Añadiendo movimiento con CSS

Después de la actualización del «theme» de WordPress que realicé ayer en el entorno de producción, he comenzado lo que podríamos denominar el ajuste fino.

La verdad es que estoy fascinado con las posibilidades que tiene CSS3, como generar animaciones tan sencillamente como diciendo «trasládete de acá a allá«… más o menos. Es formidable y ya había hecho uso de ello en la web del proyecto La Consulta, especialmente en el apartado de mostrar el tamaño aumentado de las imágenes de los garbanzos contados cuando se pasa el ratón por encima.

Es tan tentador usarlo una vez que se conoce que puede acabar pareciendo un circo en el peor de los sentidos. De momento, sólo incorporaré alguna traslación de «cajitas» en el blog y cuando comience (que ya estoy a punto) a remodelar la web, usaré las mismas, además de intentar utilizar los mismos colores, así que lo he añadido a un archivo CSS llamado animaciones.css que estoy creando a partir de la fantástica herramienta encontrada en animista.net.

Me habría gustado utilizar «@import» en el CSS adicional dentro del tema de wordpress, pero parece que no es viable hacerlo, así que me obliga a tener duplicadas (con lo poco que eso me gusta) esas directivas tanto en el hueco que la edición del tema WordPress me permite, así como en el archivo CSS /estilos/animaciones.css de la raíz de mi web.

De momento, dejo el código que ha generado esta aplicación online en esta entrada, por si alguna vez vuelvo a necesitarla:

.slide-in-left {
    -webkit-animation: slide-in-left 3s both;
            animation: slide-in-left 3s both;}
.slide-in-right {
    -webkit-animation: slide-in-right 3s both;
            animation: slide-in-right 3s both;
}

/* ----------------------------------------------
 * Generated by Animista on 2020-5-8 11:22:35
 * Licensed under FreeBSD License.
 * See http://animista.net/license for more info. 
 * w: http://animista.net, t: @cssanimista
 * ---------------------------------------------- */

/**
 * ----------------------------------------
 * animation slide-in-left
 * ----------------------------------------
 */
@-webkit-keyframes slide-in-left {
  0% {
    -webkit-transform: translateX(-1000px);
            transform: translateX(-1000px);
    opacity: 0;
  }
  100% {
    -webkit-transform: translateX(0);
            transform: translateX(0);
    opacity: 1;
  }
}
@keyframes slide-in-left {
  0% {
    -webkit-transform: translateX(-1000px);
            transform: translateX(-1000px);
    opacity: 0;
  }
  100% {
    -webkit-transform: translateX(0);
            transform: translateX(0);
    opacity: 1;
  }
}
/**
 * ----------------------------------------
 * animation slide-in-right
 * ----------------------------------------
 */
@-webkit-keyframes slide-in-right {
  0% {
    -webkit-transform: translateX(1000px);
            transform: translateX(1000px);
    opacity: 0;
  }
  100% {
    -webkit-transform: translateX(0);
            transform: translateX(0);
    opacity: 1;
  }
}
@keyframes slide-in-right {
  0% {
    -webkit-transform: translateX(1000px);
            transform: translateX(1000px);
    opacity: 0;
  }
  100% {
    -webkit-transform: translateX(0);
            transform: translateX(0);
    opacity: 1;
  }
}

 

Actualizado el «Theme» del blog

Hoy he pasado «a producción» los cambios que había estado haciendo en un servidor de pruebas/desarrollo que tengo configurado en una Raspberry.

He decidido usar una personalización del tema TULSI WPKoi WordPress theme después de casi 10 años (desde que arranqué con este blog) y lo hice de la mano de un tema minimalista al que echaré de menos, seguramente, pero que había quedado obsoleto con su inadaptación a los dispositivos móviles (no es «responsive»), además de algo demasiado simple en estos tiempos modernos de imágenes desmesuradas, el tema en cuestión era el Open Sourcerer que como su propio nombre indica era de código abierto, muy «linuxero», con unas tipografías sans-serif, poco color, fondos oscuros y muy orientado a texto.

