La ineficacia adelgaza

Ayer me decidí a escribir este lema en FaceBook para observar un rato la reacción de los lectores. Es curioso, todo el mundo parece tenerse por eficaz.

El caso es que, claro, yo, que soy parte de ese mundo, también me creo muy eficaz. De ahí que sostenga que estoy engordando debido a mi alta capacidad organizativa que me permite trabajar con el mínimo esfuerzo. ¡Qué morro! y todo por no hacer deporte…

Se me da bien pensar antes de actuar hasta el punto de trazar mentalmente el recorrido óptimo en distintas circunstancias, como para recoger un calcetín del suelo con un solo paso desde la cama o para cruzar la calle no ya en diagonal, que sería rápido, sino en una curva más sofisticada que minimice, al tiempo, el riesgo de ser atropellado, dependiente, no obstante, de la densidad y cantidad de tráfico en sentido perpendicular al cruce.

Por no hablar de la habilidad de escoger tareas pendientes que tengan en común un punto del recorrido que realizar una única vez para no desperdiciar viajes, caminadas, ni siquiera idas y venidas a casa… así que no tengo que hacer muchos esfuerzos para comprar un libro, ir a la compra, enviar una carta, dar de alta una cuenta bancaria y, de paso, saludar a alguna amiga.

Pero es una habilidad que, de un tiempo a esta parte, estoy empezando a ver como inútil, es más, como contraproducente, pues me obliga a pensar, a posteriori, en la realización de algún ejercicio complementario fruto de no haber realizado el más mínimo esfuerzo (bueno, el mínimo sí). Así, tengo que pensar en un ejercicio físico como ir a un gimnasio o una piscina o, incluso, salir a caminar ex-profeso, porque en mi día a día soy perfectamente capaz de reducir mis caminadas al mínimo (y menos mal que carezco de medio de transporte individual más o menos motorizado).

Así que he decidido comenzar a ser parcialmente ineficaz. Ayer fui a por una medicina para una amiga y, después, volví a casa, para enviarla en un sobre que no había cogido y llevado conmigo, así que tuve la oportunidad de subir las escaleras (ahorrar en ascensor, luz y carencia de ejercicio físico). Luego rellené la carta y fui a enviarla, junto con un DVD y, aproveché para ir a la frutería. Podía haber vuelto a casa entre ambas actividades, pero la ineficacia es una gran consumidora de tiempo y no me dejaría hacer nada más… aunque… eso ya lo sabíamos.

Me cuesta tanto ser ineficaz, tengo tan interiorizado el actuar pre-pensando, que opero maquinalmente, casi como un algoritmo optimizador… tan poco humanamente… o no?

Y todo el tiempo recuerdo las imágenes de la maravillosa y sorprendente e-Wally, en la que los ciudadanos van de acá para allá en un cochecito que tiene todo lo que necesitan al alcance, literal, de su mano, con lo que engordan, engordan, engordan…

Y poco a poco me he ido convirtiendo en uno de ellos.

Voy a probar a subvertir el proceso. Al menos en verano, al menos en la época en la que caminar se hace más difícil por causas ajenas a mi voluntad… (por decirlo así).

Voy a echar al correo una carta que podrían venir a recoger con una llamada. De paso, es posible que me dé un paseo hasta el parque de El Retiro.

Y mañana… ya veremos.

Los nuevos gastos

Cada día me planteo
si merece la pena gastar
dinero en cosas tan absurdas
como un hosting
o una conexión ADSL
o una subscripción a una guía de televisión interactiva
que cada día
además
funciona peor
o una línea de telefonía fija que apenas uso
o una línea de telefonía móvil que casi no me aporta
ingresos
y sí
gastos
pero sigo moviéndome hacia delante
como si esa huida de la reflexión sobre el gasto
innecesario
no fuese necesaria
y fuese necesario
sin embargo
gastar
gastar
gastar
gastar
para
vivir.

Lo Neutro (I)

Ayer terminé de leer saboreando durante largo tiempo el libro «lo neutro» de Roland Barthes.

Se puede conseguir un ejemplar eBook o en papel, aunque es más caro. Seguro que hay otros lugares donde conseguirlo, porque creo que en Casa del libro está agotado.

