Entrega de premios del I Certamen de Poesía Potencialmente Inexplicable

Fotos de la entrega de Premios en Metálico (Gracias Alejandro Gallego Fernández) y diplomas a las personas galardonadas en el I Certamen de Poesía Potencialmente Inexplicable.

Se procedió a la entrega de los premios, se comentó el proceso de adjudicación de los galardones y se abrieron todas las bases «cerradas» hasta el momento presentadas por los y las miembros del ínclito jurado (Alejandro Gallego, Tanja Ulbrich, Anita Ges, Ernesto Pentón, Eva Obregón, Kay Woo y José Luis González).

Poema con definiciones

Tras ejercicio de definir 3 palabras o, mejor dicho, redefinirlas, siguiendo la estela de la creación surrealista, el miércoles pasado me encontré con estas palabras que yo había escrito y que me ayudaron 5 poetas a reapropiar:

  • Arrecife: Figuras fluorescentes que simbolizan espiritualidad. Grupo de pájaros reflejados en una superficie acuática.
  • Albur: Calambur apresurado y presionado por extremas calamidades. Altas burbujas del tiempo.
  • Alabastro: El pelo más largo de la axila. Mantenlo a raya, pero alguna noche, volverá a crecer. Planeta con ínfulas de avestruz.

Con las respectivas a las personas asistentes al Taller de Poesía de Clave 53, les pedí que escribiesen un poema que las incluyese significando una o varias de las acepciones depositadas. Aceptaron el desafío, pero me retaron a que yo también mostrase públicamente mi propia actividad… 😛

Así que ahí va:

Por la mañana
descanso sobre la prisa que acarrea albures,
descanso sobre la angustia que me causa
ver un arrecife a punto de hundirse,
descanso sin resuello en la contradicción del tiempo
en este alabastro plagado de arrecifes sin alma
y no huyo del silencio que me provoca
fallecer en albur
que no por mexicano
resulta picantón.

Por la mañana
no olvido despejar ese alabastro infausto
antes de, avergonzado,
lanzarme al calamar.

Presentación El alma de las piedras, de Amada Blasco Vallés

Presentación del libro «El alma de las piedras» de la poeta Amada Blasco Vallés, con ilustraciones de Celia Burgos editado por Asociación Cultural Clave 53.

Viernes 14 de abril 19:00 en Espacio de Creación Carromato Audiovisual
Calle Cáceres, 29, Madrid (Metro Delicias)

Será conducida por la Pionera/Emprendedora/Arquitecta Lilian Flores y acompañada por Giusseppe Domínguez (Editor).

Se proyectarán vídeos y la musicalización de los poemas que ha realizado la cantante y compositora Juana Gaitán Vásquez.

Actividad completamente gratuita.

Poesía Fría, por Mónica Rubio Jara

Desde hace años, cada vez que propongo el Temático dedicado a la Poesía inspirada en los Estilos del Jazz, suelo pedir una tarea tras terminar el Cool Jazz titulada «Poesía Fría«.

En esta ocasión, Mónica Rubio me trajo este bloque de libro de Poesía Contemporánea Española, no ya fría, sino congelada literalmente.

Ante semejante desafío, tuve la paciencia de ir descongelándola sobre un cubo en el balcón.

Esperando a que ese hielo abandonase la poesía.

Pero aprovechando las vacaciones de semana santa, acabé obteniendo una poesía desecada, una poesía árida, propia de esos poetas castellanos…

La verdad es que me siento muy orgulloso de producir o estimular esta creatividad en el mundo que es capaz de ver en un libro unas posibilidades mucho más allá de las obvias para generar esta pieza tan especial.

Muchas gracias a Mónica por el regalo de su «poesía fría» que nunca más será lo mismo.

Recuerdos de recuerdos

El sábado pasado presentamos, por fin, los dos poemarios que habían quedado apartados de estas tablas en un lugar estupendo: El Centro Social Pasillo Verde Ferroviario que nos ofreció la «camarada» Irene Chacón y donde es posible que presentemos este año el colectivo.


Fue un regalo de presentación: divertida, juguetona como siempre, emotiva, poética.

Nos fuimos a comer, Susana, Ernesto, Andrea y yo, a una terracita y surgieron ideas alocadas, como siempre, al calor del solete primaveral. Teñimos de amapolas «blau grana» la sala, con cigarras papiroféxicas (diseño de Andrea Vidal) que habíamos hecho por la mañana.

Por la tarde, cuando Irene nos recogió, decoramos el local con las amapolas y las cigarras, colgamos unos farolillos (cortesía de Susana Olalla) y unas cianotipias de «La cigarra azul» que yo había realizado el 2021 y que os llegaron a muchas personas por correo postal aquel verano.

