Ibirico

Ayer murió Ibírico.

Una sonrisa siempre
un gesto amable
una ternura que se notaba en su presencia
como si fuese poeta
que lo era
como si fuese persona
que lo era
como si fuese encantador
que lo era
casi sin pretender ser
poeta
persona
encantador.

Nos conocimos poco
pero nos queríamos
nos reconocíamos
nos sabíamos afines
y cordiales.

No sé de qué ha muerto
ni me parece relevante
sino saber que vivió
haciendo sueños
realidad.

Hoy he estado leyendo en su web
sus confesiones vitales,
he escuchado una entrevista que le hicieron
y he pensado
¿dejaré una web comprensible
y amable
como la suya
cuando mi cadáver
ya no sea analógico-forense?

Una sonrisa siempre.
A eso aspiro
a parecerme
y me queda tanto…

(Texto publicado 2 días después de escrito)

Blancos

Soy un gran admirador de la obra divulgativa de Peter Watson, de quien he leído ávidamente su libro IDEAS sobre la historia intelectual de la humanidad y que me pareció una verdadera joya.

También me leí este verano, prestado por mi amigo Xabi, su libro Convergencias, mucho más centrado de manera casi exclusiva en la historia de la ciencia del siglo XIX y XX, así que gran parte del mismo se solapa con el que me estoy leyendo, de manera mucho más irregular que el de IDEAS, titulado Historia Intelectual del Siglo XX.

Pero a lo que quería llegar (a lo que el título de esta entrada hace referencia) es a que cada vez más me parece que es algo sesgado, especialmente en cuanto a representación de mujeres en esa historia intelectual (no es que no se mencione a Marie Curie, pero no hace especial hincapié en temas como la incorporación de la mujer al mercado laboral, por ejemplo, y muy poco a las luchas feministas) así como tampoco hay apenas historia intelectual de otros continentes que no sea Europa (la Europa caucásica y casi gérmánica), o Americana (aunque cabría decir estadounidense).

No digo con ello que los logros de las mentes de genios como Einstein, Picasso o Freud no sean reseñables, pero poco se habla de sus lados oscuros, por ejemplo, en el trato a las mujeres de sus vidas. Y no me parece baladí. ¿Podrían haber sido grandes genios si no hubiesen estado eximidos de responsabilidades paternales?

De nuevo me vuelvo a acordar de mi amigo Xabi quien dice de sí mismo con la humildad que siempre le ha caracterizado que nunca será un gran científico, pero que hace tiempo asumió que debía elegir entre eso o no ser un buen padre (un padre presente y responsable en igualdad de condiciones que la madre de su hija). Eligió esto segundo y sí, puede que le pase factura a nivel «profesional» pues su nombre nunca acabará (aunque puede que sí lo haga) en las páginas de un libro de Peter Watson… y sin embargo, él no lo cambia. Y yo a él tampoco.

Es alguien de quien estoy altamente orgulloso… y en gran parte es por esta coherencia vital con la que vive. Ejemplar. Desde luego, yo lo tengo clarísimo: le prefiero a esos presuntos genios… presuntuosos. Y me siento tremendamente afortunado de que me considere su amigo.

Voy a vivir 100 años

nos han dado un siglo
como
nos han dado un área

una centena de años
una centena de metros cuadrados

10×10

nuestros dedos de las manos
por
nuestros dedos de los pies

una cantidad tan arbitraria
como
81
64
o
121
o
ciento cuarenta y cuatro

nos han dado
/ ¿quién? ¿quienes?
/ ¿a quien/es?
y
más aún
¿por qué los incluyo en un nos?

dado
dudo
que sea
parece más bien
prestado
parece más bien
alquilado
parece más bien
perecedero

siglo perecedero
siglo parecedero
siglo aéreo
siglo efímero
siglo volatil
siglo escapista
siglo huidizo
siglo resbaladizo
siglo navegable
siglo impenetrable

y no sé qué hacer
con tanto tiempo
con tanto espacio
con tanta vida
hasta que

.

¿Es necesaria otra Toma de la Bastilla?

Jean-Pierre Houël – Bibliothèque nationale de France

Hoy festejamos (los francófilos) la Toma de la Bastilla, como símbolo de lo que se puede hacer si se desea colectivamente.

Cada vez más deseo cosas individualmente y no colectivamente, entre otras cosas porque cada vez soy menos (el neoliberalismo me ha derrotado). Sin embargo recuerdo los tiempos en los que La Marsellesa me emocionaba haciéndome llorar al oírla cantar por las personas que atendían al Rick’s Café por hacer callar o, cuando menos, mostrar la resistencia a ser apabulladas por las enaltaciones nacional-socialistas.

Nada era tan idílico como se pintaba, ni en esa película propagandística ni en la conclusión sangrienta de la Revolución Francesa, pero algo se hacía de manera colectiva y había principios que defender que no fuese el de incertidumbre.

Hoy no ocurriría. No ocurre. Y ahí tenemos el 4M.

Pero he querido festejar ese 14 de julio (que hasta consideraría día 0 del año 0) felicitando a mi querida amiga Sylvie.

Participación en I Convocatoria de Arte Postal del MIDECIANT 2020

De aquellos tiempos en los que aún no sabíamos que una pandemia no es tema para argumento de una película mala, recibí una convocatoria que ya ni recordaba que rezaba:

El MIDECIANT en conmemoración de su 30 aniversario invita a creativos de todo el mundo y a quienes quieran incorporarse a la iniciativa, a participar en la “I CONVOCATORIA ARTE POSTAL | MAIL ART”.

