Fracking

Técnica peligrosa que ahora
se supone
posible causante
de seísmos.

Técnica de bajos fondos
que arrastra
mierda de arriba a abajo
y
viceversa.

Técnica para prospecciones
de oro negro
sucio
muy sucio
con el que mantener
nuestro nivel de vida.

Técnica para evitar
usar energía nuclear
usar energía eólica
usar energía solar
usar menos energía.

Técnica para conseguir
petróleo
más allá de lugares
conflictivos
intencionadamente.

Técnica para remover el suelo
y no en la acepción
más porteña de todas.

Técnica inmunda
mala
mala
mala…

Maldito Fracking de mierda
que provocó una fractura
en nuestra conversación.

Maldito nivel freático
que no se está quieto y
baila sin permiso y sin solución.

No te merezco
no
no te merezco.

Querría un sol
y tengo un frack
ing
sin ING
o todo lo contrario
y un puñadito
de silencio azul.

Una falsa performance

Podría pensarse perfectamente que se trata de una performance.

Es más, podría afirmar que lo fue, que fue una performance realizada en Hamburgo, Alemania, y engrosar así mi curriculum como artista de acción, pero la verdad (la mía) es que no lo fue.

Fue una acción (una serie de acciones) que hice con un poco de descontexto, pero sin intención de reclamar para ella la entidad de objeto artístico. Así que no lo fue, no fue una pieza de arte de acción, aunque hubiera habido acción, descontexto e incluso algún público parcialmente participativo.

Pero podría venderla como lo contrario… y hasta me la comprarían como tal, porque hay quienes me quieren mucho y me comprarían cosas tan distantes que me darían mucho mayor prestigio como artista.

Pero no, yo sé que no lo era. Sé que no. Sé que quise hacer otra y no me llevé el material que me hacía falta (un texto maravilloso de Jaime Vallaure escrito en ocasión a la convocatoria de la Chamalle 10).

Podría pensarse que se trata de una performance, pero lo que la diferencia de una performance real es que yo sé lo que sé… ¿se entiende?

Pues eso.

El objeto y la performance

Desde El Patio de Martín de los Heros, espacio reservado al arte de acción o performance, Denisse Nadeau y Geneviève Gaitan me proponen responder a la siguiente pregunta:

¿Qué nos puedes decir acerca del objeto* en la Acción que has realizado en el Patio?
> *objeto: del deseo, de la satisfacción, de amor, fetiche, idealizado…

Lo que nos escribas será un camino nuevo en el recorrido metafórico del Patio.
Te pedimos nos contestes pronto; contamos con tu ayuda para estar mejor encaminadas.
Dos frases, dos páginas, más, menos, o.k. a todo.

A continuación, mi respuesta, con lo mejor que sé: con honestidad, sinceridad y sencillez:


El objeto, en mi trabajo, siempre es algo esencialmente inmaterial. Los objetos que manejo son palabras, pensamientos, acciones, con algún que otro componente corpóreo, digamos, tridimensional, para realizar una composición de los mismos.

Objeto es todo. Y nada. Es la sal de la vida. Es la vida. Soy yo. Eres tú. Objeto es objetar. Objeto es ojo, es mirada, es acción, es sueño.
Objeto es cualquier cosa. Y cualquier cosa (entidad/ente/ser en sí) es objeto.
Componer objetos es ponerlos con. Ponerlos juntos. Agregar unos con otros hasta encontrar un objeto pluriobjetual que los contiene.
Objeto es cada una de las partículas subatómicas (elementales) que constituyen el todo. Objeto es una mónada.
Objeto es una silueta y la percepción de la silueta, aquella que ocurre en algún mistérico lugar del cerebro, relacionada con la imagen y su constitución dentro del ser para sí (siguiendo con esta terminología sartriana).
Objeto es geometría y, por tanto, abstracción.
Objeto es un lapicero o una mano o un párpado o el bazo. Objetos son abrazar, sonreír, hablar. Objeto es medir una distancia aproximadamente con la vista cansada. Objeto es la medida, el aparato de medida, la convención para que una longitud sirva de referencia en un sistema de medidas. Objeto es la sociedad y la cultura que lo hacen posible.
Objeto es el silencio y el ruido (y la furia).
Objeto es la respuesta a este cuestionario y el cuestionario y la tinta (fotónica) con la que escribo. Objeto es cada una de las teclas que estoy pulsando y el signo que las cubre, y el color del que han sido bañadas.
Objeto es materia, pero la materia es energía y la energía es dios; que es un objeto que usan quienes tienen fe, que es otro objeto.
Objeto es voluntad.
Objeto es esto
.