Sinopsis

Esta obra comprende las notas de cursos y seminarios dictados por el autor en el collège de france en el periodo 1977-1978, en el anterior volumen, cómo vivir juntos. Simulaciones novelescas de algunos espacios cotidianos presenta el trabajo realizado durante el primer ciclo (1976-1977) e incluye dos seminarios. El autor asume la intención de hablar sobre la incógnita que siempre lo había desvelado, lo neutro, o mejor, el “deseo de lo neutro”, como pliegue íntimo y como categoría mayor que desestabiliza todas las categorías y todos los sistemas; lo neutro como llave maestra, como principio crítico, peligroso y desquiciante, una promesa nunca cumplida de la novedad más radical, aquella que permite liberar al pensamiento de su costumbre y de su condena clasificatoria. Este seminario es el más sutilmente marcado por la autobiografía personal e intelectual.

Es enjundioso y, por momentos, puede hasta parecer pedante. Pero ha sido una de las lecturas más interesantes que siento haber leído en los últimos años.

De cuando en cuando, iré escribiendo pequeños textos que me parecen especialmente significativos, aunque sin el contexto apropiado pierden gran parte de su valor.

De Banchot cita: «No pido que se suprima la fatiga. Pido ser conducido a una región donde sea posible estar fatigado» – > Fatiga = reivindicación agotadora del cuerpo individual que pide el derecho a descanso social. […] Cada uno debería hacer inventario de sus fatigas. […]

El mundo actual está lleno de ellas (intervenciones, manifiestos, firmas, etc) y es por eso que resulta agotador: dificultad de flotar, de cambiar de lugar. (Sin embargo, flotar, es decir, vivir un espacio sin fijarse en un lugar = actitud del cuerpo más descansada: baño, barco…)

Mineros

[youtube_sc url=http://youtu.be/pWd35SMlVSA]

Letra de Antonio Molina

Yo no maldigo mi suerte porque minero nací
y aunque me ronde la muerte no tengo miedo a morir
no me da envidia el dinero porque de orgullo me llena
ser el mejor barrenero de toda Sierra Morena
de toda Sierra Morena.
Bajo a la mina cantando porque sé que en el altar
mi mare queda rezando por el hijo que se va
y cuando siento una pena
lanzo al viento mi cantar.

Soy minero, y templé mi corazón con pico y barrena
soy minero, y con caña, vino y ron me quito las penas
soy barrenero porque a mi nada me espanta
y solo quiero el sonido de una taranta
Compañero, dale al marro pa cantarle mientras al niño
que al compás, del marro quiero repetirle al mundo entero yo
Yo soy Minero

Compañero, dale al marro pa cantarle mientras al niño
que al compás del marro quiero repetirle al mundo entero yo
yo soy minero.

Con Modificaciones de Giusseppe Domínguez

Yo no maldigo mi suerte porque banquero nací
y aunque me ronde la muerte no tengo miedo a morir
no me da envidia el dinero porque de orgullo me llena
ser el mejor financiero de toda Sierra Morena
de toda Sierra Morena.
Bajo a mi banco cantando porque sé que en el altar
mi mare queda rezando por el hijo que se va
y cuando siento una pena
lanzo al viento mi cantar.

Soy banquero, y templé mi corazón con pico y barrena
soy banquero, y con caña, vino y ron me quito las penas
soy financiero porque a mí nada me espanta
y solo quiero el sonido de una taranta.
Compañero, dale al marro pa cantarle mientras al niño
que al compás, del marro quiero repetirle al mundo entero yo
Yo soy banquero.

Compañero, dale al marro pa cantarle mientras al niño
que al compás del marro quiero repetirle al mundo entero yo
yo soy banquero.

Y otro ejemplo dramático, esta vez con letra de Victor Manuel:
[audio:https://giusseppe.net/blog/wp-content/uploads/2012/07/11-La-planta-14.mp3|titles=Victor Manuel – En la planta 14]

En la planta catorce del pozo minero
de la tarde amarilla tres hombres no volvieron
hay sirenas, lamentos, acopasados aies
a la boca del pozo.

Dos mujeres de luto anhelando dos cuerpos
y una madre que rumia su agonía en silencio
es el tercero.

