Recuerdo que hace tiempo todo lo bueno era nuclear
el blanco era nuclear
la vida atómica
hasta las películas eran atómicas
y también las miradas eran cargadas
bombas de neutrones
electrónicas las sonrisas
y un quark algo apasionante

Después todo lo bueno fue ecológico
como lógica reacción
y era verde tu valle
lo artificial pecado
y lo químico, aun lo químico orgánico
un satanismo del que huir.

Hoy voy en un tren moderon
y respetuoso
tolerante y accesible
que tiene un cartel anunciando
una hipoteca
(para tu casa, no para tu vida) sic
abierta.

Hoy respiro mejor
pero mañana igual me toca
respirar
perejiles.

De silencios…

Hay silencios que rompen la palabra

    que destruyen el tiempo
    que liberan al hombre
    que gritan esperanza
    que arrebatan pasiones
    que coartan amenazas
    que dirimen contiendas
    que visten a la moda
    que visten la mañana
    que guisan en la noche
    que rumian solitarios
    que cantan en las fiestas
    que se desmayan
    que se dilatan
    que se desgranan
    que aman
    que silban
    que chupan
    que dicen
    que lloran
    que rabian
    que trinan
    que pían
    que casi ni pían
    que dilapidan sueños
    que matan
    que se drogan
    en medio del silencio
    que todo lo calla.

sencillez

cuánto cuesta alcanzarte

sencillez

un poema narrativo
quizás
una canción

no desperdiciar el trino de gorriones
un niño dándole vida a una caja
mosquitos entre las letras (estas que escribo
una mirada escondida en sus gafas de espejo
hombres ofreciendo una copita
tras la que se supone una mujer semidesnuda
en la esquina de la calle de las conchas
un chorro de agua de manguera sin arcoiris
palabras que se arrastran
en medio del silencio
dunas de sombrillas
dónde el único desierto
es
hoy
mi esperanza

Soy normal

Ayer en mitad de la noche
vi
un hombre que se pinchaba
droga en la calle
en mitad de la calle
junto al Corte Inglés
grande y próspero.
vi
en mitad de la noche
una mujer negra
gorda y maloliente
en el suelo
en la puerta
de unos grandes almacenes
un perro que moría
coches sin ojos
violencia sorda
y me fui a casa
mi casa calentita y confortable
pensando
en mi amigo que se va a Colombia
en el calor de nuestra cama
pensando
en mí
mucho
más
de
lo
normal.

bajo la lluvia

una yonki
a la salida del metro
me ha dado publicidad diciendo
trabajamos por tu futuro
de una escuela de informática
y (debajo de la lluvia,
mientras su pelo rubio goteaba tristeza)
me preguntaba
porqué no por el suyo.

creo que voy perdiendo sensibilidad
cuando camino por estas calles
y no lloro más
cuando un borracho apenas se sostiene
sobre sus piernas gruesas de pana
mojada su barba gris y negra
como tristeza que goteaba.

la lluvia escuece
mis realidades.

Esto no es una broma