Atípico

Hace años vimos la serie Atypical donde un adolescente con autismo está listo para enamorarse, pero para comenzar a salir y encontrar el amor, necesita ser más independiente. Las consecuencias sobre la gente de alrededor (como por ejemplo su hermana) son mostradas con mucha delicadeza, pero realismo, lo que dota a la serie de una mirada integral que permite vislumbrar lo que es vivir siendo alguien «en el espectro», como se suele denominar a quien tiene algún grado de autismo, pero a su vez cómo es vivir con alguien así.

El autismo está dentro de otros «síndromes» o «trastornos», como el caso del TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad), o el asperger, que agrupan a las personas en lo que se denomina «neuroatípicos» en oposición a los «neurotípicos». Es una terminología que huye de la mucho más simplista normal/anormal, esquivando el estigma peyorativo de la misma.

Una de las cuestiones importantes en el trato con personas neuroatípicas es lo que muestra el siguiente esquema:

Y es que en realidad hace recaer bastante esfuerzo de empatía y trato diferente en las personas neurotípicas alrededor de la misma, lo que no siempre es fácil de sostener, especialmente porque también las personas neurotípicas tienen sus necesidades y, en ocasiones, son contrarias a las que requiere o necesita una persona neuroatípica.

El viernes por la tarde tuve un encuentro de los que organizo de Té y Poesía (N’Clave de Po(esía)) y acudieron 5 personas que se autoidentifican como autistas. Es de agradecer que lo hagan público porque no siempre es evidente si se trata de un «trastorno» inevitable o un comportamiento inapropiado y corregible. No fueron hostiles, ni desagradables, pero «enrarecían» el ambiente con formas de actuar fuera de lo común, que requirieron una pequeña capacidad de comprensión por el resto.

Cada vez que me encuentro en la tesitura de coordinar colectivos que incluyen tanto personas neuroatípicas junto a neurotípicas siento una sensación extraña entre la aceptación de la diferencia y la intolerancia para proteger a quienes, dadas las circunstancias, a veces se sienten más ignoradas, como suelen ser las personas neurotípicas que han de comportarse atípicamente para que las personas neuroatípicas encajen en el grupo.

Obviamente se puede pedir (y en muchas ocasiones se obtiene) un esfuerzo de empatía para que no sientan rechazo quienes suelen recibir ese rechazo en una sociedad que deja de lado cualquier cosa que escape de una «normalidad» demasiado normativa. Pero hay que hacer equilibrios entre esa tolerancia y el egotismo que muchas veces las condiciones neuroatípicas implican.

Suelo ser altamente consciente de algunas dificultades de las personas neuroatípicas y tratarlas con especial cuidado, pero a veces corro el riesgo de atraer a este tipo de personas espantando (sí, es algo espantoso usar esa palabra, pero es bastante apropiada) a las personas neurotípicas que son la base de mis talleres, por tanto, son la base de lo que garantiza un flujo de dinero que permita continuar teniendo reuniones a las que pueda acudir cualquier persona independientemente de su tipicidad.

Existiría la opción de organizar reuniones separando a las personas por su característica neurotipicidad, pero es una forma suave de segregación que procuro evitar.

En ocasiones siento que tendría que tener una formación básica sobre cómo enfrentar este tema, pero está algo fuera de mi alcance dedicarle tiempo (y posiblemente dinero) al mismo.

El viernes me quedó una rara sensación y, sin embargo, las 5 personas autistas que vinieron disfrutaron una velada que quieren repetir. ¿Qué pasó con las otras 12 personas asistentes? ¿Cómo se sintieron? Es complicado que digan la realidad tal cual la vivieron pues hay cierta insensibilidad que no queremos mostrar en público, por aquello del comportamiento «neurotípico».

