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Pornografía
El viernes publiqué esta pequeña composición, una tontería, a la que llamo Pornografía, pero en Instagram me censuré a mí mismo (ya me censuro muy bien, sin ayuda de nadie, cada día más y mejor) y la titulé «Erotismo»
Aún así, tuve mis dudas de si abriría un debate acerca de si era excesivamente binaria, no incluyendo, por ejemplo, dos botones con el mismo título o dos ojales… y por qué no uno solo, botón u ojal, o tres o cuatro… quizá si sigo publicando una pequeña serie de ellas, una camisa podría titularse, felizmente, orgía.
No quise con ese título, ni con el de Pornografía, decir que toda la pornografía o todo el erotismo fuese procreativo… ni falocéntrico, ni genital… especialmente el erotismo. Así que pensé que podía ser malinterpretado, pero aún así osé publicarla.
Pero cada día doy más vueltas a todo lo que publico en redes sociales por su posible malinterpretación hasta el punto de haber llegado a desarrollar una paranoia bastante considerable que, no obstante, no está a la altura de declaraciones de políticos de la oposición, ni de cuñadismo extendido. Es decir, envidio (solo en una remota parte de mi reptiliano cerebro) la simpleza de quienes hacen afirmaciones rotundas e irreflexivas sin pensar en nadie más que en su persona, sin empatizar ni remotamente con las diferencias, considerando toda salida de lo normativo como maligno, satánico casi.
Al final, mi voz y la de otras personas como yo nos vamos acallando dejando más sonido a quienes no tienen tantos miramientos.
Pero a mí me resulta tan cansado…
Bandera italiana en mi ventana
Cada mañana
la bandera italiana
ondea tranquila.
El té de cada día
Cada día tomo varias infusiones de diversos colores y sabores:
Té negro con cardamomo.
Té paquistaní (un tipo de té negro aromatizado) con un chorreoncito de leche.
Té verde de jazmín.
Infusión de jengibre con canela, cardamomo, tomillo y clavo.
Infusión de manzanilla con anís estrellado.
Infusión de jengibre con limón.
En ocasiones té blanco. Otros tés verdes, como el marroquí con hierbabuena o menta en verano, por ejemplo… así que mi vida gira en torno a tazas de té, infusores, teteras, agua hirviendo, vapor, algún edulcorante cada vez más en disminución (miel de romero para el jengibre y la manzanilla, principalmente).
He llegado a pensar en adquirir tazas para próximos proyectos y personalizarlas, utilizarlas a modo de «lienzo» sobre el que escribir poemas, o dibujar o…
De momento y no es casualidad, en la presentación de mañana del Proyecto !ç~ñ¿.# expongo varias tazas diseñadas para la ocasión.