Paraguas por doquier

Que cada cierto tiempo alguna persona se acuerde de mí y de mi Proyecto Paraguas, me hace muchísima ilusión y sentirme querido, recordado… cuando me envían fotos como esta, de un paraguas encontrado en mitad de un recorrido vital de alguien a quien, de una u otra forma, mis actos pretendidamente creativos han tocado.

En esta ocasión, mi queridísima amiga Aída B. Márquez me hizo llegar un par de fotos de un paraguas abierto en la calle siendo la boca de una papelera amarrada a un semáforo.

La papelera
no admite más papel.
El agua ha muerto.

Algunos recuerdos de la presentación del proyecto Paraguas

El domingo pasado presenté el proyecto Paraguas, tal y como estaba previsto, en uno de los más bellos y delicados espacios de Madrid.

Escribí una breve y muy merecida reseña del lugar en Google, para ayudar a la difusión de uno de los mejores lugares que conozco en esta ciudad:

Madrid Music Hall es dirigido con talento, dedicación, esfuerzo, pero sobre todo con ilusión y amor, por Marta Aranda, quien ha logrado en menos de 2 años convertir una antigua oficina bancaria en una maravillosa escuela de música que además de enriquecer a la población local con cultura, ofrece la oportunidad (muy escasa en esta ciudad) de seguir sus eventos, de organizar eventos artísticos, literarios, musicales… en un Auditorio perfectamente equipado (con piano de cola incluido en el escenario) y diligentemente atendido.

No puedo imaginar un lugar mejor que nace con la voluntad de hacer del mundo un lugar mejor.

Gracias a la organización por su trabajo y auguro felices años venideros llenos de poesía, música, artes y belleza, platónica belleza, de la de «bueno/bello/vero».

No perderse su programación de eventos y cursos. ¡De lo mejor!

Algunas de las fotografías que se hicieron el domingo pasado muestran lo agradable que resulta una presentación en este espacio:

Cartel de presentación de Paraguas

El proyecto ya tiene fecha y lugar de presentación: el 5 de junio del 2022 a las 19:00 en el auditorio de la escuela de música Madrid Music Hall, que dirige Marta Aranda Roig.

He realizado este primer cartel que no acaba de convencerme. Desde luego, es cualquier cosa menos minimalista, como sí que es el libro.

Algo me dice que no será el último y definitivo.

Este es el texto del prólogo del libro, que describe a la perfección en qué consiste, pero no habla demasiado en detalle de las metáforas que me evoca el pensar en paraguas rotos.

Hace más de una década comencé a realizar fotografías de paraguas abandonados por la calle sin la más mínima intervención. Ni los manipulaba, ni editaba las fotografías, ni tan siquiera corregía una posición de los mismos o los rescataba del olvido, del injusto trato con el que alguna persona se había deshecho de ellos.

Ahí estaban, tirados, como llorando en mitad de la calle, en un entorno mayoritariamente urbano, en las proximidades de cubos de basura desbordados por un intento vano de introducir estos elementos en unas papeleras no pensadas para tal fin.

Me acercaba, me detenía, hacía una fotografía, en alguna ocasión más de una, para dejar huella, para dejar constancia del paso por la vida, por la utilidad, de esos enseres rotos, arrancados de su función por una varilla doblada, por una batalla perdida contra el viento, por una repentina mejora del clima.

Ahí quedaban, tras mi retrato, en el velatorio de la calle, en el cementerio de cemento, en la ignominiosa nada, en la desmemoria, tras un fugaz encuentro con una mirada ansiosa de metáforas.

Paraguas rotos.
Tan sólo son paraguas.
Paraguas rotos.

Algo más simple puede que se acabe imponiendo…

Post-Paraguas

A punto de recibir la edición del libro Paraguas de fotografías y haikus que surgió como proyecto allá por el lejano 2010, sin tener idea de cómo iba a terminar, me encuentro con este paraguas «volador» y no puedo dejar escapar el momento, la fotografía, incluso a sabiendas de que ya no formará parte de un proyecto cerrado.

¿Qué hacer en el futuro con proyectos abandonados? ¿Se puede seguir trabajando sobre el abandono, no ya de los paraguas, sino de los propios proyectos abandonados sobre paraguas abandonados? ¿Es lo mismo un proyecto abandonado que terminado? ¿No será un proyecto terminado uno que ha sido muerto y enterrado?

hummmm…

Aprendiendo a sobreimprimir con Scribus

En la edición del libro Paraguas, que estoy a punto de recibir de la imprenta, he tenido nuevos retos editoriales que voy aprendiendo a solventar como buenamente puedo, siempre teniendo en cuenta que trabajar con Scribus (software libre) sobre Linux, es más complejo que con las herramientas con las que habitualmente se hacen estas tareas, que son parte del mundo Mac(OS).

Esta vez, para que quedase el texto negro sobre una capa de color gris cálido de fondo, hube de conseguir que quedase en «sobreimpresión», que parece ser que se consigue con una capa a la que se aplica un modo de fusión que he deducido que es «multiplicar».

Tengo ganas de tener el libro en mis manos y ver cómo han quedado los colores de las fotografías al convertirlas en CMYK. Es un libro complejo, pero tengo que seguir aprendiendo. Siempre aprendiendo. Nunca sabiendo. Ains…

Esto no es una broma