En otro orden de cosas

Ordenar números parece de lo más sencillo que podemos imaginar, especialmente cuando hablamos de números naturales (otro gallo cantaría si se tratase de números complejos, por ejemplo), pero hoy estaba debatiéndome en la posibilidad de ordenar los números por orden, pongamos, alfabético, como podría ser:

  1. cinco
  2. cuatro
  3. diez
  4. dos
  5. nueve
  6. ocho
  7. seis
  8. siete
  9. tres
  10. uno

así viendo que el uno realmente no es el primero sino el último de los diez primeros números naturales (el cero no incluido)

Podría haber ordenado números hasta cualquiera al azar o hasta mi querido 27, como en:

catorce, cinco, cuatro, diecinueve, dieciocho, dieciséis, diecisiete, diez, doce, dos, nueve, ocho, once, quince, seis, siete, trece, tres, uno, veinte, veinticinco, veinticuatro, veintidós, veintiséis, veintisiete, veintitrés, veintiuno

Pero haciendo esto me he encontrado en la RAE con una pequeña y tonta sorpresa que, en el fondo, era más que previsible, pues los números habrían puesto contra las cuerdas a las palabras, haciéndolas incapaces de abarcarlos.

A partir del número treinta los siguientes números compuestos se forman con unión mediante la conjunción copulativa y de las palabras que nombran los fragmentos del número, es decir, treinta y uno, no es treintaiuno, así como veintiséis corresponde a veinte y seis, pongamos por caso.

¡Qué injusticia tan enorme para estos números excluidos del diccionario por siempre jamás como si no merecieran igual trato que el veintisiete!

Cuando el lenguaje inclusivo se vuelve ridículo

Hace tiempo que no discuto mucho sobre la diferencia entre género gramatical y género como identidad o expresión. Son discusiones muchas veces infructuosas y la mayoría de ellas algo hostiles. Así que no pasa nada por callarme y escribir lo que quiera, aquí, para mí mismo, como este pequeño divertimento realizado con un comando de linux (de unix, en puridad) con el que he sustituido todas las vocales a, o, á y ó por x, parodiando lo que una amiga había publicado en una red social.

Las familias haciendo malabares para garantizar que lxs pibxs tengan lo que necesitan. Lxs docentes hacen guardia también, por la escuela y por lxs chicxs. Lxs pibxs sostienen. Que esperan?! Agotarnxs para que levantemos y mantenerse en la postura intransigente de no reconocer que la comida que dan no alcanza?

Obviamente, no iba a escribirle un comentario que recalcase que se había pasado un poquito con este «agotarnxs«, pues no habría sido sino un «mansplaining» en toda regla, amén de un comentario altamente superficial que podía ahorrarme sin problemas, así que decidí reescribir el inicio de la Metamorfosis de Kafka para publicarlo en mi diario:

sed 's/[oaáó]/x/g' metam.txt > metxm.txt

Unx mxñxnx, trxs un sueñx intrxnquilx, Gregxrix Sxmsx se despertx cxnvertidx en un mxnstruxsx insectx. Estxbx echxdx de espxldxs sxbre un durx cxpxrxzxn y, xl xlzxr lx cxbezx, vix su vientre cxnvexx y xscurx, surcxdx pxr curvxdxs cxllxsidxdes, sxbre el que cxsi nx se xguxntxbx lx cxlchx, que estxbx x puntx de escurrirse hxstx el suelx. Numerxsxs pxtxs, penxsxmente delgxdxs en cxmpxrxcixn cxn el grxsxr nxrmxl de sus piernxs, se xgitxbxn sin cxnciertx. – ¿Qué me hx xcurridx?

Nx estxbx sxñxndx. Su hxbitxcixn, unx hxbitxcixn nxrmxl, xunque muy pequeñx, teníx el xspectx hxbituxl. Sxbre lx mesx hxbíx despxrrxmxdx un muestrxrix de pxñxs – Sxmsx erx vixjxnte de cxmercix-, y de lx pxred cxlgxbx unx estxmpx recientemente recxrtxdx de unx revistx ilustrxdx y puestx en un mxrcx dxrxdx. Lx estxmpx mxstrxbx x unx mujer txcxdx cxn un gxrrx de pieles, envueltx en unx estxlx txmbién de pieles, y que, muy erguidx, esgrimíx un xmplix mxnguitx, xsimismx de piel, que xcultxbx txdx su xntebrxzx.

