Sin noticias de Ukrania

Desde que decidí no leer más prensa
por considerarla dañina
para mi salud
he mejorado notablemente
mi estado mental
que ha pasado de un continuo estado de
alarma ámbar
a un mucho más tranquilo estado de
letargo ambarino.

Hoy me encuentro dividido
entre Venezuela
que se cuela sin parar en los resquicios noticiosos
de las redes sociales
y
Ukrania
mucho más próxima
cuya política económica puede hacer tambalear
medios de subsistencia en mi casa
de manera mucho más rápida y contundente.

Parece que Ukrania
para nuestras redes sociales
es mucho más complicadita
porque, para empezar,
no hablan (osados) español.

Muchos aún suponen que es una región rusa.

Pero nuestro suministro energético y la dependencia del gas
natural
(sobre todo de los socios comunitarios de
la región oriental de la pretendida Europa
económica)
es un requisito para mantener nuestro sistema
de niños pijos
que nos permitimos decir que no usaremos nunca
nucleares
o que haremos la vista gorda
(sí, seguiremos haciéndola)
a los conflictos necesarios en la
OPEP
para que no exista unión y su necesidad de dinero
les haga vulnerables y mantengan
a bajo costo
nuestra sangre.

Hoy leo un rato el periódico y me doy cuenta
de que sigo mejor
sin saber qué pasa
sin querer saber
sin información…
mediatizada.

Pero sigo sintiéndome culpable
o responsable
de todo lo que ocurre en el planeta
aunque no sepa qué es.

Soy tan importante…

MerkelNET

merkelData protection: Angela Merkel proposes Europe network
Angela Merkel, 14 February 2014

German Chancellor Angela Merkel is proposing building up a European communications network to help improve data protection.

Hace unos días, suscrito como estoy a la lista de correo de ISOC-ES, que dice ser: Internet Society es una organización global dedicada a asegurar que Internet siga siendo abierta, transparente y definida para que todos podamos disfrutar de ella., recibí un email sobre la propuesta de Angela Merkel y Hollande de crear una «Internet Europea».

En estos tiempos, es una sandez irrealizable, debido a que es difícil diferenciar en Internet entre las distintas capas del modelo TCP/IP u OSI, cada vez más enrevesadas y cada vez más dospuntoceroadas, es decir, basadas cada vez más, insisto, en la capa de aplicación y no en las de comunicaciones, desprotegiéndonos como red y lanzándonos a las manos de empresas que controlan lo que ocurre en su app de marras. (FB, Twitter, Google, YouTube, Yahoo… son empresas que ofrecen servicios basados en aplicaciones, no son proveedores de red).

Merkel está razonablemente indignada por los espionajes de las telecomunicaciones por parte de los EEUU (NSA), pero no es solucionable mediante un cierre de fronteras que, a lo más que puede llevar es a una intranet gordita al viejo estilo de la malhadada Infovía. Por otro lado, cabe pensar que pueda ser una excusa para controlar (aprendiendo de lo que hace la NSA) a los usuarios de la misma. Esta es la única explicación viable, pues la otra es inaplicable, salvo que dejemos de usar casi cualquier servicio que sea externo a Europa, y las empresitas que he mencionado anteriormente no están afincadas en estos lares.

Nadie habla de criptografía y de la responsabilidad individual de mantener las propias comunicaciones seguras en un universo completamente conectados. Y tampoco me refiero a la políticas propias de las empresas en cuestión como la famosa de red social.

El debate, no obstante, está servido y algunos de quienes están participando en él dicen algunas de estas cosas:

Oportuna alusión la de Watchmen 🙂

El 18 de febrero de 2014, 11:52, Ángel Rubio escribió:

No sé hasta dónde pueden llegar las regularizaciones o las normativas que se impongan a un determinado sistema de comunicación, o dispositivo. Siempre que se quiera centralizar este tipo de comunicaciones vamos a tener un problema de identidad. Internet surgió como medio para compartir información, y no dependía de nada más que un soporte para transmitir la información y unos protocolos que se han ido adaptando a lo largo del tiempo para mejorar siempre la eficiencia del servicio.

