Que exista una Sociedad Limitada (¿limitada a quiénes? ¿a creyentes?) llamada Dios S.L. es algo cuando menos gracioso. No pude evitar hacer estas fotografías desde la Gran Vía, vigilada por la atenta mirada del omnipotente.
Fotografía
2 momentos cerca de las torres de Madrid
Esta primera fotografía la realicé desde el tren, cerca de la estación de cercanías de Colmenar Viejo, recordando mi lejano proyecto. Eran las 10:30 del 1 de abril de 2013.
Ese mismo día, 1 de abril de 2013, acercándome al lugar en el que imparto clases de Química (y matemáticas) a mi alumna preferida, en el Barrio del Pilar, desde el Hospital Universitario de La Paz, donde me había bajado del autobús 725 proveniente de Colmenar Viejo. Eran las 18:45. Estaba al comienzo de la Avenida de Monforte de Lemos.
No te rindas
Soy un poco excesivamente crítico: veo este mensaje en una fotografía en una reputada red social y lo único que se me ocurre pensar es: sobra el nunca.
Sé que es deformación profesional, quizá, de escuchar, en mis talleres de poesía, calidad muy superior a la media de la expresión convencional, pero tampoco es para olvidar lo bonito del mensaje sin tanto análisis.
No sé dominar o apaciguar mi hemisferio racional, analítico y dejarlo dormir un rato mientras veo estas imágenes con eslóganes más o menos trillados y, además, redundantes. Pero creo que eso es justo lo que me convierte en buen coordinador de talleres literarios: este hemisferio trabaja dejando de lado el sintético o creativo, usándolo para cuando es estrictamente necesario, permitiendo que otros y otras lo desarrollen sin tener que atender a sus análisis.
Y esta deshumildad la afirmo hoy, después de que ayer estuviese en depresión (una bastante cíclica) por las bajas de mis alumnos de talleres de escritura que siempre (también innecesario, salvo por su valor enfático) me hacen cuestionarme, cuestionar si merece la pena defenderlos, si tiene sentido seguir luchando, si no sería más fácil y más cómodo rendirse, por fin, rendirse por algo que parece, en ocasiones, evidente: no interesan.
O no interesan los talleres que imparto o coordino o no interesa la forma en la que los hago o no interesa la manera de apuntarse, de inscribirse, de comenzarlos… desde hace casi 10 años me pregunto esto una y otra vez sin encontrar respuesta y sin que, en el fondo, me preocupe: los hago porque me apetece, los lucho y defiendo tal y como son porque es como desearía que fuese aquel al que apuntarme. Pero no todo el mundo es como yo.
Algunos días, el bajón es tal que casi me rindo… pero luego, después de una clase, una alumna/amiga me dice: «me cuesta salir del taller, me cuesta irme sin ti» y entonces todo vale la pena. En el fondo de mi corazón (o alguna otra víscera) se me arranca una lagrimita que me ilusiona de nuevo.
No, no me rindo. (¿Nunca?)
Carteles e imágenes subliminales
No sé si es que estoy muy salido (que creo que no) o que la publicidad sigue jugando con lo más básico de la sexualidad para resultar captora. El otro día, caminando por el metro, me encontré con este cartel y no pude evitar fijar mi atención en ese detalle que, espero, resulte evidente. Buscándolo ahora en internet, para esta entrada, me encontré otra imagen de no menos carga erótica… Es fuerte, ¿no?
Después de esto, recuerdo unas fechas en que di clases de diversas materias a una alumna que, según ella, quería ser policía para pegar a los negros. Le mostré, en una de las clases, esto de la publicidad subliminal, de la potencia de las imágenes, de la capacidad de generarlas o modificarlas, como cuando la llevé a ver una exposición de Chema Mádoz en la Fundación Telefónica y salió tan emocionada, tan conmocionada, diría, que decidió cambiar de futuro y dedicarse al diseño gráfico. Ahora trabaja en la imprenta de su familia como tal. Me da miedo pensar que debajo del cambio, siguió siendo la que deseaba pegar a los negros… Pero sonríe más y eso, siempre, me parece muy buen síntoma.
Milonga Excepcional
Ayer estuve trabajando para Carmen como diseñador gráfico. No es algo que tenga entre mis profesiones más remuneradas, teniendo en cuenta que nunca he cobrado por ello, pero alguna vez sí me he ahorrado un poquito. En este caso, se lo he ahorrado a alguien a quien quiero.
Convoca Asociación Cultural Clave 53 | Música por Carmen de la Rosa
Eso sí, el diseño se hizo con la estricta utilización de herramientas de software de código abierto, (en este caso GIMP, sobre Linux Mint) gratuitas, generosamente desarrolladas por gente que no cobra por ello, en la mayoría de los casos, y que permite ahorrar dinero a muchas personas a quienes quieren. ¡Qué maravilla de gente hay por el mundo!
