Creatividad de un anuncio de Viagra

V      C      L

I      I      E

A      A      V

G      L      I

R      I      T

A      S      R

              A

$1.29/pill $1.58/pill $2.81/pill

Hoy me ha sorprendido la creatividad de los anuncios de Spam. Sí, parece mentira poder encontrarse algo próximo a la poesía visual en una publicidad de este tipo. Pero bueno, si me paro a recordar, ya me había llamado la atención las diferentes formas que tienen de saltarse las restricciones de los filtros antispam modificando letras por números y otras que seguro que conocemos.
La creatividad utilizada con una finalidad poco poética no es quizá lo que más me gusta, por no decir que no me interesa mucho, pero lo que sí puedo decir es que es creativa. Perogrulladas aparte, la dificultad que ha supuesto para estas campañas los filtros holísticos ha demostrado no ser invulnerable. Es una guerra sin final entre el no y el sí.
Siempre es la misma guerra. Parece.
No es un poema. Es sólo un ingenioso anuncio de pastillas. Utiliza los hallazgos de la poesía tipográfica o concreta. Esto, al menos, demuestra que hay hallazgos, casi podríamos hablar de progreso, en poesía: ¿La convierte esto en una ciencia o una técnica?
Desde hace tiempo me planteo la necesidad de permanecer en un eterno lugar de experimentación, de búsqueda sin objetivo, una actitud, como diría Rafael Lamata o Isidoro Valcárcel Medina, más que un acto. Esta búsqueda me hace sentir en ocasiones una especie de dispersión, de labrar selvas, de avanzar por caminos trillados o intentar construir puentes en acantilados del océano. Es una búsqueda poco eficaz, asociada al fracaso (tal como se entiende habitualmente el éxito) pero desde luego alejadísima de la frustración, de la castración, de la autocensura.
Si algo me sobrecoge personalmente de la actitud creativa es la libertad. La libertad absoluta y ejercida. La libertad es para mí la base de la humanidad. Ya lo he contado hace un par de días en la entrada referente a la pareja y la libertad. La libertad hace al hombre estar vivo, la libertad hace que la vida merezca la pena ser vivida, la libertad es lo que ha de ser buscado y ejercido en esa búsqueda, la libertad es algo no por definir, sino por vivir, por hacer, por crear. La libertad es una creación y la creación, cuando es libre, es poesía.
Sebastián Arce y Mariana Montes son creativos: Crean. Me interesa. No su habilidad técnica, más o menos imitable, incluso programable. Su capacidad para renegar de su pasado, para inventar su futuro y con ello el de los que les desean seguir me interesa. Son creadores de tendencias, pero las tendencias son otra cosa, son algo comercial o, cuando menos, basado en la popularidad, el prestigio, el marketing. La creación de tendencias me parece digna, pero lo que realmente me interesa es la creación: se sienten libres y lo de-muestran. A pesar de que este señor no me cae muy bien, respeto su trabajo y admiro su libertad creativa. De hecho, echo de menos que esta actitud no prolifere. Pero claro, la realidad, que no es sólo un bar, hace que nos sintamos incapaces de ser libres, incapaces de creer en nuestras creaciones, en nuestra voluntad libre y acabamos imitándoles, creyendo que creamos: craso error. Pero… ¿qué nos impide ser libres? ¿qué nos impide ser creativos?
El miedo.
Pero eso es otro tema.