Si nos empeñamos en ‘controlar’ ese canal, quizás estemos provocando que no haya libertad. Y eso es lo que no debería ocurrir. En mi opinión, deberían de regularse unas condiciones mínimas, para que dentro de ese marco se cumplan estándares, y de esta forma asegurar que todos pueden utilizarlo. El que un organismo decida espiar las comunicaciones, o que controle los algoritmos de encriptación para aprovecharse de ello… Pues no tiene nada que ver con el medio que se utilice.

Alguien pude poner en marcha una red europea para tener más controladas las comunicaciones, pero como decía Alan Moore en Watchmen, ¿quién vigila al vigilante?

Saludos,
Ángel

El 18 de febrero de 2014, 11:27, Andreu Castellet escribió:

Amén a todo lo dicho por Raúl. Desde mi posición de observador social creo que nunca volveremos a tener nada mejor que el concepto primigeniode Internet en términos de neutralidad, y que la solución a los problemas de privacidad, congestión, etc, pasa por resolverlo en el terreno de la innovación y de la gobernanza global. Más fácil decirlo que hacerlo, claro.

Saludos,

Andreu (el otro)

El 18/02/2014, a las 11:16, Raúl Sánchez escribió:

En mi opinión, creo que la tecnología no es la solución al problema existente… quizás sea un parche… Surgirá otra tecnología (probablemente ya exista) a través de la NSA o del MI6 o cualquier centro de inteligencia…. que se saltará las barreras y accederá a las comunicaciones de todos nosotros… Creo que el problema importante y de fondo es la gobernabilidad mundial de Internet…
>
> De nada sirve además que los países pongan en marcha legislaciones espectaculares si todas sus comunicaciones tienen que pasar por Miami… O somos capaces de lograr que un organismo internacional tenga la autoridad, potestad y capacidad para tomar decisiones y sancionar a países de verdad o el problema que ha puesto de manifiesto Snowden… lo pondrá de manifiesto otro tipo en un tiempo y relacionado con otro país.. quizás China..?
>
> La apuesta y el gran reto creo que es ese.
>
>
>
> De: Andreu Vea’
> Para: «comunidad@isoc-es.org»
> Enviado: Lunes 17 de febrero de 2014 21:48
> Asunto: [ISOC-ES] Más sobre MERKELnet
>
> me ha encantado la respuesta de un EUROPEO que deja las cosas bien claras y que se nota que conoce la historia y la arquitectura de las redes europeas.
>
> Olivier es británico y Lauren es from USA. Mirad que dialogo (recortado) más interesante.
>
> ————–
>
>
> From: Olivier MJ Crepin-Leblond
> Subject: Re: Data protection: Angela Merkel proposes Europe network
> Date: February 17, 2014 at 2:05:36 PM EST
> To: nnsquad@nnsquad.org
>
> Dear Lauren,
>
> I have no idea who Western European leaders have as advisors, but the
> only thing they should do is to fire them for their incompetence.

> European Internet networks have been inter-connected since the early 90s
> through dozens and dozens of IXPs. Intra-European traffic seldom
> transits via the US. In fact, a high proportion of European Traffic
> going elsewhere in the world does not transit via the US at all.
> In other words, this «proposal» is not worth the e-paper it’s written on.
>
> Oh and if they’re complaining about GMAIL. That’s a *service*, not an
> Internet problem
… Well, the day a European Company provides a free
> email service hosted in Europe that’s as convenient and fast as GMAIL,
> then I’ll consider it.
>
> Kind regards,
>
> Olivier
>
> DISTINGAMOS los servicios de la arquitectura de la red que los soporta.
>
>
>
> On 17/02/2014 18:48, Lauren Weinstein wrote:
> > Data protection: Angela Merkel proposes Europe network
> >
> > http://j.mp/1chUKyJ (BBC)
> >
> > «German Chancellor Angela Merkel is proposing building up a European
> > communications network to help improve data protection. It would
> > avoid emails and other data automatically passing through the United
> > States. In her weekly podcast, she said she would raise the issue on
> > Wednesday with French President Francois Hollande.»

