Uberificación Vintage

Llamamos a un uber
para ir a cenar con una amiga de Carmen.

No queríamos tocar la calle
por si un ramillete de ARN se colaba en nuestras entrañas.

Bajé al portal antes de recibir mensaje alguno
pero por si acaso me asomé a la calle
miré a ambos lados
y vi un vehículo extravagante
en mitad de la calzada.

Supuse que se apartaría
en cuanto llegase nuestro carruaje
que ya parecía tener algo de retraso.

Claro:
Las imágenes me delatan.
Este poema no tiene ningún misterio.

Distinguí el distintivo que indica que es un vehículo
autorizado por la comunidad de madrid
para transporte de personas.

Y verifiqué que la matrícula del mismo
coincidía con la matrícula del coche previsto
para recogernos.

Carmen no lo podía creer.
Quería fotografiarlo sin parar.
Yo me sentía algo avergonzado
no sólo por contribuir a la uberificación
de la economía
sino por ser el centro de atención
de una ciudad dormida.

Conversaciones con el conductor
como si yo entendiese de coches
dando por supuesto que ella no entendía
como si me interesase
aunque sí me apetecía saber
si ese curioso artefacto podía conducirlo
siempre que eligiese
y si eso le repercutía en una mejora salarial
intentado no sentirme mal
por contribuir a la uberificación
de la economía.

Al salir
nos permitió tomar una fotografía (4)
que presumían de una especie de episodio vacacional
en mitad de una ciudad
vencida
que llora miseria disfrazada de opulencia.

Enviamos las fotografías
contribuyendo a la difusión (intencionada)
de la apuesta por el postinaje
de la mentada compañía.

Nueva Normalidad

Tal como suponía, está siendo más complicado volver a una «nueva» «normalidad» que confinar a la mitad de la población mundial por una pandemia global. O sea, «bastante» complicado.

Teorías anticientíficas campando a sus anchas, dificultades para ponerse de acuerdo administraciones, ausencia de criterios unificados, hacen que aquella época durante la que no pudimos salir de nuestras casas casi resulte atractiva en cuanto a sencilla.

Espero que no tengamos que volver a la simple cuarentena, pero parece poco probable que no acabe por suceder, especialmente en lo tocante al ámbito estudiantil donde los contactos son altos y el número de individuos en espacios cerrados durante largos periodos de tiempo es enorme.

Galería de fotos de Amapolas desde el balcón

Si ayer escribía sobre la maravillosa recepción que me dio el tener los 430 ejemplares de la edición del libro de poesía colectivo Amapolas desde el balcón, hoy he comenzado a preparar los repartos para las personas que han participado en el mismo.

He apilado 420 ejemplares en 3 filas de 7 columnas de 20 ejemplares cada una, para poder contar sin contar, como quien dice.

Una vez agrupado el material, lo he fotografiado desde distintos ángulos (los libros son algo muy fotogénico) para enviarles el álbum así obtenido a cada poeta de la antología.

Además de un álbum en la página de Facebook de Clave 53, he subido, tras prepararlas, las fotografías a la galería de mi página web, en un nuevo apartado dedicado a ello denominado Clave 53. Por si había dudas. 😉

Elecciones Personales

Pequeña Vídeo-Acción a partir de 27 sobres intervenidos de propaganda electoral no solicitada a lo largo de una serie de días de los meses de abril y mayo de 2019. Cada uno de ellos contiene una elección pequeña más o menos insignificante, pero sí muy personal realizada ese día.

[youtube_sc url=»https://youtu.be/wXyod-jHzvo»]

Es un bonito proyecto del que también hice un trabajo «fotográfico-performativo», publicando una fotografía diaria comentada (qué tipo de elección era) en la historia de una red social. Además, cada día, introducía ese sobre con una elección apuntada dentro del sobre en una urna de plástico que ha quedado como resto de la acción, al tiempo que como objeto artístico.

