y la encuentro
y la encuentro
y la encuentro
y la encuentro
…
y sigue sin encontrar su sitio
en mí.
Fotografía
Primeras fotografías exitosas
Hoy he vuelto a experimentar con cianotipias, para el proyecto Año Añil, pero como de momento quiero ir viendo cómo funciona la sensibilización del papel, el contraste, la impresión de «internegativos» sobre acetatos que no están pensados para inyección de tinta, así que he debido comprar un nuevo paquete de cosas… con lo que esta técnica se me está poniendo en un pico. Pero bueno, todo sea por la causa…
Cuando la exposición ha alcanzado este color gris, he decidido retirarlas del sol, pero creo que ha sido poco tiempo, aunque esta vez sí han quedado más o menos bien, como puede verse en esta A con su negativo que al estar hecha con cartón opaco sobre el papel de acuarela, me daba una idea de cómo funcionaba el contraste:
Me encanta cómo ha quedado el azul, añadiéndole en la última cubeta un poco de agua oxigenada, que dicen que acentúa el tono.
Las fotografías de Carmen y mía han quedado bastante peor, pero creo que es achacable en gran parte a la impresión del negativo digital sobre un acetato no apto para impresoras de inyección. No obstante, mucho mejor y más nítidas (se distingue algo) que el fracaso de la semana pasada, al haber cambiado de impresora a la recién adquirida HP ENVY.
Es verdad que resulta ilusionante ver aparecer el positivo al sumergir el papel en la primera cubeta. Aunque creo que soy algo impaciente y seguramente tendría que esperar más tiempo para que el verde, que ha tornado a gris, de las sales metálicas no sensibilizadas se disuelvan en el agua.
La sensibilización del papel la he hecho bajo luz led, sin preocuparme por su posible veladura, pues se supone que tiene poca luz ultravioleta, aunque probaré más adelante con mi sistema casero de luz infrarroja.
Secado el papel con secador durante 2 minutos.
Montado el negativo sobre el mismo dentro de los marcos de fotos que utilizo, los tiempos de exposición al sol han sido de solo 5 minutos.
La primera inmersión en la cubeta primera ha sido de unos 2 minutos máximo.
La segunda inmersión en la cubeta segunda ha sido de unos 2 minutos máximo.
La tercera inmersión en la cubeta tercera ha sido de unos 5 minutos máximo. Este última contenía algo de agua oxigenada.
Participación en I Convocatoria de Arte Postal del MIDECIANT 2020
De aquellos tiempos en los que aún no sabíamos que una pandemia no es tema para argumento de una película mala, recibí una convocatoria que ya ni recordaba que rezaba:
El MIDECIANT en conmemoración de su 30 aniversario invita a creativos de todo el mundo y a quienes quieran incorporarse a la iniciativa, a participar en la “I CONVOCATORIA ARTE POSTAL | MAIL ART”.
Así que me precipité a enviar una postal intervenida con poca gracia y algo de prisa, pero que quería dejar constancia de mi interés en mantener vivo un arte carente de dinero, carente de selección y carente de jurado. La no devolución era de esperar.
Sin embargo, este martes he recibido un catálogo, que si bien no es enorme, es mucho más de lo esperado. Agradezco al MIDECIANT que haya tenido a bien enviarme el presente inesperado que siempre alimenta el ego, sobretodo en horas bajas.
El Museo Internacional de Electrografía – Centro de Innovación en Arte y Nuevas Tecnologías (MIDECIANT) de Cuenca es un museo-centro de investigación dependiente de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), cuyo personal estable se nutre de varios departamentos de esta universidad (fundamentalmente de Bellas Artes, Historia del Arte, Humanidades, Ingeniería Técnica y de Informática).
Ser el 50 de los 233 artistas participantes entre quienes se cuentan Perse Sousa, Ibirico, Clemente Padin, Pepe Buitrago, Pepe Murciego J. Seefree, e incluso Bartolomé Ferrando, me llena de orgullo. Vano, lo sé, pero no dejo de reconocerlo.
banderitas
Debajo de mi casa vive un señor que dice en su balcón ser republicano y además hace gala de su (presunto) respeto por el colectivo LGTBQI+…
En la otra vivienda del tercer piso vive su amiga, la única que le soporta en todo el portal, que es quien decidió poner una banderita de apoyo, no a España, aunque ella así lo crea (pero yo la conozco) sino al partido que acaba de ganar las elecciones del 4M en esta comunidad o, incluso, a los homófobos, racistas, machistas de sus socios de gobierno.