> >
> > – – –
> >
> > Good luck communicating with anyone outside Europe. Real purpose of
> > course, making sure that European intelligence agencies have easy
> > access to European communications. Yeah.
> >
> > –Lauren–
> > Lauren Weinstein (lauren@vortex.com): http://www.vortex.com/lauren

chocolomo y la medida de un verso

giusseppe midiendo versos

Este día, mientras medía versos con un metro fabricado con hilos en la casa de la mujer que había escrito un poema titulado «El hilo», ella me explicaba el significado de una palabra que se ha introducido para siempre en mi vocabulario de la mano de su abuela Doña Max: el chocolomo.

Chocolomo: dícese de aquella persona, animal o cosa que desea al mismo tiempo cosas claramente irreconciliables, como pueden ser las que dan nombre a la palabra en cuestión.

De la foto que me hizo mi querida Vera Moreno en su casa, me encanta especialmente la caja de Imperial: Se garantiza que es pura. Y mi insistencia en llevar camisetas que signifiquen, incluso sin haberlas comprado para tal fin, es más, sin haberlas comprado.

Era intensidad viva lo que me movía a realizar esas mediciones de un libro con el fin de dar mediciones para un libro que está por venir y que Verutxi lo hará posible.

Adoro esta forma de ser una especie de ayudante «metapoético«. Y se lo agradezco a los poetas que lo hacen posible.

Publicidad sin encubrimiento

anti coca-cola

Desde hace días vengo viendo en las redes sociales campañas contra la famosa empresa de este mejunge negro ignoto.

Y por más que todos aducen razones contra el consumo de la misma, yo no puedo parar de recordar al padre de la publicidad: Tomás de Aquino y su celebérrima sentencia: «Que hablen de mí, aunque sea mal«. (No sé si verdaderamente esta frase fue suya ni en qué contexto se empleó)

¿No se tratará de una campaña de publicidad encubierta? Al fin y al cabo, detrás de cada logo rojo y blanco como el que he puesto en esta entrada, encuentra tu cabeza una referencia al producto que, en algún momento, tu subconsciente (si no lo tienes muy bien educado) va a usar para solicitar la malhadada bebida.

Puede que parezca demasiado paranoico con esta observación, pero es que no me sorprendería ni lo más mínimo de aquella empresita capaz de dar origen a la necesidad de regular la publicidad subliminal.

Recibo todos estos mensajes de desaprovación de la compañía fabricante del brebaje pero no acabo de creer que el objetivo se vaya a lograr de esta manera, sino más bien el contrario: reforzar la empresa en cuestión.

Recuerdo, cariñosamente, la acción mucho más contundente y menos visualmente impactante, menos simple, en resumidas cuentas, de mi querido Jaime Vallaure, que realizó un trabajo en el que iba imprimiendo cada cierto tiempo postales con el texto: «N días en La Tierra sin tomar Coca-Cola». Expuso, al parecer, en el 2001 un resultado de este proyecto en CoMa, titulándolo: “24 meses en la tierra sin tomar una gota de coca-cola”.

Copiándole (sin saberlo) llevo años sin entrar en El Corte Inglés. Ya ni siquiera hablo mal de ese centro comercial. Tan solo no entro. ¿Y si lo hacemos así? Poco a poco, pero contundente, radicalmente.

