Es tan gracioso que el 27 terminase la propuesta titulada 27 signos que no puedo por menos que compartirlo. Pero el 27 de agosto es tan arbitrario como el hecho de que febrero fuese desposeído de días por la voluntad de un par de césares romanos para aumentar su prestigio.
Fotografía
Portada y contraportada del libro colectivo
De cara al libro colectivo que cada curso publicamos en los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de la Asociación Cultural Clave 53, este año vamos a realizarlo mediante una imprenta «profesional» para editoriales, lo que me ha obligado a tener que aprender a manejar herramientas más sofisticadas de edición y maquetación, cuya rentabilidad supongo que apreciaré en un futuro intermedio.
De momento, dejo constancia de la portada realizada utilizando Inkscape sobre Linux, como me gusta hacer, políticamente libertario, con software libre cueste lo que cueste, pues no cuesta dinero, pero sí algún que otro disgusto y una curva de aprendizaje cuando menos escarpada.
No obstante, la satisfacción de su uso acaba por compensarme. Y, supongo, me permite vivir una vida alejado de equipos de muchos más recursos que serían más caros, lógicamente, lo que me libera, a la larga de ciertas «obligaciones» contractuales muy extendidas entre la población. No deja de ser una forma empecinada de «vivir a la contra», algo adolescente, quizá, pero rebelde más que revolucionario.
homeNAGe
Un pequeño homeNAGe (nag es su firma) a mi querida amiga Natalia Auffray, quien lleva tiempo haciendo composiciones como esta (con mucho mejor gusto) y que en una ocasión hizo una con un banco absurdo de la calle, que «la calle» acaba poniendo en «su sitio».
Paradoja o Contradicción
Cómo no pensar si hay una contradicción entre la solución evacuante necesaria para realizar una preparación a una colonoscopia y, al mismo tiempo, beber de agua guardada en una botella que dice «Relájate y tómate tu tiempo».
Hube de tomarme el tiempo de unas 5 horas seguidas para beber 16 sobres que había que ingerir disueltos a 15 minutos cada uno, lo que habría dado un tiempo ideal de 4 horas (16 x 1/4). No fue relajante. O sí. Quizá más de lo esperable. ¿Se lo deberé al mensaje de la botella?
Somos cerdos
En una parada técnica volviendo de la playa, nos detuvimos en un restaurante en el que una mesa albergaba a cuatro personas que comieron unas cuantas raciones (3 o cuatro) y dejaron el lugar de esta guisa. El suelo decía mucho de sus hábitos… y no pude por menos que preguntarme si sería frecuente que sus casas estuviesen así de sucias.
Pero bueno, quizá todos relajamos un poco (o no tan poco) en el espacio público, que habría que recordar que es un espacio de todos y, como tal, compartido.