica de individuos, es decir, sin necesidad de un líder que imponga reglas de orden y concierto, muchas veces superfluas.

Está anunciado el evento en Facebook y también en Meetup, de donde suele acudir un porcentaje mínimo de las 18 personas que se inscriben como máximo. Esperemos que ese overbooking no suponga un problema en estos tiempos pandémicos.

DeFreds

El viernes pasado, en el encuentro de Té y Poesía que organizo mensualmente, al que asistieron, online, 5 personas, se leyeron poemas de Lorca, de Alberto Morante, de Cernuda, de Burges, de José Hierro, de Juan Antonio Valente, de Mujica, de Gustavo Adolfo Becquer, de Neruda, mientras yo leía textos de Poesía Clásica Coreana, de Poetas mexicanas contemporáneas, de Alfonsina Storni… y una persona leyó varios poemas de «una» tal «DeFreds».

No me disgustaron los poemas, así que como había sido el cumpleaños de mi querida Aída y lo celebrábamos al día siguiente, salí casi disparado a ver si encontraba un libro escrito por alguien que usaba el nombre (no el propio, por cierto) del personaje más emblemático de su serie preferida.

Al llegar a la Casa del Libro de la calle Gran Vía, que cerraba, según rezaban sus altavoces, en 15 minutos, me dispuse a buscarlo por orden alfabético de autor.

No había forma de encontrarlo en «Literatura contemporánea por autores», así que pregunté a alguien que me dijo que estaba en la sección de poesía, que seguía estando, como antes de que hiciese obras el local, en una especie de gallinero incomodísimo de acceder y, más aún, de estar en cuclillas buscando el libro o intentando curiosear algún ejemplar atípico que llevarse.

Seguía sin encontrarlo y el tiempo apremiaba, así que volví a preguntar y me indicaron que no lo buscara por la D, sino por la G de Gómez. El autor resultaba ser un tal «José Ángel Gómez Iglesias» y algo en los libros, en sus portadas, en sus ediciones, no me dio buena impresión, así que desistí de comprarlo y me fui a casa.

Al llegar, hice una breve búsqueda y me encontré un artículo en el que el susodicho autor afirma que no escribe poesía y que ni siquiera le interesa, pero parece ser que sí le interesa vender, aprovecharse de un nombre que ha usurpado para que su comercialización se asocie a feminismo, a combatividad, a modernidad, a cultura pop-postmoderna.

Yo acabo asociándolo con oportunismo y vileza.

Pero lo que me parece más insultante es que una librería (que probado ha que no le interesa) como la Casa del Libro, coloque unos libros como estos en una sección a la que el autor insiste no corresponder. Es casi como darle el premio Nobel de Literatura a alguien que no cree que lo que haga sea literatura.

Hoy he leído la noticia, que veo relacionada, de una librería de Madrid que vende solo material escrito por mujeres que se ha sentido traicionada por la publicación de un premio que ha desvelado la identidad de una de ellas siendo el pseudónimo de tres hombres.

Este viernes se desveló durante la gala del acto de entrega del Premio Planeta que tras el misterioso pseudónimo de Carmen Mola, escritora de ‘La novia gitana’ o ‘La red púrpura’, se escondían Antonio Mercero, Agustín Martínez y Jorge Díaz.

Y más allá del hecho de si me parece necesario que exista o no una librería especializada sólo en literatura escrita por mujeres, o si no habrá conflictos con a qué llamamos «mujer» como escritora, puesto que hay casos en los que podría estar su idea siendo llevada a cabo por hombres, y sin entrar en la matización, importante, de si son cis o trans; más allá de ello, lo que me irrita es que se prevé cierto oportunismo, de nuevo, en la escritura de estos hombres como mujer y afán por generar conflictos que son más rentables que la calidad literaria.

Estratégicamente, no me ha parecido muy afortunado el vídeo que ha publicado la librería en cuestión, en el que se ve una mano que va deshaciéndose de los libros en la estantería de la «autora», para meterlos en una caja, sin mucho cuidado, algo desdeñosamente, para retirarlos de la misma.

No obstante, puedo comprender la utilidad de una librería que intenta paliar la injusticia de que la presencia de autoras en las librerías siempre es mucho menor de la mitad (incluso que el tercio) del catálogo (lo que parece generar poco problema en la mayoría de las personas). Suelo acudir a la misma (o a la otra, que no se lleva muy bien con ésta) que también se encarga de ofrecer libros escritos por mujeres para comprar libros más o menos necesarios para ir saliendo de ciertos sesgos que reconozco tener por el hecho de que era complicado encontrar material escrito por mujeres.