Me alegra ver que puede que se acaben enemistando por tal profusión de banderitas, pues a río revuelto ganancia de pescadores. O lo que es lo mismo, divide y vencerás.
Es posible que así pueda encontrar algo más de comprensión en la de la banderita bicolor cuando el irrespetuoso de las bibanderas multicolores decida que él lo vale y los demás tenemos que aguantar sus decibelios infernales, sus ruidos, sus insultos, su falta de respeto por cualquiera que no sea él.
Con republicanos así, me haría monárquico, pero con españolistas como su amiga, me haría republicano… y quizá al final no tiene nada que ver con la política tal como se suele entender.
Más allá de la visión, habitamos Carmen y yo en un ático en perfecta sintonía con las estrellas, la luna, el sol y todo el resto del vecindario.
1960
Ayer caminaba por Daimiel y tenía la tentación de hacer una fotografía (con un móvil, claro está) y llevarla a blanco y negro.
Me daba la impresión de que si la veía en sepia o sin color vería el alma de lo que estaba ante mis ojos:
Una estampa de 1960 en una ciudad de provincias.
No había muchas cosas que denotasen que habíamos entrado en el tercer milenio o que había muerto Franco.
No hice la fotografía, que me parecía demasiado intrusiva por aquello de robar sus almas o sus derechos a la intimidad (lo que hoy también me parece algo decimonónico) y sólo me queda este recuerdo que me ha hecho venir hoy al estudio observando cuántas de las cosas que veía habitualmente parecerían del siglo pasado… y sorpendentemente hay pocas imágenes (excluyendo los teléfonos móviles omnipresentes en Madrid) que me pareciesen actuales.
basura
oblicuo escudo
vigila que la muerte
salte a la horca.
Por los suelos
Hace tiempo hubo un poema
escrito sobre ese pavimento.
Hoy las tintas
lloran ausencia.
No me gustaba el viejo poema
escrito sobre ese pavimento.
Las ruedas de los mastodontes
pisotean mariposas.
Ni siquiera recuerdo aquel poema
escrito sobre ese pavimento.
Mi memoria como esas figuras
está llena de grietas.
Full Upgrade
Estoy realizando un «full upgrade» de una de mis máquinas virtuales, por si no tuviese bastante con las máquinas reales para mantenerlas. Y se ha producido este bonito efecto de repintado de ventanas deficiente, con la poca memoria de vídeo que le adjudico a las instancias del VirtualBox.
Así que he decidido que se merecía una captura de pantalla y una entrada de este diario ilegible.
Metafóricamente, por si no se ha entendido… estoy haciendo full upgrade y tengo cierta envidia de no poder hacerme uno a mí mismo. Pero mi virtualidad no llega a tanto.
Otra de las capturas de esos repintados ha sido este peculiar código de barras, o espectro electromagnético…
Maravillosos regalos en mi vida
Te llega una maravillosa carta como esta, del fantástico Pepe Buitrago y la verdad es que sientes que algo has hecho bien en tu vida para recibir algo así.
Un holograma conteniendo un poema y sabes qué es un holograma, y a veces sientes que sabes qué es un poema. Te ilusiona saber tanto, por improductivo que parezca.
Buscas el juego de la luz y recuerdas aquella primera postal que te envió tu padre desde NYC con el Skyline que entonces contenía un par de torres ahora ausentes.
Le agradeces su envío y te parece muy poco un gracias, pero todo te parece poco porque sientes que eres pequeño, un viejo epsilon matemático.
Recuerdas que tienes pendiente una exposición con él en Dados Negros, que ha vuelto a retrasarse… y ya no sabes cuándo será, pero no importa: tú querrás estar sea cuando sea, pues con personas como Pepe en tu vida, no todo puede ser tan malo como parece a veces.
Hay esperanza…
¿verdad?
Tumba
Esto se veía ayer desde la ventana de la salida de mi piscina municipal.
¿Están preparando tumbas para la que se nos viene encima el 4M?
A mí ya no me extrañaría nada.
Miedo. Mucho miedo.