¿Tengo algo interesante que decir hoy?

La verdad es que no.

Siempre hablamos de la verdad
como si no fuese
una verdad
una y no la.

Me sorprende la facilidad con que la gente (y recuerdo que yo soy gente) suele emplear la expresión
¿Quieres que te diga la verdad?
Como si habitualmente mintiesen, ocultasen la verdad.

O se refieren quizá a que suelen manejarse en verdades no únicas
no específicas
no dignas de llevar el artículo la
justo delante
como si se pudiesen decir, normalmente,
unas verdades distintas de la verdad
y en ocasiones especiales se usa la única
la verdad verdadera.

No se suele hablar de certeza
o de hechos ciertos
o de opiniones más o menos fundamentadas
(generalmente en otras opiniones más o menos autorizadas)
así que nos movemos en incertidumbres
(y aquí me encantaría citar a Heisemberg, pero no tengo tiempo)
en las que manejamos información más o menos
desconocida.

Para no asumirlo
hablamos de la verdad
como si eso no fuese de uso exclusivo de seres divinos
conocedores plenos
omniscientes, vaya,
y no humanos que se mueven
en un mundo más o menos modelizado
de acuerdo a hipótesis formuladas sobre lo medible
que no es ni más ni menos que un subconjunto
de lo observable
y este a su vez de una realidad
de la que no hemos demostrado su unicidad.

Verídico. Verosímil. Veraz. ¿Verdad?

¿La?

Huelga 14N

Mañana, este diario no se realizará como señal de adhesión a la huelga general convocada.

Si tenía alguna duda de hacerla o no, las declaraciones de Esperanza Aguirre me han aclarado el camino.

Algunas de las imágenes de la convocatoria son simplistas y / o populistas, pero «algo» hay que hacer. Hummm…

Me gusta el carácter europeísta que, por una vez, está teniendo este tipo de convocatorias.
A veces, la sencillez es suficiente.
No tengo claro que se pueda identificar ni culpables de forma clara ni mucho menos soluciones. Pero queda bien pensar que no somos parte de los primeros y sí de los segundos.
Según esto, si no llamas a la huelga, no puedes pertenecer al mundo de la cultura. Hummm… Menos mal que las palabras de Aguirre son peores, que si no, paso.
¿Por qué en el centro de este tipo de fotos suele salir siempre una chica más o menos joven, guapa, a veces con sugerentes sonrisas, otras con ferocidad suavizada por rasgos sensuales?
La maga. Rayuela. Yo también iré a esa manifestación. 🙂
¿Estaríamos de verdad dispuestos a cortar cabezas o es solo metáfora barata para llamamiento populista?
A mí me convence, pero ¿cuál y cómo es ese otro mundo?
Añoro una idea de horizonte desde hace tiempo.
Yo no los he votado, pero mucha gente sí. ¿Queremos también que se vayan los votantes de esa gente? ¿O nos vale con que cambien de idea? ¿A cuál?
Otra última pregunta: ¿Quienes son «todos»? y
¿Si se van todos, quién queda? ¿yo?

De mi maestro: Jose Eugenio Vicente Torres

Mi querido amigo y maestro, en su día de Teatro, después de vida, de quien aprendí tanto como para afirmar que le debo más de lo que podré pagarle nunca, ha escrito este texto que no puedo resistirme a publicar.

Maravillosamente redactado, este texto, como otros que me llegan últimamente, reflejan un sentir común, un malestar que lleva y conduce a depresiones, a insurrecciones, a desalientos, a las armas… contra uno mismo o, en breve, contra otros. Algo se cuece y las burbujas son solo una expresión de que la ebullición cambiará el estado físico de la materia.

Metro de Madrid y la solución final

A principios de año, Metro de Madrid lanzó una campaña publicitaria en la que nos mostraba, que por un importe muy bajo del precio del billete, teníamos acceso a uno de los mejores metros del mundo. Tan atrevida fue la campaña que incluso se comparaba con los precios de otras ciudades del extranjero. El resultado fue lamentable, ya que algunos usuarios a golpe de rotulador marcaron los sueldos mínimos de cada una de las ciudades que aparecían en los carteles, desnudando una verdad algo vergonzosa.