TULSI en

He tardado en encontrar un «theme» que me gustase entre los más de 7000 posibles temas que ofrece WordPress para configurarse sencillamente, tanto es así que por momentos he pensado en tirar la toalla y usar, como dice mi amiga Aída que WP pretende, uno de los propios de la plataforma y adaptarlo a mis gustos o necesidades, en lugar de encontrar uno que se pareciese a mí… por decirlo así, pero que además fuese «responsive», pues es algo que a estas alturas es indispensable y que permitiese bastante personalización de manera sencilla, sin tener que editar mucho código CSS que no sé muy bien si se mantendrá en la primera actualización de turno del tema.

Buscaba una interfaz sencilla (como a la que estaba acostumbrada) de fondos oscuros y propósito generalista (no orientada únicamente a imágenes, como la mayoría) pero al mismo tiempo que tuviese algún color impactante, algún detalle casi agresivo, dinámico, que reflejase cierta osadía, y me había decantado por un tema llamado Dark PRO, que se ajustaba muy bien a mi criterio, pero que no acababa de dejarme hacer una prueba completa (en mi servidor de desarrollo) antes de pagarlo y usarlo en mi servidor definitivo, es decir, no podía estar seguro de si funcionaría bien en dispositivos de pantallas pequeñas, pues el menú para móviles no funcionaba en la versión gratuita.

Algunas cosas de ese tema me gustaban mucho y veré la manera de incorporarlas en la personalización que estoy haciendo del TULSI, que son principalmente el tipo de letra (he elegido una Nunito OpenFont de Google), muy redondita a pesar de ser sans-serif, y algunas ideas como marcar las cabeceras de los widgets laterales.

Es posible que contrate la versión PRO del tema que estoy manejando para dotarle de algo de movilidad, pero también puede que acabe por implementar ese dinamismo con CSS personal. Al fin y al cabo, creo que puedo hacerlo como ya he mostrado en proyectos como La Consulta.

Reunión de Té y Poesía OnLine

En marzo, con el confinamiento por coronavirus recién estrenadito, hicimos la reunión o tertulia poética de N’Clave de Po(esía) vía Skype después de valorar otras opciones y pasar un par de días analizando (en bastante profundidad) las herramientas disponibles con sus pros y sus contras para llevar a cabo videoconferencias grupales para más de 15 personas.

Finalmente opté por skype (sobre linux, lo que es todo un reto, dado lo mal que Microsoft, propietario de skype, se lleva con el software libre) y distribuí a la gente que se quería conectar en un par de grupos sucesivos, el primero a las 5 y el segundo a las 7.

Tuvimos un par de reuniones amables y sencillas, con no mucho más de 5 personas en cada una, lo que hacía muy fácil el manejo de este tipo de eventos, para que no acabe degenerando como en este chiste que está circulando en estos tiempos y que debería hacernos sentir avergonzados, en lugar de orgullosos de nuestro sentido del humor. Pero no se trata de aprender, ni siquiera en esta época pandémica, ni siquiera ante la posibilidad del fin del mundo.

Hoy vuelvo a proponer esta opción, que me hace trabajar un poco más, pero al fin y al cabo qué importa, teniendo en cuenta que aunque haga huelga o apagón cultural no importa lo más mínimo a nadie… ni siquiera estoy dado de alta como autónomo porque la gestora casi se rio de mí ante semejante intención y me dijo que no me salían las cuentas. Quizá tengo que pensar que la poesía y los talleres de escritura no son un trabajo como el sistema en el que vivimos define tal cosa, así que igual no puedo manifestarme, ni ponerme en huelga (sino ir de procesión o de vacaciones) como tampoco puedo darme de baja.

 

Actualizando mi blog de desarrollo y backup

Sí, lo confieso, soy un paranoico y un obsesionado con las copias de seguridad. Eso lo sabe cualquiera que me conozca al cabo de menos de 5 minutos de conversación.

Por supuesto, una de las cosas para las que más utilizo una raspberry que me regalaron hace años es para tener, por fin, una copia completamente funcional restaurada de mi blog (este en el que estoy escribiendo) para poder hacer pruebas o sencillamente para dormir tranquilo sabiendo que uno de estos días, quizá mi Hosting Provider dejará de funcionar de la noche a la mañana… o algo similar.