(Importante, mantener el punto del último renglón en un renglón separado)

Un abrazo y espero que os sirva mi concepción objetual del universo (otro sencillo objeto)

Giusseppe

Prólogo de Poemas Comunes, de Ernesto Pentón

Mi querido Ernesto Pentón publica otro libro de poemas (disponible en Amazon) y me invitó a escribir su prólogo.

Este es el resultado:

Poemas Comunes

Ernesto Pentón Cuza

Prólogo de Giusseppe Domínguez


Portada poemas comunes

Para mirar con cordura
habría que dejar caer la cabeza por la ventana.
Ernesto Pentón

 

Colección de colecciones, estos Poemas Comunes son comunes y no comunes, son maravilla de lo mínimo (oriental como jardín japonés) mezclado e imbuido de experimentación poética, juguetón y divertido, con humor ligero e irreverente pero sin exabruptos, humor cortés, que no rehuye la cultura popular, hasta atreverse a guiñarle un ojo a Peter Jackson con cierta iconoclastia que rompe toda imagen especialmente aquellas del lugar común, más allá del título del libro, da de lado estereotipos como lo puede hacer quien atisba con profundidad, más allá de toda superficie (que rompe) con su mirada cuerda de poeta que deja caer su cabeza por la ventana.

Poemas de enumeraciones de qué son las palabras para un poeta, poeta de árboles, poetárbol, que diría Eduardo Scala, poeta con raíces que da sombra, refugio y que es semilla en acto, semilla potente y realizada. Como la infraordinaria descripción al modo de George Perec, llama tras la que queda una tristeza lírica, pinceladas de Cindy Sherman y Charles Bukowski, de ese realismo sucio con la influencia de una triste muñeca abandonada. Desde la visión más realista posible acostumbra a proponernos saltos a la metáfora, para que no nos olvidemos: podemos ver más de lo que vemos si miramos de otra forma. Reclama, una y otra vez, la poesía, hasta que los ojos se nos llenen de sauces.

La serie Abrazos es un regalo de esos que le gusta hacer, en los que se muestra más desnudo que nunca, dedicándole poemas a los amigos, a su querido Elías y a la esperanza que es una Esperanza con mayúscula presente en sus poemas y en su vida. Quiebros amables que reconducen al terreno de la omnipresente ternura en la poesía Pentoniana. Es una poesía de amor dulce, expuesto, sin miedo a ser cursi pues es simple y llanamente sincero; y en la sinceridad, la cursilería no trasciende.

Tras tres epígrafes de mi autoría, comienzo a tener cierto pudor ante la sensación de ser tratado de gurú o parecido, pero luego me pongo a pensar que quizá se trata de todo lo contrario, que por fin se atreve a tirarme de las barbas y agarrar mis versos o frases como si yo no estuviese… ¡y es que no estoy! Al fin y al cabo, el yo poeta no es el yo “prologador” y mucho menos aún el yo coordinador de talleres de escritura, ni el yo amigo y colaborador de este querido y admirado poeta.

Poeta social del que vive la poesía, hermanándose con poesía existencial o intimista, relacionando la frase “la tierra es para quien la trabaja”, con su poesía trabajada y, por supuesto, vivida. Como en otros libros, su reivindicación social sucede desde la concordia (Del lat. cor, cordis, corazón, esfuerzo, ánimo), de corazón limpio, poesía trufada de filosofía, de trascendencia muy a pesar de la aparente (solo aparente) literalidad. He ahí su referencia a la unicidad de Parménides: el uno pero el uno cotidiano, un vaso, perro, rana… y poema, también un poema que se lleva el viento. ¿A dónde? ¿A dónde?

