La espera más larga de mi vida

Un pequeño trabajo en audio que realicé a petición de mi querida Ana Matey, quien acabó usándolo en un evento que realizó en Centro-Centro.

Fue así, directamente, sin ensayo, sin pensarlo apenas… mi confesión personal sobre la espera más larga de mi vida. No pude evitar pensar en mi proyecto performático «La espera», que había realizado unos años atrás.

Presentación de Guardar solo la vida de Rais Valcárcel

De nuevo inmiscuyéndome en profesiones que no son la mía (si es que yo tengo alguna), así que realicé este cartel que creo que ha quedado bastante elegante para anunciar la presentación del poemario que edité para Rais Valcárcel de la Fuente, Guardar solo la vida.

Presentaré el libro junto a Rais Valcárcel y aún no sé qué diremos de él. Ni del libro ni de Rais. Ni cómo lo plantearemos. Pero seguro que será un acto amable y cariñoso, además de unas lecturas de una calidad poética elevada.

Un Puñado de Polvo, de James Oppenheim

UN PUÑADO DE POLVO
James Oppenheim (St. Paul, Minnesota-EEUU, 1882-1932)

Me incliné hasta la tierra callada y alcé de ella un puñado
de polvo…
¿Era un puñado de humanidad lo que empuñaba?
¿Era la atomizada y esparcida belleza de una mujer o de un bebé?
Porque el viento esparce por las colinas de la tierra el polvo de las marchitas generaciones,
y no hay ni una gota de agua en el mar que no haya sido gota de sangre o lágrima,
y no hay ni un átomo en la savia de una hoja o de un capullo que no haya sido savia de amor de un ser humano,
y no hay terrón que no haya sido rosada curva de un labio, un pecho, una mejilla…

Puñado de polvo, tú me asombras…
Nunca soñé que el mundo estuviera tan lleno de los muertos;
ni el aire que respiro tan rico de pasado sorprendente
¿Besos de qué muchachas hay en el viento?
¿Lamentos de qué muerte en las rompientes olas que arroja el mar?
Me hallo envuelto en un aire de alas en fuga,
me hallo engolfado en nubes de vidas de amor pasadas…
¿Quién se inclina allá lejos? ¿Helena de Grecia?
¿Quién camina a mi lado? ¿Isolda?
Los árboles están brotando flores del pecho de Julieta,
y la abeja chupa miel en los labios de David…

Ven, muchacha, camarada,
párate junto a mí, tú, la quemada de sol, con tus brillantes
ojos alzados,
mira este polvo…
esto eres tú; esto, de la tierra que pisas, eres tú:
¿Por qué milagro alzada? ¿Por qué magia modelada?
¿Soplada por qué dios?

Y dentro de cien años alguno como yo podrá venir
e inclinarse y alzar un puñado de la suave Tierra,
y no soñar jamás que allí en la palma de su mano
yace la que reía y corría y vivía junto a este mar
en una tarde cien años antes…

Escucha al polvo de esta mano:
¿Quién es el que trata de hablarnos?

Traducción indeseada

A veces una red social hace cosas tan divertidas como traducir un poema que no era necesario traducir, y es que las palabras poéticas son como son: irreducibles, irreductibles, irredentas casi.

Mi querido amigo Ernesto, poeta visual, no sabía o no era consciente de que estaba escribiendo en portugués, de acuerdo a la ignorancia de la inteligencia artificial de Fafebook.

Papel para la poesía

Encontramos un papel, como puede ser el mantel de un restaurante tras una presentación de un libro de poesía, y sacamos un bolígrafo (o varios bolígrafos). Se reparte tinta disponible. Se escribe, casi sin pensar, sabiendo que se va a tirar a la basura. Son pequeñas tonterías que alguna vez retratamos, como si fuesen algo rescatable de la basura. Y recordamos lo divertido que fue escribir en un papel no pensado para ese fin, en un papel que tenía visos de ser un mantel, pretensiones de no servir nada más que para mancharse… y así fue: lo manchamos de poesía improvisada entre cervezas improvisadas…

Diversos intereses

No sé por qué son tan dispares mis intereses, pero sé que rara vez incluyen el deporte (especialmente la actualidad sobre actividad deportiva) ni lo que se suele denominar crónica social o «cotilleos» de gente presuntamente famosa.