Instalar un servidor LAMP en la raspberry es más o menos complicadillo, pero lo verdaderamente complejo es exportar mi blog del servidor original (alojado en el servidor compartido de mi proveedor) e importarlo en el local, lo que implica unos cuantos cambios, entre otros, de nombre de SITE para que no se vuelva loco con el original (lo que puede derivar en un desaguisado a la mínima).

Esta semana quería poder usar el servidor de backup (accesible externamente gracias a No-IP en https://clave53.ddns.net/blog)o de desarrollo para hacer pruebas de distintos «themes» antes de hacer la elección definitiva en el de producción. Resulta que cada vez que intentaba administrarlo WordPress me decía que tenía que conceder acceso FTP al mismo… y me estaba preocupando un poco por aquello de la inseguridad de las conexiones FTP, amén de no tener claro qué permisos debía conceder, ni a qué carpetas, al usuario que accediera por ftp desde los servidores de wordpress para actualizaciones o nuevas instalaciones de plugins, themes, etc.

Eso sin hablar de habilitar el puerto 21, por ejemplo, en el router para que fuese accesible desde TODA internet. Lo que no dejaría de incomodarme mucho… tan sólo tengo abierto el puerto 443 dirigido a la raspberry desde el otro lado de la red local. Y a veces no me deja dormir. 😉

Intenté que el certificado SSL no fuese autofirmado, así que aparece una advertencia diciendo que vas a entrar en un sitio poco seguro (siempre será más seguro que una conexión no cifrada, pero eso es otra cuestión), pero parece poco menos que misión imposible si tienes una IP dinámica y no quieres contratar servicios «profesionales» de un DDNS.

Por fin, en este artículo, encontré que había una solución que pasaba por dejar que la descarga se hiciese por HTTP y me pareció mucho más sensato, añadiendo esta línea en el archivo wp-config.php, que no me gusta mucho toquitear, porque no deja de ser uno de los más «sensibles» de la instalación del wordpress:

define('FS_METHOD', 'direct');

Eso ha sido todo y me ha permitido, por fin, actualizar el wordpress del blog de desarrollo, así como instalar nuevos temas para ir probándolos antes de usarlos en producción.

Por si fuera poco, de la tarjeta microSD que usa la raspberry hago un par de copias cuando considero que tiene una instalación que querría restaurar. (Es decir, un backup del backup). Sí, definitivamente soy algo paranoico.

 

Los datos de «tracking» de las URL

Cada vez que, desde redes sociales o similar, visito un enlace con esta estructura, por ejemplo:

https://revistabravas.jgm.uchile.cl/2020/04/04/29-peliculas-de-agnes-varda-para-ver-gratis-online-y-descargar/?fbclid=IwAR3xjCgTJcCnfpoXYt9f0YkR-8FFGgtTlZX1gJ9PMwNIY0g2FUHavZzxHg4

Me aseguro de quitar la parte en negrita que no es ni más ni menos que información que le sirve al servidor (valga la redundancia), para informarle de datos de navegación.

Es un esfuerzo inútil en tanto «tracking» producido de manera masiva, porque tarde o temprano, mi actividad será trazada como la de cualquier mortal que use Internet, especialmente la 2.0, pero sigo quitándola de cualquier reenvío que haga o cada vez que se me ocurre publicarla. ¡Qué le voy a hacer! ¿Soy un romántico o un guerrillero?

El enlace en cuestión era interesante, así que lo añado por si acaso alguien no sabe copiar y pegar…

Cine hecho por mujeres: 29 películas de Agnès Varda que puedes ver gratis.

Composición de audio de Vivir es la última palabra

Ayer publiqué el vídeo de la pieza de Ana Matey, titulada «Retratos en mi ventana, 11», que es la que me dedicó con todo su cariño y buen hacer.

Hace unos días, me pidió amablemente, como suele hacerlo ella, que colaborase con su proyecto de vídeo-creaciones que pueden ser etiquetadas de performáticas o instalativas… o vaya usted a saber, y me sentí orgulloso de poder hacerlo.

