24/7. CONECTADOS

El martes pasado, aprovechando el cumpleaños de Carmen como excusa, nos regalamos un día formidable que da para dos entradas (por lo menos) de este blog (diario): Una para comentar la exposición 24/7.CONECTADOS del Centro de Arte Municipal (CentroCentro de Cibeles) y otra para recomendar el maravilloso restaurante «Nice to meet you», planta 14 de la terraza del hotel Dear Hotel.

En primer lugar, la exposición 24/7 CONECTADOS me atrajo desde el primer momento que vi el cartel:

Comisariada por Luisa Espino, con mucha elegancia, la muestra incluye piezas no únicamente de la postcontemporaneidad más multimedia y bastante vana, sino un abanico interesante de obras desde el arte conceptual ortodoxo de los 70, con vídeo acciones estupendas como la de Martha Rosler (EE.UU., 1943) y su discurso sencillo y eficiente, pasando por una selección supongo que bastante personal de artistas mucho más jóvenes españoles.

Artistas presentes en la exposición: Tania Blanco (Valencia, 1978), Harun Farocki (República Checa, 1944 – Alemania, 2014), Ceal Floyer (United Kingdom, 1968), Cristina Garrido (Madrid, 1986), Christian Marclay (EE.UU., 1955), Marta Minujín (Argentina, 1943), Begoña Olavarrieta G. (Granada, 1982), Ana Riaño (Bilbao, 1985), Paco Roca (Valencia, 1969), MP&MP Rosado (San Fernando, Cádiz, 1971), Martha Rosler (EE.UU., 1943), Francisco Ruiz de Infante (Vitoria-Gasteiz, 1966. Vive y trabaja en Francia), Mladen Stilinovic (Serbia, 1947 – Croacia, 2016) y Superflex (colectivo danés fundado en 1993).

Formidable el vídeo montaje en torno al teléfono de Christian Marclay en el que utilizando fragmentos de películas bastante populares y que reconocemos con facilidad genera una pseudo conversación con un hilo narrativo bien hilado, valga la redundancia, en el que hay principio, desarrollo y fin. Un final altamente cinematográfico y bien elegido de una imagen despegando a plano general.

[youtube_sc URL=https://youtu.be/yH5HTPjPvyE]

Pero el paseo continúa y me encuentro a la entrada del mismo una inteligentísima propuesta en torno al tema central de «conectados», por parte de Begoña Olavarría, quien había dispuesto un bloque con tarjetas que fotografié con la siguiente propuesta:

Ayer, por supuesto, llamé por la tarde a Begoña para preguntarle por la obra, cómo es que se le había ocurrido, si había tenido mucha repercusión, muchas llamadas, alguna anécdota, le comenté, por mi parte, que me resonaba su trabajo a la célebre pieza «Conversaciones Telefónicas» (que ella no conocía) de Isidoro Valcárcel Medina de 1973, cuando distábamos bastante de andar tan «conectados».

Fue una amena conversación para un par de personas que no se conocían y que como único interés en común era el arte contemporáneo. La sensación de hablar idiomas parecidos me conmovió como si, verdaderamente, estuviésemos parcialmente «conectados».

Bastante sugerente también me resultó la pieza del alemán Harun Farocki (República Checa, 1944 – Alemania, 2014) en la que utilizando una serie de «televisores» muestra películas o fragmentos de la historia del cine reflejando cómo éste retrataba los obreros y el movimiento de las fábricas a lo largo del siglo y pico que lleva entre nosotros. Obviamente, se pueden echar de menos películas, pero la selección no deja de ser válida. La imagen que forman los monitores muy bien expuesta tampoco es mala ni descuidada, sino, muy al contrario, de una delicadeza sorprendente.

Otra obra muy delicada, casi zen, me pareció la proyección de una libreta de anillas principalmente por la sabia elección del lugar hacia el que se proyectaba, haciendo coincidir el anillado central con un ángulo obtuso de la sala. Le debemos la pieza a Ceal Floyer (United Kingdom, 1968) de origen paquistaní.

A punto de terminar, me encontré con unas obras que me habrían resultado intrascendentes si no me hubiese acercado al material, porque algo me atrajo de ellas pero no era la imagen sino la factura.

Obras de Ana Riaño (Bilbao, 1985) donde juguetea y se burla de lo más virtual y conectante que aparentemente hay, como pueden ser las redes sociales reelaborando las imágenes con el material menos virtual posible: pintura acrílica sobre papel. De este modo, revierte la irrealidad virtual en realidad concreta, palpable (comercializable también, a diferencia del trabajo intangible de Begoña Olavarraía, pero ese es otro debate).

Otros trabajos me atrajeron mucho menos, pero no desmerece en nada la colección expuesta en este centro de arte que merece la pena visitar, incluso habitualmente, tan sólo por la increíblemente bella transformación del edificio antaño Palacio de las Telecomunicaciones (o sea, Correos).

Contacto o amistad de red social

Una persona furibunda escribe en su «muro» o lugar de esparcimiento esta pregunta airada:

¿Para qué piden contacto (jamás lo llamaré amistad) por facebook gente que no interactúa para nada, que no está ni en las «alegrías» ni en las «derrotas»? ¿Qué buscan, qué quieren? Porque cuando yo he pedido contacto a alguien ha sido por un genuino interés por su persona. ¿Son simples mirones?… Buenas tardes, feliz tarde ?

