encuentro

un tipo se me acerca
con la mano por delante
en plena Gran Vía.
yo iba manipulando en mi móvil
pensando porqué no tienen o no da más información
y me asusté.
casi retiré su mano
y luego le miré a la cara,
trajeado de gris junto un limpiabotas y un negro altísimo
que intentaba vender su mercancía grabada
sin derechos de autor.
por un segundo se me ocurrió abrazarle
(quizás, a modo de disculpa)
pero no lo hice
y nos miramos desviando la mirada
manteniendo una conversación intrascendente.
tampoco le invité a comer
y dejé que se fuese solo a comer una hamburguesa
tan triste como su traje y su mirada.
sin decir su nombre, le pregunté al despedirme
si aún vivía en colmenar
– si –
– igual nos vemos un día de estos en el autobús –
pero los dos sabemos que él tiene coche, que no lo venderá
que volveremos a vernos otra vez
sin querer vernos.

A Roberto

Dolor de plástico

lloraba anticipadamente un despido no ocurrido
me pre ocupaba
contra toda re comendación
llena de vida
acción acción
y recordaba a mi padre
diciéndome
hay que hacer
y yo pensando
pensando
en la vida que no viví
(o no quiero reconocer por algo así como
dolor de plástico de mis arterias)

Tras el estallido de la bomba
la libertad se abrió camino disfrazada de francesa
ilusionada (siempre)
hasta por una conexión a internet.

de lo que sé

removía el café con nudillos
marcados de pinchazos
A.Ginsberg

No me atrevo a escribir
de lo que sé
No me atrevo a escribir
desde la mesa en la que vivo
las mañanas
No me atrevo a escribir
y hoy, por un momento,
pensé sacar un boli y empezar
a garrapatear palabritas mientras
jose luis daba su charla
aburrida como todas las charlas
y yo ponía cara de circunstancias
para no dormirme
e incluso simulaba estar pasándolo bien
Sólo pensaba
¿qué pasaría si saco un boli
y empiezo a escribir
un poema?
Pero no me atreví.

Una ventana abierta sobre Gran Vía

Intento atender a mi lectura de hoy
leer La Caída de América
de la editorial Visor
y detrás de mí
una abuelita con sus hijitas
su nietecito
grita
grita como una bruja
protestando por cualquier cosa, todo vale,
y no entiendo porqué no es feliz
si está con su nietecito
al que hace muecas horribles
y llama tontorrón
sin el mínimo respeto que merece por haber nacido
atreviéndose a enfrentarse
a su abuelabruja
que me saca de quicio y leo
podría coger un hacha y hendir
el cráneo de Peter con Placer
y pienso si ese Peter gritará
detrás de Allen mientras intenta leer
o prestar atención a lo que lee
una vieja edición de hojas de hierba
quizás
algo de su amigo Jack

Al menos el tontorrón no se puso a llorar
hasta que decidieron largarse

Me duele la cabeza

no sé si será el cielo (plomo
terraplén)
o la falta de sueño/café

una ventana abierta
sobre Chicago

Cuervos del progreso

Hoy estaba lleno de cuervos
que tenían la barba afeitada,
reblandecida,
sus chaquetas negras,
su pelo negro o gris,
sus ojos de vacío,
sus sueños sin futuro.
Un coche nuevo,
un móvil nuevo,
una PDA
y que todo se comunique
entre sí,
un proyecto del que responsabilizarse
como si sus hijos no lo fuesen
y madrugar todos los días
sin hacerse preguntas… (¿críticas?)…

cuervos del progreso de prosperidad
importantes de silencio
rompiendo
mi vi da
en d2s

Intento recordar

Intento recordar
lo que yo creo que alguien que vive en mí
quiere hacerme olvidar
– se empeña en borrar –
momentos sin colores
como si no existiesen
como si no viviese
esos momentos.

Intento recordar
esta mañana
con mi traje marrón recién arreglado
cogiendo un taxi
(amiga lili, no tan divertido)
en el que no hablo más
que lo indispensable:
direcciones:
Mirasierra.

Y ya por el camino
pensando
otra vez otra vez otravez
y no lo entiendo
aunque el taxista me mira
con envidia
le pido un justificante
por 8 euros
aunque el viaje fueron
sólo 7.85.
Origen y destino. //

En recepción una pelirroja
sin espíritu
me pide DNI si quiero entrar
y le digo bajito, como en intimidad,
que no,
que sólo quiero que avise a
Ismael Fernández
intentando ser agradable
sonriendo para
suplir su desespiritualidad
y se amarga mi sonrisa en su impotencia.

Intento recordar
ese momento
rodeado de buitres como yo
royendo la manzana grande y podrida.
Intento retener lo que recuerdo
para que no se escape
no huya como yo a un sillón en mi mente
y me remueva
revuelva
otra vez otra vez otra
(el taxi
el taxista)
caras de vacío
y un rostro conocido de novida
por eso no sé cómo se llama.
Nos saludamos
cortésmente (y punto).

8 samuráis sin honor
siguen suicidándose
sin darse cuenta
con puertas que conducen a sus
coches que conducen
(-)
baja por la escalera
(con su perfil griego)
hablando por su móvil.
me saluda
con un apretón de manos:
la firmeza demuestra seguridad;
simulo firmeza.
También viene Jorge.
Otro.
Me están rodeando.
El coche tiene luces azules
y la conversación
por llamarla de alguna manera
es intrascendente:
la comida en Alicante
un exjefe de mi mujer
mis viajes a fogueras
Jaume, el de Andorra
(que era interesante)
pirineos oscenses

el frío en el exterior logra despertarme
otra vez otra
y sin fuerzas
comienza la reunión
en la que
no había nada importante de que hablar
pero nadie parecía saberlo
y creían que lo que decíamos
trascendería
por ponerle nombres tan grandes
como Soluciones Globales de Seguridad
y yo escribí
CajaMadrid, SGS
mientras me llega un mensaje al móvil
y mi pantalón vibra
y yo que sabía que era suyo
¡tenía que ser suyo!
y lo fue
y lo leí, mientras me reía
de todo…
o todo
se estaba riendo de mí
porque me creía libre
tan libre como para volar
al otro lado de los cristales
remontando
navacerrada blanca
y más
más lejos cada vez
mi carácter se agriaba
mi espíritu se secaba
(HOY)
notaba cómo se iba la vida de mis ojos
y me cabreaba con ese gilipollas
que cree que el mundo es Linux
y no era capaz [yo]
de considerarle infeliz.

Al salir
me tuve que disculpar
por ser rudo
con un cliente
del que pretendo extraer
dinero
para que mi empresa
me pague
y pueda seguir
otra vez y otra y otra vez
prostituyéndome
sin fuerzas
hasta matar a alguien
para poder volar
al otro lado
siempre al otro lado
del cristal del velatorio.

Esto no es una broma