Fue bonito y acogedor. Además de sus propia poesía, las personas presentes leyeron poemas de todas las ausentes, tanto de «Amapolas desde el balcón» como de «La cigarra azul«.

Anita Ges leyó (o eso) un poema suyo en Código Morse que había presentado en el libro de Amapolas. Yo lo traduje a un castellano telegráfico.

Poetas presentes en la presentación fueron:

JMariano Velázquez, Irene Chacón, María Jesús Orella, Pepa Delgado, Anita Ges, Pablo Velado Pulido, Inmaculada Sánchez Cuesta, Susana Olalla Serra, Ernesto Pentón Cuza y Andrea Vidal Escabí.

Terminamos el evento con un pequeño acto dadá, leyendo a 5 voces simultáneas poemas al azar de Amapolas desde el balcón.

Les regalé a cada una de las personas que representaron al total una cianotipia marcapáginas de recuerdo, sintiendo que era lo mínimo que podía hacer por su compromiso con el acto y con la poesía.

No encuentro el vacío

No encuentro el vacío,
está justo debajo de la almohada,
esa a la que le preguntas todo
y mira oteando el paisaje
con la locura de un ojo
y el amor profundo de las luciérnagas
que es más puro que una lámpara de mesa.

Clic y aquí se apaga todo
con el permiso de la autoridad
para el descanso de personal
por motivos que se ocultan de las curiosas
cerró los ojos
sin morir.

Presentación de Amapolas desde el balcón y La cigarra azul

Sábado 25 de marzo a las 19:00 en Centro Social Pasillo Verde Ferroviario presentación de 2 antologías poéticas escritas durante periodos en los que parecía imposible que la lírica se sostuviera… ¡y nos sostuvo!
Amapolas desde el balcón y La cigarra azul

Entrada completamente gratuita.

Han participado las siguientes personas en estos dos cursos casi ya olvidados, duros, de pandemia, confinamientos, restricciones, que han hecho posible que la poesía siguiera abriéndose camino en la realidad:

Alejandro Gallego, Andrea Vidal Escabí, Anita Ges, Armando Silles McLaney, Dunia Ben-Aissi, Ernesto Pentón Cuza, Ester Morales García, Francisco Domínguez Agudelo, Inmaculada Sánchez Costa, Irene Chacón, Isabel Jiménez Moreno, Javier Jiménez, Javier Villa, JMariano Velázquez, Kay Woo, Leticia Rejas Rujas, Lucía Herrero Villazán, María Jesús Orella, María José Gómez Sánchez-Romate, Mónica Rubio Jara, Pablo Velado Pulido, Paula García Izu, Pepa Delgado, Raquel Gómez, Sal Ander, Susana Olalla Serra, Vanessa López, Yolanda Jiménez 2020 y 2021.

Presentación de poemarios de Ernesto Pentón

El viernes 17 presentamos un par de libros de Ernesto Pentón Cuza, quien no para de escribir y ahora producir también un podcast muy divertido y diverso. Hoy me ha llegado este vídeo que no sabía que se estaba grabando.

Fue un evento íntimo, cálido, que conseguimos hacer interesante a la vez que ameno, espero. Siempre, eso sí, contando con el espacio más adorable para hacer presentaciones (pequeñas) en Madrid: Librería MenosDiez.

Me enfado poco

A pesar de ser una persona bastante vehemente en mis discusiones, en realidad me enfado muy poco y muy pocas veces por un error de alguien que sé que no ha sido intencionado.

Vengo desde hace años trabajando con la imprenta LozanoImpresores.com (desde que se llamaban online lozprinter.com) y en general estoy contento con su relación calidad/precio y su atención al cliente suele ser muy satisfactoria, detallista, cuidadosa… hasta que he pedido algo que no parecía que revistiese complejidad:

La Segunda Reimpresión Revisada (arreglando algunas erratas menores) del libro de Eva Obregón Blasco La palabra dormida que presentamos en diciembre y ha sido un «éxito de ventas» que ha hecho necesaria la reimpresión de otros 100 ejemplares.

Bien.

Se procedió a modificar esas erratas que contenía la primera impresión de la primera edición y, tras consultar (internet y a compañeros editores) si era preciso un nuevo ISBN o un nuevo Número de Depósito Legal, que me respondieron con un ambiguo: «si hay pocos cambios, no es necesario» (aunque ese «pocos» no queda nada claro), realicé un presupuesto tirando a ajustado para que la reimpresión fuese muy muy económica asumiendo (erróneamente) que no llevaría mucho trabajo.

Eva Obregón aceptó y pagó mi servicio de «intermediario» /editor/ con la imprenta rápidamente y les envié a imprenta la nueva tripa (el interior) del libro con las modificaciones pertinentes y el abono por transferencia anticipada correspondiente.