Gregxrix mirx hxcix lx ventxnx; estxbx nublxdx, y sxbre el cinc del xlféizxr repiquetexbxn lxs gxtxs de lluvix, lx que le hizx sentir unx grxn melxncxlíx. «Buenx -pensx-; ¿y si siguiese durmiendx un rxtx y me xlvidxse de txdxs estxs lxcurxs? » Perx nx erx pxsible, pues Gregxrix teníx lx cxstumbre de dxrmir sxbre el lxdx derechx, y su xctuxl estxdx nx le permitíx xdxptxr txl pxsturx. Pxr mxs que se esfxrzxrx vxlvíx x quedxr de espxldxs. Intentx en vxnx estx xperxcixn numerxsxs veces; cerrx lxs xjxs pxrx nx tener que ver xquellx cxnfusx xgitxcixn de pxtxs, que nx cesx hxstx que nxtx en el cxstxdx un dxlxr leve y punzxnte, un dxlxr jxmxs sentidx hxstx entxnces. – ¡Qué cxnsxdx es lx prxfesixn que he elegidx! -se dijx-. Siempre de vixje. Lxs prexcupxcixnes sxn muchx mxyxres cuxndx se trxbxjx

Cuando escribir se vuelve un puro acto absurdo

Hace tiempo que se viene hablando de la capacidad «creativa» de las Inteligencias Artificiales, IA, para simplificar, porque siempre hay que simplificar, así que he decidido que la presentación del libro del viernes pasado puede que la haga mejor que yo una de estas IA.

Próximamente dedicaré un texto (escrito por mí, que soy una inteligencia no artificial, lo que podríamos denominar INA) sobre esa presunta creatividad de las IA, que implican un repensado de a qué le llamamos creación. Lo que siempre viene bien: repensar.

Este es el texto generado por una Inteligencia Artificial a modo de ensayo argumentativo dado el título del libro:

Lo concreto son las nubes

Las nubes son una fuente de debate constante. Algunas personas creen que las nubes son solo vapor de agua, mientras que otras piensan que juegan un papel importante en el mundo. Las nubes son una forma de precipitación que se puede ver en el cielo. Las nubes están formadas por vapor de agua y una variedad de otros gases. La gente a menudo encuentra que las nubes son hermosas, pero algunos no están de acuerdo. Las nubes bloquean el sol y pueden hacer que las temperaturas disminuyan. También crean patrones meteorológicos y afectan el clima de nuestro planeta.

Párrafos del cuerpo: Las nubes son parte de la atmósfera y forman parte del cielo. La atmósfera es la capa de gases que rodea la tierra y es crucial para la vida en la tierra. Gran parte de la atmósfera está bajo tierra, por lo que no podemos verla con nuestros ojos. Sin embargo, podemos detectarlo con nuestros sentidos y usarlo para comprender el mundo. La atmósfera es fundamental para la vida tal y como la conocemos, ya que nos protege de la radiación solar y nos proporciona el oxígeno necesario. Las nubes son esenciales para protegernos de la radiación solar, ya que bloquean algunos de los rayos nocivos del sol. Nuestro planeta sería muy diferente sin nubes; habría demasiada luz solar y el mundo se volvería inhabitable.

Las nubes también ayudan a protegernos del exceso de luz solar y mantienen fresco el planeta. Las nubes ayudan a reflejar la luz del sol hacia el espacio, creando lo que se conoce como efecto invernadero. Esto ayuda a mantener el planeta a una temperatura agradable para nosotros. Sin nubes, habría demasiada luz solar y el mundo se volvería inhabitable. Las nubes también son útiles para crear lluvia, lo que ayuda a mantener la vida en la tierra. Cuando miras hacia el cielo por la noche, en realidad estás mirando el vapor de agua creado por las plantas durante el día. Estas nubes retienen suficiente agua para crear precipitaciones cuando pasan a través de nuestra atmósfera, creando la lluvia que sostiene la vida en la tierra.