Poco después, la estación de estaciones, la que aparece con un recuadro en los mapas y en negrita, dejo de llamarse por su nombre para rebautizarse a golpe de talonario con el nombre de un teléfono móvil. Los politicastros de turno alabaron la iniciativa por los ingresos extras que ello motivaba a la compañía y en beneficio de sus usuarios. Mi pensamiento se dirigió a los hijos de estos personajes ¿Cuántos de ellos disfrutarían de las excelencias de aquel teléfono regalado por sus papás? ¿Cuántas cenas y cuánto dinero se desviaría a bolsillos sedientos de sobresueldos?

En la actualidad, la forma de pago del billete sencillo ha cambiado, encareciéndose según las estaciones que recorras, se han cerrado accesos de entrada y se han reducido tanto el horario como el número de trenes. No me es grato y creo que a nadie le hace ninguna gracia ir apelotonado con desconocidos, al tiempo que vemos en las pantallas de dichos vagones, un metro idílico, medio vacío, con asientos libres a elegir.

Salir con tus hijos a un andén abarrotado de gente, en el que unos niños pequeños se pierden en la espesura humana. Esto me hace pensar que esta pandilla se ha inculcado bien la idea de los nazis, del máximo rendimiento al menor coste posible ¿Qué más da que vayan unos encima de otros? También pienso en el presidente del gobierno y en su alabada “Gran masa silenciosa” Ahí la tiene, todas las mañanas y todas las tardes. Me gustaría que se presentase un día en uno de los vagones a rebozarse entre nosotros, para que sienta de verdad a la masa que tanto admira. Algún día la maldita oposición llegará a gobernar y no realizará ningún cambio “En este país lo que está, está” Se culpa al anterior gobierno y aquí no pasa nada. En estas, un grupo de chavales dice “Basta” y cometen el gran descaro de colarse. En seguida son tachados de terroristas, nada más y nada menos y el metro se viste del azul de la policía que golpea al que protesta. Los medios de comunicación satanizan a estos jóvenes para que las fuerzas de seguridad nos libren de tan mala influencia, y Madrid sigue siendo la capital de la España de la resignación. Aunque se haya ido Aguirre seguimos sin esperanza.

Populismos (I)

Claro que hay algo de verdad tremenda en este email, pero cuidado con lo que pedimos. Seguimos por la senda de desmantelar la democracia (o este sucedáneo) y me temo que podemos acabar con algo mucho peor. Eso sí, esto es para tenerlo en cuenta. Es un mensaje populista, que me ha llegado por correo electrónico, pero, como digo al comienzo, tiene algo de verdad.

¿Cuáles son los datos para los ejecutivos de empresas privadas?

Personalmente, me parece estupendo que tengan dispositivos tipo iPod o lo que haga falta si es porque realmente con ellos van a hacer mejor su trabajo. Yo también los veo útiles, pero… solo sin es verdad. Yo no lo sé. Creo que mucha gente cree saberlo. No sé cuánta gente lo sabe realmente. ¿Qué necesita un político para hacer bien su trabajo? Ética aparte, como bien sabemos.

¿Qué razón se aduce para volar en Business? Quizá haya alguna explicación. Querría saber la razón. Y antes de pedir más recortes, esta vez en el congreso, que no es más que un organismo público al servicio de los ciudadanos, querría saber de qué manera nos afectaría ese recorte. No me dejo caer en la tentación del populismo fácil.

Quiero información un poco más desapasionada. Un poco más «fría». Y trataré de entenderla.

No obstante… sí parece necesaria esa información… Y cuánto más rápido, mejor.

VOTACIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO SOBRE SI SE VUELA EN CLASE TURISTA (mucho mas barato) O BUSSINES.

El miércoles 6 del pasado mes de abril, en el Parlamento Europeo se votó una enmienda para restringir los vuelos en primera…*

*NOTA PREVIA.- Un vuelo de Barcelona a Bruselas, en «Bussines Class» de Iberia, ida y vuelta, cuesta unos 1.297 €. Con Vueling, clase turista, unos 150 euros.
Con el coste de cada viaje de un eurodiputado en clase bussines, se paga un maestro durante 20 días.