Así que me precipité a enviar una postal intervenida con poca gracia y algo de prisa, pero que quería dejar constancia de mi interés en mantener vivo un arte carente de dinero, carente de selección y carente de jurado. La no devolución era de esperar.

Sin embargo, este martes he recibido un catálogo, que si bien no es enorme, es mucho más de lo esperado. Agradezco al MIDECIANT que haya tenido a bien enviarme el presente inesperado que siempre alimenta el ego, sobretodo en horas bajas.

El Museo Internacional de Electrografía – Centro de Innovación en Arte y Nuevas Tecnologías (MIDECIANT) de Cuenca es un museo-centro de investigación dependiente de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), cuyo personal estable se nutre de varios departamentos de esta universidad (fundamentalmente de Bellas Artes, Historia del Arte, Humanidades, Ingeniería Técnica y de Informática).

Ser el 50 de los 233 artistas participantes entre quienes se cuentan Perse Sousa, Ibirico, Clemente Padin, Pepe Buitrago, Pepe Murciego J. Seefree, e incluso Bartolomé Ferrando, me llena de orgullo. Vano, lo sé, pero no dejo de reconocerlo.

pauta vacacional

Con el 40% de los españoles con la pauta vacunal completa […]

Leo esto y mi cerebro introduce unas variaciones mínimas… como cambiar vacunal por vacacional y por fin la frase me parece que cobra sentido.

Mis vacaciones me interesan más que mis vacunaciones, por mucha similitud fonética que tengan. Y no quiero tener vacanuciones, ni vacuciones, ni otras posibles permutaciones.

No me detengo mucho a pensar si sólo son los españoles y a las españolas no les pasa, con lo que sería un porcentaje condicionado que haría entender las cifras de muy distinto modo.

No me detengo mucho a pensar si sólo se trata de nacionalizados en España o habitantes de España o si se trata de algún tipo de pauta vacunacional.

No me detengo mucho a pensar si sólo es la palabra vacuna la referente a los antígenos y no la de equivalente etimología referente al ganado.

Observo que vacunal no es reconocida por el diccionario de mi dispositivo, aunque sí figura en la RAE, siendo vacunal, 1. adj. Perteneciente o relativo a la vacuna (? preparado de antígenos).

Y así
pasa el 40% de la mañana.

banderitas

Debajo de mi casa vive un señor que dice en su balcón ser republicano y además hace gala de su (presunto) respeto por el colectivo LGTBQI+…

En la otra vivienda del tercer piso vive su amiga, la única que le soporta en todo el portal, que es quien decidió poner una banderita de apoyo, no a España, aunque ella así lo crea (pero yo la conozco) sino al partido que acaba de ganar las elecciones del 4M en esta comunidad o, incluso, a los homófobos, racistas, machistas de sus socios de gobierno.

Me alegra ver que puede que se acaben enemistando por tal profusión de banderitas, pues a río revuelto ganancia de pescadores. O lo que es lo mismo, divide y vencerás.

Es posible que así pueda encontrar algo más de comprensión en la de la banderita bicolor cuando el irrespetuoso de las bibanderas multicolores decida que él lo vale y los demás tenemos que aguantar sus decibelios infernales, sus ruidos, sus insultos, su falta de respeto por cualquiera que no sea él.

Con republicanos así, me haría monárquico, pero con españolistas como su amiga, me haría republicano… y quizá al final no tiene nada que ver con la política tal como se suele entender.

Más allá de la visión, habitamos Carmen y yo en un ático en perfecta sintonía con las estrellas, la luna, el sol y todo el resto del vecindario.

Termino algún proyecto

o un fragmento de algún proyecto
o un fragm
y abro una terminal
para tener acceso a la línea de comandos
de linux

dirijo la ubicación
a la ruta sobre la que está montado
el disco de backup
y ejecuto el script
que lleva a cabo la sincronización
de las carpetas que incluyen aquella
sobre la que haya estado trabajando

dirijo la ubicación
a la ruta sobre la que está montado
un pendrive
con ciento veintiocho gigabytes
de capacidad
y ejecuto el script
que lleva a cabo un fragmento de la sincronización
de las carpetas que incluyen aquella
sobre la que haya estado trabajando

cierro
tecleando un comando de salida
la terminal abierta

siento cierta satisfacción
creyendo que controlo algo de la incertidumbre
que acarrea el futuro
creyendo que lo que guardo
es digno de guardarse
para una posteridad sorda

siento cierto poder
cierta sensación de dominio
cierto orgullo rayano en la pedantería
por el conocimiento de un lenguaje
con el que hacerme entender por una máquina
olvidando
que no domino el lenguaje
con el que hacerme entender por un humano

tras la pequeña excursión
pienso en comenzar otro proyecto
o un fragmento de algún proyecto
que esté fraguando

y así
día tras
día.

1960

Ayer caminaba por Daimiel y tenía la tentación de hacer una fotografía (con un móvil, claro está) y llevarla a blanco y negro.

Me daba la impresión de que si la veía en sepia o sin color vería el alma de lo que estaba ante mis ojos:

Una estampa de 1960 en una ciudad de provincias.

No había muchas cosas que denotasen que habíamos entrado en el tercer milenio o que había muerto Franco.

No hice la fotografía, que me parecía demasiado intrusiva por aquello de robar sus almas o sus derechos a la intimidad (lo que hoy también me parece algo decimonónico) y sólo me queda este recuerdo que me ha hecho venir hoy al estudio observando cuántas de las cosas que veía habitualmente parecerían del siglo pasado… y sorpendentemente hay pocas imágenes (excluyendo los teléfonos móviles omnipresentes en Madrid) que me pareciesen actuales.

Esto no es una broma