Asonancia

Propaganda taxidermista
de abluciones
coloreadas de añil
como el sombrero
como la pez
de la noche sin estrellas:
tus ojos.
y un camaleón muerto
en el armario
con un reloj de nueve horas
metropolitano y eterno que
nos rompe
desde dentro
con una luz de lágrimas violenta contra paredes vírgenes que resisten un final sin asonancia.

Experimento dadá

No, pero la vida
calamares con pimiento
rojo de rusia impotente
cuando Lenin se hace geografía
y una becada
contraataca
la leyenda impasible
desde tú
desde dresde
con pasión Du Châtelet
que angustia
¡ah!
la guerra ha comenzado
¡bien!
y el chulo sin su puta se muere de tristeza
canario enjaulado
con bacalao serio
mirando el infinito a través del cristal
de una negación.

Infraestructura de átomos acústicos rodeados de naufragios interoceánicos que gritan sin cesar pidiendo liberación. De cuando en cuando, los gritos se vinculan, las almas golpean unidas un hálito de lucha. Dan golpes al mundo de papel, plano y redondo como el sol. Nuestro pulso se inclina a la derecha sin que tenga ningún sentido y las manos negras gimen no meterse en tu sexo y explorar el infierno.
Una oleada de furia y llanto se hace consciente de deudas monetarias. Un infinito desasosiego en la quietud del pis. Todo es pis cayendo al mundo, al mundo golpeado de silencios gritos, de lágrimas de asfalto. Una calumnia ciega tiene ojos amarillos. No hay forma de escapar: nos vigilan. El tiempo ha terminado. El tiempo. Un instante sin ti. Un instante. Un instante salubre. Un gran instante de luz. Un gran instante en punto.
La ventana sufre un violento atentado. Ventanas azules se convierten en cuadros de ecuaciones matemáticas pisoteadas. Una apisonadora arrasa el único punto de misterio. Todo se vuelve confuso. Ya era confuso. El instante era. Era. Etapa. Época. Epopeya opeya ya o pe ya pe pe o po epo e ya ya… y más: un alijo de heroína en la esquina inferior izquierda. La única izquierda de misterio y voz. La luna. luna la. la. la.
Y los plásticos cantan victoria. Los plásticos son testículos de dios que no puede sujetar su escroto. Un único dios único instante. Nos vimos. Nos miramos. Nos tocamos. Le pinté para borrarle, para poder dejar de creer en él.
Al fin, soy libre.
Hoy podré escribir lo que yo quiera
y después
nada.
Huellas identidad letras y cruces
no existe forma de escapar
no hay de dónde escapar
no hay necesidad de huir
del paraíso.

    Madrid, Julio de 2003.
    Durante un intensivo de pintura y creatividad
    de Javier Melguizo en La Cava de Humilladero.

>ciegas se lanzan tornasoles de cantos azules

Como unas nalgas doradas por el viento
tiempo de amor
sueño on on on ir ir ir
y una siesta,
¿porqué no?
cuando canta la rana sorda
que dice Kroa, Kroa!!! y un beso loco para la vida
calabazas
de sabor a mermelada de media canción azul
tornasolado de sosa caústica entre ciegos alardes de rotundidad
y un postit amarillo a la orilla de tus ojos
botella de tekis.

    Para Carmen. Un beso dadaísta

mi sudor es mi sangre.

mi sudor es mi sangre.
soy una gota de sudor.
mi sudor es mi sangre.
soy una gota de sudor.

me pinto la cara
con mi sangre
que es mi sudor.

mi sudor es mi sangre.
soy una gota de sudor.
mi sudor es mi sangre.
soy una gota de sudor.

el mundo cabe en una gota de agua
el mundo está en cada una
de mis gotas de sudor
en mi sangre.

mi sudor es mi sangre.
soy una gota de sudor.
mi sudor es mi sangre.
soy una gota de sudor.

tengo sitio para ti en
cada gota de mi sangre
sudor.

mi sudor es mi sangre.
soy una gota de sudor.

noto el palpitar de mi sudor
rodar sangrando mis pestañas

mi sudor es mi sangre.
soy una gota de sudor.
mi sudor es mi sangre.
soy una gota de sudor.

cae rodando el mundo al suelo
el mundo en llamas
de una gota de sudor

mi sudor es mi sangre.
soy una gota de sudor.

se nubla mi vista
de sangresudor

mi sudor es mi sangre.
soy una gota de sudor.
mi sudor es mi sangre.
soy una gota de sudor.

temo
secarme

entre tú y yo.


    si entre tu y yo
    quedó al menos
    el borrador del comienzo.
    Mari Serrano

quedó silencio
y te espero en él.
quedó miedo
y te espero en él.
quedó tristeza
y te espero
te espero también
también en ella.
entre tú y yo
palabras malolientes que rompen el brillo de la calle
ahora que el cielo no está ya más nublado
ahora que el viento ha abierto los poros que cerraste
entre tú y yo
tan sólo queda la más estúpida
de todas las eximias
conjunciones.
debimos haber roto esa letrita inmunda
esa apología de la violencia sexual
ese ombligo del aislamiento
y
haber sido
tuyo.

Esto no es una broma