________________________________

BUENO, PUES ASÍ VOTARON LOS EURODIPUTADOS ESPAÑOLES:

-A favor de volar en turista:

Ramón Tremosa i Balcells (CiU)
Rosa Estarás Ferragut (PP)
Oriol Junqueras Vies (ERC)
Raúl Romeva i Rueda (Iniciativa)

-En contra de volar en turista:

Francisco Sosa Wagner (UPD)
Jaime Mayor Oreja (PP)
Alejo Vidal-Quadras (PP)
Luis de Grandes Pascual (PP)
Pilar del Castillo Vera (PP)
Carlos Iturgaiz Angulo (PP)
Teresa Jimenez-Becerril Barrio (PP)
Pablo Arias Echeverria (PP)
Pilar Ayuso (PP)
Agustín Diaz de Mera García (PP)
Santiago Fisas Ayxela (PP)
Carmen Fraga Estévez (PP)
Salvador Garriga Polledo (PP)
Cristina Gutiérrez-Cortines (PP)
Ester Herranz García (PP)
Gabriel Mato Adrover (PP)
Francisco Millán Mon (PP)
Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra (PP)
Josefa Andrés Barea (PSOE)
Inés Ayala Sénder (PSOE)
Alejandro Cercas (PSOE)
Ricardo Cortes Lastra (PSOE)
Iratxe García Perez (PSOE)
Eider Gardiazabal Rubial (PSOE) – Esta es la que falsifica el horario para cobrar la dieta entera (300 euros) del día de vuelta (Los jueves)
Enrique Guerrero Salom (PSOE)
Sergio Gutiérrez Prieto (PSOE)
Ivan Irigoyen Pérez (PSOE)
Juan Fernando López Aguilar (PSOE)
Miguel Ángel Martinez (PSOE)
Antonio Masip Hidalgo (PSOE)
Emilio Menéndez del Valle (PSOE)
María Muñíz De Urquiza (PSOE)
Andrés Perelló Rodriguez (PSOE)
Teresa Riera Madurell (PSOE)
Antolín Sánchez Presedo (PSOE)
Luis Yáñez-Barnuevo Garcia (PSOE)
Raimon Obiols (PSOE)

-Abstenciones:

Izaskun Bilbao Barandica (PNV)
María Badia i Cutchet (PSOE)

Los parlamentarios españoles en Europa se niegan a volar en clase turista. La «crisis» solo existe para los de siempre: Hospitales con plantas cerradas, Centros de Asistencia que cerrarán por las noches, sueldos recortados y un largo etc. pero ellos no pueden prescindir ni tan siquiera de una cosa tan prescindible…

¿Qué recibe un diputado tras resultar elegido?

1. Varios

– Un iPhone 4S.
– Un iPad.
– Un PC en el despacho.
– Módem 3G.
– Voz y datos pagados.
– ADSL en casa pagado.
– Si eres del PP o PSOE, un asistente para cada dos diputados. Si eres de otro partido, uno propio.
– Un despacho propio.
«Estamos pidiendo un sacrificio a todos los ciudadanos…»

2. ¿Y para moverse?
– Si usa su propio coche recibe 0.25€ por km, o sea, 25€ cada 100 km y se te pagan los peajes.
– Si no tienes un coche oficial asignado, 3.000€ anuales para taxis (250€/mes).
– Billetes de primera clase para avión, tren y barco.
«Tendremos el Estado de bienestar que podamos…»

3. ¿Y el sueldo?
– Sueldo base de 3.126,52€ mensuales y dos pagas extra.
– Si formas parte de alguna comisión, recibes entre 775,15€ y 1.590,34€ más al mes.
– Si tienes algún cargo (Portavoz, Secretario, etc), como mínimo recibes 2.318,96€ más al mes.
– Puedes tener trabajos y cargos fuera del congreso sin límite ni perjuicio en el sueldo/ayudas.
– Los sueldos que cobres de tu partido, tampoco afectan en nada.
«Los sacrificios de hoy son la puerta al bienestar del mañana…»

4. ¿Y las ayudas?
– Si eres elegido fuera de Madrid, recibes 1.823,86€ más al mes, para alojamiento y manutención.
– Si fuiste elegido en Madrid, recibes 870,56€ mensuales más para alojamiento y manutención.
– Si viajas dentro de España, 120€ diarios.
– Si viajas fuera de España, 150€ diarios.
«Los españoles pueden estar seguros de que no habrá sacrificio ni esfuerzo que no estemos dispuestos a hacer…»

5. ¿Y los beneficios fiscales?
– Las dietas relacionadas con transporte no tributan, no se declaran a Hacienda vamos.
– Las dietas relacionadas con alojamiento y manunteción no tributan.
– Los sueldos/dietas por tener un cargo en el Congreso, no tributan.
– Si dejas de ser diputado, percibes una paga mensual de 2.813,87€ hasta un máximo de dos años. No importa si tienes un sueldo privado.
«La salida de la crisis, se hará con el esfuerzo de todos…»

