Ayer vendí otro número primo

escribo desde el pasado
hacia el futuro
para poder afirmar que ayer
vendí otro número primo
de una edición numerada
en la que los precios
(que nunca corresponden a valor)
son tan arbitrarios
como corresponde a cualquier otro producto
de un mercado capitalista
en el que habito

sin embargo
cuando lo explico
es decir
cuando justifico que los número primos
aparecen en menor medida
que los números compuestos
entre los números naturales
y que ello justificaría
en un mercado capitalista
que habitamos
su diferente precio
(que nunca corresponde a valor)
acaba por comprenderse
que no es tan descabellado…

y sin embargo
hay pocas cosas tan poco cabelladas
como el mercado capitalista
habitado
donde precio y valor
carecen de correspondencia.

Carpetovetónico, ca

¿No es la palabra carpetovetónica un poco carpetovetónica?

Este verano estuve viendo una serie de vídeos sobre la conquista de Hispania por Roma (todavía una república en el SII a.c.) y recuerdo las alianzas de los pueblos carpetanos y vetones para ayudar a los celtíberos numantinos y, por supuesto, leí sobre esa etimología que no creía que fuese tan netamente hispánica.

Según la rae:

carpetovetónico, ca
1. adj. Perteneciente o relativo a los carpetanos y vetones.

2. adj. Considerado como característico de la España profunda frente a todo influjo foráneo. U. m. en sent. despect.

Hay tanto carpetovetónico en nuestras instituciones…

Ethnographic Iberia 200 BCE.PNG: The Ogre Iberia 300BC-es.svg: Rowanwindwhistler

Es poco evidente, comparando estos dos mapas, que tuvieran mucho en común estos dos pueblos, amén de verse claramente que deberían ser defensores de la diversidad lingüística que ha enriquecido y caracterizado la península desde sus tiempos, por lo menos. Algo que no suele asociarse a los carpetovetónicos actuales que, simple y llanamente, podríamos denominar gañanes.

81 recetas de gazapos, lenguados y mollejas

Leyendo el libro de George Perec «Pensar/Clasificar» que me había recomendado el ínclito Jaime Vallaure y que me regaló mi amada Carmen en nuestra particular ritualización de navidad, me he encontrado algo atorado ante la lectura de 81 recetas para principiantes todas ellas combinaciones (casi lineales) de una serie de procedimientos que involucran gazapos, lenguados y mollejas como elemento central, pero que van cambiando la guarnición, la salsa, la presentación y, sobre todo, el nombre del plato.

El libro, maravilloso, está disponible en la editorial Gedisa.

Revisando la web de Jaime para capturar su enlace y añadirlo en la entrada, me encuentro que es una verdadera joya del diseño gráfico, pero sobre todo el trabajo denso y profundo (en el mejor de los sentidos del mundo) que viene realizando, como muestra su cronología desde 1990. Yo entonces ni sabía que quería ser poeta (o poema).

Tan interesante web tiene fallos que parecen creaciones. Aún después de saber que son fallos sigo creyendo que son creaciones. Y es que todo en Jaime es creación. Hasta ese futurible 2103 que remeda un soso 2013.

Facebook y 10 años después…

En enero de 2012 escribí el siguiente texto cuando cerraron Megaupload sin más causa que la de que albergaba contenido pirata, sin tener en cuenta que personas como, por ejemplo, yo, lo usaba sin albergar nada que fuese piratería, sino creaciones propias o de dominio público.

¿Estaré ahora fichado por haberme atrevido a entrar (intentar entrar) en una web criminal? ¿Tengo tratos con el demonio y no lo sabía? ¿Qué habrá pasado con la copia que tenía albergada de los documentos de Wikileaks? Estamos cerca de ver el final de una era. Se avecina mucha, mucha censura.

Pero esta semana, 10 años después de aquella publicación, Facebook, ese «garante de la libertad de expresión», ese «inocente lugar donde publicar confidencias», ese «defensor del derecho a la intimidad», me recuerda que en enero de 2012 publiqué una foto (una imagen en realidad que no es una fotografía, sino una captura de pantalla) y me dice que si quiero compartirla…

La ironía de este acto inconsciente no se me escapa, así que la comparto con la siguiente parrafada que, en enero de 2032, facebook me recordará que publiqué en esta semana… Refritos…

Facebook no es un ser humano. Lo sabemos. Es una aplicación que gestiona la información casi sin darse cuenta de lo que hace (con directrices, claro y claras, pero inconsciente) así que me recuerda que ya anticipábamos hace 10 años que su censura era sibilina.

Nada nuevo bajo el sol. Nada inesperado.

Pero me hace tanta gracia que para FB cualquier imagen sea «una foto», «un recuerdo» que no puedo sino acordarme de esos androides (nexus) que guardaban como oro en paño su puñado de polaroids por el que estaban dispuestos a matar o morir.

¿Existirá FB en 2032?