A las diez la luna clara
se refleja en las sortijas del Patrón recién llegado
con sombrero, gravedad y su aburrido gesto.
El ha sido el primero, vendrán gobernadores
alcaldes, ingenieros.
tratarán de calmar,
la presentida viuda que se muerde el pañuelo
no sabrán acercarse a la madre que les mira
con los ojos resecos.

A las doce el patrón mirara su reloj
los otros ya se fueron
y en un punto y aparte esbozará un fastidio
mientras piensa ¿pero donde están estos?

Ha llegado otro relevo de bomberos
y la una menos diez era la noche
el primero muerto
Sentados en el suelo, los mineros
se hacen cruces y reniegan de Dios
quién diría les pillara de sorpresa la tragedia repetida
a veces el más bravo se le queda
mirando fijamente al patrón
con dientes apretados
Y el patrón con sombrero,
tiene dos policías a su lado no hay cuidado

Tres horas lentas pasan
a la luz de las linternas asustadas
el cura con los ojos arrasados
al segundo le va uniendo sobre el pecho las manos
y un chaval de quince años
mientras llora impotente se abraza contra un árbol
y el chófer del patrón con su gorra de plato
se siente desplazado, es un hombre prudente,
bien domado.

El rocío ha calado hasta los huesos cuando sale el tercero
le recibe con sonrisa gris azul la madrugada
y con voces los mineros
mientras se abrazan todos y uno de ellos
el mas fiero por no irse al patrón
llora en el suelo.

Otra versión imposible:

En la planta catorce del pozo banquero
de la tarde amarilla tres hombres no volvieron
hay sirenas, lamentos, acopasados aies
a la boca del pozo.

Dos mujeres de luto anhelando dos cuerpos
y una madre que rumia su agonía en silencio
es el tercero.

A las diez la luna clara
se refleja en las sortijas del Patrón recién llegado
con sombrero, gravedad y su aburrido gesto.
El ha sido el primero, vendrán gobernadores
alcaldes, ingenieros.
tratarán de calmar,
la presentida viuda que se muerde el pañuelo
no sabrán acercarse a la madre que les mira
con los ojos resecos.

A las doce el patrón mirara su reloj
los otros ya se fueron
y en un punto y aparte esbozará un fastidio
mientras piensa ¿pero donde están estos?

Ha llegado otro relevo de bomberos
y la una menos diez era la noche
el primero muerto
Sentados en el suelo, los banqueros
se hacen cruces y reniegan de Dios
quién diría les pillara de sorpresa la tragedia repetida
a veces el más bravo se le queda
mirando fijamente al patrón
con dientes apretados
Y el patrón con sombrero,
tiene dos policías a su lado no hay cuidado

Tres horas lentas pasan
a la luz de las linternas asustadas
el cura con los ojos arrasados
al segundo le va uniendo sobre el pecho las manos
y un chaval de quince años
mientras llora impotente se abraza contra un árbol
y el chófer del patrón con su gorra de plato
se siente desplazado, es un hombre prudente,
bien domado.

El rocío ha calado hasta los huesos cuando sale el tercero
le recibe con sonrisa gris azul la madrugada
y con voces los banqueros
mientras se abrazan todos y uno de ellos
el mas fiero por no irse al patrón
llora en el suelo.

Identidad virtual

Personalizamos y nos identificamos con dispositivos, como cuando decimos que me he quedado sin batería como si mi móvil fuese todo mi yo, como si realmente tuviese o tuviésemos (pasar de plural a singular es para disminuir la omnipresencia de mi ego) una batería química que se carga y se descarga aunque no queda nada claro de qué manera se almacena esa carga (presumiblemente) energética.

Nos cargamos en vacaciones, nos descargamos en el trabajo y, alguna vez y es más grave, con algunos amigos nos descargamos…

Decimos estar sin conexión o frases como no tengo cobertura (y no de la seguridad social) como si uno de nuestros dispositivos encargados de conectarnos o cubrirnos no lo estuviese haciendo, pero ¿a qué nos conectamos?

Y entonces surge lo sorprendente: respondemos que nos conectamos a Internet o a una red de telefonía móvil y nos olvidamos de que eso es solo el medio y no el fin: ¿a qué deseamos conectarnos? ¿a otros dispositivos o a otros seres humanos?