La humanidad y las lenguas

He estado leyendo sobre la expansión bantú.
Todo ha empezado por mi interés por la paleontología lingüística que se remonta a mi interés por el origen del euskera. No podía comprender que hubiera un límite al conocimiento, como el no saber a ciencia cierta la filiación de un idioma vivo. Esto me recuerda lo hiriente que me resultó en su día la comprensión del principio de incertidumbre de Heissemberg. Pero quizá esto requerirá otra entrada en este recién nacido blog más adelante.
El caso es que, sabiendo de su existencia desde hace más de 3000 años, no se ha podido aún determinar su parentesco con otras lenguas del planeta. ¿Cómo se puede no saber algo así? ¿De dónde procede este límite al conocimiento?
Cuando empecé a estudiarlo, me di cuenta de una obviedad que nunca antes había pensado: el registro de las lenguas de manera “histórica” tiene su origen en la escritura, propia o ajena (mención aparte requieren casos tan especiales como el japonés, de tardía escritura y origen tan antiguo como desconocido). Es decir, antes de, pongamos por exceso, 6000 años, no hay forma de saber qué se hablaba dónde. Sólo cabe especular.
Repito: era una obviedad, pero no me había parado a pensar en lo importante de la escritura hasta ese momento. Más o menos por la misma época comprendí la relevancia del lenguaje en el progreso técnico de la humanidad: sin lenguaje, no habría herencia cultural. Otra obviedad notoria.
Con mi interés por el origen de las lenguas, procedí, por mi cuenta, a buscar información y compilarla de las distintas familias lingüísticas del planeta. Las que hay y las que puede que hubiese habido. Cómo no, comencé por la familia Indouropea. Esto acabó siendo un trabajo un tanto hercúleo y, por otro lado, tenía la sensación de estar inventando la rueda. Ya hay gente más preparada que yo que ha pasado por estos mismos sitios, buscando lo mismo y creando archivos más o menos interesantes al respecto: remito sin pensármelo a la wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Familias_de_lenguas) y a una web que encontré especializada en este mismo tema (http://proel.org/index.php?pagina=mundo). A su vez, le debo cierto agradecimiento a una copia del MicroSoft Encarta que utilizaba; en particular, la herramienta del “investigador”, me resultó muy útil para la clasificación de cada uno de los subgrupos de lenguas indoeuropeas.
Pronto oí hablar del proto-indoeuropeo y, lo que me llamó mucho la atención, ingenua siempre, observé el vínculo entre los estudiosos de las lenguas y la historia con el racismo. Del indoeuropeísmo se pasa pronto a hablar de raza aria y luego… Bien es verdad que parece que la única (o una de las más potentes) forma de afrontar esta limitación de conocimiento que supone la no existencia de testimonios históricos es lanzarse a investigaciones genéticas y, de ahí, rápidamente a la sustentación de la idea de las diferencias raciales asociándolas a diferencias culturales. Si mezclamos esto con el eurocentrismo imperante desde el SXV en la civilización occidental, tenemos un inmediato auge de la justificación del racismo.
Volviendo a los bantúes, he estado viendo cómo se desplazaron, colonizando (no es un proceso sólo europeo) e invadiendo las zonas del sur de áfrica, por supuesto, compitiendo cuando no eliminando las preexistentes razas o culturas. Su evolución puede verse en http://es.wikipedia.org/wiki/Bant%C3%BA muy gráficamente.
Después me ha llamado la atención cómo se pasaron a denominar bantustán a las regiones falsamente independientes que se usaban como lugares de apartamiento de las personas de razas no europeas durante el aparthaid sudafricano. La palabra bantustán está compuesta de un morfema bantú (gente) y de un morfema farsi o persa, stán, que significa tierra de. Es curiosa una composición entre una palabra de una familia lingüística y otra tan alejadas como la Níger-Congo y la Indoeuropea.
Parece ser que ahora se está empezando a usar la palabra bantustán como sinónimo de estas prácticas segregacionistas, por ejemplo en lugares como Palestina. Lo que me resulta curioso del tema es que esta palabra sea fruto de una colonización y al mismo tiempo dé fe de la globalización que acarrea.
En 1905, los bantúes fueron sistemáticamete exterminados en lo que se conoce como el primer holocausto del SXX. Un militar alemán (Lothar von Trotha) se encargó del genocidio de decenas de miles de personas en lo que entonces se conocía como el África Occidental Alemán, algo así como la actual región de Namibia. En el S XXI, algunos de los descendientes de este hombre, fueron a disculparse ante los descendientes de los supervivientes. Durante aquel crimen, se afirmó que no tenían derecho a los básicos cubiertos en los tratados internacionales porque no eran humanos, sino sub-humanos.
¿Quién puede decidir quién es humano?

Pareja en Libertad

Carmen está en Zaragoza en un encuentro de Tango. Fue gracioso cuando ayer su madre le preguntó al respecto: ¿Y Giuppe qué opina de eso?. Desde detrás de la silla negra nueva de dirección que nos hemos comprado para nuestra casa oficina, contesté, entre humorístico y enfurecido: ¡Mi mujer es libre de hacer lo que quiera!
Carmen se había comenzado a disculpar diciendo que era parte de su trabajo, que debía hacerlo para mantenerse al día, pero a mí me hirvió la sangre pensando cómo tantas y tantas parejas están juntas y cercenan sus libertades por el beneplácito de “la pareja”.
Y, finalmente, ninguna de las dos partes integrantes de la misma son felices, aunque la pareja, eso sí, puede llegar a ser eterna.
Nunca he sido una persona que considere que la pareja sea algo sacrosanto: es más, opino que la mejor situación posible del ser humano es la soledad, pero una soledad elegida, una soledad relacionada, vinculada a amigos, familia (aunque esa distinción da para otro largo soliloquio) y conocidos o, incluso, gente por conocer. Sin embargo, aumenta la tendencia a adoptar parejas más allá del hecho de las incompatibilidades, más allá del hecho de que quizá no se sea feliz a su lado, incluso, se está dispuesto a sacrificar el enamoramiento, esa pasión tan occidental que establece nuestras relaciones amorosas como si fuera la mejor manera de establecerlas.
He oído debates en los que siempre se critican las costumbres de acordar matrimonios (bien es verdad que suele ser muy discriminatorio para las mujeres) pero si en nuestra cultura está tan bien valorado el criterio de elegir pareja mediante el enamoramiento, ¿cómo puede entenderse que, después de un tiempo, la inmensa mayoría de las parejas admitan no estar enamoradas y, aun más, seguir juntos casi por una inercia cargada de costumbres y obligaciones?
Carmen es y será libre de hacer lo que quiera; pero no solo porque yo lo conceda, sino porque en realidad siempre lo es y lo será, le guste o no (referencia a Sartre y su sentencia “El hombre está obligado a ser libre”).
¿No hay límites en esa libertad?
La fidelidad es un artificio, una convención, que viene a asegurarnos que, en algún lugar, somos únicos, somos dueños de algo, pero ese algo no es la persona con la que estamos, es exclusivamente su posibilidad de realizar actos sexuales con otras personas ajenas a la pareja.
Bueno, supongo que nunca he entendido muy bien esto de la fidelidad. Es más, siempre me he declarado infiel por voluntad propia. Infiel, por supuesto, dispuesto a ser infidelizado.
Nunca he entendido la exclusividad, en ningún asunto, ni entiendo a qué se refiere esto de “acto”, ni lo de “sexual”, ni personas, ni ajenas, ni pareja. Para mí, todas estas palabras son dinámicas, son interpretables, abiertas y se usan para intentar acotar el significado de una palabra: fidelidad.
¿Me preocupa que Carmen me sea infiel en Zaragoza? Quizá mi subconsciente me está jugando una mala pasada y me hace hablar y pensar en ello. Quizá sea una represión consciente, racional, de unos miedos irracionales. Puede ser, pero también es importante pensar si debemos ser irracionales porque estamos enamorados o podemos manejar ambos hemisferios del cerebro: racionales e irracionales para ser más reales. (Referencia a los conjuntos de números)
Pero, siguiendo con esta pequeña idea de los números, ¿qué ocurre con lo imaginario, con lo irreal, lo soñado, las fantasías? Para mí es más de lo mismo: libertad absoluta, sin cortapisas: si se masturba soñando con otro, qué le vamos a hacer: espero que disfrute. Si me masturbo pensando con otra (no dije soñando, pero es que no suelo recordar mis sueños), espero que lo comprenda. El pensamiento es y debes ser libre. Libre absolutamente puesto que es lo que nos hace ser personas. Un pensamiento autocensurado es un pensamiento moribundo, por no decir muerto.
Y si de esos pensamientos o sueños o fantasías, hago partícipe a mi querida Carmen y ella decide hacerlos públicos, ¿no es algo acaso peor que la libertad? Claro, quizá ella (podría haberse hecho la misma pregunta cambiando los géneros) se consideraría libre para hacerlo, para divulgar la intimidad de uno de los integrantes de la pareja.
Estoy casi a punto de llegar a la conclusión de que es una cuestión más estética que ética. ¿Cuál de las dos acciones me gusta más o me disgusta más?