Me gusta / No me gusta

A partir del texto
Me gusta / No me gusta
de Luis Buñuel (en el libro Mi último suspiro)

En la época del surrealismo, era costumbre entre nosotros decidir definitivamente acerca del bien y del mal, de la justo y de la injusto, de la bello y de la feo. Existían libros que había que leer, otros que no había que leer, cosas que se debían hacer, otras que se debían evitar. Inspirándome en estos antiguos juegos, he reunido en este capítulo, dejándome llevar por el azar de la pluma, que es un azar como otro cualquiera, cierto número de mis aversiones y mis simpatías. Aconsejo a todo el mundo que haga lo mismo algún día.

Me gusta pedir en mis talleres que hagan el ejercicio del «me gusta/no me gusta». La primera vez que lo hice fue en Fuentetaja, de hecho, en un taller al que asistí. La profesora, Graciela Baquero, era una mujer menuda que creía en la forma de impartir talleres que yo iba buscando y estuve tanto tiempo en su taller que, al final, me quedé solo y tuvieron que clausurarlo.

Era algo comprensible, pero me sentó bastante mal y prometí (o me prometí) que yo nunca lo haría. Aún no he clausurado nunca un taller regular de escritura ni siquiera con una sola alumna y lejos, bastante lejos, de mi casa.

Graciela, no obstante, sirvió de llave a todo un universo que pude conocer, pues me invitó a participar en un curso de formación para coordinadores de talleres de creatividad que impartía con Jaime Vallaure y con otro cuyo nombre no recuerdo (Miguel Navas, recuerdo hoy.

Jaime pasó a ser «mi faro» y él, a su vez, me abrió nuevas ventanas a otros mundos que yo ni siquiera había imaginado.

Me gustan los días de lluvia, aunque también los días de sol y los de nieve o viento; en realidad, lo que no podría soportar son los climas «perfectos», no variables, suaves, casi programados. Carmen, sin embargo, los adora y este es uno de los pequeños problemas de mi vida: Si alguna vez pensamos seriamente en el exilio no nos podríamos de acuerdo de ninguna manera.

Me encanta el cine. Todo el cine. Siempre cuento que decidí el lugar en el que vivo en función de la cercanía a la mayor cantidad de salas del centro de Madrid. Lamentablemente, con el pasar de los años, los cines me han ido abandonando y me siento un poco huérfano de salas.

El mayor de los traumas lo sufrí con los cines Luna, en los que proyectaban películas comerciales pero en versión original subtituladas, como más me gustan, ahora convertidos en un gimnasio «fashion» al que me apunté. Ha sido un error de los mayores de mi vida. Todo el mundo me decía que era esperable que lo dejase, y así fue. Algo que no todos saben es que yo mientras hacía ejercicio recordaba y tarareaba una canción de Serrat titulada Los fantasmas del Roxy, que habla de un cine que es demolido para construir una sucursal bancaria y los fantasmas de los actores comienzan a aparecerse en ella.

Antes me gustaban los cantautores y me podía llegar a aprender, de memoria, un sinfín de canciones por su letra, pero con el paso de los años he acabado por aburrirme.

Cada vez más me gusta la música instrumental.

Esto fue especialmente así desde que oigo Tangos. La mayor parte de las letras de tango, por muy orgullosos que muchos fanáticos porteños puedan estar, me parecen simplonas, cutres, sin fondo y repetitivas y tópicas hasta decir ¡basta!

Sin embargo, la música distorsionada y sensual de Piazzolla o la armónica de Hugo Díaz me ponen la piel de gallina y me hacen sentir unas ganas enormes de bailar y (a veces) llorar al mismo tiempo.

No me sorprende que Piazzolla fuese un admirador del Jazz, pues con los años, he descubierto en esta música una variedad y una libertad creativa al mismo tiempo que un cromatismo y una intensidad inigualable.

Me gusta la libertad creativa en todas sus formas. Adoro las búsquedas de John Cage, Brossa o Duchamp (Marcel). Para mí, sin búsqueda intelectual, un ser humano es poco diferente de un cordero.