(Se nos olvida a veces, viendo la televisión, pero preciso es recordarlo cada día: la mayoría de la gente es «buena«)
Ayer fue romántico
Como casi todos los días a su lado
y los que forman parte del sospechoso casi es porque no estoy a su lado.
Un miércoles más
nos fuimos a desayunar por ahí
(es una forma de salir muy barata, pero placentera)
y encontramos el Museo Romántico
aunque íbamos a encontrarnos con él
así que no es muy propio decir que lo encontramos
(¿o sí?)
y desayunamos en su cafetería
romántica
como no podía ser de otra manera
un par de desayunos
cada uno.
Dos fotos de ese momento lo atestiguan
y dos fotos posteriores
en nuestra casa
viendo una serie tras la comida
nos atestiguan
que el romanticismo
no se quedó en el museo
sino que lo llevábamos puesto
ayer
hoy
y mañana (seguramente).
Acción poética anunciada
¿Qué necesidad había de incluir lo evidente?
Por lo demás, preciosa inscripción de una pared del Barrio del Pilar. Madrid está llena de maravillas.
Flores o riego
Donde otros ven flores
yo
veo riego.
Cartografías Contemporáneas
He de agradecer a Hilario Álvarez que en su fantástico Blog, publicase una entrada sobre esta estupenda exposición que casi parece una instalación por el cuidado con el que ha sido montada.
Como cada miércoles, Carmen y yo nos regalamos el placer de disfrutar juntos la mañana, realizando alguna actividad conjunta a modo de isla en la semana. Con frecuencia, nos proponemos desayunar en algún cafecito del centro, saboreando la sobremesa de un par de cafés con leche, unas porras y un croasán. Después uno de los dos le propone al otro un «plan» para la mañana. Ayer, inspirado por la sugerencia de Hilario, le propuse la excursión a Caixa Forum, maravilloso edificio que alberga, habitualmente, interesantes exposiciones.
Suponía que me iba a gustar, pero no que, además, me iba a resultar amena, apasionante, divertida, diversa, hasta hacer que pasásemos casi 3 horas yendo de sala en sala, encontrándonos de cuando en cuando, jugueteando ora con una propuesta participativa, ora con la admiración de obras que requerían tiempo de digestión, ora con proyecciones audiovisuales varias, con un aparataje apartado y silencioso para el resto de la muestra.
¡Qué interesante hacer que algo como el arte conceptual deje, por una vez, de resultar árido!
Evidentemente, quien desee profundizar lo hará, y ya encontrará lecturas más o menos densas, más o menos enjundiosas y que, por supuesto, no por ello menosprecio ni dejo de recomendar, pero me pareció un enorme acierto hacer de esta ocasión una propuesta accesible, atractiva, que convocase a ancianos y niños.
Muchos se sorprendían, otros se admiraban de lo expuesto, otros, cómo no, lo ridiculizaban en su ignorancia petulante…
Pero Carmen y yo lo disfrutamos sin parar.
Para empezar, analizamos el mapa conceptual que sirve de excusa para el diseño de la exposición. Realicé una fotografía apenas ilegible que adjunto… no encuentro en el enlace de La Caixa dedicado a la Exposición la imagen que busco y me parece uno de los mejores planos de exposición que hubiera visto nunca. No hay catálogo y no se va a editar. El material en la web es penoso, casi inexistente. Por una vez, comparto la inquietud de documentar este tipo de eventos para que puedan quedar restos de su paso por el mundo…
En el texto del tríptico que se entrega a la entrada, casi no hay información sobre ninguna de las obras. Las pequeñas pinceladas de texto junto a las piezas expuestas ayudan, pero es bastante escaso el material. Es una pena, pues esto habría bordado esta exposición convirtiéndola, quizá, en la que más me hubiera gustado de todas cuantas he visto en mi vida.
Y es que debo decir que se juntaban varias de mis obsesiones, de mis placeres, de mis inquietudes… Mapas, física, neurología, psicoanálisis, contemporaneidad, proyecciones topográficas, complicaciones topológicas, dimensiones físicas y matemáticas, archivados, listas, enumeraciones (como esta), combinaciones de palabras y números, geografía, historia, política, literatura, arte, poesía, mapas mentales, cartografías conceptuales, ideas ordenadas…
No podía parar de ir de sitio a sitio diciéndome: esto quiero hacerlo, esto lo he hecho, esto lo estoy haciendo… me gusta, me gusta, me gusta… como poseído por una fiebre del oro vacuo, de un oro de peso atómico cero… un oro kleínico… por decirlo así.