Frente a sumarse a la critica de lavar el orbe o lavar al otro, Ernesto nos invita a lavarse a uno mismo, escuchar(se) para llevar a cabo una profunda autotransformación que cambie el mundo, llamada que hace pidiendo además que no sumemos ruido, pues Ernesto es un verdadero Príncipe del Silencio.

Silencio generador entendido como hueco, como hueco entre palabras y como espacio en las páginas, es un silencio que permite esculpir poemas en la nada. Ganas de hacer volar la poesía sobre la hoja infinita, y es que Ernesto Pentón la ve así, ilimitada, y por ello sabemos que a ese hueco le queda mucho por revelarnos.

En el poema sobre atracción simétrica, vuelve a hablarnos de los temas perpetuos de la poesía patética, de amor y muerte, una vez más escamoteando el lugar común, sin abandonar el fundamento, maduro y fuerte como para enfrentar el reto de atreverse en aquellos lares donde otros poetas ya anduvieron.

El poeta y su discurso se salen del tiempo, y no en tanto al hecho de que la poesía sea intemporal, o pretendidamente eterna, sino porque el hecho poético, ese hecho mistérico, ocurre en una singularidad espacio-temporal, la gravedad de la poesía elimina la física, clásica, cuántica y relativista, y la recrea en un Big Bang del que salen libros como este. Es un tiempo de poeta como niño frente a una pecera.

En cuanto al envejecimiento, nos habla de quien vive en un tiempo sin pasado y carece de futuro, el tiempo del poeta frente al tiempo del no-poeta, el tiempo prosaico de la presentación, nudo y desenlace, siendo la muerte la última parada, teniendo 43 años e infinitos y ninguno pues esa es la edad del poeta.

La poesía niega esa estructura en un intento de acabar con la realidad de la muerte, siempre es lucha contra el tiempo, contra ese tiempo que momifica, pero Ernesto, lucha esta guerra hasta momificado, pero siendo, porque también puede serlo, la momia de un piojo.

Giusseppe Domínguez
Madrid, febrero de 2015

Somos raros

somos raros

Somos raros ha dejado de ser malsonante. Ahora es hasta comercial. Qué bien.

Ya puedo ser un producto de mercado sugerente, original, diferente, fuera de normas que nos oprimen.

Somos raros será un slogan más de esos que se apropian de toda revolución.

Pero claro, será una rareza autorizada, una rareza descafeinada, una rareza superficial y vana, como esas rarezas del mercado.

Qué absurdo mundo en el que las palabras cambian tanto de significado sin cambiar de significante. Hasta que el significante deja de tener claro cuál era su significado preferido.

Seguiré siendo raro, me temo, no por vocación, no por voluntad propia, sino porque quiero generar una tendencia a que no quieran seguir tendencias. Este paradigma, este oxímoron, hará que no me salgan seguidores… y siga siendo raro, sí, sin arreglo, ni ganas de tenerlo.

¡Querida Aída, cuántas ganas de verte!

Aprende a programar en 2 horas

programar en 2 horasSí, sí, así como suena lo anuncia un anuncio en una red social. Sabemos que es demencial esto de la publicidad, pero esto ya se lleva el gato al agua.

¿Quién puede aprender a programar (aprender algo en general) en 2 horas?

A eso súmale la mirada de la modelo del anuncio. ¿De verdad que se trata de aprender a programar? ¿en HTML? ¿Es eso programar?

Menos mal que si me apunto hoy es gratis. Eso significa que en otras ocasiones no es gratis. Esto es terrible. Terrible porque quien pincha en el anuncio es idiota o tan ambicioso como vago. O se le ha ido la mano detrás de esos senos insinuantes.

No acabo de entenderlo… Repito: ¿alguien puede creerse que puede aprender algo digno de ser aprendido en 2 horas?

