De vuelta a la cianotipia

Estoy ansioso por volver a cianotipar, después de pasado un invierno en el que el sol no toca mi balcón.

Ayer, con la excusa del cumpleaños de mi amiga Susana Espeleta, me decidí a hacerle un par de cianotipias basadas en la fotografía que ella había utilizado como invitación a su fiesta.

Hice el negativo llevando la foto a blanco y negro y aumentando el contraste a 70/100 con GIMP. Después, monté 2 negativos así obtenidos con Inkscape añadiendo su URL en los laterales, para aprovechar los restos de las láminas de acetato de DinA4.

Probé con dos tipos de papel distintos, además de probar si el preparado que tenía aún era fotosensible pasados 8 meses conservado en el frigorífico en un bote opaco.

A las 13:30 llegaba un tímido rayo de sol a la barandilla que ha permitido «la magia». Después del revelado le di el rápido baño en agua ligeramente oxidante con H2O2.

Obtuve unas bellas fotografías, pero es que mi amiga es agraciada… 😉

Y espero que le gusten como regalo.

Escaneando cianotipias

El viernes quería hacer escaners de algunas de las cianotipias del proyecto Palimpsestos y fui haciéndolo de 2 en 2. Teniendo en cuenta que tienen un tamaño aproximado de 14x17cm, cabían perfectamente en la superficie del escáner (superior a DinA4).

Tuve la precaución de «enrasar» arriba y abajo del cristal, para asegurarme de que siempre estaban en la misma posición, pues imaginaba que luego iba a encontrarme con muchos documentos (imágenes) que podría procesar en serie, sin tener que ir una a una recortando.

Efectivamente, las imágenes estaban colocadas en los extremos de lo escaneado, así que luego pude hacer uso de un maravilloso comando linux para modificar imágenes desde línea de comando, lo que permitió crear un ejecutable que modificó todas de una sola tirada.

En primer lugar, listé (ls) los archivos de esa carpeta sobre un nombre de fichero llamado «cortar.sh», luego edité con VI ese archivo y con unos cuantos comandos de edición generé 78 comandos que correspondían a los 78 palimpsestos que habían sido escaneados en 39 archivos.

 

convert -crop 1980x1640+10+0 2023-03-31_021215-1.jpg 2023-03-31_021215-1-arriba.jpg
convert -crop 1980x1640+10+1864 2023-03-31_021215-1.jpg 2023-03-31_021215-1-abajo.jpg
convert -crop 1980x1640+10+0 2023-03-31_021215-2.jpg 2023-03-31_021215-2-arriba.jpg
...
...
...

Por último, para generar archivos más livianos para subir a internet y que no tengan el «peso» de los archivos generados, utilicé otro par de comandos y terminé.

giusseppe@estudio53:/tmp/imgs$ mogrify -quality 50 *
giusseppe@estudio53:/tmp/imgs$ mogrify -resize 50% *

Regalo holográfico

Cada primavera tengo la ilusión y la suerte de recibir una carta con un regalo de Pepe Buitrago, que es de una generosidad indescriptible, teniendo en cuenta que es un material que no tiene precio.

Como siempre, me queda la impresión de que no puedo estar a su altura. Salvo movilizando a las personas que asisten a mis talleres a visitar la exposición que se organiza en Dados Negros y que este año ya está programada para el día 6 de mayo.

Ucrania en pequeñas dosis

Veo esta pintura sobre un bolardo de piedra de la calle y lo fotografío para enviárselo a una alumna ucraniana de los talleres de poesía para decirle, sin decírselo, que estoy de su lado en esa «guerra» que es sencillamente una invasión.

Es curioso que, lo primero que le dije justo hoy hace un año es:

Pero dejar de depender de la energía rusa tendrá un coste complicado de asumir para europa y los europeos…

y no me equivocaba. Europa sigue con reacciones tímidas y negociando con Rusia pues la dependencia energética parece ser imposible de romper así como así. El otro día leía sobre la necesidad de seguir adquiriendo energía nuclear a Rusia y por muy rápido que queramos fluir a otras fuentes de energía, en una carrera que no se está haciendo seguramente con mucha cordura y planificación, no va a ser sencillo abandonar sin entrar en una crisis inasumible para la ciudadanía europea.

Así que hacemos pintadas en bolardos de piedra de la calle y algunos gestos incluso institucionales como las banderitas en la Cibeles de Madrid (aunque unos días después las sustituyeron por las de Qatar).

Yo aún recuerdo mi equidistancia o aparente neutralidad en el conflicto Libio y en tantos otros de cuyos resultados no soy consciente pues dejan de ser noticia y no es fácil permanecer informado.

Cada día me encuentro inserto en menos causas.
Cada día me encuentro menos.
Cada día menos.
Cada día.

Sol naciente

En el suelo del Montjuic hay un sol naciente.

El levante peninsular
gira a la velocidad de la Tierra
en dirección contraria a la incidencia
de radiación
del astro rey.

Gira a la misma velocidad
que Japón.

La bandera de aquel país
contiene ese sol
rojo
teñido de tanta sangre…

En el suelo de Montjuic
se ve la sombra de un castillo
cuyos cañones
han derramado
vísceras
para mantener la violencia
a flor de piel.

Todo sigue girando
como si no pudiésemos
cambiar ni un ápice
nuestra manera de entender el mundo.

¿El grande o el pequeño?

Empecemos el años con una tontería:

Siempre me debato pensando en si tengo que pulsar el botón grande o el botón pequeño cuando micciono.

¿Por qué?

Podría pensar que el pequeño corresponde a una pequeña cantidad de agua que es más que suficiente en la mayoría de los casos en tal caso.

Pero…

Podría pensar que el pequeño corresponde a una menos cantidad de veces utilizado, lo que suele ser antónimo de una meada comparada con aguas «mayores».

Con lo cual…

Cada vez que expulso orina por la uretra quedo un poco meditabundo pues la memoria (podría aprendérmelo sin razonamiento asociado) no suele funcionarme en estos casos.

Así que unas veces uso uno y otras veces uso otro… aunque siempre, eso sí, con la tapa bajada completamente, con lo que me sigue quedando la duda de si es el que tenia que haber usado o podía usar otro que no utilizase tanta agua para una labor tan nimia.

Y sí, esta foto es mía y la realicé el jueves 5 de enero en Daimiel. Cosas que pienso en vísperas de reyes magos…

Presentación de La palabra dormida

Este es el precioso cartel que han hecho Dora y Guille para la presentación de esta tarde en su espacio: Covington Gallery que presume de tener, entre otras cosas, un dominio de primer nivel (TLD) de Internet como «gallery».

Yo había hecho este otro (a continuación) que está basado en la cubierta del libro que edité para Eva Obregón. Está clara la diferencia… Es un poco vergonzoso que me atreva a hacer carteles habiendo diseñadores gráficos en el tablero.

Esto no es una broma