Sé poco

El problema está en los grises.
No en el fondo gris de este dilema
sino en el gris de las respuestas:

Entre estoy informado y no sé un carajo
vivo mi eterno sé un poquito
y aún así tiendo a informarme
y hablo
para ver si así tiendo a informarme
pero la mayoría de las veces
no acabo de entender
(ni siquiera carajo)
y algunas veces sigo en mi empeño
de ir a informarme
y muchas veces sigo en mi empeño
de hablar
para ver si así logro informarme
pues parte de ese hablar
es preguntar
para informarme
mientras me callo
para escuchar
de cuando en cuando.

Mientras tanto
mi problema sigue en los infinitos
tonos de gris
de mis escasos conocimientos.

2022 frentes abiertos

comienzo un año
con más de 2022 frentes abiertos
sin parar de correr
de unos a otros
intentando que el agua no se cuele
entre las costuras de la vida
que cose el tiempo

me precipito
a un vacío de calma
tan absoluto
tan impoluto
que me asusta olvidar
que una vez quise vivir así
como lo hago

pienso en hitler
y sus dos o tres frentes
y su posibilidad de delegar
en generales más o menos capacitados
incluso sus desastrosas derrotas
recogiendo escombros
en los que atrincherarse

mientras
llega un mensaje de whatsapp
tengo que editar un libro
dos libros
tres libros
ajenos
y quiero terminar de maquetar un libro
dos libros
tres libros
propios

mientras
he de consultar el estado de alguna red social
he de consultar el estado de las opiniones del periódico
he de consultar el estado de un evento que organizo próximamente
he de consultar el estado de salud propia y ajena
he de consultar el estado del estado

mientras
leo un libro sobre tipografías para aprender a editar
leo un libro de Isidoro Valcárcel Medina (mal editado
leo un libro de George Perec sobre pensar y clasificar
leo un libro de poesía polaca
leo un libro de una novelista japonesa

mientras
el correo electrónico se llena de spam
y he de cribar la paja del grano (o el grano de la paja)
las cuentas bancarias han sufrido bajas
las facturas he de enviarlas a la gestoría
este blog diario no recibe entradas
las fotografías más o menos artísticas
que hice en las vacaciones
siguen acumulando polvo digital
en el almacenamiento interno de mi teléfono
que en realidad es una cámara
que en realidad es un teléfono
que en realidad es…

mientras
los proyectos futuros
sacuden mi impaciencia
como ese libro de fotografías pendiente de intervenir
como ese año añil que requiere composiciones visuales
como ese dinero poético a partir de enciclopedias
como ese conjunto de cajas artesanales de madera y foam
como ese escarceo con la creación a partir de la fotocopia
como ese explorar las posibilidades de la naturaleza
como ese atajo de cianotipias serializadas

mientras
mi cerebro no se centra
en una sola de tantas actividades
y veo pasar las nubes en el cielo
sin mirar el cielo
sin mirar las nubes
mis manos arrastran un frío inabarcable
mis ojos deambulan por marejadas de estímulos voraces
mis pies corren estáticos
mis dedos teclean sin encontrar las letras

mientras
las ventanas del sistema operativo se marean
las ventanas de la calle se cierran

mensajes emergentes me avisan de emergencias
el tiempo apremia
el tiempo premia
el tiempo

y la vida
va

(o la muerte viene)

¿Tontería o micromachismo?

¿Es casualidad que el único emoticono para expresar sentimiento que lleve melena larga y lápiz de labios sea «hermoso»?

No entro a comentar el género gramatical, que habitualmente no me habría chirriado, pero esta forma de ver a las mujeres como meros objetos decorativos (hermosos), sí que me parece algo machista. Aunque no estoy con ganas ni siquiera de comentarlo pues es tan cansado sentir que no es mi guerra, aunque sí lo sea…

Desayunos con amor propio

Varios días desayuno, tras llegar de la piscina, en el estudio sobre manteles improvisados con instrucciones en idiomas ignotos de impresoras o insumos diversos. Compro una barra de pan y me hago un «bollo» con aceite de oliva virgen extra y un poco de azúcar o unas tostadas (sin tostar) con aceite y sal.

Mientras tanto, caliento una tetera con algún té potente para comenzar la mañana con energía y vitalidad, además de para calentar un poquito el cuerpo por dentro.

Hoy he tenido que recargar el bote donde guardo el té «English Breakfast» con este sobre que he agotado comprado en la tienda online Aromas del Té ya que mi preferida, una tienduca llamada Casa Oriental que estaba cerca de la plaza de herradores, pero que echó el cierre durante el confinamiento. Les intenté comprar por Internet, pero fue un desastre, así que me decanté por esta Aromas del Té, en la que realicé un pedido de más de 40€ que se va agotando.

Pero sigo echando de menos aquella pequeña tienda de Herradores, cuando volviendo de Conde de Romanones, de dar una clase particular, hacía escala y compraba té y pan en el Museo del Pan Gallego.

Esto no es una broma