Nacimiento del Blog

Aún no tengo claro porqué quiero un blog. No sé si será más o menos trabajo que lo que ahora hago cuidando los distintos blogs que mantenía en Blogspot. Pero será un trabajo más personal, al que tendré más cariño y, sobre todo, algo más libre que dependiendo de los deseos de una empresa como Google, con quien, no obstante, no tengo ningún contencioso.

Debate sobre la «city» de Madrid.

El Debate y la exposición se centró en torno al siguiente artículo publicado en El País y acompañado del plan que puede descargarse desde la web o desde el enlace del artículo que acompañamos:
http://www.elpais.com/articulo/economia/city/Madrid/marcha/elpepueco/20091105elpepueco_12/Tes
 

La ‘city’ de Madrid ya está en marcha
Aprobado el plan parcial de la operación Chamartín.- Cuatro torres serán diez pisos más altas que las de la antigua Ciudad Deportiva del Madrid
Daniel Verdú – El País, Madrid – 05/11/2009


El Ayuntamiento de Madrid ha presentado la aprobación del plan parcial de la llamada hasta ahora operación Chamartín. Tras 20 años de litigios, proyectos y demandas, el acuerdo llegó el pasado diciembre para desbloquear el embrollo. Ahora, el Ayuntamiento ha dado luz verde a lo que ha dado en llamar Prolongación de la Castellana. Una ciudad de negocios al norte de Madrid a imagen y semejanza de las que ya tienen Paris o Londres.
La city madrileña, que se extenderá a lo largo de 3.120.000 millones de metros cuadrados y estará terminada alrededor de 2023, pretende sacar las oficinas del centro de Madrid y absorberlas ahí. Para ello contará, entre otros edificios, con 20 iconos arquitectónicos en altura, de los cuales cuatro4 edificios serán de 60 plantas. Es decir, más altos que las cuatro torres de la antigua ciudad deportiva del Real Madrid.
La prolongación de la Castellana irá desde el Nudo Norte hasta la M-40, casi en el límite del término municipal de Madrid, a lo largo de un ámbito de 312 hectáreas. El proyecto se estructura en torno al gran eje vertebrador que es la nueva Castellana con una longitud de 2,6 kilómetros y una sección de 83 metros y dos bulevares arbolados de 13,5 metros de anchura.
La M-30 Norte
La prolongación de la Castellana y las actividades terciarias que se van a localizar en la zona se suman a proyectos ya en marcha en el entorno como las Cuatro Torres, el Centro Internacional de Convenciones, la futura sede del BBVA o el distrito C de Telefónica. Entre 20.000 y 25.000 puestos de trabajo anuales se generarán por la construcción desde 2011 y durante 12 años de la de la city madrileña, en la que trabajarán 88.000 personas y residirán otras 52.000. La inversión será de 11.100 millones de euros, de los que 4.300 corresponden a la urbanización e infraestructuras y 6.800 a la edificación.
El proyecto incluye la remodelación de la M-30 en el norte de la ciudad. La idea, que ya contemplaba el diseño original, es soterrar un by pass que vaya desde la avenida de la Ilustración hasta la avenida de Pío XII. Costaría unos 1.400 millones de euros y se pagaría con una caja común a la que tendrían que aportar dinero las constructoras y las diferentes administraciones involucradas en la operación.

La Cañada Real en el punto de mira de arquitectos y políticos

(Extraído de El País, 12 de Julio de 2009)


La situación de la Cañada Real Galiana ha sido obviada durante años: paraiso terrenal para unos, posibilidad de conseguir un pedazo de tierra para otros como si de una ciudad latinoamericana se tratase. La Cañada Real es un curioso experimento urbano azaroso: opulentos chalets se codean con edificaciones construidas originariamente en una noche, como en los poblados de chabolas de los setenta.

Por todo esto, la Cañada está de moda entre los arquitectos. Atractiva experiencia de crecimiento urbano no controlado. Foco de debate entre los profesionales de la construcción. Pero también objetivo de crítica de los partidos de la oposición e incómoda vergüenza para los gobernantes de la marca Madrid, de la futura ciudad olímpica.

