Contradicciones

Ofrecer al mismo tiempo (simultáneamente) una consola retro y hablar del poder de la IA y un sistema operativo que tarde o temprano será retro, será pasado, será obsoleto.

Esto resulta una de las contradicciones más absurdas de nuestro tiempo, queriendo aferrarse al pasado, lanzándose al futuro con la furia de Marinetti.

Podríamos ponerle galones de paradoja, pero no resulta más que una herramienta adicional del neoliberalismo (neocapitalismo) donde se vende hasta la experiencia del viaje al pasado como una boina del Ché.

El domingo tardé algo más de lo necesario en la actualización (a Linux Mint 22.1 Xia) de mi flamante ordenador personal adquirido hace la friolera de más de 11 años, debido a que no encontraba mi simulador de Spectrum (Emulator of the 1980s ZX Spectrum home computer and its various clones) en los repositorios desde la línea de comandos.

Un regalo de J. SeaFree

Con esta bella cita de W. Vostel, más actual que nunca (¿o nunca ha dejado de serlo?), me llega este regalo postal cariñoso de J. Seafree que me tiene más afecto del que seguramente merezco.

Muy agradecido también por sus bellas palabras hacia mí, su: vivo en el centro del poeMAdrid, me ha gustado bastante.

Le he devuelto una misiva sellada de Poesía Programable, Serie Permutaciones que aún tengo por documentar y que surgió a raíz de un regalo que le hice hace años a Isabel Jiménez y que recientemente he utilizado para otro regalo personal para Adriana Calvo.

Cada ejemplar es único y hay dos «subseries»: a saber, la de los nombres y la de palabras genéricas. Pronto estarán documentadas… espero.

¿Edadismo?

No sé si estas hojitas que venían con este recuadro para solicitar «tu edad» son algo inapropiadas, teniendo en cuenta las advertencias del Ministerio de Sanidad que afirma:

El edadismo fue un término acuñado por Robert Butler en la década de los 60 para referirse a los estereotipos y prejuicios existentes en relación a la edad. Las investigaciones sugieren que la discriminación por motivos de edad puede ser ahora incluso más generalizada que el sexismo y el racismo y tiene graves consecuencias

No sé si me parece exagerado que sea un tipo de discriminación comparable al machismo y/o racismo.

No obstante, sí sé que me molestaba bastante esta frase en esta pequeña porción de unas hojitas de colores que tenían como primera frase algo así como «¿Qué te hace feliz?»

Me pregunto si la edad es un factor determinante para recibir la respuesta y, sobre todo, si era necesario usar un imperativo «Dinos» para solicitar algo que, salvo causa justificada, no habría de ser solicitado.

No tengo ningún problema con reconocer mi edad que puede calcularse sin problemas contando desde el 3 de junio del año 1967 de la era común, pero había algo perturbador en esa reclamación de datos personales (por muy anonimizados que puedan estar) que me llevaba a imaginar la segregación por edades como una realidad plausible.

Eso no quita para que sea consciente de que el paso de los años está segmentando mi entorno social, entre otras cosas, por el mero hecho de la desconexión progresiva (que no prograsista) con las nuevas generaciones: su marco cultural me es ajeno y el mío a ellas. No compartir referencias cinematográficas, musicales, televisivas, históricas… me hace sentir algo desconectado paulatinamente del mundo del que, como dije en alguna ocasión, cada día formo menos parte.

Las matemáticas no son un conjunto vano de fórmulas

Las matemáticas no son un conjunto de fórmulas, sino un lenguaje capaz de descubrirlas.

Es una pena que se tenga esta visión de las matemáticas que las relaciona con aprender, sin entender, fórmulas o recetas para resolver problemas más o menos estandarizados. En realidad, las matemáticas, base de la lógica (¿o la lógica base de las matemáticas?) nos ayudaría a entender nuestra forma de pensar, a pensar mejor, a razonar y ser capaces de deducir, de inferir, de descubrir un universo más o menos fuera de la realidad física, pero que sin embargo modela bastante bien (porque nos organiza la mente, no solo el lenguaje, sino la geometría, la aritmética, el álgebra…) el mundo que habitamos.

Es una pena. Pero no parece que haya grandes avances en esta línea, en la que la inteligencia artificial puede que acabe por tener un impacto mucho mayor del que ahora mismo se cree.

No me refiero a avances matemáticos (que también), sino sobre todo pedagógicos, intelectuales, que nos haga replantearnos el famoso ¿para qué sirve? de quien recibe clases de matemáticas, pero también de quien las imparte, enfocándose más en el proceso y menos en el resultado. Al menos eso espero, hoy, que estoy optimista.

Fin de semana cargadito de actividades

Hoy viernes tenemos convocado el evento de Té y Poesía (N’Clave de Po(esía)) que venimos convocando desde hace décadas y que algunas veces me desespera por el ánimo egomaníaco que algunas (pocas) de las personas que asisten insisten en defender, hasta el punto de que me planteo (no me lo planteo realmente) cobrar dinero a quien quiera leer sus propios versos, sin aportar lecturas ajenas.

El sábado, Carmen tiene convocado un intensivo de Tango Argentino que puede que finalmente salga adelante con bastante poca menos gente de la que sería razonable si se tuviese en cuenta el nivel que tiene como profesora.

Su curso de Iniciación al Tango Argentino de 6 horas es de lo mejor que he conocido desde el punto de vista docente o pedagógico, pero parece ser que hay muchas personas que quieren aprender tango en unas 3 horas, de modo que 6 parecen excesivas.