Aunque las nubes pueden ayudar a protegernos de la dañina radiación solar y crear precipitaciones, también pueden afectarnos negativamente. Sin nubes, habría demasiada luz solar y el mundo se volvería inhabitable. Las nubes también crean patrones climáticos que pueden causar problemas a los habitantes de nuestro planeta. Por ejemplo, cuando los ciclones tropicales ocurren en áreas donde no hay nubes que bloqueen la luz del sol, pueden devastar regiones enteras y causar muerte y destrucción a gran escala.

Por otro lado, algunas personas piensan que las nubes son solo agua. vapores en el aire y no tienen ningún efecto sobre el clima de nuestro planeta. Otros no están de acuerdo y piensan que las nubes juegan un papel vital en el clima del mundo. Las nubes mantienen el mundo fresco al reflejar la energía del sol hacia el espacio. Si no hubiera nubes en nuestra atmósfera, estaríamos expuestos a demasiada luz solar y, como resultado, nos recalentaríamos muy rápidamente.

En general, las nubes son una parte vital del ecosistema de nuestro planeta y juegan un papel importante en la protección de la radiación solar y la creación de precipitaciones. Sin embargo, pueden afectarnos negativamente al bloquear demasiada luz solar o causar problemas de lluvia al crear tormentas eléctricas o huracanes. Sin embargo, a pesar de estos problemas, todavía tienen un papel esencial en la protección de la radiación solar dañina y la creación de precipitaciones, por lo que debemos respetarlos como una parte esencial del ecosistema de nuestro planeta a pesar de sus efectos negativos sobre nosotros.

Quijote milenial

CAPÍTULO EN PLAN PRIMERO

O sea, que trata de la condición y ejercicio del famoso, en plan, y valiente hidalgo, o sea, don Quijote en plan de la Mancha.

En un lugar de la Mancha, o sea, de cuyo nombre no quiero acordarme, en plan no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo, o sea, de los de lanza en astillero, en plan adarga antigua, o sea, rocín flaco y en plan galgo corredor. O sea, una olla de algo más vaca que carnero, en plan salpicón las más noches, o sea, duelos y quebrantos los sábados, en plan lantejas los viernes, o sea, algún palomino de añadidura en plan los domingos, consumían, o sea, las tres partes en plan de su hacienda. El resto, o sea, della concluían sayo de velarte, en plan calzas de velludo para las fiestas, o sea con sus pantuflos de lo mesmo, y en plan los días de entresemana, o sea se honraba con su vellorí en plan de lo más fino. O sea, tenía en su casa en plan una ama que pasaba de los cuarenta o sea y una sobrina que, en plan no llegaba a los veinte, y un mozo o sea de campo y en plan plaza que así ensillaba el rocín, o sea, como tomaba la podadera. Frisaba la edad en plan de nuestro hidalgo con los cincuenta años. O sea, era de complexión recia, en plan seco de carnes, o sea enjuto de rostro, en plan gran madrugador, o sea y amigo de la caza. Quieren decir, en plan que tenía el sobrenombre de «Quijada», o sea o «Quesada», en plan que en esto o sea hay alguna diferencia en plan en los autores que deste caso escriben, o sea aunque por conjeturas verisímiles se deja entender que se llamaba en plan «Quijana». O sea, pero esto importa poco a nuestro cuento: en plan basta que en la narración dél no se salga un punto, o sea, de la verdad.

Es, pues, en plan de saber que este sobredicho hidalgo, o sea los ratos que estaba ocioso —que eran en plan los más del año—, se daba a leer libros o sea de caballerías, en plan con tanta afición y gusto, que olvidó o sea casi de todo punto el ejercicio en plan de la caza y aun la administración de su hacienda; o sea llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, en plan que vendió muchas hanegas o sea de tierra de sembradura en plan para comprar libros de caballerías en que leer, o sea y, así, llevó a su casa todos en plan cuantos pudo haber dellos; y, de todos, o sea ningunos le parecían tan bien como los que compuso en plan el famoso Feliciano de Silva, o sea porque la claridad de su prosa o sea y aquellas entricadas razones en plan suyas le parecían de perlas, o sea y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y en plan cartas de desafíos, donde o sea en muchas partes hallaba escrito: «La razón en plan de la sinrazón que a mi razón, o sea, se hace, de tal manera mi razón en plan enflaquece, que con razón me quejo, o sea, de la vuestra fermosura». Y también en plan cuando leía o sea: «Los altos cielos en plan que de vuestra divinidad en plan o sea divinamente con las estrellas os fortifican o sea y os hacen merecedora del merecimiento en plan que merece la vuestra grandeza…»

