1Gb RAM recién adquirido

Cada vez soy más moderno.
Podría decir lleno de ironía.

Algún día de estos me hago analógico.

Como si no lo fuese.
Como si fuese digital
o alguna vez lo hubiese sido.

Como si necesitase más memoria que 1Gb de RAM
en un ordenador de hace más de 20 años.

Demostrar que la obsolescencia
no está tan programada
más allá que en nuestros hábitos de consumo
que quieren (impersonal al canto) implantarnos.

Ellos / Nosotros.

El viejo paradigma del enfrentamiento.

Quiero reflotar
un portátil que mi madre
daba por muerto.

Compré 2 piezas por un total de 20€
para reacondicionarlo
y ahora es capaz de ejecutar
(sin matar a nadie)
el mismo software
y casi
a la misma velocidad
que otro equipo
de hace tan sólo 10 años.

Este lifting
le ha dado un par de lustros
de juventud
fingida
por supuesto.

Pero quizá sea suficiente
con fingir
para alcanzar
algún falso nirvana.

Diseñador ocasional

Siempre metido a hacer cosas que no sé hacer, siempre fracasando, pero nunca frustrado, le realicé este diseño a la pareja de mi amiga Aída, con tal celeridad que metí la pata en el QR que contiene sus datos de contacto, pues incluí su teléfono personal y no el del trabajo.

Lo habíamos estado haciendo para pruebas y se quedó así y cuando me pasaron los datos definitivos se me olvidó cambiarlo en el QR. ¡Un desastre!

En cuanto al formato y la impresión, probé con una imprenta que tenía ganas de conocer, pero la verdad es que los materiales que ofrecen son bastante básicos. Dudé si reclamar sobre si esta cartulina era realmente de 300 gramos, como afirman, pero pregunté a Jaime, mucho más versado que yo en estas lides y me dijo que, aunque a él le parecían bastante finas también, estaban bien y el precio era imbatible. Así que me conformé.

El jueves recibí el segundo pedido, después de que el primero llegase con ese error inasumible.

Lo consideraré un regalo a mi amiga y, por otra parte, un buen curso de aprendizaje. Así son las cosas en este mundillo…

Papeles negros

Carmen me había regalado varios pliegos de papeles negros que pedí como presente navideño. Los compró en la Dominotería, una tienda especializada en papeles de arte.

Este año 2024 estuvo marcado por un problemilla de salud (tendinitis del supraespinoso izquierdo) que me tuvo ocupadísimo en rehabilitaciones y por fin el lunes pude comenzar a prepararlos para usarlos.

Han estado tanto tiempo enrollados, casi un año, que tuve que comenzar por desenrollarlos, lo cual implica enrollarlos en dirección contraria (menos por menos es más o algo similar).

De momento, voy a usar un pliego de 56x76cm de Papel para grabado Bfk Rives de 280g/m2, que cortaré en piezas 7x15cm (lo que me da un total de 8×5=40 piezas) en las que escribir poemas sobre la negritud (como color, nada étnico, al menos en la intención consciente).

El papel BFK Rives es un magnífico papel de grabado, en color negro o tostado, 100% algodón, fabricado con mimo en forma redonda. Tiene un grano más fino y es más liso que el Velin de Arches. Presenta barba en los cuatro lados, un gramaje de 280g, con reserva alcalina y sin ácido ni blanqueadores ópticos. Es muy apropiado para el dibujo y, sobre todo, todas las técnicas de grabado y obra gráfica como litografía, serigrafía, gofrado, linograbado, fototipia,…

Es tan artesanal que casi parece tela, con esa barba a los cuatro lados que no quiero usar, pero que, por otro lado, es tan interesante para el aspecto inconcluso del papel, ese límite ilimitado…

Esto no es una broma