6. ¿Y si se disuelven las cortes porque va a haber elecciones?
– Derecho a una indemnización consistente en el sueldo de los días transcurridos hasta que se forma el nuevo Congreso (el sueldo de dos meses aproximadamente), vuelvas al Congreso o no.
– El Congreso te paga las cuotas de la Seguridad Social , Derecho pasivo y otras cosas durante ese tiempo.
– El Congreso mantendrá tu póliza de accidentes durante ese tiempo.
– El Congreso sigue pagando el ADSL, voz y datos durante ese tiempo.
– La mudanza de tu despacho corre a cargo del Congreso.
«Todos tendremos que hacer sacrificios…»

7. ¿Y la jubilación?
Si tienes 55 años y…
– Has sido diputado once años: 100% de la pensión máxima (2.466,20€).
– Has sido diputado entre nueve y once años: 90% de la pensión máxima .
– Has sido diputado entre siete y nueve años: 80% de la pensión máxima .
– Por el 10 % del salario base, derecho a pensión privada a cargo del BBVA.

VAMOS A INTENTARLO :

Se trata de que cada destinatario reenvíe este e-mail a su lista de contactos (con CCO), y a la vez, pedir a cada uno de ellos que hagan lo mismo. Si cada persona pasa este mensaje a un mínimo de veinte personas, en tres días la mayoría de los españoles recibirán este mensaje.

Ley de Reforma del Congreso de 2011 (enmienda de la Constitución de España):

1. El diputado será asalariado solamente durante su mandato. Y no tendrá jubilación proveniente solamente por el mandato.

2. El diputado contribuirá a la Seguridad Social como todo el mundo y pasará al régimen vigente de la Seguridad Social inmediatamente. El diputado participará de los beneficios dentro del régimen de la Seguridad Social exactamente como todos los demás ciudadanos. El fondo de jubilación no puede ser usado para ninguna otra finalidad.

3. El diputado debe pagar su plan de jubilación, como todos los españoles.

4. El diputado dejará de votar su propio aumento de salario.

5. El diputado dejará su seguro actual de salud y participará del mismo sistema de salud que los demás ciudadanos españoles

6 El diputado debe igualmente cumplir las mismas leyes que el resto de los españoles.

7. Servir en el Congreso es un honor, no una carrera. Los diputados deben cumplir sus mandatos (no más de 2 legislaturas), después, irse a casa y buscar empleo.

La hora para esta enmienda a la Constitución es AHORA.
ES ASÍ COMO PUEDES ARREGLAR EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS.
Si estás de acuerdo con lo expuesto, reenvía. Si no, bórralo.
Tú eres uno de mis contactos. Por favor, mantén este mensaje CIRCULANDO

No acabo de saber qué opinan los eurodiputados no españoles, que también me interesan, tanto o más que los españoles.

No sé (de verdad que no lo sé) cómo con este email circulando se va a conseguir que se cambie esta ley. Supongo que estará siendo votada en este momento, pero dudo que ninguno de los que la vayan a votar tendrán en cuenta este email. Quizá lo más lamentable es asumir que esto, que esta desconexión, es posible.

¿Tiene sentido votar?

¿Es precisa una revolución?

¿Qué modelo de sistema político / económico queremos para después de esa revolución?

De buenos y malos

Si ayer hablaba sobre una serie inolvidable que terminamos pertinentemente de ver el fin de semana anterior a las elecciones presidenciales norteamericanas, más propiamente hablando, estadounidenses, hoy quería hablar de una pequeña morralla que veo de cuando en cuando para «desconectar» mi cerebro, para dejar que se vaya a pasear un rato a un lugar tontuno, simplón, sencillote, que me haga sentir que el mundo (sabiendo que no es así) puede ser fácil, comprensible, de buenos y malos.

Cabecera de Leverage (Las reglas del juego)
[youtube_sc url=http://youtu.be/2F9JZZwWR0U]

Como se ve, es una serie de buenos y malos al más viejo estilo «El equipo A». Pero algunas cosas llaman la atención: comienza la cabecera diciendo «Los ricos y poderosos cogen todo lo que quieren…» Es un mensaje simplista, populista, que les autoriza a ser buenos robándoles. Será por eso de «Quién roba a un ladrón…», pero es que ni siquiera dicen que «los ladrones…», sino «los ricos y poderosos», de donde se deduce que esta serie implica que si hay riqueza y poder es porque hay latrocinio que lo ha generado.

