Recortar una imagen desde la línea de comandos

A veces tomo una fotografía y parte de lo que hay en los laterales me sobra. Especialmente cuando hago muchas, como una serie de imágenes captadas desde el móvil con un dispositivo disparador bluetooth que evite que toque el teléfono y provoque temblor o distorsión en la imagen.

El viernes pasado estuve trabajando sobre unas imágenes de «blackout-poetry» que había hecho y eran más de 40, así que no era muy razonable ir abriéndolas con GIMP y buscar el mismo corte, pues era el mismo corte, en todas y cada una de ellas.

En cuanto tengo que hacer algo más de 5 veces seguidas, pienso si existe una manera «automática» o más eficaz de tratar la serie. Que puede no serlo en pequeñas series, pero que me permite ir aprendiendo por si alguna vez necesito aplicar el mismo procedimiento en una serie más numerosa.

En esta ocasión, gracias a un tutorial que he encontrado en internet sobre cómo recortar imágenes en línea de comando con Imagemagick, recurrí a un utilísimo comando o programa linux que ya había usado con anterioridad, pero en esta ocasión para aplicar un corte o «crop» a las imágenes que con esta sencilla línea quedaron como las quería:

mogrify -crop 1800x3100+190+280 *

Transformando imágenes de 2250×4000 en una imagen recortada a partir del pixel 190 de la izquierda (la x) y 280 pixels hacia abajo (la y), con un nuevo tamaño: 1800×3100, despreciando lo que no esté ahí.

Novedades en Pontejos

De antes de que la palabra NOVEDAD
fuese inventada
es esta tienda
famosa
por sus botones
por sus hilos
por sus tejidos
por su permanencia.

Y ahí sigue
afrontando una pandemia
después de afrontar guerras
y afrontar dictaduras
y afrontar crisis financieras.

Es un resquicio de esperanza
en esta época incierta
en la que se mueve la tierra bajo los pies
en la que sentimos temblores en el alma
y la piel.

Algún día desaparecerá
como todo.

Pero ayer estaba aguardando a que comprásemos
un poco de adhesivo para cuero
que no venden en las modernas tiendas
de nuestro barrio.

Fotografié este instante
capturando lo que no existe:
la inmovilidad.

Algún día
como todo
desaparecerá.

Tarjetas de visita

El lunes estuve recortando unos ripios de foam negro que tenía en el estudio, que me habían regalado los compañeros de Estudio Mamífero, y he decidido hacer mini-tarjetas de visita, con la información suficiente para contactarme y conocer mi trabajo: mi web, la que mantengo desde hace más de 20 años, evolucionando más y mejor que yo, en cierto sentido.

Son divertidas piezas únicas manuscritas. Lo más analógico que puedo imaginar en mi mente digital. Tienen un grosor de casi 5mm. Están escritas con rotulador uniPOSCA blanco.

Tomates

Tomates
rojos sobre rojo
sangran al paso de mi cuchillo
que refleja la calle.

Tomates
cuatro en fila de a dos
cortadas en cuatro
con lunas a 45 grados
siempre
aproximadamente.

La sangre es ficción.
La geometría es ficción.
El cuchillo es ficción.
El color es ficción.

El brillo de la ventana
sobre los tomates
es real
como la vida misma.

Esto no es una broma