O sea, con estas razones en plan perdía el pobre caballero el juicio, o sea, y desvelábase por en plan entenderlas y desentrañarles el sentido, o sea que no se lo sacara ni las entendiera el mesmo Aristóteles, en plan si resucitara para solo ello. O sea no estaba muy bien con las heridas en plan que don Belianís daba y recebía, o sea porque se imaginaba que, en plan por grandes maestros o sea que le hubiesen curado, no dejaría de tener en plan el rostro y, o sea, todo el cuerpo en plan lleno de cicatrices y, o sea, señales. Pero, con todo, en plan alababa en su autor aquel, o sea, acabar su libro con la promesa en plan de aquella inacabable aventura, o sea y muchas veces le vino deseo de tomar en plan la pluma y dalle fin al pie de la letra o sea como allí se promete; y sin duda alguna lo hiciera, y aun en plan saliera con ello, si otros mayores y, o sea, continuos pensamientos no se lo estorbaran. Tuvo muchas veces en plan competencia con el cura de su lugar —o sea que era hombre docto, en plan graduado en Cigüenza— o sea sobre cuál había sido en plan mejor caballero: o sea Palmerín de Ingalaterra o en plan Amadís de Gaula; mas, o sea, maese Nicolás, barbero del mesmo pueblo, en plan decía que ninguno llegaba al Caballero del Febo, o sea y que si alguno se le podía comparar era en plan don Galaor, o sea hermano de Amadís de Gaula, porque tenía en plan muy acomodada condición para todo, o sea que no era en plan caballero melindroso, o sea ni tan llorón como su hermano, y que en lo de la valentía, o sea, no le iba en plan zaga.

[…] O sea, continuará en plan…

Otro espacio que cierra, esta vez online

En la web de Arte Informado he aparecido citado más de una vez, con esa caricia al ego que se necesita de cuando en cuando en esta actividad. Pero ayer me llegó este desconsolador mensaje por correo electrónico avisándome de su clausura (lo que no deja de ser un detalle, pues la mayoría de las web simplemente desaparecen y se acabó, ni siquiera son «lágrimas en la lluvia»).

ARTEINFORMADO cesará en sus actividades a partir de este 15 de septiembre, si bien la página podrá consultarse hasta el próximo 31 de diciembre. Hasta el último día seguiremos buscando fórmulas que eviten la desaparición de este importante archivo que, entre todos, hemos generado y que, día a día, disfrutan las más de 15.000 personas que nos visitan.

ARTEINFORMADO nació, hace 20 años, como un proyecto informativo que diera visibilidad a artistas, profesionales y organizaciones artísticas iberoamericanas. Un objetivo cumplido. Así lo avalan los 200.000 eventos publicados de más de 80.000 artistas y profesionales, con cientos de miles de vinculaciones con coleccionistas, galerías, museos y obras.

Desde el inicio fuimos conscientes de la necesidad de hacer autosostenible una plataforma de esta envergadura. Para ello desarrollamos un modelo de SERVICIOS PREMIUM, que, en convivencia con los gratuitos, permitiera su autofinanciación. Agradecemos desde aquí a todos los que lo habéis apoyado, a veces con mucho esfuerzo. Pero no hemos conseguido reunir suficientes aportes como para evitar el cierre. Nos han faltado artistas y profesionales del arte, pero sobre todo hemos echado en falta a amantes del arte que, tristemente, siguen anclados, en su gran mayoría, en el convencimiento de que el arte (y los medios que lo informan) no tienen precio, olvidando que lo que si tienen son costes. Quizá, tampoco hemos sido capaces de transmitirles el valor que, sinceramente, creemos aportaba ARTEINFORMADO. Lo sentimos sobre todo por los artistas que perderán una plataforma de visibilización de su obra.