Y digo yo (y me dan ganas de preguntarle) ¿por qué no borras a aquellas personas que consideras que no interactúan lo suficiente para que te agrade su compañía? Por cierto, ¿lo de dejar el masculino en «mirones» es debido a que sólo se refiere a hombres?

La verdad es que ese patio de vecinos azul y blanco es cada día más cansino.

Nos superamos en estupidez día a día

Hace un par de meses compré un parche de tela para reparar un descosido en un pijama que quiero seguir usando.

Carmen me dijo que ahora había muchas pegatinas de tela porque estaban de moda. Yo le pregunté si se había puesto de moda arreglar la ropa rota. Ingenuo de mí. Pero la respuesta en sí me sorprendió lo justo: «No, se ha puesto de moda ponerse pegatinas reparadoras sobre ropa que está intacta».

Lo cual me llevó inmediatamente a pensar en lo absurdo del tema: compramos ropa rota (intencionadamente) pagando más por ello. Luego compramos reparadores para arreglar algo que no necesita arreglo (decoración). Ni se nos ocurre arreglar aquello que hemos comprado roto, por supuesto. Sencillamente, nos deshacemos de ello. Y lo llamamos reciclar.

Vemos con malos ojos a quien no puede arreglarse la ropa y la lleva rota porque o bien no le preocupa o bien no se puede permitir su reparación. Les tachamos de «pordioseros«. (Muchas veces me lo han llamado, sí)

Pero veo que realmente la estupidez humana no tiene límites:

Los primeros vaqueros manchados de barro salen a la venta por 414 euros.

Estoy haciendo backups imposibles

¿Cómo hacer un backup de algo que está sucediendo?
¿Cómo sincronizar el futuro con el pasado
para
en un futuro
sincronizar el pasado con el futuro?

Todo ello en el presente,
un presente que se eterniza en el futuro
desde un lejano pasado.

Los backups
(que también podríamos denominar copias de seguridad)
son un denodado esfuerzo
por adueñarse del tiempo
olvidando que la naturaleza del mismo
es fluir
es pasar
es ser olvido
desmemoria
pérdida
caída
fin.

Las ondas Hertzianas de Karlsruhe

Inevitable acordarme de mi amiga María en esta conclusión del libro IDEAS que he terminado de leer hoy, después de varios meses de lenta lectura.

Curioso encontrarme con esta pequeña aventura de un científico en la ciudad que ella habita ahora, pensando que las ondas hertzianas nos mantienen unidos en esta distancia que nos separa en la tridimensional pelota cuya superficie manchamos.

Pero este libro no termina nunca de ser leído. Según lo cerraba, me daba cuenta de cuántas páginas de futuros libros me ha abierto. Me resulta fascinante poder seguir aprendido de por vida.

Es una broma, ¿o no?

No me puedo atribuir el mérito de haberlo pensado para el proyecto de Publicidad En Cubierta, sino que lo he encontrado en EMT. Lamentablemente, veo muy probable esta «broma» dada la privatización paulatina del ejército estadounidense que lleva años dependiendo de «contratas» privadas para unas guerras claramente mercenarias.

Semana Carpanta

Redefiniendo la semana santa, he realizado este pequeño programa absurdo e innecesario:

#
# Redefiniendo la semana santa...
#!/bin/bash

# Buscando la cadena "anta" al final de cada palabra de diccionario
grep anta$ dicc.txt > anta.txt
# Posteriormente, sustituimos el comienzo de línea (^) por "semana "
# y por último eliminamos el final de línea \n sustituyéndolo por espacio.
sed 's/^/semana /' anta.txt | sed ':a;N;$!ba;s/\n/ /g' > semsanta.txt

La salida ha resultado ser:

semana acompañanta semana alicuanta semana almanta semana almiranta semana amianta semana anta semana ayudanta semana bailanta semana canta semana carpanta semana comandanta semana crisanta semana danta semana ganta semana garamanta semana garganta semana gobernanta semana guanta semana hierofanta semana hojasanta semana llanta semana manosanta semana manta semana marimanta semana mendiganta semana oxiacanta semana planta semana portallanta semana postulanta semana representanta semana samanta semana santa semana sicofanta semana somanta semana suripanta semana taranta semana tiranta semana tragacanta semana vicealmiranta semana volanta semana yanta

¿Perfil de Facebook o SPAM?

De cuando en cuando llegan estas solicitudes de amistad (mujeres exuberantes y de residencia fuera de España) que acepto sin mirar y, lo siguiente que hago es ver su perfil. Cuando me encuentro perfiles como este, lo siguiente que hago, obviamente, es eliminarla de mis amigas.

Pero siempre me queda un estúpido remanente de duda sobre si verdaderamente detrás de ese perfil hay alguien (humano bienintencionado) a quien he rechazado por su apariencia. ¿Seré muy superficial?

😉

Por cierto, rara vez me llegan equivalentes perfiles masculinos. ¿Casualidad?

Esto no es una broma