Fotografía
Revista Caminada
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(Vídeo de Hilario Álvarez, de la Oficina de Ideas Libres)
Con motivo de la convocatoria que lanzó Hilario Álvarez para realizar una Revista Caminada el 19 de Abril, llevé a cabo una acción de extremada sencillez y literalidad:
Una revista caminada.
Consistente en caminar sobre una revista que fui desgranando para la ocasión.
Adaptado al lugar estrecho en el que me tocó realizarla, terminé por caminar casi sobre los pies de los asistentes al evento.
Fue agradable y, como de costumbre, se disfrutó de un precioso paseo con gente inteligente e interesante con quienes terminamos la mañana tomando un aperitivo cerca del Teatro Real.
Foto alada
No quedé muy angélico, a pesar de las alitas que tenían esa intención.
Esta fotografía fue realizada por Denissea Nadeauh en la Exposición sobre Objetos y Performance realizada en El Patio de Martín de los Heros.
El objeto, performático, era una propuesta de Paco Nogales que nos instaba a situarnos entre las alas y fotografiarnos allí, para después hacer algo con esas fotografías.
Vicediós
No sé si queda algo que añadir.
Un señor que se arroga la divinidad o cuasi-divinidad o la divinidad sustitutiva… y gente que le sigue.
Sin comentarios.
Y la RAE lo toma en serio. Esto es casi tan divertido como lo anterior.
Cápsula del tiempo en El Ser y el Tiempo
He encontrado en casa de una de mis mejores amigas un libro que le presté hace tiempo titulado El Ser y el Tiempo, de Martin Heidegger.
Es uno de esos libros «sesudos» que en su día leí con avidez pues respondían a una forma de explicar el mundo que cuadraba con la que tenía y no había encontrado a nadie capaz de explicarlo de semejante manera. Me importaba la manera, no la explicación. ¿Se entiende?
Leía Sartre (El ser y la nada se me atravesó), después de haber devorado toda la obra de Nietzsche, tras acabarme Schopenhauer y, por supuesto, bastante después de «comprender» a Kierkegaard.
Eran los 80. A finales. Recién terminada mi adolescencia, que había pasado frente a los «científicos» Einstein, Heisemberg y el divulgador Asimov, entre otros cientos.
Aquellos no habían sido capaces de aproximarse a hacerme entender muchas cosas del mundo, aunque les deberé la forma de ver otras muchas. La palabra Dimensión entró en mi vida, como algo interesante para explorar… Y ni hablar del límite al conocimiento científico que se planteaba el Principio de Incertidumbre.
Durante los últimos 15 años leo ensayos sobre arte contemporáneo que me ayudan a comprender otras cosas que ninguno de los anteriores se atrevía a mencionar… o lo hacían de manera que a mí no me llegaba (la forma de «Federico» de hablar de arte no me dice mucho, por más que sepa que ha sido relevante). Adoro la forma de escribir de Simón Marchán Fiz, por ejemplo, o de Ana María Guasch.
Me interesa el análisis estructuralista de Roland Barthes a quien considero mi lectura habitual para relajar la mente en vacaciones estivales.
Pero, volviendo al tema, abrir este libro en casa de mi amiga María ha sido divertido por encontrar fotografías (analógicas, claro) de aquellos tiempos:
Marta x 4. Aquel primer amor serio, relación de más de 6 años que terminó bonita y con cariño mutuo. En la página «Planteamiento del Problema». ¿Casualidad?
Después (las he encontrado también así) la fotografía de Raquelt en la playa levantina, seguramente algún fin de semana con Queralt, aquella matemática que me volvió loco durante un par de años y a quien yo volví loca enamorándome de otra matemática. En la página «Doble problema de su desarrollo». ¿Casualidad?
Junto a la contraportada, una hoja manuscrita con algunas de las preocupaciones de aquella época en mi vida:
Hoy he tenido la sensación de viajar en El Tiempo con El Ser y El Tiempo. Quizá mañana, con ese mismo libro, viaje en El Ser.