Pero sabiendo, según el anuncio, que esa es la profesión del futuro (¿de qué futuro? ¿dónde? ¿En España no era la hostelería o el toreo?) cómo no lanzarse raudo y veloz (tan veloz como eyaculador precoz) a pinchar sobre esa imagen… El deseo…

Y se habla de publicidad subliminal, pero esto es mucho menos sutil que todo eso: esto es carnaza de la vulgaris vulgaris para consumo inmediato (¡¡¡de 2 horas!!!).

Sobre si podría haberse hecho esa misma imagen con un gallardo muchacho mostrando abdominales, por supuesto, pero lo curioso/machista no está en la objetivización del cuerpo femenino, tanto como en la suposición de que el público objetivo de esa publicidad (programación, tecnología) son hombres y, preferiblemente, heterosexuales. Está en el hecho de asumir que las mujeres no están hechas para programar… para fregar suelos sí, para procrear, también… ¿pero programar?

O quizá esa utilización (voy a ser naïf y bienpensado) sexista y superficial de modelos femeninos en anuncios de aprender a programar en 2 horas se deba a que ninguna mujer (de las que conozco) es tan sumamente tonta como para haber caído en una publicidad, digamos, simétricamente tratada.

Dicho esto, la modelo me parece bellísima. Y puede que además sepa programar algo más serio que HTML. (O quizá el HTML5)

Poema de Sirma Guldnasas

Este es el primer poema de Sirma Guldnasas; una historia de amor Sami que él cantaba para estimular a sus renos para que corrieran más rápido.

Versión original en lengua Sami Kemi, extinta en Siglo XVIII D.C.

Kulnasatz, niråsam, ängås
Joå oudas Jordee skådhe
nurta wåta wålgesz skådhe.
Abeide kockit laidiede,
Faurågåidhe sadiede.

Ällå momiaiat kuckan, kaigawarre,
patså buårest källueiaure tuun,
Mådhe påti millasan,
kaiga wånaide waiedin.

Ågå niråma buårebåst,
nute åtzån sargabåst.
Taide sun monia lij aigåmasz
sarågåin uålgatamasz

josz iuå sarga åinasim
kiurasam katzesim.
Kulnasasz, nirasam,
kätze, åinakåsz tun su salm.

(Esta es una traducción cutre hecha a partir de otra en inglés)

¡Kulnasatj, mi renita!
Es hora de que viajemos,
para dirigirnos al bosque septentrional
para correr en grandes pantanos
para viajar a la casa de la admirable.

No me detengas más, Kajgavare,
¡despídete, Kälvejaure!
Muchos pensamientos en mi mente,
mientras viajo a la bahía de Kaiga.

Date mucha prisa mi renita,
para que podamos llegar a tiempo
a lo que Sarak me envió,
para llegar a mi destino.

¡Ah, qué ganas de verla,
déjame que vea a mi amada!
Kulnasatj, mi renita,
¿no ves ahora sus ojos?

(Extraído de https://en.wikipedia.org/wiki/Kemi_Sami_language)

¿Soy muy sensible al tema de género o es que ando un poco paranoico?

como entender a las mujeres A mí esta imagen banal me resulta machista. Aunque alguna vez en mi vida he dicho que prefiero a las mujeres porque son más complejas. ¿No estaba, entonces, diciendo lo mismo que esta imagen? (Desde hace años procuro no decirlo)

Hay algo tras esta imagen que me hace pensar que esto es visto como negativo, en lugar de como algo positivo y además, sigue ahondando en la brecha maldita que sugiere que los hombres son de Marte (dios de la guerra) y las mujeres de Venus (diosa de la belleza y la fertilidad).

Pues será que tengo muchos amigos afortunadamente de Venus y muchas conocidas que habrían llegado de Marte, pero el caso es que prefiero pensar que no hay tanta diferencia entre los sexos como se nos intenta insistir desde cada uno de estos simplones eslóganes, y sí hay diferencias entre los humanos del género que sean.