Y por si nos pareciera poco, el domingo tenemos Práctica de Tango (N’Clave de Tango) que venimos convocando también desde décadas y que realizamos en una nueva sala que seguro que será del agrado de la inmensa mayoría (y una minoría protestará por alguna razón que desconozco, aunque puede ser por tener demasiado en la vida).

Pero eso sí, alguien me acabará diciendo que vivo como quiero, que «sarna con gusto no pica» y cosas parecidas que me desmotivan aún más de esta vida a la contra que me empecino en vivir… sarnoso todo.

Reciclaje absurdo

Viene un icono que te recomienda que arrojes esta bolsa cuasi metálica en un contenedor adecuado para que se pueda reciclar, pero poco se menciona que tan sólo contenía unos 8 pedacitos de pan reseco con tantos ingredientes articiales que podrían durar más de un año.

Poco se menciona que lo sirven individualmente por cada pequeña consumición de bebida en un lugar en el que, en el fondo, no deberían existir viviendas, teniendo en cuenta que es un desierto.

Poco se menciona que para llegar a este lugar es preciso (porque casi nadie vive permanentemente aquí, en las urbanizaciones de las playas de Vera, Almería) tener un coche que, poco se menciona, consume más combustible fósil del que yo gasto en calentarme casi todo el invierno.

Poco se menciona que para hacerlas medianamente habitables estas regiones se usa desalinizadora, de cuyo exceso de cloruro sódico no se habla.

Poco se menciona que allí se encuentra uno de los mayores campos de golf de este país cada día más desértico.

Poco se menciona que para soportar las temperaturas hay que recurrir al aire acondicionado casi también en lo que conocemos como invierno.

Con el café, viene otro mini paquetito metalizado que garantice que la mini-cookie es muy cuqui, pero poco eco-friendly, eso sí, deliciosa cantidad de azúcar en una galleta que es la pasión profesional de cualquier dentista.

Tendré que reciclarla también, claro que sí, mientras pienso que el mundo es un lugar absurdo en el que creemos que un icono gana una guerra que, en el fondo, ya hemos perdido.

Nota: Esto es algo sobre lo que me dedico a pensar en navidades cuando, gracias a la generosidad de mis padres, escapo de esta urbe atravesada por hordas de consumismo, a las regiones de la Almería oriental, donde los habitantes estacionales no están, ni su estridencia que delata la tristeza de su cotidiano.

adivinanzas

Mi prima fue a buscar los resultados de su examen de conducción. Ella se llama Estela y ya te dije mi nombre.

Encuentro este tipo de adivinanzas en la red social obsoleta que más utilizo, ese caduco facebook, y siempre me quedo pensando que no están bien acotadas.

Yo puedo, perfectamente, imaginar como nombre casi cualquier combinación de letras de las disponibles, así, me encantaría llamarme Mipri, o Mafue, por no hablar de Abus… hasta que llego a la presunta solución que no es ni más ni menos que un triunfo más de la mediocridad, de la carencia de imaginación, de la convencional manera de nombrar, e incluso de pensar. Pero seguiría con Sue, Ell, Yatedi o, ¿por qué no? Minom.

Son tonterías, lo sé.
O no lo son. Y también lo sé.

O no sé ninguna de las anteriores afirmaciones.
Y así paso la vida.

san valentín

Hoy
día de san valentín
otro día de mercadeo ramplante
y rampante
– mucho más que un barón –
me paso el tiempo pensando
que la estulticia
alcanza niveles lagertesianos
en la crimanza del bróntoles
que acaricia la duoma.

A punto he estado
a quien quería venderme
rosa rosa rosa rosa
una rosa una rosa una rosa una rosa
sin acordarse de Stein
ni tan siquiera citarla
que yo soy ateo.


tanto y tan radical
que no reconozco los santos
ni los santorales
y si el día
de hoy
se llamase
de don valentín
tampoco reconocería
una autoridad
que no tiene un origen
poético
como tiene que ser.

Así que propago los memes
memos
que memos me mean
hasta llegar a mis ojos.

Hoy
que no tengo agua corriente en casa
por una avería cuyo origen
permanece inédito
acabo por enfadarme
más de lo habitual
por tonterías.

Espero que alguna de las pequeñeces
que me acaecen
trascienda
y me olvide.

Ser o Estar

Seguramente haya razones filológicas que expliquen por qué hay 2 verbos en español (y en otros idiomas afines), mientras que en los germánicos, con el inglés a la cabeza, tienen el to be or not to be que yo traduciría por:

  • estar o no ser
  • ser o no estar
  • estar o no estar
  • ser o no ser

indistintamente y, al mismo tiempo, distinta-mente: muy distinta.

Ser por un ratito… ese ESTAR que tanto me gusta, a mí, tan sumamente poco esencialista.

Hoy he encontrado una servilleta, que hacía las veces de marcapáginas, en la que tengo apuntadas una enorme cantidad de reflexiones, la pregunta ¿por qué ser y estar son dos verbos diferentes?

Y no quiero buscarlo, porque estoy casi seguro de que incluso una inteligencia artifical me respondería que no tiene tiempo que perder conmigo.

Pero yo me lo pregunto.

ME lo pregunto (a mí mismo).

Sin ánimo de respuesta. Por el mero hecho de preguntármelo. Y disfrutar pensando en ello, sin querer saber si hay una respuesta formal que dé explicación a este bobo enigma.

Soy así.
O
Estoy así.

Esa es la cuestión.

Esto no es una broma