Usando ese «enmarcando la nada» que tanta gracia me hace en mi pared, he hecho este chiste tonto sobre las «coaching-nadas» que me parecen determinadas pseudoterapias.
Y espero que nadie se dé por ofendido.
Diario
Usando ese «enmarcando la nada» que tanta gracia me hace en mi pared, he hecho este chiste tonto sobre las «coaching-nadas» que me parecen determinadas pseudoterapias.
Y espero que nadie se dé por ofendido.
El 3 de julio a las 22:00 caminaba por Madrid cuando me encontré esta sorprendente imagen o composición de una monarca por los suelos. Me acordé de un grupo de Facebook en el que estoy «metido», sin que sepa muy bien por qué, llamado Mensajes ocultos en el suelo de la ciudad, que va justo de eso, de buscar mensajes que vemos en los suelos y que nos llaman la atención. Es un bonito ejercicio de activación de la mirada, pero no suelo publicar nada. Lo que no es un buen síntoma.
Así que estaba orgulloso de este encuentro con esa Q de queen en mitad de Madrid y de saber que en algún momento subiría esta imagen a ese grupo curioso. He tardado más de 2 meses, pero es debido a la ausencia de aplicaciones de redes sociales instaladas en mi teléfono móvil.
Especialmente simpática esa composición que tiene el Himno de Riego (o su boca) tan cercano a un símbolo de la monarquía.
Ya iba siendo hora… y luego archivarla y olvidarla.
No suelo perder el tiempo en estas cosas de intentar averiguar un reto mental en una red social, pero el otro día no pude substraerme a esta pequeña prueba de memoria, para saber si aún podía encontrar soluciones a problemas «básicos» de ajedrez, a lo que fui muy aficionado en mi adolescencia (que duró hasta casi los 30 años).
Tras un ratito, di con una solución (aún no sé si hay más, pero creo que no), que consiste en adelantar el peón obligando a las negras a mover el caballo (el rey está atrapado) y cualquiera de sus movimientos conduce a mate:
De esas, la que más me gusta es la de dar un Mate con un peón defendiendo una Torre.
Hay algo épico en ese peón que me cautiva.
Estoy entre ambas órdenes de las teclas de mi ordenador que están siendo limpiadas concienzudamente para dejar de rebosar de mi sudor grasiento.
Me fijo poco en detalles fascinantes como este que tengo delante de mí cada día.
¿Funcionarían estos botoncitos o teclas si me los insertara en el cerebro? ¿Dónde podrían funcionar?
Corría el año 2007 cuando había colaborado con Nieves Correa e Hilario Álvarez en un par de Acción!MAD cuando un colectivo de artistas llegaron a Madrid (creo que desde China o Japón, ahora no recuerdo) y propusieron «ocupar» con permiso municipal el espacio del Depósito del Canal de Ysabel II que se levanta en la calle de Santa Engracia y está delimitado por las calles Ríos Rosas, Bravo Murillo y José Abascal.
Por supuesto, es un depósito que no había sido utilizado en años y ese colectivo había decorado y preparado el interior para, a su vez, proponer a colectivos de artistas que «ocupasen» su espacio-tiempo y realizasen propuestas para llevar a cabo allí.
Les propuse quedar a cenar a casa y fue una noche bonita, de la que guardo poco pero lindo recuerdo.
A partir de ahí comenzamos a organizarnos, pero terminó siendo una propuesta que el ayuntamiento de entonces decidió cancelar unilateralmente después de haber consentido el permiso inicial. Así que lo único que tenía hasta ahora guardado en mi ordenador eran unas cuantas fotografías del interior que realicé con una vieja cámara digital Canon Digital Ixus i5, con la que durante muchos años estuve haciendo trabajos fotográficos varios.
Ya sé que un corazón rojo sobre fondo rosa puede ser el epítome de la cursilería «barbie», pero también sé que este corazón está ajado, está roto, está desgarrado por un innumerable número de veces que ha sido estrujado para arrebatar una mejoría muscular a mi hombro izquierdo.
El corazón está a la izquierda.
Este corazón rojo es más duro de lo que parece y resiste mis embates y mis envites con un órdago de valentía, de coraje, de corazón (sin obvia referencia a Benedetti).
Era muy reacio a publicar fotos en mi página de Instagram, porque quería que fuese mucho más dedicada a la poesía visual y no tanto a «retratos», pero finalmente, y en parte como agradecimiento a quienes hicieron posible el proyecto en el que he participado en Bergen, decidí que era razonable publicar algunas de las 1404 fotos que nos hicieron durante la acción de 3 horas que, si bien no fue completamente colectiva, sí que fue parcialmente simultánea y mutuamente escuchada, que es lo más que pudimos acordar después de trabajar un par de semanas en intentar ser un «colectivo» de colectivos de 12 sensibilidades muy diferentes.
