Mi mente sigue en Ordesa

Circo de Soaso

Hemos vuelto de vacaciones
pero mi mente sigue en Ordesa
recorriendo una ruta con Carmen
sobre la nieve de los glaciares
derritiéndose
para darnos agua fresca que beber
para darnos luz blanca refejada
mientras buscamos un circo
cascadas
entre los hayedos
entre los pedregosos musgos
y mi mente sigue en Ordesa
con la de Carmen
besándose al amparo
de una era geológica diversa
de una era geológica
de fronteras grises como rocas metamórficas
apoyando los pasos en palos
de restos de ramas caídas
para no caer.

Hemos vuelto de vacaciones
pero mi mente
sigue en Ordesa.

Absolutamente todo es relativo

Es una de esas frases que me hacen reír, pensando en lo ridículo que contiene un lenguaje (el humano) capaz de decir cosas imposibles.

Podríamos llamar a esto, la capacidad poética del lenguaje. Pero esto es como reconocer que la poesía tiene algo que ver con lo imposible. Y quizá sea así.

Lo que me lleva a recordar la famosa «definición» de belleza que lanza al aire el ínclito Isidore Ducasse, Conde de Lautreamont, en su maléfico libro «Los cantos de Maldoror»:

Bello como el encuentro fortuito sobre una mesa de disección de una máquina de coser y un paraguas.

Desde entonces, las máquinas de coser, incluso palabras, se reúnen mistéricamente con los paraguas más aciagos sobre mesas en las que diseccionan la poesía.

Y un paraguas ya no será nunca más un mero paraguas… después de Joseph Kosuth.

pagaguas kosuth

Gran Vía Láctea

Parece que han hecho el trabajo por mí y han encontrado una publicidad que, de alguna manera, resulta ser bastante más poética de lo que podría suponerse en un primer vistazo.

Lamento que no hayan aprovechado la oportunidad para asociarlo con una imagen de una galaxia, de nuestra galaxia… Así que presento unas fotos de la nueva publicidad en la estación de Gran Vía, de productos Lácteos. Se constituyen en una especie de ready-made… que no necesitan aditamentos ni modificaciones alguna.

gran vía láctea

gran vía láctea

gran vía láctea

De la Serie Publicidad en Cubierta

Nacionalismos

nacionalismo español

Hice esta fotografía en un bar de Embajadores, donde doy clases a un alumno cuya pared está pintada con una bandera española del tamaño de 4 metros cuadrados. Sobre su mesa, conviven fotos de Esperanza Aguirre, Francisco Franco, unas vírgenes varias, algún otro antiguo dirigente Nacional-Fascista, la bandera española que rigió durante el golpe de estado que se erigió en «gobierno»… Vamos, es algo un poco escalofriante.

No sé por qué no me extraña su convivencia junto a banderas de fútbol. Es algo que sirve para aunar reconociendo diferencias. Eres de este equipo o de este otro: eres del Real Madrid… y eso ya dice mucho.

Pero sin embargo, no me atrevería a ir vestido con una bella camiseta que compré en el Gure Txoko de Sydney, con un par de banderas (la australiana y la ikurriña), a riesgo de ser pisoteado, insultado y, por supuesto, despedido como profesor particular del muchacho en cuestión. (Quien, por lo demás, todo hay que decirlo, es bastante majete, y sus padres son respetuosos y cuidadosos de sus empleados sin hacerme notar su supuesta superioridad moral ni su superioridad jerárquica laboralmente hablando)

Y por comparar con Euskadi en otras cosas: es fascinante ver lo diferente que se ven las cosas cuando se trata de una ikurriña. La poca gente turista madrileña que ha entrado alguna vez en una Herriko Taberna, sale sorprendida del nacionalismo imperante. Pero no creo que les llamase la atención esta foto de un lugar cualquiera de Embajadores. ¿Por qué?

Otra cuestión que me llama la atención es la abundancia de nacionalismo español en las zonas más pobladas de inmigrantes. Supongo que su situación de pobreza (la crisis, sí, la crisis) y la incultura o demagogia facilona, les hace buscar culpables de su situación en «los otros», «los de fuera». Y la cadena de juicio y prejuicio sigue su curso hasta el final.

Ya sé que es algo que no solo ocurre en España. No es que seamos peor que nadie. Es que yo vivo aquí y me disgusta este nacionalismo que no se afirma basándose en cultura, sino en confrontación.

Pero bueno, hay tantas cosas que últimamente me disgustan…

Esto no es una broma