Las noticias sobre una de las mayores aglomeraciones alegales se multiplican en los medios. Mientras las administraciones pertinentes buscan liberar al territorio madrileño de la zona enferma, amputarla, los arquitectos desarrollan todo su ingenio para cambiar el rumbo de la Cañada, aprovechando su potencial.

    Cinco décadas arrastrando un problema generado por un urbanismo a la deriva. 40.000 personas instaladas en una senda que un día fue ruta de la trashumancia. La inmigración y la pobreza extrema agarradas de la mano en unas 2.000 edificaciones, todas ellas ilegales. Cada mañana, españoles -gitanos y payos-, marroquíes, búlgaros, rumanos, croatas, bosnios y serbios se saludan por las calles del asentamiento, embarradas y sin alcantarillado. A pocos metros, junto a la incineradora de Valdemingómez, se erige el mayor hipermercado de la droga de España. En todo el asentamiento residen unos 1.000 niños sin escolarizar.

    Pero todo eso, por primera vez, tiene fecha de caducidad. No se sabe a qué precio ni cuándo. La ley cuyo borrador ha sido consensuado por todas las administraciones la semana pasada tiene ese espíritu. La desafectación de la zona como dominio público implica que los terrenos pasen a ser de los ayuntamientos. Y ahí cada municipio tiene la llave para transformar el infierno en un lugar habitable. Pero costará.

    De momento, el Ayuntamiento de Madrid ya ha dejado entrever su intención de convertir la senda en un parque lineal. Los terrenos colindantes, que hasta ahora no eran urbanizables, pasarían a serlo y se construirían ahí todo tipo de desarrollos: viviendas, empresas o equipamientos. Además, los moradores que demuestren que sólo tienen esa vivienda y que carecen de dinero para marcharse serán realojados.

Cinco arquitectos de lo más alto del panorama nacional proponen sus soluciones: Parque de la equidad (Andrés Jaque), Laboratorio de ciudad (Diego Barajas), Un lugar donde no hay lugar (José María Ezquiaga), Distintas realidades (Carlos Sánchez Casas), No hay una sola cañada (Ecosistema Urbano).

La utopía de transformar la Cañada
El País — Daniel Verdú — 12/07/2009

    Pero se abre un gran abanico de opciones para hacer urbanismo en la Cañada. Por eso, EL PAÍS ha preguntado a cinco urbanistas y arquitectos acerca de su impresión sobre el lugar y las posibilidades que tiene su transformación.

    «No existe una solución única. La Cañada está conformada por una sucesión de realidades demográficas, urbanas, sociales y ambientales diferentes que requieren soluciones distintas», opina el arquitecto Carlos Sánchez Casas.Esa opinión tiene también José María Ezquiaga, que asegura: «La transformación puede ser no sólo la oportunidad de regenerar un enclave socialmente deteriorado, sino también ocasión de mejorar las condiciones ambientales del entorno».

    Andrés Jaque se atreve a imaginar una suerte de parque de la equidad y propone que se amplifique el poder que tienen algunos líderes naturales de dicha comunidad para comandar los cambios.

    Se abre ahora el momento de aportar ideas. Los ayuntamientos tienen un año para aportar sus proyectos de ordenación y alcanzar un acuerdo social para las miles de familias que viven en la Cañada.

    Se aceptan sugerencias.

En ABC publican una noticia sobre los detalles técnicos del plan de legalización de los terrenos de la Cañada.

    Los ayuntamientos implicados en el desmantelamiento de la Cañada Real tendrá dos años como máximo para pactar los realojos de sus habitantes. Así lo fija el proyecto de ley que ayer se aprobó en el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid. Se trata, según reconoció ayer el vicepresidente regional, Ignacio González, de establecer un límite para que este problema no se eternice y acabe enquistándose.

    Transcurridos estos dos años, el Ejecutivo regional procederá a enajenar los terrenos afectados por la desafectación. El plazo comenzará a contar una vez que el proyecto de ley acordado por las administraciones se apruebe definitivamente en la Asamblea autonómica. Ayer, el Gobierno madrileño aprobó su remisión al Consejo Económico y Social. Presumiblemente, no será hasta septiembre cuando el documento pueda ser aprobado.

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Parque de la equidad

ANDRÉS JAQUE 12/07/2009

Igual que tenemos una isla para Ikea o Telefónica, tenemos una -menos visible- para yonquis y un Sector V para inmigrantes. La calidad de vida de toda la población es menor en ciudades que pacifican su centro, segregando parte de sus realidades a localizaciones poco visibles. El planeamiento nació para redistribuir la riqueza que la ciudad genera. Oslo -que ha reducido en gran medida la desigualdad social de sus tejidos- ofrece mayor calidad de vida que Río de Janeiro. La seguridad, la prosperidad y el capital social de una comunidad no dependen tanto de sus barrios ejemplares, como de que no sean tan diferentes de ellos sus barrios no tan ejemplares.

Existen 40.000 personas que deben ser normalizadas como ciudadanos

Madrid no puede conformarse con desplazar el proxenetismo a la Casa de Campo, ni el mercado de heroína al Poblado de Valdemingómez. Existen 40.000 personas en la Cañada Real que deben ser normalizadas como ciudadanos. A los hechos consumados los poderes públicos no deberían contestar con nuevos hechos consumados, sino con un proceso detallado y garantista. Propongo cuatro estrategias:

1) Contar con los protagonistas. Hay que implantar la legalidad en el uso del suelo y en la organización del día a día. Pero no es posible conseguirlo de la noche a la mañana, ni sin contar con los directamente afectados. Las demoliciones inmediatas desplazarían población marginal a nuevos barrios donde se reproduciría la misma situación. Un tejido social problemático debe implementarse allí donde al menos cuenta con una proto-organización. Detectando a los líderes locales que podrían ser sensibles a las ventajas de trabajar por el bien común, que podrían convertirse en el canal para negociar a pie de calle los pactos sociales al tiempo que se instalan las preocupaciones de la población en la mesa de los técnicos.