Por cierto, publicar este artículo en el Día de las Escritoras no es intencionado. Creo.

La poesía es un arma cargada de futuro

Gabriel Celaya
«La poesia es un arma cargada de futuro»

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea las tinieblas,
cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

Poesía en una cajita de té

Pues sí, me han ganado con un pequeño texto en su paquete de pedido de 6 variedades diferentes de té.

Hay una gran cantidad
de poesía y buenos
sentimientos en una
cajita de té

Claro que sí.

Parece que lo tenían preparado para mí y los eventos de Té y Poesía que organizamos desde la Asociación Cultural Clave 53.

Yo solía comprar en una tienda de té que ha cerrado (echado el cierre, parece que se dice ahora) durante la pandemia. Intenté comprarles por internet pero fue un desastre, porque su página web no funciona en condiciones, tuve que hacerle una captura de pantalla del pedido que no sabía si había sido cobrado y enviárselo por whatsapp, pero tampoco así funcionó porque trajeron sólo algunos de los paquetitos de té que habíamos pedido porque no habían leído bien el pedido enviado en una fotografía… Una pena, la verdad.

Ahora recurrí a otra web para comprar el té, después (todo sea dicho) de hojear por Amazon el precio del té, para decantarme por Aromas del Té cuya oferta era algo menos variada que la ingente cantidad de tés que tiene Casa Oriental, además de ser un poco más cara (pero incluyen el envío en el precio, así que acaba más o menos en el mismo dinero neto).

Han traído el paquetito un día después de lo previsto, a una hora también diferente de la prevista, pero no ha habido que insistir, han traído todo tal y como estaba adquirido y se pudo realizar el pago sin problemas en su propia plataforma online.

Los tés vienen muy bien empaquetados, así que puede que su duración sea mayor o que se conserven algo mejor, pero no es demasiado importante. Los he comenzado a probar (he empezado por un English Breakfast) y de momento he de reconocer que están bastante buenos. Ya veremos cómo están los otros que hemos pedido.

Pero he de reconocer que, logísticas aparte, me han conquistado con ese mensaje en la caja en la que nos llegó.

Amapolas en el Cráter: Episodio 043

Programa *Amapolas en el Cráter*.

*20 minutos de voces habitando el espacio sonoro con poesía*. Poema de poemas propios o ajenos, fragmentados o completos. Textos recitados por poetas de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la *Asociación Cultural Clave 53*. Te esperamos con nuevos episodios de Amapolas en el Cráter en nuestra web (*clave53.org*)

En este episodio han participado:

  • Paula García Izu
  • Isabel Jiménez
  • JMariano Velázquez
  • María Jesús Orella
  • Sal Ander
  • Pepa Delgado
  • Lucía Herrero
  • Javier Jiménez
  • Giusseppe Domínguez
  • Ernesto Pentón Cuza
  • Mónica Rubio

https://anchor.fm/clave53/episodes/Amapola-043-etfggq

Amapolas en el Cráter: Episodio 042

Programa *Amapolas en el Cráter*.

*20 minutos de voces habitando el espacio sonoro con poesía*. Poema de poemas propios o ajenos, fragmentados o completos. Textos recitados por poetas de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la *Asociación Cultural Clave 53*. Te esperamos con nuevos episodios de Amapolas en el Cráter en nuestra web (*clave53.org*)

En este episodio han participado:

  • Ester Morales García
  • Isabel Jiménez
  • JMariano Velázquez
  • María Jesús Orella
  • Lucía Herrero
  • Javier Jiménez
  • Susana Olalla Serra
  • Javier Villa
  • Giusseppe Domínguez
  • Mónica Rubio

https://anchor.fm/clave53/episodes/Amapola-042-esc5v5/a-a28efov

Soy Somos o SOMOSOY

Poemas relacionados con la identidad y la idiosincrasia, con el ser individual que, conjuntos, conforman una identidad colectiva, un somos poliédrico y generoso, a partir de textos escritos por Andrea Vidal Escabí, Armando Silles Mclaney, Eva Obregón Blasco, Francisco Domínguez Agudelo Isabel Jiménez, Javier Jiménez, JMariano Velázquez, Kay Woo, Maria Jesús Orella, María José Gómez Sánchez-Romate, Tanja Ulbrich y Yolanda Jiménez en los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la Asociación Cultural clave 53 (www.clave53.org) Editado por Giusseppe Domínguez (www.giusseppe.net)

Realicé una bonita portada con texto simple generando una composición que hable de YO, de SOY y de SOMOS (con la curiosa casualidad de que forma una imagen completamente simétrica… a excepción de la letra S)

Esto no es una broma