Es una implicación con la que podría estar de acuerdo, pero no lo estoy. No lo estoy por la simpleza del planteamiento, y por la falta de rigor de la proposición.

Por otro lado, y no viendo que incurren en una flagrante contradicción, ellos acaban en erigirse en los malos, que son los mejores buenos, pero también en los que tienen el poder para hacerlo, de modo que, por su argumento, por su mero argumento, acabarían por tener que atacarse a sí mismos. Lo que no dejaría de ser inteligente, pero dudo mucho que el guionista de turno haya pensado en ello más de 5 minutos.

Pero hay una cosa que aún me cautiva más y es el fácil paralelismo entre esta serie que pretende ser empática con los desfavorecidos y algunas propuestas de partes del movimiento 15M. Que, lamentablemente, he de reconocer, que me parecen, con frecuencia, simplistas.

Supongo o quiero suponer que esa necesidad de simplificar es fruto de la lucha ante la impotencia que genera la complejidad del sistema o del mundo o de lo que sea que se desee modificar. Es más asumible esa lucha si el enemigo es más fácilmente identificable. Como alguna vez oí o leí «Contra Franco vivíamos mejor».

Parece que a falta de una dictadura identificable, sencilla de combatir, nos encontramos en este mundo en el que no hay malos y buenos exclusivamente, sino que el sistema en sí es tan perverso que nos hace a todos partícipes de una maldad repartida en diversos grados, donde, por tanto, la diferencia es cuantitativa y no cualitativa.

¿Significa esto que hay que responsabilizarse por los abusos de poder de algunos políticos y de varios banqueros y otros especuladores de altura? Pues en parte sí, por permitir que estén esos políticos representándonos, por permitir que gran parte de nuestro entorno permita que estén. Pero también asumir nuestra pequeña parte de responsabilidad cada vez que hacemos actos como comprar en el DIA, aunque sea porque es más barato, para poder vivir un poco al margen de la sociedad de consumo, pero acabo comprando en el DIA, una multinacional con relativos pocos escrúpulos.

Eso no es óbice para que no pidamos o exijamos responsabilidades (o hacer públicas las mismas) a los que han abusado del poder, tanto económico como político. Pero démonos cuenta de cuándo lo hacemos nosotros, todos y cada uno de nosotros. Yo lo hago. Yo participo de este sistema que me ha convertido en especulador, por esencia. ¿Cómo no serlo?

Espero que encontremos respuestas. Yo siento reconocer que no las tengo.

El Ala Oeste de la Casa Blanca

Durante varios meses, Carmen y yo hemos estado viendo las siete temporadas de esta serie norteamericana, que narra las peripecias del equipo presidencial de los EEUU, dirigidos por un ficticio líder del Partido Demócrata, interpretado por Martin Sheen (con cierto parecido hacia un parcialmente idealizado Bill Clinton).

Dicen en wikipedia, de esta serie:

El ala oeste de la Casa Blanca (título original: The West Wing) es una serie de televisión estadounidense muy popular y ampliamente aclamada por la crítica. Fue creada por Aaron Sorkin y se emitió desde 1999 al 2006. […] La serie está ambientada en el ala oeste de la Casa Blanca, donde se ubica el Despacho Oval y los despachos de los principales miembros del equipo del presidente, durante la ficticia administración demócrata de Josiah Bartlet (Martin Sheen).

Es una ficción, no hay que olvidarlo, pero en ocasiones parece un reportaje, un documental dramatizado, más incisivo que los de Michael Moore, y mucho más ameno. Es una ficción y, sin embargo, parece más un oráculo que una obra de imaginación, parece estar hecha con la intención de fabricar un voto favorable a demócratas del tipo Obama, que, como anoche, ha vuelto a ganar unas elecciones dramatizables hasta dar lugar a posibles obras de ficción.

Ha sido una serie tremendamente buena, que no comprendo porqué no se ve en los canales españoles, enseñándonos un poco sobre lo que de verdad esconde la gobernanza de un país. Los capítulos devanaban las diversas situaciones que enfrentaban los «técnicos» de gobierno, teniendo que negociar con una realidad compleja, muchas veces incómoda, que da lugar a conflictos éticos de manera permanente.

