Llegamos a Madrid.
Había muchas moscas.
No era agradable.
Habíamos estado en Alemania cercados por avispas protegidas por el estado.
No queríamos moscas.
No queríamos usar matamoscas.
Leímos en algún lugar de cuyo nombre no quiero acordarme en internet que un montón de clavos de olor taladrando un inocente limón ahuyentaba las moscas.
Agujerear un pobre cítrico.
Las moscas seguían acudiendo por pareja a deambular alrededor de los contenedores de barro donde almacenamos el remedio casero.
La casa seguía teniendo moscas.
Un poco después la casa tenía también moho.
Bajo la amarillenta piel se fue formando por la humedad una suave capa verdegrisácea.
Tiramos los limones.
Fregamos los cuencos.
Las moscas seguían riéndose de nuestra ingenuidad.
Fotografía
men’s world
En Dusseldorf encontré este establecimiento que dice que «esa tienda» es un «men’s world«. Me hizo gracia pensar que pudieran pensar que «sólo» esa tienda era un mundo de hombres y no todo el mundo, así, en general.
Por supuesto, me hizo gracia y no me hizo ninguna gracia. Espero que se entienda.
Yo apostillé en mi mente: «men’s world»=»the world».
Candelabro
El candelabro
bajo el sol de verano
derrite el tiempo.
Tango Azul
Como regalo tardío a Carmen, podemos entenderlo, esta tirada de 90 cianotipias sobre restos de papel de acuarela de 300gsm de grano fino, que tenía desde el año pasado esperando a ser usadas, quizá, en el curso que pretendía hacer de introducción a la técnica cianotípica este próximo sábado y que no he podido preparar en condiciones.
Así que le propuse a Carmen que podía hacerles un regalito a sus alumnos de Tango de la Asociación Cultural Clave 53, enviándoselos por correo postal.
Para ello, además de los 90 cianotipos, le he redactado a partir de diversas fuentes, esta carta que espero que le envíe, consiguiendo un poquito más de ilusión en el mundo:
Tango Azul
Este cianotipo que tienes entre manos ha sido realizado en la primera semana de julio de 2022 por Giusseppe Domínguez, para festejar el Curso de Tango de Carmen de la Rosa, utilizando la técnica de cianotipia, sobre papel de acuarela de grano fino de 300gsm. La cianotipia es un procedimiento fotográfico monocromo, que consigue escritura con luz (etimología de foto-grafía) en azul de Prusia.
El azul de Prusia (Preußisch Blau o Berliner Blau – «azul berlinés») es una sustancia de color azul oscuro empleada como pigmento en pintura y que antiguamente era usada en los planos (blueprints). Fue descubierto por el químico Heinrich Diesbach en Berlín en 1704. Posee diversos nombres químicos (según la nomenclatura que se emplee): Ferrocianuro de hierro(III), Ferrocianuro férrico, Hexacianoferrato(II) de hierro(III) y Hexacianoferrato férrico. Su fórmula química abreviada es: Fe7C18N18 (y no es tóxico ;-)).
Se obtiene mediante la reacción de dos compuestos (Citrato de amonio y hierro (III) y Ferricianuro potásico) que generan una solución acuosa fotosensible con la que recubrir el papel. Una imagen positiva se produce exponiéndola a una fuente de luz ultravioleta (como luz solar) con un negativo; que en este caso es el positivo que produce, por tanto, un negativo. La luz ultravioleta reduce el hierro (III) a hierro (II). A esto le sigue una reacción compleja del hierro (II) con el ferricianuro. El resultado es una sustancia insoluble al agua, de color azul (cian): Azul de Prusia.
El astrónomo inglés Sir John Herschel inventó el método de la fotografía cianotípica en 1842, pero fue la botánica británica Anna Atkins quien lo utilizó creando una serie de libros documentando helechos y otras plantas, cuyas ilustraciones eran copias azuladas o cianotipos. Por su serie British Algae, de 1843, Anna Atkins es considerada como la primera mujer fotógrafa.
La Asociación Cultural Clave 53 desea hacer del mundo un lugar mejor, aunando el Tango y la Poesía, la Danza y la Creatividad, y creemos que, gracias a ti, lo vamos consiguiendo año a año, mes a mes, día a día… ya desde 2002.