2) Construir la desocupación. Cualquier desocupación debe estar asistida. Separando delincuencia, pobreza y enfermedad. Cualquier desalojo debe sincronizarse con la habilitación de suelo de acogida en un entorno muy próximo y con fórmulas imaginativas para que sus inquilinos paguen por ellas: por ejemplo, autoconstrucción programada o mini-viviendas que podrán crecer a medida que el ahorro sea posible.

3) Equipar al tiempo que se realoja. Todo el proceso gana viabilidad económica y temporal si las edificaciones asociadas al realojo contienen las obras necesarias para la normalización infraestructural. Por ejemplo: edificios híbridos de pequeña escala (seis viviendas con una guardería) o edificios que hacen de muro de contención previniendo inundaciones.

4) Explotación del potencial. El sureste de Madrid contiene un potencial único en una comunidad que prácticamente ha agotado su suelo. Las vías ferroviarias, los vertederos o las canalizaciones de gas que antes estigmatizaban la zona podrían ser el material para construir un gran parque que mostrase las implicaciones medioambientales de nuestras acciones cotidianas. La posibilidad de imbricarlo en un tejido de testigos históricos -de las esclusas de Eiffel a las trincheras de la guerra civil- y un entorno natural singular, hacen del sureste la oportunidad para que Madrid use su urbanismo como herramienta de innovación social. Y en esto la reconversión de una población problemática en el germen de una comunidad, ocupada en el uso y vigilancia de un Parque Natural de Infraestructuras Transparentes, probablemente sería el primer modelo urbano de la era poscolonial.

Andrés Jaque dirige la oficina Andrés Jaque Arquitectos y la plataforma de pensamiento asociada Oficina de Innovación Política.

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Laboratorio de ciudad

DIEGO BARAJAS 12/07/2009

¿Y si pensamos en la Cañada no como un problema sino como laboratorio para repensar la ciudad en su conjunto? Frente a otras formas de urbanismo recientes, ¿qué alternativas subyacen en el urbanismo de un sector como la Cañada? ¿Qué formas de belleza inteligente están latentes en este lugar en parte generado a través de estructuras de auto organización comunal, construido por agregación de partes y no de grandes operaciones unitarias, y donde conviven múltiples formas de coexistencia interculturales? ¿Qué potencial hay en hechos como el de que la propiedad del suelo no sea privada?

Para aproximarnos a los posibles valores de este fragmento de ciudad, cuyo patrimonio más preciado reside quizás en muchas de sus formas de organización y socialización cotidianas, no son suficientes las herramientas y metodologías ortodoxas. Hace años, ante otro caso de sector degradado, esta vez en el barrio del Cartucho de Bogotá, decidimos que la forma más directa de investigar su realidad propositivamente era trabajando como urbanistas-peluqueros. Nuestra oficina y despacho de reuniones se convirtió en la única peluquería del Cartucho. Allí no sólo se cortaba el pelo, sino que se compartían historias, se establecían con los vecinos relaciones cercanas no sólo físicas, con el champú y las tijeras, sino imaginadas, por medio de las conversaciones. Entre urbanistas y gente corriente del barrio se construían imágenes y sueños de visiones alternativas de ciudad. Allí se detectaban microrealidades específicas presentes en el día a día, que tras ser clasificadas hacían visible un potencial social que desde las instituciones-bulldozer no se llegó a reconocer a tiempo.

Frente a la nueva legislación y la posibilidad de nuevas demoliciones, parece necesario formular un plan urgente de trabajo sobre la Cañada Real Galiana. Sería prioritario institucionalizar e impulsar plataformas de diálogo y participación ya existentes o constituir nuevas allí donde sea necesario; fomentar aquellos procesos donde el estudio de las múltiples realidades de la Cañada sea asumido como una actividad continuada y conjunta entre profesionales del urbanismo y vecinos. Estos procesos serían evaluados principalmente a partir de su capacidad de identificar y visualizar los potenciales que subyacen en las realidades específicas de la Cañada y por tanto de promover directa o indirectamente escenarios futuros de ciudad que emerjan a partir de lo que allí existe.

Diego Barajas y Camilo García forman la Plataforma Husos.

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Un lugar donde no hay lugar

JOSÉ MARÍA EZQUIAGA 12/07/2009

La insólita fisonomía de la Cañada Real es un registro de la convulsa conformación del Madrid metropolitano. Su transformación precisará una combinación innovadora de políticas de integración social, recuperación del paisaje deteriorado y ensayo de nuevas formas de reciclaje del territorio.

El descubrimiento de la Cañada constituyó el inesperado momento estelar del seminario Piensa Madrid, celebrado en La Casa Encendida hace algunos meses. Imaginando que nos embarcábamos en un recorrido por los nuevos iconos arquitectónicos del Madrid metropolitano, los estudiantes, profesores y periodistas participantes en el encuentro nos encontramos sin previo aviso entre los niños rumanos que chapoteaban en las cárcavas inundadas del Gallinero o ante el crisol de actividades inclasificables de La Cañada. El impacto fue violento y duradero. Vinieron a mi memoria las imágenes de la Metrópolis imaginada por Fritz Lang en 1926. Probablemente la metáfora que mejor refleja el secreto de la ciudad contemporánea: bajo la superficie armoniosa de la ciudad de la luz se esconde el infierno subterráneo donde la máquina desnuda devora a sus esclavos.

