Orgullo de amigo

Mi querida Aída B. Marquez ha puesto su pica en Flandes, aunque, en esta ocasión, Flandés=Hamburgo.

Esta es la imagen del primer artículo de «Der Spiegel» en el que su nombre aparece como autora de la animación. Me hizo tanta ilusión como tristeza por sentir que está bien allí, que no me atrevo más a decirle que se vuelva… que este país, el del RealMadrid-Atleti, no tiene futuro.

Y, por ella, por ello, me siento feliz y orgulloso.

der spiegel y aida

Selfie

Ahora que parece que ha vuelto a ponerse de moda el autorretrato, con esta tendencia conocida como selfies, me he unido a la autorrepresentación que, dado el uso del reloj, casi recuerda a esas fotografías de secuestrados que daban cuenta de su ubicación en el espacio-tiempo.

selfie

La reflexión (y no tiene doble lectura) sobre el aumento de este tipo de fotografías y el egoísmo o egotismo o cualquier otra manifestación del ego y superego en la sociedad contemporánea, me la dejo para otro día.

Crisis cosmética

¿Alguien se puede tomar en serio esta noticia en El País, sobre la crisis en Grecia, contextualizada de esta manera: Crisis rodeada de promociones de productos cosméticos elitistas, junto a publicidad de servicios financieros en entidades internacionales?

Yo no.

crisis cosmetica

Para colmo, el detalle del «última hora», con muertes de niños por inanición pasando desapercibido frente a la más de 4 veces mencionada marca.

Mi mente sigue en Ordesa

Circo de Soaso

Hemos vuelto de vacaciones
pero mi mente sigue en Ordesa
recorriendo una ruta con Carmen
sobre la nieve de los glaciares
derritiéndose
para darnos agua fresca que beber
para darnos luz blanca refejada
mientras buscamos un circo
cascadas
entre los hayedos
entre los pedregosos musgos
y mi mente sigue en Ordesa
con la de Carmen
besándose al amparo
de una era geológica diversa
de una era geológica
de fronteras grises como rocas metamórficas
apoyando los pasos en palos
de restos de ramas caídas
para no caer.

Hemos vuelto de vacaciones
pero mi mente
sigue en Ordesa.

Absolutamente todo es relativo

Es una de esas frases que me hacen reír, pensando en lo ridículo que contiene un lenguaje (el humano) capaz de decir cosas imposibles.

Podríamos llamar a esto, la capacidad poética del lenguaje. Pero esto es como reconocer que la poesía tiene algo que ver con lo imposible. Y quizá sea así.

Lo que me lleva a recordar la famosa «definición» de belleza que lanza al aire el ínclito Isidore Ducasse, Conde de Lautreamont, en su maléfico libro «Los cantos de Maldoror»:

Bello como el encuentro fortuito sobre una mesa de disección de una máquina de coser y un paraguas.

Desde entonces, las máquinas de coser, incluso palabras, se reúnen mistéricamente con los paraguas más aciagos sobre mesas en las que diseccionan la poesía.

Y un paraguas ya no será nunca más un mero paraguas… después de Joseph Kosuth.

pagaguas kosuth

Esto no es una broma