Confundimos el medio con el fin (en temas económicos es aun más obvio y dañino) y lo peor es que acabamos olvidando el fin, nos quedamos sin objetivo y nos agobia que no funcione el medio hasta que, habida cuenta del error mencionado, nos sentimos aislados, solos, inconexos.

Pero no lo estamos: basta con mirar a los ojos a quien tienes cerca para darse cuenta de que, con la verdadera conexión, es imposible desconectarse del mundo.

Burka

Sé que se supone que es un signo cultural, una manifestación de la expresión de una religión… pero no lo soporto. No me gusta nada ver a una mujer (asumo que es tal) enfundada en uno de estos vestidos castradores, limitadores del acceso a la belleza natural de su cuerpo.

Me da igual no ser tolerante en esta cuestión. Cada día me gusta menos ver la desigualdad sexual que discrimina en tantos y tantos aspectos a la mujer frente al hombre, pero esta forma tan manifiesta de sumisión, de segregación, me parece despreciable.

No puedo aguantarlo.

El otro día, el sábado, Carmen y yo estábamos tomándonos un delicioso kebab en un bar-restaurante posiblemente turco de la plaza de Ópera cuando se acercó y entró una mujer (asumo que era tal) acompañada hasta decir custodiada por un grupo de 3 hombres que la flanqueaban bajo la negritud infinita de esa maldita prenda.

No podía dejar de mirarla. No podía dejar de sentir que se estaba cometiendo un atentado delante de mis narices y que yo no estaba haciendo nada por evitarlo. No quería seguir allí y trataba, no obstante, de intentar comprenderlo, buscar una razón para tolerarlo, para admitirlo… pero no la encuentro. No la puedo encontrar. Y ya no deseo hacerlo.

No se trata, tampoco, de decir que se vayan a su tierra… pues para mí esto no tiene mucho sentido, podría ser española, ser fan de la roja… y aun así, me daría igual, no lo soporto. No es su nacionalidad (que no sé) ni su religión, sino la sumisión que supone, la aceptación de la desigualdad como algo inherente al ser humano y su distribución en géneros, donde uno de ellos queda completamente invisible… opacado por el negro más negro que concebirse pueda.

Por más que intento divertirme imaginando que es un lugar perfecto para un transexual que no desee salir del armario, o para un hombre que desee ser ignorado, o para cualquiera que desee mantener un anonimato oscuro, por más que piense en la poca imaginación que deben tener los que aducen que, de este modo, se reduce la sugestión carnal, la seducción por los encantos naturales de la mujer… yo pienso, al contrario, en ricos encajes y otros aperos fetichistas bajo la carcasa muerta.

He llegado a concebir hasta desear diseñar un burka que no deje ver el pelo, que no deje ver la piel… pero que los 2 agujeros que tenga sean sádicos en un sentido literario de la palabra.

Pero, por más que lo intento, no dejo de ver un problema, no ya de integración, sino de violencia y sometimiento, de esclavitud, de agresión… más o menos consentida, pero agresión, discriminación, violación de derechos… No deseo soportarlo.

¿Significa esto que creo que en la sociedad occidental (cultura occidental: vinculada a la evolución del cristianismo, atravesado del laicismo ilustrado, aunque en menor medida de lo que yo desearía) no hay discriminación?

En absoluto. También hay discriminación, hay sumisiones, hay violencia de género… pero la medida es diferente y, además, se tiende a ver como una cuestión a reducir… o eso espero.

¿Es esto un problema de integración cultural?

Bufff… ¡pues no nos queda nada!

Propósito


Ayer encontré esta imagen en el muro de FaceBook de mi conocida/amiga Nuria Moreno y mantuve con ella el siguiente diálogo:

Giusseppe Domínguez Qué claro queda lo que vengo haciendo desde hace décadas!!!