A contraluz
Irregular,
la luz se desplaza en línea recta (mentira euclidiana)
desde tus ojos a los míos
pasando por un puñado de espejos
que confunden sensores inteligentes
ávidos por deslumbrarme
y se deslumbran
enturbiados por un contraluz
que bien podría ser un contraliz
de lides en nuestros lechos.
Irregular,
la imagen vuela de tu palma de la mano
a mi memoria
y de una construcción sobretejada
a una retina cansada de la niebla.
Irregular,
regulada
la regla
que rige
nuestro futuro.
Porque
tenemos futuro.
Una falsa performance
Podría pensarse perfectamente que se trata de una performance.
Es más, podría afirmar que lo fue, que fue una performance realizada en Hamburgo, Alemania, y engrosar así mi curriculum como artista de acción, pero la verdad (la mía) es que no lo fue.
Fue una acción (una serie de acciones) que hice con un poco de descontexto, pero sin intención de reclamar para ella la entidad de objeto artístico. Así que no lo fue, no fue una pieza de arte de acción, aunque hubiera habido acción, descontexto e incluso algún público parcialmente participativo.
Pero podría venderla como lo contrario… y hasta me la comprarían como tal, porque hay quienes me quieren mucho y me comprarían cosas tan distantes que me darían mucho mayor prestigio como artista.
Pero no, yo sé que no lo era. Sé que no. Sé que quise hacer otra y no me llevé el material que me hacía falta (un texto maravilloso de Jaime Vallaure escrito en ocasión a la convocatoria de la Chamalle 10).
Podría pensarse que se trata de una performance, pero lo que la diferencia de una performance real es que yo sé lo que sé… ¿se entiende?
Pues eso.
Aprende a programar en 2 horas
Sí, sí, así como suena lo anuncia un anuncio en una red social. Sabemos que es demencial esto de la publicidad, pero esto ya se lleva el gato al agua.
¿Quién puede aprender a programar (aprender algo en general) en 2 horas?
A eso súmale la mirada de la modelo del anuncio. ¿De verdad que se trata de aprender a programar? ¿en HTML? ¿Es eso programar?
Menos mal que si me apunto hoy es gratis. Eso significa que en otras ocasiones no es gratis. Esto es terrible. Terrible porque quien pincha en el anuncio es idiota o tan ambicioso como vago. O se le ha ido la mano detrás de esos senos insinuantes.
No acabo de entenderlo… Repito: ¿alguien puede creerse que puede aprender algo digno de ser aprendido en 2 horas?
Pero sabiendo, según el anuncio, que esa es la profesión del futuro (¿de qué futuro? ¿dónde? ¿En España no era la hostelería o el toreo?) cómo no lanzarse raudo y veloz (tan veloz como eyaculador precoz) a pinchar sobre esa imagen… El deseo…
Y se habla de publicidad subliminal, pero esto es mucho menos sutil que todo eso: esto es carnaza de la vulgaris vulgaris para consumo inmediato (¡¡¡de 2 horas!!!).
Sobre si podría haberse hecho esa misma imagen con un gallardo muchacho mostrando abdominales, por supuesto, pero lo curioso/machista no está en la objetivización del cuerpo femenino, tanto como en la suposición de que el público objetivo de esa publicidad (programación, tecnología) son hombres y, preferiblemente, heterosexuales. Está en el hecho de asumir que las mujeres no están hechas para programar… para fregar suelos sí, para procrear, también… ¿pero programar?
O quizá esa utilización (voy a ser naïf y bienpensado) sexista y superficial de modelos femeninos en anuncios de aprender a programar en 2 horas se deba a que ninguna mujer (de las que conozco) es tan sumamente tonta como para haber caído en una publicidad, digamos, simétricamente tratada.
Dicho esto, la modelo me parece bellísima. Y puede que además sepa programar algo más serio que HTML. (O quizá el HTML5)