Me gusta mucho cocinar. Tanto es así que cada día lo hago mejor y algunos amigos y familiares (poco objetivos) han empezado a sugerirme que me lo plantee en serio profesionalmente. De hecho, volviendo al tema del exilio, veo en esto una posible salida laboral.

No puedo soportar que alguien diga de la comida «esto no me gusta». Me llevan los demonios. A veces tengo que contenerme para no desear que fallezcan, en ese momento, de inanición espontánea.

Mis sobrinos (y su madre) lo hacen con frecuencia y es una de las principales razones por las que no voy más a Daimiel. Es más, le he dicho a Carmen varias veces que no pienso quedarme nunca con ellos a nuestro cargo mientras no cambien esa actitud.

Me gusta ser tajante. Sí. Pero ¡oh, contradicción! no siempre estoy seguro.

El escepticismo no es que sea algo que me gusta sino, más bien, algo en lo que creo (si es que se puede creer en no creer).

No me gustan los adoctrinamientos ni los adoctrinadores ni las doctrinas. Creo que ni siquiera me gusta la palabra doctrina.

Me gusta agotarme de escribir y sentir que no acabaría nunca.

Poesía visual en una serie de televisión (en la cabecera)

[youtube_sc url=http://youtu.be/cTunFLo_TG4]

Estoy absolutamente cautivado con este pedacito de vídeo, que apenas dura 5 segundos. Pero fotograma a fotograma, se puede apreciar la belleza visual de esta composición que se utiliza como cabecera en una serie de televisión relativamente convencional narrativamente hablando.

Una maravilla fotograma a fotograma. Está claro que el sueño de los surrealistas de hacer un cine-poesía, está empezando a fraguarse, ni más ni menos, que en televisión. Aunque de una manera un tanto insospechada.

Dejo una colección de imágenes que contiene el vídeo para que se pueda apreciar a lo que me refiero.

Ha muerto «el de Happiness»

HoffmanAyer dieron la noticia del fallecimiento (por sobredosis) de uno de mis actores preferidos: Philip Seymour Hoffman.

Como de costumbre, me enteré a través de las redes sociales y no del periódico, que no leo desde hace años.

Para mí siempre será siempre el actor de «Happiness». Habría hecho otras películas y, por lo que sé, también teatro antes de esto, pero esa película me pareció soberbia y su interpretación impagable. No había visto películas como esa, ni actores como este, con esa tristeza feroz, con esa forma de hacer desagradable lo cotidiano, la inmundicia social de la normalidad.

Pero… ha muerto de sobredosis y, sin saber nada de él realmente, lo juzgo duramente y pienso que fue un problema de éxito. Pero la verdad: ¿yo qué sé?

Supongo que tengo muy reciente el visionado de El lobo de Wall Street, y asumo que todo éxito meteórico lleva a esas vidas excesivas y absurdas, vidas relacionadas con el consumo de sustancias que garanticen una plenitud de sensaciones, un aberrante desvarío de existencias mundanas… pero ¿yo qué sé?

No he consumido drogas (de casi ningún tipo) en ningún momento de mi vida. Salvo las prescritas por orden facultativa con la esperanza de mejorar estados físicos de salud.

Y juzgo, sí, juzgo como si supiera. Porque tengo que tenerlo todo tan claro…

Y hoy (recientemente) se ha muerto este actorazo y no sé, simplemente, no sé qué sentir. Pena por las películas que ya no rodará, pena porque un ser humano más ha fallecido (y de este sí me han informado), pena por que haya muerto de sobredosis, cierto asco (y no en Las Vegas), pena por vidas desperdiciadas (como posiblemente no ha sido la suya), pena y asco…

Y mañana vivirán otros y me olvidaré, como de tantas otras cosas, para mantener el sano cerebro funcionando y sin mirar hacia atrás más allá de lo necesario (y sin saber qué es lo necesario).

Adiós Philip Seymour Hoffman.
O hasta pronto.

Esto no es una broma