Nuria Moreno jajaj, qué profeta!!! :))

Giusseppe Domínguez No hago más que mirarlo pensando que lo que no queda demostrado es que realmente intersecten los cuatro conjuntos…

Nuria Moreno pero Giuppe! si lo tenías clarísimo desde hace décadas…a ver explícate… (…la mente siempre haciendo difícil lo fácil… ) Para mí, misión, vocación, pasión y propósito son prácticamente iguales… y tiene que ver con el don que me satisface desarrollar y ejercer, y que los demás necesitan…

Giusseppe Domínguez Es una búsqueda de horizonte, una vida utópica… pero lograr que me paguen por lo que amo, que lo que hago bien tenga algo que ver con lo que el mundo necesita… no sé si tienen una intersección no nula. Voy haciéndolo forzando a los conjuntos a crecer, a ampliarse hasta encontrar ese deseado solapamiento. Pero no creo haberlo logrado completamente por el momento.

Nuria Moreno bueno… hay personas que no cobran por lo que hacen bien y los demás necesitamos o admiramos o disfrutamos. Tal es su generosidad o su falta de confianza, según se mire… de lo necesario o beneficioso que es lo que hacen. Pero seguro que les viene de vuelta…y si no se materializa, en bienes materiales, en este mundo de materia en que vivimos… en donde se queda entonces? en el mundo de las ideas? en lo meramente utópico? El ARTE ELEVA, EL ARTE si no sana no es arte, y todo lo que crea y sale del corazón es ARTE. El mundo necesita el arte. El arte de cada uno y el arte de todos, porque todos somos creativos y todos necesitamos desarrollar y manifestar nuestro potencial para ser felices. :))) por qué no defender eso que sabemos hacer bien con un precio, por qué no ponerle un valor, o aceptarlo cuando llega? quizás tenemos demasiadas creencias erróneas con respecto a esto…o demasiado miedo, o no nos acabamos de valorar lo suficiente… bueno, no se si va por ahí tu comentario…aquí va lo que a mí me inspira…

Pero luego sentí que tenía que esforzarme más en realizar mis razonamientos, mostrándolos con imágenes, como últimamente parece estar en boga desde el auge de estas redes sociales en las que las imágenes se han comido los argumentos.

Necesitaba hacer un dibujito en el que los cuatro conjuntos estuviesen en diversas disposiciones, como por ejemplo, completamente disconexos, completamente intersectados, en el caso de que coincidiesen todos y cada uno… voy a perder un rato de mi tiempo haciéndolo… (otro día, que hoy se me ha atragantado el uso del GIMP y el Inkscape)

Conjuntos:
A :: Lo que amas
B :: Lo que haces bien
C :: Lo que el mundo necesita
D :: Por lo que te van a pagar

A ∩ B :: Pasión
A ∩ C :: Misión
B ∩ D :: Profesión
C ∩ D :: Vocación

Como corolario, se propone que el propósito ha de ser
A ∩ B ∩ C ∩ D :: Propósito

Parece obvio y, como le dije a Nuria, llevo mi vida intentándolo, intentando hacer que estos conjuntos tengan una intersección no nula. Quizá uno a uno y no todos a la vez… pero es el dibujo que más claramente ha dibujado el plan de mi vida de cuantos me he encontrado nunca.

Aun así, yo me estoy preguntando desde ayer algunas cosas al respecto de este diagrama de Venn:

¿Qué conjunto es A ∩ D?
¿Qué conjunto es B ∩ C?
¿Por qué (A y D) o (B y C) están en extremos opuestos del dibujo?
¿Es lo más difícil que te paguen por lo que amas o que ames aquello por lo que te pagan?
¿E igualmente lo que haces bien está tan reñido con lo que el mundo necesita?

¿Qué ocurriría si A ∩ B = A (=B)?
¿Qué ocurriría si A ∩ C = A (=C)?
¿Qué ocurriría si B ∩ D = B (=D)?
¿Qué ocurriría si C ∩ D = C (=D)?

Más aún, ¿qué ocurriría si otras intersecciones de triadas de conjuntos fuesen el conjunto total? o en el caso extremo, ¿si la intersección de todos ellos fuese el conjunto total o el conjunto vacío?

¿Qué ocurriría si A ∩ B = ??
¿Qué ocurriría si A ∩ C = ??
¿Qué ocurriría si B ∩ D = ??
¿Qué ocurriría si C ∩ D = ??

Igualmente para los no planteados (A ∩ D) o (B ∩ C). Y las múltiples triadas. Combinaciones de 4 elementos tomados de 3 en tres.