No da soluciones fáciles (a veces sí, pero es ficción!), a problemas realmente complejos, incluso puede que insolubles (¿en agua?). Es rápida, dinámica, de una velocidad tal en los diálogos, con una profundidad en las reflexiones que, en muchos casos, exige una atención muy superior a la habitual delante de lo que a veces se desprecia como caja tonta.

Esos diálogos, famosos hasta conseguir ser el sello de prestigio de Aaron Sorkin, se desarrollan a toda pastilla, durante largos travelings a través de los pasillos y los despachos de ese Ala Oeste, son, sin duda, de una calidad inigualada en ninguna otra serie de televisión y en contadísimas películas.

DebateLa última temporada, sin haber perdido fuerza desde las primeras, aunque, como toda serie (¡de ficción!) pierde algo de emoción, algo de novedad, inevitable, acompaña a unos candidatos por el proceso de elecciones, desde antes de la nominación hasta la investidura, siempre el 20 o 21 de Enero.

El candidato republicano (y todo su equipo) es tratado con respeto, con dignidad, sin caer en las fáciles descalificaciones o considerarlo un estúpido que va en contra de lo único respetable. Es interpretado magistralmente por Alan Alda (que consiguió un Premio Emmy como mejor actor de reparto de una serie dramática en 2006) que, de alguna manera, referencia remotamente a McCain, también como este era un senador presentándose frente a Obama (¡pero esto ocurrió en el 2008!). En la serie, presentándose frente al congresista Santos, un latino atractivo, de unos 45 años, con una mujer también joven y bella, resultando finalmente ganador gracias a la participación del voto latino, del voto negro (las minorías) y ganándose los votos de mujeres, de quienes sabe rodearse convenientemente durante la campaña.

Es sublime el respeto que se tiene de toda la fidelidad al protocolo, de toda la documentación y asesoría que se ve en cada gesto de los ayudantes, de los guardias de seguridad, de las secretarias… hasta el punto de tener por momentos la impresión de estar viendo una noticia en un telediario.

Hábilmente, entrelazan la ficción dramatizada de los acontecimientos políticos con una telenovela de relaciones entre personajes más o menos inverosímiles pero con los que resulta tremendamente sencillo empatizar, logrando, de esta manera, dotar a la serie de más de un nivel de lectura posible, para entretener al tiempo que, en gran parte, resultar formativa, ilustrativa, reflexiva.

Cada capítulo es una obra de arte, un pedazo de documento, una maravilla para almacenar en la memoria, pero, sin duda, el mejor fue el primero de la tercera temporada, capítulo especial que se emitió unos días después del famoso 11-S. Con un rigor maravilloso, sin caer en fáciles posicionamientos superficiales, introduce, en la ficción, lo que había ocurrido en la realidad.

Pero, sobre todo, repito, resulta sorprendente que esta serie terminara de emitirse en 2006. Aún no conocíamos a Obama, aún no sabíamos que en 2 años el sistema entraría en una crisis internacional sin precedentes, aún no sabíamos que el tipo de campañas electorales se iba a parecer tanto a la que se retrata en la séptima temporada de la serie… Fue un completo oráculo, resultaba sobrecogedor sentir que se estaba viendo el futuro.

Reportaje, ficción, documento, información, utopía política, oráculo, reflejo de una sociedad y, además, divertida, entretenida, amena, rápida, profunda, seria, rigurosa… Bufff… por favor, que la gente la vea. Es útil volver a creer en los debates, en la política, representativa o asamblearia, pero en el diálogo, en la razón, en el respeto, en la posibilidad de encarar la realidad con la complejidad que la caracteriza, asumiendo, en parte, los conflictos éticos que serán inherentes a nuestra nueva vida, el modelo de vida que tenemos que encarar, que aprender a manejar, para que no sea quienes sí lo conocen los únicos que lo manejen.

No lo voy a poner más fácil, quien quiera hacer el esfuerzo, que lo haga. Es preciso aprender a responsabilizarse de la necesidad de esforzarse. Es un primer (primerísimo) paso. Pero si no damos este…

De la importancia de las palabras

Leo en un texto publicado por un «amigo» en FaceBook:

El Tribunal Constitucional se reúne en pleno jurisdiccional este martes a partir de las cinco para votar la sentencia del matrimonio homosexual, que será favorable a la denominación de “matrimonio” para las bodas entre personas del mismo sexo.
El fallo favorable avalará las 20.000 bodas celebradas en España desde 2005.