Por fin me decanté por publicar 6 series de 10 fotografías cada una, observando cómo la que me tiene de portada es la que ha resultado la que obtiene mayor número de reacciones, tal como era de esperar.
Tras estas dos filas de tres bloques cada una, volveré a publicar mis habituales poemas visuales en series largas, aunque no obtengan tantos «likes» como las de «retratos».
Escribí un texto en cada una de las entradas que publico a continuación con todo mi cariño:
It has been more than 2 weeks ago and I still have a great remember of the Bergen International Performance Festival ( #bipf2023 ) organised Performance Art Bergen (PAB) @performanceartbergen
https://performanceartbergen.no/nb/program-overview/open-call-bergen-international-performance-festival/Anette Friedrich Johannessen (@anette_friedrich_johannessen), Marit Tunestveit Dyre (#marittunestveitdyre), Eleanor Clare, Henrik Koppen & Anett Haukås
This is a humble attempt of summarize the 3 hours of intense performance in 60 pics from more than 1400 great photos shot by Bjarte Bjørkum @bjartebjorkum
What a nice group we conformed during almost the last two weeks of August 2023. I’ll keep you all in my mind and in my heart. Love (& karaoke ;-))!!!
Mari Norddahl (NO) @marinorddahl
Elizabeth Tomos (UK) @elizabeth_tomos
Maire Karuvuori (FIN) @mairekaruvuori
Ana Matey (ES) @anamateyart
Isabel León (ES) @isabelleonperformanceart
Giusseppe Dominguez (ES) @giusseppe.dominguez
Mario Montoya (ES) @mariomontoya.oficial
Lorena Izquierdo Aparicio (ES) @lorena.izquierdo.aparicio
Héctor Navarro Agulló (ES) @hector_navarro_agullo
Thomas Reul (DE) #thomasreul
Stephan US (DE)
Surya Tüchler (DE) #suryatuchlerThanks to PAB, to Bergen Kjøtt @bergen_kjott for hosting the Final Collective 3 hours Performance Piece and @wrap.bergen for their project space for previus working.
Especial Thanks to Exchange Live Art @exchangeliveart who thought on me to be, for a while, part of this beloved Artistic Project.
#performanceart #artedeaccion #actionart #exchangeliveart #finse #bergenart #performanceartbergen
Coordina: Giusseppe Domínguez
Explorar las posibilidades poéticas de la cianotipia. Mediante la combinación de diferentes elementos textuales, gráficos, objetuales, iremos más allá de la mera representación fotográfica para acercarnos al concepto de la etimología de fotografiar logrando escritura con luz (etimología de foto-grafía).
Descubrir la huella (otra forma de entender la escritura) que deja la sombra de los objetos que tenemos a nuestro alrededor en lo cotidiano es un proceso rico por el que expandimos nuestra mirada al mundo, descubrimos un mundo que aún no conocemos y que, sin embargo, nos rodea. Toda la realidad está llena de pequeños detalles bellos o, quizás, espantosos, pero en cualquier caso, cargados de poesía, de posibilidades expresivas.
• Espacio Casa Madre, Calle Esperanza, 5. Madrid.
• Fechas: Sábado 1 de julio de 2023
• Horario: 11:00-15:00
• Precio: 65€ (material incluido)
No soy agricultor, pero de un tiempo a esta parte consulto cada día el parte meteorológico «por horas» en Aemet para saber si puedo aprovechar el día para hacer cianotipias o no. Si a eso le incluimos (o le restamos) los días en los que tengo clases o talleres y no puedo desplegar lo necesario para el revelado, que transforma el espacio en un cartonero estudio fotográfico, lo que quedan son ventanas de trabajo reducidas y que parece que me van a dar un respiro ahora mismo, así que tengo que interrumpir esta entrada que estoy escribiendo el viernes para que sea publicada el próximo miércoles y poder aprovechar esos huecos en trabajos dependientes de la climatología. ¿Quién me lo iba a decir?
He tardado en darme cuenta
de que era un error tipográfico
esa «la poder»
y no una expresión poética
con la libertad a la que suele estar acostumbrado
mi criterio
que en lo único que ha reparado
es en la minúscula de esa ele
que quedaba muy desajustada
formalmente
con la de La experiencia.
Mi experiencia ha sido nefasta
y he decidido no seguir leyendo
aunque quizá estoy perdiendo la posibilidad
de una misión guiada
para optimizar los resultados de mi venta
con el poder de la tecnología.