si no vivieras tan lejos
te acompañaría a tu casa y
nos beberíamos tu vino
nos comeríamos tu comida
nos acostaríamos en tu cama
yo
me daría entero
a cambio de esas pocas
provisiones
Diario
Colección de libros publicados mediante blog. Más información en la sección Libros de la web www.giusseppe.net
si no vivieras tan lejos
te acompañaría a tu casa y
nos beberíamos tu vino
nos comeríamos tu comida
nos acostaríamos en tu cama
yo
me daría entero
a cambio de esas pocas
provisiones
tú y tus cenizas, tus apenas
escritas cenizas.
Paul Auster
te me fuiste
entre los dedos suspirando o exhalando
te me fuiste
dejándome fotografías
de esas casi amarillas
con tu piel arrebatando ya tu tiempo
tu pelo dibujando un horizonte
una pala de muerte anticipada
te me fuiste entre los dedos
no dejar jamás un corazón herido
no dejar jamás lágrimas sin verter
no dejar jamás un llanto no atendido
no dejar jamás tu piel sin calentar
no dejar jamás un enemigo despierto
no dejar jamás la posibilidad de arder
no dejar jamás un sueño no vivido
no vivir sin sentir
no sentir sin vivir
no dejar jamás
de negarme a mí mismo.
Iba apoyado con su calva idiota
con el codo en la ventanilla
y, con un grito,
le corté los brazos.
A mí me arrancaron la cabeza
con un pedazo de andamio
y los policías detenidos
a mi lado
repasaban expedientes fotocopiados
me miran
sigo escribiendo
pero…
la agarro del cuello, del moño improvisado
y hago girar su cabeza hacia el suelo.
hinco su mirada en esa
mierda que han tirado
y le grito
mira lo que has hecho
¡míralo!
Eres una puta cerda
que mancha el lugar donde yo como,
donde vivo (donde escribo
y te crees …
no sé qué te crees
pero eres sólo una imbécil
que aporreas el mundo con tu culo de vaca
y ya no eres res suave
ya eres sólo una falsa sensación, una mierda
acompañando al resto de
mierdas que has tirado al suelo
(suelito) para mantener
limpia tu mesa.
Ya no puede y no podrá nunca
estar limpia tu mesa ya no puede estar limpio
nada que te contenga.
Sólo eres un pedazo de mierda con unos tintes
rojos en tu estúpido pelo
rubito.
¿lo entiendes?
Mantén limpia la ciudad:
suicídate.
cabalga como una reina sobre mi nostalgia
Leonard Cohen
vuelvo de trabajar
y está sentada a la salida
del metro
– el suelo –
huele tan mal que arrugo los versos
pero la policía lo ignora
o lo ignora
cuando vuelvo de trabajar
y tengo aún el día por delante
dejándola atrás
en el suelo
oliendo tan terriblemente mal que el sudor parece el elixir del paraíso
ese
que no conocemos
porque estamos aquí sentados
cabalgando
por la estrecha vereda de la miseria
y unos ojos abren en latas el dinosaurio de los recuerdos
el mundo está cambiando
pero ella no lo sabe.
camino por las calles de madrid
sintiéndome dueño de mí mismo
con la fuerza que da ser inmortal
porque he llegado al final del universo
para enfrentarme a mi muerte
y vencerla
a besos.
tiene piel suave
y no lo sé
no la he tocado
aunque la vea tan cerca
como para estirar los labios
y de un soplido
acariciar su cuello
agujerea mi cráneo
dejando salir lo peor y
lo mejor
esas ganas de matar la intolerancia
(esa intolerancia)
contradicción hecha palabra.
en la calle hay mucho ruido
ruido mortal
un ruido desde el núcleo de mis pesadillas
y no quiero oírlo.
en la calle suena una taladradora
perforando la acera
topeteando
ruidos que se alejan
un ruiseñor que no existe
no veo lo que veo
no oigo lo que oigo
no soy lo que soy
no nada
no
De las cuatro burbujas que emerjen del café
cuando cae el azucar al fondo
estalla una.
Quedan tres.
Tres burbujas que rompen la superficie de espuma.
Ya no están.