Sigue -creemos- pendiente el objetivo de disponer de una plataforma de difusión potente que, en competencia con sus homólogas del Norte, ponga en la agenda el arte que se hace y expone en todos y cada uno de nuestros países iberoamericanos. Queremos creer que, más pronto que tarde, otros volverán a intentarlo. La visibilidad de nuestro arte lo sigue exigiendo.

Y a ti, querido lector, solo nos queda agradecer el tiempo durante el que nos has acompañado en este ambicioso proyecto. Nos seguiremos encontrando en este objetivo. Saludos.

ARTEINFORMADO – La mayor base de datos del arte iberoamericano on line

Este verano están cerrándose varios centros culturales, como fue Estudio 3, ese lugar donde conocí a tantas personas importantes de mi vida (Carmen incluida) y donde tanto aprendí, aunque no fuese actoralmente.

Nos llegó este aviso al grupo de whatsapp que mantiene lazos de conexión donde antaño hubo amistad profunda:

Después de cuarenta y dos años (¡42! ?) de trabajar en lo que nos gusta y amamos profundamente, como dar clases formando personas-artistas , crear grupos de investigación, laboratorios, producciones escénicas, performances, talleres, ensayos, trabajar el crecimiento personal, actuar, bailar, dirigir, dar un espacio a personas y creadores, así como ofrecer un espacio a las vanguardias y nuevas tendencias en las artes escénicas… llegamos hasta aquí.

Los tiempos han cambiado y los dueños de los locales nos ponen unas condiciones muy difíciles. Ante la falta de ayudas oficiales o privadas, el fruto de nuestro trabajo, el de profesores y colaboradoras de E3, cada vez es más nuestro esfuerzo para sostener los requerimientos económicos de los propietarios.

Los últimos años de crisis financiera y pandemia, han sido muy difíciles para nuestra asociación cultural. Pero aún así hemos tirado adelante con el objetivo de formar mejores profesionales, ayudar a crecer a través del teatro, el movimiento, la danza y pasarlo bien. Fueron tiempos apasionantes y divertidos.

La vida sigue y seguiremos aportando y pasándolo lo mejor posible haciendo lo que nos gusta. No sabemos si Estudio3 va a reaparecer en otro lugar, en otro pueblo o país, pero ahora es momento de parar, descansar y ya veremos…

Estudio3 cerrará sus puertas el 30 de julio con una fiesta de despedida.

Además del dolor que nos produce soltar este querido espacio, nos aparece una emoción de agradecimiento a la vida por habérnoslo pasado tan bien tantos años y, un profundo reconocimiento por todas las personas que han colaborado para que Estudio3 creciera y mantuviera las actividades a las cuales han asistido, y se puede decir que, ¡miles de personas!

Es triste ver cómo, poco a poco pero inexorablemente, va apagándose Madrid. Es obvio que resulta de una decisión popular, que elige una malentendida libertad en lugar de una verdadera.

Sé de otros lugares que han cerrado o están a punto de hacerlo por falta de viabilidad. Carmen, después de más de 2 décadas dedicándose a compartir su pasión por el Tango, tiene complicadísimo para encontrar salas donde impartir clases de Tango y ya ni hablar de abrir una milonga. La mayor de Madrid cerró sin visos de ir a reabrir.

Espacios o asociaciones que se dedicaban al Teatro, a la Danza, al Cine, a la cultura, están siendo ignorados porque es un sector que no ha movido nunca mucho dinero y no parece importarle a nadie.

Madrid ha decidido ser neoliberal hasta vender cualquier resquicio de independencia o de crítica al mejor postor. No es nuevo. Lleva casi 2 décadas pasando y me consta que a poca gente le preocupa.

Cualquier día yo tendré que deponer las armas, deponer las almas y dejar de pelear a la contra en esta batalla perdida que, quijotescamente, quiero seguir manteniendo hasta el final de mis días.

Cualquier día. Pero no hoy.