Este es otro de esos textos tontos que generalizan desde la diferencia y de los que desconfío desde que comienza la frase. Seguiré escribiendo mi particular visión de estos temas de género en el diario, para no dejar caer la atención, que es muy fácil, casi se puede llegar a creer en estas bobadas sin darse cuenta y pasado un rato, asumir que ellas tienen que levantarse a fregar los platos.

Aborigen

aborigen

Algo no me cuadra en esta imagen, y es que, en parte, esto mismo podría habérsele dicho al que ahora lo dice. Sea el de arriba o el de abajo.

La palabra aborigen me resulta perturbadora. ¿Quién es aborigen de algún sitio? ¿Oriundo? Hay una serie de sinónimos que igualmente no me acaban de convencer: autóctono, indígena, nativo, originario, natural, oriundo, vernáculo. Contra los antónimos: Extraño, extranjero, foráneo.

Se dice del primitivo morador de un país, por contraposición a los establecidos posteriormente en él.

Es gracioso que si miro primitivo me aparece la necesaria definición de aborigen:

Se dice de los pueblos aborígenes o de civilización poco desarrollada, así como de los individuos que los componen, de su misma civilización o de las manifestaciones de ella.

Y más insólito aún que aborigen sea de civilización poco desarrollada… por definición.

También, primitivo, remite a Perteneciente o relativo a los orígenes o primeros tiempos de algo. Pero no se dice cuál es este algo. Y creo que por ahí van los tiros de la respuesta.

Para el personaje de la imagen superior ese algo es una entidad que no existía, así que él se considera el primero o de los primeros en habitarla. Para el personaje de la parte inferior, el algo en cuestión es un algo distinto, que para él sí existía.

¿Un inmigrante emigra a una entidad que no existía o a una entidad que reconoce como preexistente?

Está claro que si hablásemos de colonizadores quizá dejaríamos de poder aplicar las leyes de extranjería o de inmigración, pues no están inmigrando (no estarían reconociendo la validez de la preexistencia de la entidad que les acoge/expulsa). Así que es un tema de palabras… como siempre, aunque parezca mentira.

¿Existen leyes para evitar la neocolonización de los territorios habitados?

No hablo de las que regularon la descolonización, sino las que regularían a nivel global la manera en que se pueden «colonizar» zonas previamente habitadas.

Y con esto se entronca en todas las discusiones sobre los derechos más o menos cuestionables de descendientes de poblaciones que habitaron en algún lugar del planeta previamente y han sido desplazados por otras poblaciones. Europa es un maremagnum de estas movilizaciones que generan conflictos muchos de los cuales desembocan en guerras y muerte de millones de personas. Hay mil ejemplos… pero se me ocurren unos cuantos actuales:

  • Conflictos en Ucrania entre rusos y ucranianos (que no se acuerdan de que fueron posiblemente el urheimat indoeuropeo).
  • Conflictos de nacionalismos varios (la antigua ex-Yugoeslavia es la más dura prueba de ello).
  • Irlanda y el Reino Unido, olvidadizos de un pasado céltico, olvidadizos de un pasado nórdico, de un pasado latino, de un pasado… seguramente pre-indoeuropeo.
  • Las descendencias arábigas o moriscas de territorios peninsulares, olvidándose de las germánicas, pero también de las latinas y de las griegas y las íberas y las paleohispánicas, célticas, pre-indoeuropeas…

En resumen: todo sería más sencillo si ese «algo» fuese el Mundo y no otra cosa/entidad… ¿o mucho más difícil?

Medalla de las Bellas Artes

medalla a los toros

En el momento en el que el toreo se consiente comienza un tropel de sinsentidos. Si además el Ministerio de Cultura se unifica con el de Deportes, ya ni hablamos. Si el gremio de Toreros es conjunto no disjunto con el de Artistas, ya está todo servido.

Ahora, después de premisas impensables de tan absurdas, viene una conclusión del todo lógica. Es el problema de los silogismos, que no distinguen entre valideces de premisas y sandeces de las mismas.

Esto no es una broma