Madrid se parece a Metrópolis, por cuanto crece en su periferia un mundo subterráneo cada vez más extenso y proteico, pero la verdad del nuevo Madrid se encuentra probablemente más cerca de la visión de Los Ángeles en otro filme de culto más reciente. En Blade runner, Ridley Scott dibuja un futuro en el que la tecnología impregna todo lo real, infiltrándose con naturalidad entre las grietas de una metrópoli fragmentada, pero no es capaz de generar nuevas formas de organización social ni espacial.

El efecto Cañada sugiere que la idea de ciudad dispersa es ya insuficiente para entender la lógica del Madrid posmetropolitano. El Madrid emergente se caracteriza por un extraordinario incremento de la diversidad y la complejidad. A diferencia de los tejidos urbanos tradicionales, densos, mixtos y marcados por una gran intensidad de la interacción social en la pequeña escala y a diferencia, también, de la extensión ilimitada del espacio carente de cualidad de las nuevas periferias residenciales de baja densidad, el territorio posmetropolitano se organiza como un mosaico cuyas piezas tienden a reproducir la complejidad funcional del territorio a gran escala.

Una de estas piezas es la Cañada: espacio público colonizado a espaldas de la ley como vivero de economía sumergida, asentamiento residencial irregular, gueto de las últimas olas migratorias y santuario de marginalidad. Diseñar su transformación como un problema de realojo masivo y tabla rasa no solo sería irreal, sino inconveniente. Será necesario tiempo y sutileza para desentrañar el microcosmos social y económico decantado a lo largo de tantas décadas a la deriva y será necesario actuar desde la perspectiva del reciclaje promoviendo la complejidad, mestizaje de usos y ensayo de tipologías alternativas a las que han conformado las extensas y frecuentemente anodinas periferias residenciales.

José María Ezquiaga es profesor arquitecto y premio Nacional de Urbanismo.

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Distintas realidades

CARLOS SÁNCHEZ CASAS 12/07/2009

No existe una solución única. La Cañada está conformada por una sucesión de realidades demográficas, urbanas, sociales y ambientales que requieren soluciones distintas. A tramos apenas diferenciables de su entorno ciudadano les suceden periferias degradadas. A poblaciones con trabajo fijo les siguen grupos marginados cuya inserción social se produce por la delincuencia. A okupas originarios con residencia consolidada les suceden compradores forzados por la miseria e inquilinos explotados por especuladores que llegan a tener 10 o 12 viviendas.

Cualquier intento de solución debe eliminar la ambigüedad en la administración responsable y ser consciente de que la integración no se consigue con soluciones urbanísticas. Los problemas sociales localizados en la Cañada acompañarán a sus habitantes allí donde vayan, y no podrán solucionarse sin medidas sociales. La Cañada no crea la marginación, es simplemente su escondite.

Las relocalizaciones mecánicas y dictadas por el azar producen guetos de marginación. Superado un determinado porcentaje, la población no integrada ocasiona la desintegración social y ambiental del barrio que la recibe.

Debe ser el entorno el que establezca las condiciones de recuperación. Hay que desechar la idea de una ciudad lineal. Su única continuidad posible es como itinerario no motorizado, que puede conformar un cordón verde que enlace diferentes núcleos creados en sus márgenes.

La edificabilidad necesaria para la reubicación o el mantenimiento de la edificación debe asignarse a la administración actuante, nunca a los propietarios de las edificaciones, y debe ser transferible a otras localizaciones cuando el suelo se destine a zona verde. Las expropiaciones para la relocalización pueden tener el carácter de fondo disponible para este tipo de red, recuperando así la inversión. Los tramos ocupados que se conviertan en ciudad deben ser costeados por los propietarios de las viviendas que se legalizan.

Carlos Sánchez Casas es arquitecto.

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No hay una sola Cañada

ECOSISTEMA URBANO 12/07/2009
 
La vaguedad jurídica del anteproyecto de ley propuesto por la Comunidad de Madrid supone un cheque en blanco a los ayuntamientos afectados, no precisando en sus objetivos el fin ni el uso que se dará a los terrenos de la Cañada Real. La situación legal vigente de protección de la Cañada, con la voluntad de las administraciones públicas implicadas, permitiría regenerar la zona para devolverle su carácter de vía pecuaria y el realojo de sus habitantes, sin ser necesaria la desafectación de los terrenos, que no hace más que aprovechar la situación conflictiva actual, generando un potencial aprovechamiento urbanístico. El destino de los terrenos desafectados en ningún caso debería ser su transformación en nuevos polígonos industriales, parques tecnológicos o grandes promociones de vivienda.

Entendemos imprescindible como primera aproximación al problema la elaboración de una radiografía de la zona, ya que existen muchas cañadas dentro de la Cañada Real con condiciones sociales, económicas y urbanas muy distintas. La intervención posterior deberá ser integral desde cuatro perspectivas: social, económica, medioambiental y urbana.

Proponemos una actuación de cirugía urbana que traslade la franja edificada de la Cañada más alejada de zonas urbanas y resuelva la necesidad de vivienda de las personas afectadas en continuidad con los núcleos urbanos consolidados. En estos puntos de conexión es donde la accesibilidad a las infraestructuras urbanas es mucho más lógica e inmediata, sin necesidad de extender ni consolidar la mancha edificada sobre el terreno protegido. Es imprescindible acabar con la actual situación de gueto diluyendo las diferencias en la diversidad social y económica de los municipios limítrofes.