Un par de semanas después aún no había llegado así que les llamé para saber en qué estado se encontraba el pedido y me dijeron que lo enviaban inmediatamente. No me habían hecho llegar FERROS, pero asumí que no era necesario porque las modificaciones eran menores.

Y llegó mal. A finales de febrero, casi un mes después. No habían modificado el archivo interior, así que teníamos otros 100 ejemplares con las erratas sin corregir.

Pacientemente, reclamé ese pedido y me dijeron que habían cometido un error (todo el mundo comete errores), así que les dije que no pasaba nada y esperaba que me enviasen los 100 ejemplares corregidos, tal y como había pagado. No pusieron ninguna pega. Faltaría más.

Eso sí, yo perdí el tiempo revisando a ver si les había enviado el archivo correcto, si no me había equivocado antes de acusarles, esencialmente, de descuidados.

Pero no era mía la culpa. La responsabilidad estaba en su tejado.

Se disculparon y me dijeron que me preparaban otra vez los ejemplares con los archivos corregidos.

Pasaron 2 semanas y tuve que volver a llamar para saber qué pasaba. Creían haberme avisado, pero ya habían sido enviados los ejemplares corregidos. Según ellos, claro.

Y volvieron a llegar MAL. ¡No me lo podía creer!

Les llamé, algo disgustado, pero aún sin perder los papeles para decirles que no entendía qué estaba pasando pero que me habían hecho llegar otra vez 100 ejemplares con la tripa (el interior) del libro antes de ser corregido.

Tengo mucha, pero que mucha paciencia con estas cosas, pero ya me estaba empezando a hartar. Entre otras cosas, porque la autora, mi querida Eva Obregón Blasco, necesitaba más ejemplares para una nueva presentación. Yo quería (y ella también) tener los ejemplares corregidos, pero ya no creí que pudiesen llegar a tiempo, por muy insistente que me pusiese en que me los volviesen a imprimir.

El 10 de marzo tuve que hablar subiendo un poco el tono para que les quedase claro que tenían que enviarme los ejemplares corregidos antes del jueves. Hoy viernes Eva tiene una presentación de su poemario en una librería en inglés. Yo le anticipé 20 ejemplares de los que habíamos recibido con errores (sin corregir) para que pudiese hacerse cargo de las nuevas compras que le hicieran o los que le pedía la librería.

Me informaron que lo resolverían. Me volvieron a pedir los archivos del interior del libro, para que nadie pudiese extraviarlo. Envié de nuevo el archivo de la tripa corregidas las erratas. Siempre asegurándome 6 veces de que enviaba el adecuado.

Hoy el repartidor de correos me pregunta, ya extrañado de tantos envíos iguales, ¿qué es lo que estás recibiendo? y le contesto que es que la imprenta se ha equivocado ya 2 veces en un libro… y me dice «¡qué incompetentes!». Le puntualizo diciendo que «un error lo tiene cualquiera». Y está de acuerdo y se va en el ascensor.

Pero han vuelto a llegar… ¡MAL!

¡¡No doy crédito!! He llamado INDIGNADO. Procurando no insultar, pues sé que no se consigue mucho más que sin insultos, pero sí con contundencia diciéndoles que no aceptaba lo que estaba pasando. Que me tenía que quedar los ejemplares con erratas para la presentación de esta tarde, pero que los que me habían llegado estaban aún peor y no me servían para nada.

Las páginas pares están donde deberían estar las impares… (pero con las erratas corregidas). Un disparate. Reviso lo que les envío. Por supuesto, está bien. Les llamo. Me pasan con el Taller. Manolo me atiende con humildad y cordialidad, pero yo a estas alturas estoy algo enfadado y se lo come él. Me dice que, efectivamente, está mal pero que el error ha sido del taller… y que lo corregirá e intentará que el lunes me haya llegado. Aunque para mí ya es muy muy tarde.

Cabreo monumental por la pérdida de tiempo y de confianza que me están generando. Quizá también porque hasta ahora era mi imprenta de confianza y eso me hacía ganar eficacia y ahorrar tiempo solicitando distintos presupuestos a otras imprentas.

Los he recomendado varias veces, pero esto va a cambiar. Y es una pena. Estoy seguro de que ha sido una cadena de errores humanos que no suelen cometer, pero este fallo tri-repetido hace que sea muy poco seguro imprimir con Lozano Impresores S.L. si tienes prisa o si tienes un cliente con el que quedar bien, sin sorpresas…

Volveré a imprimir con ellos. Seguramente. Pero antes de hacer un nuevo pedido grande tengo que hacer alguno pequeño y obtener un buen resultado, porque me ha dejado una sensación de riesgo, fragilidad… que aumenta la que, ya sin su ayuda, tengo habitualmente.

Esto no es una broma