Primer beso de amantes incipientes

Globos aerostáticos lo constataron:
fronteras transgredidas
ejércitos de laca campaban por mi estepa
y la estrategia envolvente
cortaba toda huida.
El enfrentamiento inevitable respiraba a dos palmos
zafarrancho inminente
naves quemadas
sensores epidérmicos en DEFCON4.
Los tratados de Ginebra fueron vulnerados
con armas nucleares
gases venenosos acariciaban el aire
amenaza química global.

Se declara la guerra abiertamente.
Bombardeo de párpados violentos
rasga la resistencia en las trincheras
la vanguardia peligra y se repliega
tenazas en mi cuello cohíben la retirada.
Se lanza contraofensiva
frontal
como una bala,
dos misiles detienen un primer contraataque
fallido contra encanto de su red de espionaje
avisada evasiva cargada de misterio.
Todos sus tanques cercan
mi asedio apasionado,
despliega en abanico
un punto débil trampa
por donde un portaviones
de besos se abalanza,
Harriet que despega
choca F14 femenino en sus labios
alma licuada de pilotos muertos
sangre incolora en la cima del miedo
preámbulo de nuevos frentes
antiaéreo busca bunker en el sotobosque
de su monte minado de raviolis,
la batalla se abre
se encuentran dos sirenas
que sellan para siempre
la guerra de la carne
en el campo del sexo.

se acabó

miraba desde el otro lado del cristal
un cristal que llegaba desde el techo
un cristal en el que ella apoyaba sus lágrimas
aquella
sus enorme tetas
envueltas en el jersey de cuello ancho
su pelo era rojo
y su compañera miraba
desde este lado del cristal
un cristal que llegaba hasta el suelo
las enormes tetas de su compañera

desde el otro lado,
él,
descarado
sacó sus manos de la gabardina
y encendió un cigarrillo.
escupió su asco con todas sus ganas
contra la perfecta transparencia

sus tetas no dejaron nunca de titilar
y sus labios articulaban
palabras
demasiadas palabras
cuando bajo la mesa volaba una bandera
hecha con el rojo de su piel.

Ahora me sale nada

Te me has ido
y no te hablé
no te dirigí la palabra
y nos mirábamos,
sabíamos que queríamos follarnos
y te dejé ir
sin mover un dedo
cuando pasaste a mi lado
tranquila
como si no hubiese pasado lo que pasó
anhelo salvaje de cuerpos antropófagos
devorando soledades con salsa de pasión
más allá del frío de tus ojos
clavándome a lo lejos la sangre de tus uñas
pero ahora,
ahora te me has ido
y no te hablé,
nos mordió el silencio bajo la lluvia
el olvido se alimentó de todo nuestro anhelo
que no defendió mi cobardía
que no defendí
por eso
ahora
ahora salgo frustrado
como si no hubiese pasado nada.

Recuerdo que hace tiempo todo lo bueno era nuclear
el blanco era nuclear
la vida atómica
hasta las películas eran atómicas
y también las miradas eran cargadas
bombas de neutrones
electrónicas las sonrisas
y un quark algo apasionante

Después todo lo bueno fue ecológico
como lógica reacción
y era verde tu valle
lo artificial pecado
y lo químico, aun lo químico orgánico
un satanismo del que huir.

Hoy voy en un tren moderon
y respetuoso
tolerante y accesible
que tiene un cartel anunciando
una hipoteca
(para tu casa, no para tu vida) sic
abierta.

Hoy respiro mejor
pero mañana igual me toca
respirar
perejiles.

De silencios…

Hay silencios que rompen la palabra

    que destruyen el tiempo
    que liberan al hombre
    que gritan esperanza
    que arrebatan pasiones
    que coartan amenazas
    que dirimen contiendas
    que visten a la moda
    que visten la mañana
    que guisan en la noche
    que rumian solitarios
    que cantan en las fiestas
    que se desmayan
    que se dilatan
    que se desgranan
    que aman
    que silban
    que chupan
    que dicen
    que lloran
    que rabian
    que trinan
    que pían
    que casi ni pían
    que dilapidan sueños
    que matan
    que se drogan
    en medio del silencio
    que todo lo calla.

sencillez

cuánto cuesta alcanzarte

sencillez

un poema narrativo
quizás
una canción

no desperdiciar el trino de gorriones
un niño dándole vida a una caja
mosquitos entre las letras (estas que escribo
una mirada escondida en sus gafas de espejo
hombres ofreciendo una copita
tras la que se supone una mujer semidesnuda
en la esquina de la calle de las conchas
un chorro de agua de manguera sin arcoiris
palabras que se arrastran
en medio del silencio
dunas de sombrillas
dónde el único desierto
es
hoy
mi esperanza

Esto no es una broma