Hay muchas disposiciones posibles de estos cuatro elementos topológicos, hay realmente muchos subconjuntos derivables de las diferentes combinaciones posibles. Son combinaciones sin repetición de cuatro elementos, tomados, de 1 en 1, de 2 en 2, de 3 en 3 y de 4 en 4.

Se pueden calcular con la fórmula siguiente:

En el esquema básico del dibujo, no nos dan nombres para los conjuntos siguientes:

A ∩ B ∩ C :: Entre Pasión y Misión
A ∩ B ∩ D :: Entre Pasión y Profesión
A ∩ C ∩ D :: Entre Misión y Vocación
B ∩ C ∩ D :: Entre Profesión y Vocación

Me gustaría tener más tiempo para poder juguetear con dibujos hechos en una herramienta que permita dinamizar los conjuntos y sus relaciones. Creo que sería una herramienta muy útil para saber en qué momento vital estamos, qué necesitamos, que deseamos… cómo somos… una gran herramienta de eso que se ha venido en llamar personal coaching… pero que es un poco de sentido común desarrollado con alguna parafernalia matemática que debería estar siempre formando la base de nuestra concepción del mundo, ayudándonos a comprenderlo, a comprendernos, a explicarnos…

De momento, he pasado un grato rato jugueteando con los conjuntitos, sin tener en cuenta la posibilidad de que los conjuntos pudieran ser algo más complejos, como fractales, o, simplemente, disjuntos, no simples círculos… ¡ay, cuánto añoro la topología!

El monopolio y el bipartidismo

Oigo hablar desde muchos ángulos criticando el bipartidismo PP-PSOE que, efectivamente, no es ni siquiera muy bi (de 2) partidismo, puesto que a penas se diferencian. Algunos amigos y algunas amigas lo critican como causa de que la democracia no esté representando con verosimilitud una pluralidad mucho mayor en lo directo, en las diferencias que, realmente, existen.

Pero yo me pregunto porqué no se cuestionan estas mismas cosas cuando confunden Internet con Google, cuando confunden sistema operativo con windows, red social con FaceBook-Twitter, web con internet, blog con web…

Quizá es un problema de buscar simplezas, respuestas simples ante mundos complejos, mundos que, gracias a su complejidad, nos dotaban por primera vez en la historia de herramientas que podrían hacernos ser más libres, más poderosos, más hábiles.

Pero requieren esfuerzo, requieren luchar un rato a la contra, como contra el bipartidismo, ese tan falso que no, que no, que no nos representa…

Voy a aclarar un par de cosas:

Internet es una red pública basada en un protocolo de comunicaciones (IP) que lo único que hace (simplificando) es asignar un número a un dispositivo, habitualmente un ordenador. Que la gestión de muchos de sus competencias, como la asignación territorial de esos números o la conversión de los mismos a nombres sea privada no significa que la red sea privada. Que haya redes privadas que utilicen ese mismo protocolo asignando números con esos mismos formatos, no significa que internet sea privada.

Pero, sobre todo: Internet no es la web.

La web, lo que la gente llama la web, es un conjunto de servidores que operan atendiendo un protocolo (HTTP) de la familia de protocolos TCP/IP. Así, podríamos decir (simplificando) que la web está incluida en internet, pero no al revés. Esto significa que no deberíamos dejarnos caer en la simpleza monopartidista de pensar que en Internet solo hay web. Hay otros muchos protocolos que se usan para cosas tremendamente útiles, como POP/SMTP, FTP, varios VoIP…

Y esta simpleza se lleva aún más lejos y más peligrosamente cuando se asocia Internet (ya simplificada a solo web!) a una empresa, como es el caso de lo que está consiguiendo Google. Hasta llegar a afirmarse que si algo no está en google… Google no es Internet: Google es un servidor de los servicios web.

Pero bueno!!!! Google es (entre otras cosas) un servicio de búsqueda en la web, es decir, está incluido en un gigantesco maremagnum de servidores web, dentro de los cuales no es más que uno más, un servidor avanzado, un buscador, un portal de búsquedas y servidor de correo electrónico asociado, pero no es y no deberíamos decir que es Internet. Y pedir que me borren de google no es pedir que me borren de internet… ¿se entiende?