Para estas situaciones de realojo en proximidad proponemos crear un nuevo modelo urbano-rural en el límite de la ciudad que crezca desde de la heterogeneidad social y cultural de la Cañada, que incorpore muchas de las condiciones rurales actualmente presentes en el tejido de la Cañada y que genere otra transición posible para el encuentro entre la ciudad y el campo. Pretendemos transformar una situación negativa en una oportunidad de experimentación urbana en el actual contexto de crisis de los modelos económicos y urbanísticos.

Esta nueva tipología de límite urbano diverso se apoyaría en un diseño participado que diese respuestas adaptadas a las distintas necesidades. Los barrios podrían ser parcialmente concebidos como proyectos piloto de autoconstrucción dirigida, como fórmula de participación colectiva en la que los vecinos tuviesen capacidad de proponer e involucrarse en todo el proceso, adquiriendo muchos de ellos habilidades profesionales de futuro.

Estos nuevos barrios limítrofes tendrían además la misión de generar un desarrollo económico a nivel local, preservando la actividad económica formal y regularizando la informal no delictiva.

Como elemento de conexión entre estos nuevos desarrollos locales se plantea la rehabilitación medioambiental de los terrenos liberados de la Cañada regenerando la vía pecuaria originaria.

Ecosistema Urbano es un estudio de arquitectura autor, entre otros, del Ecobulevar de Vallecas. Con la colaboración del sociólogo Andrés Walliser.

Consideraciones Adicionales

Esta entretenida actividad termina hoy, pero en realidad podría no terminar nunca. Podríamos haber ido perfilando más en fino cada una de las Terapias comentadas, pero la duración estimada de una hora diaria dedicada a esta actividad no permitía mayor profundidad.

A su vez, existía la posibilidad de desarrollar las que hemos incluido en Otras Terapias con la Letra del Día, pero esto tampoco tendría fin y seguiría dejándonos añadir otras más y más y más sin cesar. Cuando hubiésemos terminado con todo el diccionario de la lengua española podríamos extendernos a otros idiomas, nombres, palabras inventadas, etc.

En resumidas cuentas, el límite impuesto de 27 Terapias, una por cada una de las letras simples del alfabeto usado en castellano, es arbitraria y sólo tenía que ver con el hecho fascinante, por otro lado, de que el 27 sea un número 3 elevado a 3, es decir, que tenga algo mistérico-divino que podríamos relacionar con la Trinidad.

También, 27 puede ser entendido como una estructura cúbica o tridimensional que remita a poemas de varias dimensiones. Al estar realizado a lo largo del tiempo, este trabajo adquiere carecterísticas performativas y/o conceptuales que seguramente no pasan desapercibidas para un lector cultivado en tales materias.

Hemos despreciado las letras Ch y Ll puesto que se componen de dos caracteres independientes y, por decisión caprichosa, han quedado fuera de nuestra lista de Terapias.

Se ha elegido Febrero por la mera razón de que su número de días es el más próximo al número de letras del alfabeto, conservándonos un día extra para estas consideraciones adicionales que, así, cierran el proyecto.

Giusseppe Domínguez
Madrid, 28 de febrero de 2009

ZurdoTerapia

Dada la proporción minúscula de Zurdos o personas que tienen tendencia natural a utilizar preferentemente la mano o el pie izquierdo y, en general, la parte izquierda de su cuerpo, que no alcanza ni el 12% de la población mundial, se denomina ZurdoTerapia no sólo a la utilización Terapeútica del lado Izquierdo del cuerpo, sino en general a cualquier comportamiento inhabitual físico que pueda ser identificado como Terapia.

Disponer de la posibilidad natural de la Zurdera, genera una necesidad de desarrollar la Destreza poco común entre quienes tienen la Diestra desarrollada de manera natural. Esta capacidad, transportada a otro aspecto de nuestro cuerpo, lleva a cabo una labor de perfeccionamiento o mejora en nuestras habilidades motrices básicas muy recomendable.

Es decir, conviene re-observarse (puede hacerse mediante la combinación de esta Terapia con la YoTerapia, recientemente comentada), aprendiendo a encontrar aquellas cualidades que confieren al paciente una naturaleza especial, digamos, minoritaria, que le haga padecer ciertas dificultades en el cotidiano.

De esta observancia, surgen dos fuentes de beneficios inagotables:

En primer lugar, el sujeto, asumiéndose en su extrañeza, descubre que lo extraño no es agresivo y avanza de este modo en un entendimiento de la otredad muy difícil de conseguir. Profundizando en ello, un sujeto que practica la ZurdoTerapia de esta forma logra un alto grado de tolerancia para con sus semejantes y mejora las relaciones interpersonales, así como una mayor aceptación de sí mismo con las mejoras derivadas del aumento de autoestima.

En segundo lugar, el sujeto paciente desarrolla aquellas capacidades que la norma ha dictado como recomendadas, pero con el espíritu crítico capaz de discernir la arbitrariedad del criterio humano.

Un último factor benéfico es la modificación en la perspectiva que, generalizadamente, conlleva una expansión de la conciencia corporal e intelectual. El cambio de punto de vista también ha mostrado su utilidad como investigador avezado del entorno del paciente y así, puede detectar antes que sin esta facilidad los males acechantes, manifestando la ZurdoTerapia en esta dimensión su utilidad preventiva.