En estos días de ruido y furia, de alborotos informativos y desinformativos, de miedos y alteración de la vida por causa de un virus que ha convertido el planeta en una jaula de jaulas por nuestra propia protección, en estos días de confusión y capas de voces que no se escuchan, salvo cuando se oyen a sí mismas, quise hacer una pieza de audio, que Ana iba a mezclar con un vídeo suyo (quizá o no, bajo la influencia de mi audio), que reflejase ese estado de solapamiento de voces, de ruidos sobre un inexorable paso del tiempo, de un pulso constante, representado demasiado obviamente por ese metrónomo de fondo…

Gracias a Audacity sobre Linux Mint, fui creando una pieza sonora con distintas pistas que se componían a modo de palimpsesto fónico que usaba el espacio acústico preexistente y con restos de piezas pasadas, como noticias en distintos medios de comunicación, en distintos idiomas, en distintos países… y un texto leído por mí con todas las palabras que comenzasen por VIR del diccionario de la RAE, que curiosa y afortunadamente concluyen con VIVIR, así que le dio el título perfecto a la pieza.

Las pistas que componen la pieza son:

1.- El pulso de un (pseudo)metrónomo generado con Audacity.
2.- Minutos de aplausos (dedicados al personal sanitario) desde mi ventana grabados el día 23 de marzo de 2020 a las 20:00, aproximadamente. Esta pista, que era mono, la corté y pegué en dos canales cada pedazo, de modo que no se corresponde directamente con el audio de los aplausos, sino con cómo lo oígo.
3.- La pista «Noticias», en estéreo, contiene noticias de Francia (en francés), en el canal izquierdo, y noticias de EEUU (en inglés) en el otro canal. Se solapan de modo que inicialmente sólo se escucha por uno de los canales y luego pasa a escucharse por ambos para terminar en el otro canal.
4.- Una pista convertida a estéreo del discurso de Pedro Sánchez sobre el confinamiento en la cuarentena a la que estamos ahora mismo sometidos.
5.- Una lectura de todas las palabras del diccionario RAE que comienzan por la terna de letras VIR, haciendo referencia a mi pieza de campo semántico VIR.

Facebook es sólo esto

Por mucho que parezca el invento del milenio, las redes sociales (artificiales), las pretendidas protagonistas de una ficticia Internet 2.0, no son más que unas páginas web muy (pero que muy) sofisticadas.

El otro día me dio por asomarme a los bajos de la página principal de mi muro de FaceBook y me encuentro con esta imagen con un y muchos «div», layers y layers… de CSS y algo de javascript.

Pues no parece para tanto… aunque la parte de «servidor» no la vea, sé que no es más que una sofisticada (mucho) base de datos.

Y sin embargo parece que se comen el mundo… jejeje…

Yo es que soy más de VI.

Pero me hacen gracia las pretensiones de las empresas que cotizan en bolsa.

Buscando el infinito

[youtube_sc url=»https://youtu.be/5DRR1NCzZzw» title=»Buscando%20el%20infinito» modestbranding=»1″]

La pregunta recurrente sobre qué hay en un espejo que refleja un espejo que refleja un…

Un intento de respuesta desde una captura de vídeo de una captura de vídeo de una…

Si la resolución fuese infinita, quizá (sólo quizá), podría obtenerse respuesta.

Un pequeño divertimento en Python

cuarentena=int(input("¿Cuántos días durará la cuarentena? "))
print("¿No tenéis la impresión de que un día se parece a otro día,", end="")
for i in range(cuarentena-1):
    print(" como en un bucle,", end="")
print(" como en un bucle?")

Un pequeño código que he hecho en python (casi podría decir que es mi primer o segundo programa en Python) a raíz de un texto que publicó un amigo en Facebook y que me dio la idea de meterlo en un bucle, como estaba pidiendo a gritos su pregunta.

Este es uno de los posibles resultados de la operación con un 999 que da bastante miedo.

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Cargando el universo

Cargan todo:
cargan mi móvil
cargan el móvil de mi pareja
cargan el auricular inálambrico para clases online
cargan el manos libres para hablar con mi madre
cargan los auriculares inalámbricos para las clases de Carmen
cargan las raspberry donde hago copias de seguridad
cargan el aparatito que convierte la caja boba en «inteligente»
cargan el flexo para leer en el sofá
cargan los auriculares bluetooth con cancelación de ruido
cargan cargan cargan…

pero la energía sigue por los suelos y su precio por las nubes.

Esto no es una broma