Me encuentro cada día más gente que busca todo, incluso lo que sabe dónde está, en google… haciendo de esta herramienta la llave para acceder a Internet. ¿Nadie es consciente del peligro de dar esta llave de algo público a una empresa privada?

El correo electrónico de la inmensa mayoría de la gente es de google (gmail) o microsoft (hotmail) y a nadie parece preocuparle mucho: es como si el planeta entero fuese bipartidista. Y esto es mucho más grave que la mierdita PPSOE que solo afecta a españa.

Y qué decir de los famosos servicios de redes sociales, como FaceBook o Twitter, que desean eclipsar a las otras dos empresitas mencionadas anteriormente. Una red social no es Face o Twt… este invento de las redes sociales no es más que un servidor web con una base de datos muy sofisticada, poco más que un servidor web con un gestor personalizado de contenidos, esa herramienta orwelliana que hace las maravillas de estados que deseen saber detalles íntimos de sus ciudadanos por voluntad propia.

Pero no me preocupa, de nuevo, qué cosa sean, sino que solo haya 2 o 3 famosas usadas por una enorme cantidad de la población mundial. Y son privadas. Son 2 empresas privadas.

Y qué decir del mundo de los sistemas operativos donde Windows ha conseguido una cuota del mercado de más del 80%. Y junto con MacOS, casi llega al 95% de los sistemas operativos de personal computers, alias PCs.

Y son otras 2 empresitas… las que representan el uso operativo de los ordenadores del mundo entero. Así que lo del bipartidismo PPSOE sigue palideciendo hasta parecer insignificante.

¿Por qué tenemos esa necesidad de homogeneizar?

Es cierto que se mejoran las cosas si se pueden hacer compatibles, especialmente en lo tecnológico, pero se podrían fabricar estándares compatibles que puedan ser usados por varios (colectivos, empresas, organismos), como ocurre con la tecnología IP, o el protocolo de comunicaciones HTTP, sobre los que es fácil desarrollar múltiples navegadores, por ejemplo, que repartirse la cuota de mercado, pero incluso así, la gente desea reconocer siempre el mismo entorno, encontrarse siempre ante las mismas formas, así que para qué cambiar.

Pues aunque solo sea por eso, por obligar al mundo a ser un lugar un poco más complejo, más diverso, donde la diferencia no sea solo algo superficial a eliminar o minimizar, sino algo a recuperar como un valor, un bien, un pro y no una contra, una dimensión a explorar en lugar de verla como un obstáculo a superar.

No creo que con este pequeño artículo haya profundizado sobre la raíz del problema de esa necesidad de homogeneizarse, de ese sentirse usando lo mismo que los demás, pero sí espero haber sido capaz de hacer entender que a aquellos que nos preocupa la falta de representación por un sistema bipartidista sean capaces de entender que deben aplicarse a des-simplificar sus vidas en muchos otros frentes.

De esa acción autocrítica nacerá una mayor comprensión de aquellos que adoran los sistemas bi o mono partidistas.

¿o no?

Tío Pepe

Que lo quiten, que lo quiten…

Dicen por ahí que el cartel del Tío Pepe es un símbolo de Madrid, de los madrileños y ni siquiera pienso desmentirlo, pero quizá sí cambiar el tiempo verbal: fue.

Era un símbolo del Madrid de la diversión basada en un bar (-eto) en el que mojarse el gaznate con un manzanilla baratito, mientras se fumaba un cigarrito con un bocata de calamares más o menos grasiento.

Hoy encuentro un Madrid bien distinto, donde la diversión se basa en locales (de diseño) cool que abren sus puertas con seguratas en las que consumir un cóctel más o menos luminoso acompañado de una minitosta de paté de ricacholuá con mermelada de pastiche caramelizando una pieza de sandía de la Martinica, midiendo todo ello la friolera de 2 centimetros cúbicos, todo light, todo guay, todo koooooool, todo i-Pollas.

En este Madrid que veo cada día, vintage (=falso), new age, hipertecnológico, no veo otro símbolo mejor que una manzanita blanca de esas del difunto Jobs.

Y si no nos gusta, quizá deberíamos pensar en qué tipo de madrileños (y madrileñas) queremos ser. Es momento, como todos, para la reflexión… y, de paso, por qué no un poco para la lírica…

Esto no es una broma