Y más allá de lo que significa para muchos de los afectados y afectadas (muchas, las), el caso es que lo que más me ha interesado es la importancia que se le da a la palabra. Porque de esa palabra se derivan, ni más ni menos, derechos.

Los derechos, por tanto, son menos importantes que las palabras, causa primera de la creación, en nuestra realidad cultural, en tanto humana.

Y esto me alegra, como escritor, porque me anima a pensar que puedo ayudar a que la realidad cambie, cambiando las palabras o el significado que se les otorga y, con ello, sus implicaciones.

Pero me alegra también, al menos en este caso, que se hable de personas, aunque sea una palabra, como tantas otras, imprecisa, por no decir sexo, matrimonio, boda…

Y me da por pensar qué habría sido de aquellas 20.000 bodas si ahora no se pudieran seguir llamando bodas. ¿Qué habrían sido? ¿Fraude fiscal? ¿Mariconadas?

Aquello eran bodas y no tenía que afirmarlo el Tribunal Constitucional. Aquello eran matrimonios y no teníamos que esperar esta sentencia. Lo que quedaba por luchar… y sigue quedando, es que tengan los mismos derechos y obligaciones. Sean uniones, bodas, matrimonios, patrimonios o lo que sea.

Quiero ver si esos matrimonios van a ser reconocidos por la sociedad como algo aceptable o inaceptable, más allá de lo que opinen unos jueces. Quiero ver adopciones, pensiones de viudedad, tratadas con la misma vara que se trata a las de heterosexuales. Y respeto social. Prestigio. Reconocimiento.

Pero también quiero ver cómo se ignora esa tendencia a hacer de las palabras un campo de batalla. No importan tanto… ¿o todo lo contrario?

¿Quién es el dueño del significado de un vocablo? ¿La RAE? ¿La población? ¿Quién?

De momento, me erijo en rey del vocabulario: aquello a lo que ya asistí en alguna ocasión que unía ante asistentes a dos hombres que se amaban, era una boda celebrando el matrimonio de una pareja de amigos míos. No tenía ninguna necesidad de esperar esta sentencia para saberlo.

Pero está bien que, de cuando en cuando, sus definiciones y las mías coincidan. Supongo.

Tremenda realidad

Pero bueno, claro que no somos iguales, pero ¿no puede haber igualdad en ese caso? ¿Cuando hablamos de igualdad a qué nos referimos?

En principio, en aquella época remota en la que la reivindicación eran tres palabras, Libertad, Igualdad y Fraternidad, Igualdad hacía referencia a la igualdad de derechos, igualdad de voto, e, incluso, tímidamente, a un horizonte de reducción de la desigualdad social o económica. Pero ¿qué queda hoy de eso?

Leyendo el texto breve sobre la historia de esas palabras en wikipedia, me encuentro con algo que ya había leído, pero que cada día me parece más terriblemente actual:

Durante la ocupación alemana de Francia durante la II Guerra Mundial, el Gobierno de Vichy lo sustituyó por la frase Travail, famille, patrie (Trabajo, familia, patria), para ilustrar el nuevo rumbo del gobierno.

Y hoy…

¿Qué rumbo escogemos para nuestro gobierno? ¿No apetece por momentos agregar la cuarta palabra que completaba aquellas tres?

patético

patético, ca. (Del lat. pathet?cus, y este del gr. ?????????, que impresiona, sensible). 1. adj. Que es capaz de mover y agitar el ánimo infundiéndole afectos vehementes, y con particularidad dolor, tristeza o melancolía.

Es un adjetivo que uso con mucha frecuencia, lo cual es patético, pero es que siento que muchas de las cosas que veo en gente de mi alrededor son patéticas, tanto sus actos como sus vidas. Quizá, incluso, pueda decir de estas personas que son, en general, patéticas.

Por no hablar de los políticos a los que veo en un medio de comunicación, patético el medio y patético verlo, soltando discursos, cómo no, patéticos, llenos de embustes, de verdades malintencionadas y que demuestran que tenemos un gobierno y una representación política como nos merecemos, o sea, patético el gobierno y patética la representación.