Notas:
1.- El texto tiene un tipo de letra Black Rose, haciendo un guiño a la querida profesora de Tango Carmen de la Rosa y la imagen es un dibujo vectorial de dominio público con licencia Creative Commons (CC-BY) confomando el negativo de la fotografía utilizando Inkscape sobre Linux Mint 20.3.
2.- Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Azul_de_Prusia
Un paseo por las nubes
Llegar al Hotel Corzo es, como dice su web, un nuevo concepto de escapada, porque no se escapa solo del mundanal ruido de la ciudad, sino que se llega a un lugar donde el cuidado está en todo pequeño detalle, en cada una de las sonrisas de los y las personas que trabajan este negocio de manera familiar, pero sin perder la calidad de lo que encontraríamos en un hotel de cinco estrellas, o en un restaurante de estrellas Michelín (Sí, comí una vez en uno en Segovia y su nivel no era mucho mayor que esta cocina).
El chef, Gonzalo Quintana Trigo, prepara joyas gastronómicas en una cocina de autor cuya carta tiene unos precios más que razonables (comimos como pocas veces en la vida por unos 70€/dos personas, botella de vino incluida) y una variedad que seguro que seduce a cualquiera.
Y no, no son solo las vistas lo que enamora de este espacio, como sería previsible en un enclave como el Puerto de Navacerrada, sino la atención, la delicadeza, la gentileza, la amabilidad de la familia que ha decidido invertir su trabajo y su saber hacer en relanzar el antiguo Hostal El Corzo, (carpetovetónico en varios sentidos) que ha llenado el nuevo hotel con libros de física, de poesía, de turismo, sí, también de turismo, en un intento de conseguir que, realmente la escapada no sea sólo una forma de huir, sino una forma de llegar, no un lugar en el que consumir, sino un lugar para habitar, para recordar (de cardio, corazón), para volver, volver, volver…
Aunar en un espacio simpatía, tranquilidad, suprema comida y lecturas inteligentes, a un precio más que justo, hacen que te olvides hasta del hecho de que estás en un entorno maravilloso.
Por mi parte, ya estoy ahorrando para repetir ese «nuevo concepto de escapada» al menos una vez al año.
De esas cosas que nunca olvidaré.
Algunos recuerdos de la presentación del proyecto Paraguas
El domingo pasado presenté el proyecto Paraguas, tal y como estaba previsto, en uno de los más bellos y delicados espacios de Madrid.
Escribí una breve y muy merecida reseña del lugar en Google, para ayudar a la difusión de uno de los mejores lugares que conozco en esta ciudad:
Madrid Music Hall es dirigido con talento, dedicación, esfuerzo, pero sobre todo con ilusión y amor, por Marta Aranda, quien ha logrado en menos de 2 años convertir una antigua oficina bancaria en una maravillosa escuela de música que además de enriquecer a la población local con cultura, ofrece la oportunidad (muy escasa en esta ciudad) de seguir sus eventos, de organizar eventos artísticos, literarios, musicales… en un Auditorio perfectamente equipado (con piano de cola incluido en el escenario) y diligentemente atendido.
No puedo imaginar un lugar mejor que nace con la voluntad de hacer del mundo un lugar mejor.
Gracias a la organización por su trabajo y auguro felices años venideros llenos de poesía, música, artes y belleza, platónica belleza, de la de «bueno/bello/vero».
No perderse su programación de eventos y cursos. ¡De lo mejor!
Algunas de las fotografías que se hicieron el domingo pasado muestran lo agradable que resulta una presentación en este espacio:
calendario
Muchas veces, el mejor calendario es el más analógico de todos: simple, presente, elocuente, fácilmente modificable, y que en un primer vistazo muestra lo agotador que suelen resultar los fines de curso.
Esta es una prueba de mis fines de semana (lo más difícil de recordar) de mayo y junio. El ocio se entrelaza con el negocio en una trenza algo perversa y contradictoria.
Yo soy el SPAM
Invitado por Andrea Vidal Escabí a participar en una iniciativa de arte postal en principio orientada a los 7 asistentes (ella incluida) de su grupo del Taller de Poesía de Clave 53 en el que se encuentra, decidí hacer extensivo del mismo a mi querida Carmen de la Rosa y enviarle esta postal fabricada con una fotografía orientada a una renovación de DNI o Pasaporte que, por la razón que fuera, había quedado sin usar. 8 fotos no usadas para una renovación que posiblemente ya no me servirían por el paso del tiempo fueron lo utilizado para la cara A de la postal, que rezaba SPAM.