¿Qué le voy a hacer?

Esto es una captura de pantalla de las pestañas de wikipedia que tengo abiertas en mi teléfono móvil son algunas de las cosas sobre las que siento que no sé lo suficiente…

En lugar de un prólogo (a Requiem, de Anna Ajmátova)

En los terribles años del terror de Yezhov hice cola durante siete meses
delante de las cárceles de Leningrado. Una vez alguien me «reconoció».
Entonces una mujer que estaba detrás de mí, con los labios azulados, que
naturalmente nunca había oído mi nombre, despertó del entumecimiento
que era habitual en todas nosotras y me susurró al oído (allí hablábamos
todas en voz baja):

-¿Y usted puede describir esto?
Y yo dije:
-Puedo.

Entonces algo como una sonrisa resbaló en aquello que una vez había sido
su rostro.

Cosificando, que es gerundio

Una amiga comparte una publicación de otra persona en su muro de facebook y me da por sospechar que el personaje que está haciendo esas publicaciones esconde un cierto tipo de machismo, sutil y bastante consentido, para mi gusto, que consiste en adornar los textos que se escriben con mujeres que no vienen a cuento ni por asomo, salvo por el hecho de que son bellas, jóvenes y lejanamente (o nada) emparentadas con las palabras que las preceden.

Pero cuando lo que te encuentras es un texto de Margaret Atwood, sí, la celebérrima, ahora, autora de «El cuento de la criada», la cosa ya se pone para incendiar la estulticia…

¿Estoy hilando fino o me parece a mí que no se ve más allá de lo que se quiere ver?

Un noevento

Afiches de un evento
que no ocurrirá
y al que me apetecía ir
así que pienso…

¿Y si asisto y pregunto
con mi afiche en mano
dónde está Jaime Vallaure?

Quizá resultase molesto
o desconcertante
o desubicado
puesto que no está ubicado
donde debía estar ubicado.

Me hace cierta gracia
saber que hay un universo alternativo
en el que ese evento ha tenido lugar
o va a tenerlo o lo está teniendo
y quizá
en ese otro universo
yo no estoy asistiendo porque no me he enterado
de que ese evento está ocurriendo
o incluso puede que
esté muerto
y no pueda acudir por razones obvias.

Aunque esto ya me hace menos
(mucha menos)
gracia.

En este universo la cancelación
de un evento programado
ha generado un noevento
al que noacudir
sin dilación.

Hay quizá un evento
creando nouniversos
donde nopersonas
consiguen llegar a acuerdos
para no producir cancelaciones
imprevistas.

Este extraño poema
está plagado de quizás
de dudas e inseguridades
que parecen ser lo mismo
pero que no lo son.

Por razones obvias.

Leyendo a Mina Loy

Voy descubriendo un mundo que sé que existía pero del que a penas (no apenas) tenía noticias:

La sombra de las mujeres que estuvieron creando, ya sea poesía, arte, «alta» cultura en general y que fueron eclipsadas o, sencillamente, ensombrecidas por la mirada a las rutilantes figuras masculinas especialmente durante las vanguardias, pero en realidad en todo momento de la historia pasada.

Recuperando de entre esta oscuridad a las autoras de las que se pueda encontrar material que ahora se está, por fin, editando, he encontrado esta pequeña joya que me ha prestado (y que posiblemente adquiriré) mi alumna y amiga Tanja Ulbrich que me enriquece con su conocimiento.

Entre las páginas del libro, este texto de una autora relacionada, que sigue vigente aún hoy más de lo que debería:

Esto no es una broma