Dosis: Utilizar alguna parte del cuerpo que habitualmente no usemos, especialmente si nos saca de comportamientos extraordinariamente comunes o, dicho groseramente, del montón, al menos dos veces al día.

Esta Terapia puede ser perfectamente compaginada con Terapias sensuales, como la SexoTerapia, AbrazoTerapia o la PielTerapia, dejándose sorprender por la inesperada actividad del sector contrario del cerebro y/o del cuerpo al usado más frecuentemente.

SobreDosis: No se han presentado síntomas de sobredosis, pero en culturas cuya cerrazón se define como excesivamente Diestra, su uso está penalizado y puede ser, por tanto, peligroso, ser, de cualquier modo, diferente.

Otras terapias con la letra Z, podrían haber sido:
ZapatoTerapia (modalidad específica de una ConsumoTerapia para usar en los pies), ZigZagTerapia (consistente en oscilar de una cuestión a otra, siendo este errar tan divertido como se desee, no alcanzando el objetivo salvo en caso de extrema necesidad y disfrutando, de esta manera, del camino más que del destino), ZaratustraTerapia (Nietzcheana Terapia que da lugar a una superación de nuestra humanidad vigente llevándonos a un estadío de humanidad superior en el que las divinidades y otras mitologías no serán necesarias para establecer una moral), ZetaTerapia (última de todas las Terapias. Aplicándose únicamente tras una sobredosis de NadaTerapia), ZeroTerapia (sinónimo de la NadaTerapia, pero con connotaciones más numerológicas), ZurriagazoTerapia (consistente en sacudir un fuerte golpe violento para descargar adrenalina cuando se hayan alcanzado niveles insostenibles en el organismo. Combinar necesariamente con la Buen-HumorTerapia para que no degenere en altercados peligrosos) y otras que podríamos Zurcir entrelazándolas con estas.

YoTerapia

Consistente en utlizarme a mí mismo para curarme, es un tipo de Terapia que, a veces, recibe el calificativo de Socrática. La identidad del paciente entra en juego para autosanarse mediante un ejercicio previo de autoexploración y conocimiento reflexivo. Una vez alcanzado un cierto grado de conciencia del Yo, puede comenzarse el Tratamiento del Yo como si fuese de un Tú.

Yollar como práctica Terapeútica tiene antecendentes remotos, pero lo reivindicó como actividad realizable, desde la poesía, Oliverio Girondo, con su famoso poema Yolleo. En él se sientan las bases de esta Terapia que parte del individuo sólo solo que yollea incansable hasta recuperar su lugar en el mundo y, así, reconstruirse en caso de deterioro.

Tiene aplicaciones principalmente en el ámbito de lo mental y/o espiritual, pero al mismio tiempo, combinado con otras prácticas menos reflexivas, puede también ser de utilidad en la salud física. Por ejemplo: alimentarse de uno mismo, al tiempo que adelgaza consigue una extremada compatibilidad con el objeto engullido. Llevado al extremo, obviamente, desemboca en una gran eclosión de detrito en lo que acabamos convertidos.

Practicar la YoTerapia en grupo la convierte, si el grupo está realmente cohesionado, en la NosotrosTerapia que produce una fuerte sensación de pertenencia tribal así como potencia las relaciones interpersonales.

No es en absoluto incompatible, como algunos pacientes pueden creer erróneamente, con la TúTerapia ni la Él o EllaTerapia, pues, si bien no se pueden practicar simultáneamente, sí es muy recomendable su uso conjunto para no perder la perspectiva ni caer en abusos nefastos derivados de su consumo incontrolado.

Su efecto secundario más evidente es el Ombliguismo o caída de la realidad para habitar un lugar donde el Ego (pseudónimo psicoanalítico del Yo) se olvida del Otro o, incluso, del Tú, conllevando ciertas rupturas de conexiones y tendencia a la animadversión mutua.

Dosis: Ya sea mediante reflexión o autocontemplación especular, ser Yo y autoafirmarse en la diferencia, respetando, en la medida de lo posible, las diferencias alternas. Realizar este ejercicio al menos una vez al día, preferiblemente por las mañanas, recién levantados, para ayudar al mismo tiempo a escapar de estados somnolientos en los que aún podamos estar poco EgoCentrados.

SobreDosis: El abuso de la YoTerapia va inevitablemente unido a las consecuencias del aislamiento provocado por los excesos de la introvesión o la extroversión, pues en ambos casos el Ego (Yo) es quien quiere verterse en una u otra dirección.

Algunas manifestaciones colaterales son el Narcisismo y el Egocentrismo desmedido que provocan vértigo ante la Otredad e inhabilitan para la convivencia en entornos sociales sanos.

Otras terapias con la letra Y, podrían haber sido:
YogaTerapia (Terapia derivada del uso de la doctrina tradicional hinduista sin atender en demasía a sus aspectos más religiosos y haciendo hincapié en los superficiales que pueden llever a aumentar la flexibilidad, la calma, etc, pero que mal dirigidos provocan fanatismos banales descontextualizados), YankiTerapia (consistente en visitar un estado de la mitad norte de USA para deshacerse de algún prejuicio habitual entre los europeos o para crearse algún otro no existente), YermaTerapia (Terapia Lorquiana consistente en dejar de hacer hasta caer. Próxima a la NadaTerapia), YamboTerapia (forma grecolatina de la PoesíaTerapia), YaTerapia (hacer las tareas con prontitud, con fines exclusivamente terapeúticos), YinYangTerapia (Terapia dual de opuestos con origen confucionista de especial importancia en el Taoísmo aplicable mediante la utlización del I Ching) Y así hasta no parar.

Esto no es una broma