La propuesta de Andrea era la de generar postales/collages con el correo no deseado, pero hace años que no recibo nada que no desee recibir. Es extraño, es como si hubiese dejado de existir como consumidor. ¿Se habrán dado cuenta?
Pero como no recibo SPAM (correo no deseado) en papel, estuve tentado de realizar algún tipo de collage con el SPAM electrónico, pero implicaba imprimirlo en algún momento y me parecía contrario al espíritu de la propuesta, que trataba de recuperar el papel innecesario, no tanto de generar nuevos papeles innecesarios.
Así que terminé por asumir que mis fotografías (ya obsoletas) eran ese papel innecesario con el que realizar, sobre cartulina negra, un simple mensaje que dijese que yo soy el SPAM, lo que no deja de ser triste: ¿no soy en absoluto deseado? e instaba a hacer «conmigo» lo que se quisiera.
En realidad, no sé si quería decir (sí lo sé, pero no pienso desvelarlo) si ese «conmigo» era conmigo como persona o conmigo como representación de una persona. ¿Quién está diciendo ese «conmigo»? ¿Soy yo (el que escribe) o es mi fotografía o la postal?
En cierto modo, cada cual es libre de interpretarlo a voluntad, teniendo en cuenta que me defenderé de aquello que no me guste que me hagan. Supongo.
nivel de inteligencia perturbada
El otro día me encontré con una de estas imágenes famosas de «fondo/forma», que tan de moda estuvieron hace unas décadas. Incluso llegué a verlas usadas en mis clases de Química Cuántica para explicar la dualidad onda-corpúsculo.
Esta vez era una imagen llamada test-viral-paloma (lo cual indica qué pretenden que se vea antes, aunque no se hayan dado cuenta de que es una indicación explítica).
El artículo en el que estaba anunciaba lo siguiente:
¿Cuál es tu nivel de inteligencia? Mira y responde con la verdad en este test de personalidad.
Una de dos opciones puedes percibir en el primer vistazo. Solo responde honestamente qué figura viste para que el test de personalidad de una respuesta certera.
El problema es que yo siempre veo más de una respuesta a la vez. Quizá sea un problema derivado de mi falta de visión, pues tiendo a desenfocar miopemente hasta que poco a poco voy centrándome en algún foco concreto.
Pero lo que puedo asegurar es que, igual que me ocurre con los «problemas de las 7 diferencias», siempre encuentro muchas más respuestas acertadas, haciéndome dudar de las presumiblemente respuestas acertadas.
Y es que la duda… ay, siempre la duda.
Cartel de presentación de Paraguas
El proyecto ya tiene fecha y lugar de presentación: el 5 de junio del 2022 a las 19:00 en el auditorio de la escuela de música Madrid Music Hall, que dirige Marta Aranda Roig.
He realizado este primer cartel que no acaba de convencerme. Desde luego, es cualquier cosa menos minimalista, como sí que es el libro.
Algo me dice que no será el último y definitivo.
Este es el texto del prólogo del libro, que describe a la perfección en qué consiste, pero no habla demasiado en detalle de las metáforas que me evoca el pensar en paraguas rotos.
Hace más de una década comencé a realizar fotografías de paraguas abandonados por la calle sin la más mínima intervención. Ni los manipulaba, ni editaba las fotografías, ni tan siquiera corregía una posición de los mismos o los rescataba del olvido, del injusto trato con el que alguna persona se había deshecho de ellos.
Ahí estaban, tirados, como llorando en mitad de la calle, en un entorno mayoritariamente urbano, en las proximidades de cubos de basura desbordados por un intento vano de introducir estos elementos en unas papeleras no pensadas para tal fin.
Me acercaba, me detenía, hacía una fotografía, en alguna ocasión más de una, para dejar huella, para dejar constancia del paso por la vida, por la utilidad, de esos enseres rotos, arrancados de su función por una varilla doblada, por una batalla perdida contra el viento, por una repentina mejora del clima.
Ahí quedaban, tras mi retrato, en el velatorio de la calle, en el cementerio de cemento, en la ignominiosa nada, en la desmemoria, tras un fugaz encuentro con una mirada ansiosa de metáforas.
Paraguas rotos.
Tan sólo son paraguas.
Paraguas rotos.
Algo más simple puede que se acabe imponiendo…