Blackout Felicitación

Por el cumpleaños de Carmen, mis padres tuvieron el detalle de enviarnos un desayuno sorpresa con una variedad de delicatesen como este jamón ibérico para tostadas, acompañado de un bote de tomate triturado con ajo y aceite.

Les quise bromear con esta extracción de texto a modo de «blackout poetry», como en algunos de mis poemas visuales menos originales…

Por «Nuestros cerdos», yo quise entender que se referían a mi hermana y a mí, y por «la mejor», a Carmen, la maravillosa en su punto óptimo de maduración, para mi disfrute…

Uno de los N’Clave de Po(esía) online…

La semana pasada tuvimos el evento de N’Clave de Po(esía) que estoy realizando online, obviamente, desde el que correspondía en marzo… y lo que queda de 2020, no creo que lo hagamos presencial salvo escenarios de un optimismo radical.

Fue entrañable, principalmente centrado en personas que están asistiendo a los talleres de Poesía y Escritura Creativa de la Asociación Cultural Clave 53, pero abierto a todo el mundo, tanto es así que se organizó como reuniones de Skype sin contraseña, ni siquiera, lo que era algo arriesgado, pero por otro lado, tampoco tenía por qué derivar en una incidencia de seguridad, pues con expulsar a quien no se identificase claramente, era suficiente. Y no éramos tantos: Un par de sesiones de una hora y media cada una, con unas 6 personas en cada una de ellas. 12 o 13 personas que podían haber compartido evento, pero habría habido mayores probabilidades de incidencias tecnológicas que ralentizaran el devenir del evento. Fueron sencillos, cálidos y con lecturas siempre sorprendentes, e incluso con sorpresas como un poema cantado en coreano por Kay Woo o un experimento vocal de Eva Obregón Blasco. Es un lujo estar rodeado de gente tan interesante.

Poetas leídos a lo largo de la tarde (algunos no los apunté):

  • Francisca Aguirre
  • Roberto Juarroz
  • Mada Alderete
  • León Sierra (era uno de los asistentes)
  • Wis?awa Szymborska
  • Leopoldo Alas Mimbres
  • Alberto Portera
  • Álvaro Mutis
  • Raymond Carver
  • Gamoneda
  • Carmelo Iribarren
  • Lee (Yi) Sang (un verdadero descubrimiento)
  • Pedro Juan Gutiérrez
  • Teresa Agustín
  • Carmen Bullosa
  • Robert Desnos
  • Charles Bukowski
  • Raymond Queneau
  • Ingeborg Bachmann
  • Anna Ajmátova

El alabardero

alabardero: 1. m. Soldado armado de alabarda. 2. m. Soldado del cuerpo especial de infantería que da guardia de honor a los reyes de España y cuya arma distintiva es la alabarda. 3. m. coloq. p. us. Miembro de la claque.

A este soldado de jengibre
le arranqué la cabeza
a la menor ocasión
aprovechando que el gaznate
dejaba una mínima superficie
de contacto con el aire
desprovista de su caparazón.

¡Pobre alabardero guillotinado
no siendo un rey
que pudiera merecerlo!

Buscando el infinito

[youtube_sc url=»https://youtu.be/5DRR1NCzZzw» title=»Buscando%20el%20infinito» modestbranding=»1″]

La pregunta recurrente sobre qué hay en un espejo que refleja un espejo que refleja un…

Un intento de respuesta desde una captura de vídeo de una captura de vídeo de una…

Si la resolución fuese infinita, quizá (sólo quizá), podría obtenerse respuesta.

Un cartón intervenido

Compré un sello para poder estampar números.
Números que pueden ser fechas.
Fechas que pueden ser números.

Estampé un número de fechas
sobre un pedazo de cartón
de los que utilizo como posavasos
para las infusiones de cada día.

Ahora lo estoy usando
y temo que se manche hasta hacerlo
insostenible
y lo tiraré a la basura
y olvidaré esta pieza tan impresionante
que realicé a base de estampar
un número de números
en una fecha que no recuerdo
de una fecha que sí recuerdo
probando el sello
sellando la prueba
y dando por concluida
la tontería.

Esto no es una broma