Pero yo leo en patético una intención de ser algo más, algo bello, algo poético, en un intento patético por no desfallecer, e imagino que pathos es algo no necesariamente desgradable y ético es lo más allá que la estética puede concebir, a modo de la metafísica y la física, así me imagino yo la relación entro lo ético y lo estético, y ambos caminos conducen al tercer estadio, al que tanto aspiraba a llegar Kierkegaard, ese estado religioso o espiritual que puede contener a los anteriores, física, metafísica, estética y ética.

Síntesis, síntesis, síntesis.

Etimología: del latín patheticus, con el mismo significado, y este del griego antiguo ????????? (pathetikós), «emocional», de ????? (páthos), «pena», a su vez de ????? (pásjo), de la raíz protoindoeuropea *kwenth-, «padecer»

Pero a mí me sigue gustando la idea, por muy patético que sea ignorar lo que me cuentan, de que patético surge de pathos y ético, qué le voy a hacer.

Lo que hago por dinero

Hago pocas cosas solo por dinero, pero con esto de la crisis (= el miedo a no tener dinero) estoy aceptando alguna cosa que no haría si no fuese exclusivamente por dinero.

Una de ellas (la única que recuerdo ahora mismo, de hecho) es darle clases particulares a un par de hermanos en las cercanías de la plaza Mayor. Me viene estupendo, porque pagan bien y estoy cerca de casa, tan cerca que el tiempo que tardo en desplazarme a/desde su domicilio al mío casi no lo tengo en cuenta. No es que sean mala gente, es que tienen un serio problema de actitud: me ignoran y me tratan como si fuese su criado (en el peor de los sentidos).

Procuro ignorarlo porque lo único que hago es pensar que me llevo mejor con la sumisa filipina que me trae el agua para que no tenga sed mientras les doy la clase en una habitación tan indecorosamente decorada con derroche de oro y plata, rancia como mansión de castellano viejo, de fortuna hecha con sudor ajeno, apestosa indecencia de ostentación arcaica.

Mientras, espero que pase el tiempo, unas 2 horas durante las que, de cuando en cuando, intento granjearme, ya no su amistad, sino cierto respeto y trato coloquial simultáneamente.

Pero ayer, hablando sobre la mucha gente que seguro que hay en la zona en Navidades, me responde el mayor con su altanería habitual:

Desde que han abierto la estación de cercanías de Sol, vienen gentes de Parla y Móstoles y así. Ya ves, se compran pisos en esos pueblos baratos y no tienen nada mejor que hacer que venir a Plaza Mayor a pasar la tarde en Navidad.

Le habría soltado una hostia si fuese violento. Le habría dicho que era un imbécil imberbe posiblemente homosexual reprimido, aunque esto no tenga nada que ver, y que más le valdría aprender a tener que ganarse la vida por su cuenta hasta darse cuenta de lo que es poder venir a pasear por el centro de Madrid y desahogarse de una vida en la que una tarde sin tener que ir a trabajar era algo lujoso de por sí.

Apunté sus frases literalmente en el cuaderno que llevo a la clase, para no olvidarlas. Pero no dije nada.

Me sentí un kuntakinte perdiendo completamente, no ya un dedo, sino el orgullo, la dignidad. Y tuve que acordarme muy mucho de que me viene bien su dinero. Recordé lo poco que me esfuerzo durante esas clases con ellos, y en especial con este, por que avance en su comprensión de las potencias, por la poca energía con la que gano un poco de dinero… aunque también desgastan estos silencios forzosos.

Cada semana valoro si haría o no esas clases. En cuanto tenga un par de alumnos más, buscaré una excusa, lo sé, para dejar de darles clase. Seguro que no soy el primero ni seré el único en una serie de tutores que no están dispuestos a ser tratados con tal indulgencia, con esa actitud de presunta superioridad en la que creen estar a salvo.

Y pienso en gillotinas.

Y pienso que da igual cómo le dé las clases, que sus padres se asegurarán de que tengan un futuro prometedor como líderes político-económico de este país, que sus padres harán que sus vidas sean tan sencillas como para no tener que pensar en viajar apiñados en un transporte público de masas para visitar, tomándose tan solo un bocata de calamares, un lugar inaccesible como es el centro de esta ciudad, una tarde de las fiestas navideñas.

Por una vez, eso sí, empaticé con esa costumbre que siempre aborrezco de venir al centro por esas fechas, empaticé con esa gente, me sentí esa gente, me sentí gente… y me alegré.

Esto no es una broma