Cash only

Muy sorprendente: Alemania, tierra de gran prosperidad y modernez, sorprendió con la dificultad de abonar casi cualquier cosa con tarjeta de crédito o débito. No es que me molestase, pero sí que fue algo incómodo por no haberlo previsto.

Posiblemente no sea ni siquiera una mala práctica el acostumbrarse a pagar en efectivo para controlar mejor el gasto privado (como una teoría sostiene que tiene por finalidad esta práctica alemana), o reducir comisiones o dependencias bancarias, disminuir los incidentes técnicos o telemáticos, mantener accesible las modalidades de pago para las generaciones que no están acostumbradas a manejar un dinero mucho más virtual que unos billetes (que son también algo virtuales, aunque menos gente sea consciente de ello)… o cualquiera que sea la razón para mantener esta política.

Durante nuestras vacaciones hubimos de hacernos con efectivo estando en aquellas latitudes pues habíamos dado por hecho (mal de males) que funcionaría como en Madrid, donde casi cualquier cantidad de dinero en cualquier lugar imaginable acepta pagos con tarjeta, hasta el punto de que en muchísimas ocasiones no suelo llevar en mi poder más de 5€ de efectivo sin sentir que puede hacerme falta otra cosa.

Por cierto, menos mal que el cartel estaba en inglés, pues no encontramos mucha gente que lo hablase con la fluidez suficiente como para explicarnos por qué.

«Negro» literario

He recibido una propuesta laboral relacionada con encargos para escribir textos de los que no me siento especialmente orgulloso, pero que son acordes con el objetivo de quien desea contratar mis servicios.

El otro día, durante una amistosa conversación algo acalorada con mi familia con motivo del quincuagésimo sexto aniversario de boda de mis padres, me recomendaban que rentabilizase mi relación con ese cliente que podría acrecentar mi fama allende lo que yo puedo lograr por mis propios medios. Sin embargo, mi opinión era que no quería aparecer con mi propio nombre en esas publicaciones, pues no es un texto del que me sienta especialmente orgulloso (como ya dije).

Repentinamente fui consciente de que quizá esa expresión tan poco siglo XXI, como es la de «negro» literario, igual no tiene que ver con la explotación, sino con la invisibilidad. Incluso una invisibilidad deseada por el autor. Aunque de no ser así, de no ser deseada sino ocultación intencionada por la parte contratante, es una forma en la que la invisibilidad se tiñe de explotación. Quizá de ahí el paralelismo inapropiado con lo que vivieron los millones de seres humanos en la lamentable historia de la esclavitud y la trata de personas.

En absoluto es el caso del que se trata en mi posible contratación: Siento que no quiero ser visto, que deseo la mayor opacidad en cuanto a la autoría de mis textos para este fin destinados, o incluso la más pura transparencia, para que quede a manos de quien paga por el texto, sin quedarse la rúbrica de mi firma.

Vantablack
De Surrey NanoSystems – Surrey NanoSystems, CC BY-SA 3.0,
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=34139562

Quizá por ello recordé el material que pretende ser el más negro de los existentes, en el sentido de no reflejar absolutamente nada de radiación, limitándose a reflejar un 0,01% de emisión de la radiación recibida.

El Vantablack es una especie de «bosque» de nanotubos verticales que están en crecimiento. Cuando la luz alcanza el material, en lugar de reflejarla, queda atrapada siendo continuamente desviada entre los nanotubos de una forma alotrópica del carbono.

También me acordé del nombre no muy afortunado dado a la «materia oscura» o la «energía oscura», que deben su nombre, no tanto al anonimato, sino a su inexistente relación con la radiación electromagnética. Al menos que se haya observado hasta ahora.

men’s world

En Dusseldorf encontré este establecimiento que dice que «esa tienda» es un «men’s world«. Me hizo gracia pensar que pudieran pensar que «sólo» esa tienda era un mundo de hombres y no todo el mundo, así, en general.

Por supuesto, me hizo gracia y no me hizo ninguna gracia. Espero que se entienda.

Yo apostillé en mi mente: «men’s world»=»the world».

Esto no es una broma