No podía ser de otra manera: encontrándome piezas conocidas, de mi casi idolatrado, Isidoro Valcárcel Medina, incluyendo el famoso libro rojo, del que tengo, orgulloso, un ejemplar en casa (que leí íntegro (creo que soy uno de los únicos que lo han leído completo)). No deja de sorprenderme la sutileza del trabajo de este hombre.
Y por no hablar de On Kawara, con sus sucesiones de números-fechas, en la sección de mapas temporales. Con sus acciones de larga duración, de compromiso diario, que le hacen vivir como si toda su vida fuese, en sí, una obra de arte. Conocía su pieza de I got up, pero no había visto (aunque había leído sobre ella) sus magníficas piezas I Met y One Million Years. ¡Qué preciosidad!
El comienzo de la exposición, me tuvo un rato entretenido con una obra de Erick Beltrán, a quien no tenía el gusto de conocer, titulada Movimiento Dimensional. Un interesante armario de costura reutilizado como mapa de mapas, como archivo multidimensional, explicando en una visión muy pedagógica, las diferencias entre entidades de diversas dimensiones. Eché de menos algo de referencia a los espacios de dimensión fraccionaria, pero fue muy sugerente, no obstante, su propuesta archivística, en un mueble-índice, con transparencias que podían superponerse generando infinidad de combinaciones (no infinitas, pero muchas muchas) fue de lo más curioso que encontré.
Pero algunas proyecciones visuales también me resultaron interesantes, como la de Zybnek Baladran, Model of the Universe, que no consigo encontrar en youtube, pues no hacen más que aparecerme modelos… muy guapos ellos, presuntamente del universo. Y una cuya autoría no recuerdo con un mapamundi dibujado con, posiblemente, algo dulce, que era fagocitado por insectos (hormigas?) que, al hacerlo, daban forma al mismo, como si se tratase de una antigua carta de marear que iba desapareciendo lentamente… Sutil. Simple. Bello.
Hubo tanto por ver…
tanto por leer…
que mi mente se abrió en mil canales intentando capturarlo todo.
Como afirma Hilario en su blog, es una exposición para repetir. Pero también para profundizar en todos y cada uno de los artistas participantes (quizá me saltaría algunos, seguro). Dejo la lista de los mismos, para no olvidarlos. Aunque algunos ya me son inolvidables, como Duchamp, mi querido Marcel, Guy Debord el situacionista, Richard Hamilton y Richard Long, Robert Smithson, los mencionados on-kawara, IVM, el colectivo Art & Language… Los célebres Dalí y Boltanski, siempre sobrecogedor, con una pieza delicada con los objetos que habían pertenecido a una vieja dama de Baden-Baden, cartografíando ausencias, como rezaba el cartel de la exposición a su lado. Lewis Carroll y su famoso mapa del océano… humor inglés en estado puro.
Incluir a Ramón y Cajal entre los artistas me sorprendió, pero he de decir que gratamente.
Artistas:
Ignasi Aballí, Francis Alÿs, Efrén Álvarez, Giovanni Anselmo, Art & Language, Zbynék Baladrán, Artur Barrio, Lothar Baumgarthen, Erick Beltrán, Zarina Bhimji, Ursula Biemann, Cezary Bodzianowski, Alighiero Boettti, Christian Boltanski, Marcel Broodthaers, Stanley Brown, Trisha Brown, Bureau d’Études, Los Carpinteros, Constant, Raimond Chaves y Gilda Mantilla, Salvador Dalí, Guy Debord, Michael Drucks, Marcel Duchamp, El Lissitzky, Valie Export, Evru, Öyvind Fahlström, Félix González-Torres, Milan Grygar, Richard Hamilton, Zarina Hashmi, Mona Hatoum, David Hammons, Thomas Hirschhorn, Bas Jan Ader, On Kawara, Allan Kaprow, William Kentridge, Robert Kinmont, Paul Klee, Yves Klein, Hilma af Klint, Guillermo Kuitca, Emma Kunz, Mark Lombardi, Rogelio López Cuenca, Richard Long, Cristina Lucas, Anna Maria Maiolino, Kris Martin, Gordon Matta-Clark, Ana Mendieta, Norah Napaljarri Nelson, Dorothy Napangardi, Rivane Neuenschwander, Perejaume, Grayson Perry, Santiago Ramón y Cajal, Vahida Ramujkic, Till Roeskens, Rotor, Ralph Rumney, Ed Ruscha, Carolee Schneemann, Robert Smithson, Saul Steinberg, Hiroshi Sugimoto, Willy Tjungurrayi, Joaquín Torres García, Isidoro Valcárcel Medina, Adriana Varejao, Oriol Vilapuig, Kara Walker, Adolf Wölfli.