soy el silencio,
el negro sobre negro
hábito ciego.
tras la palabra
el silencio aterriza
en el misterio.
baja la noche
sobre cada rincón.
Silencio muerto.
cierro los ojos
al borde del abismo
silencio denso.
Diario
soy el silencio,
el negro sobre negro
hábito ciego.
tras la palabra
el silencio aterriza
en el misterio.
baja la noche
sobre cada rincón.
Silencio muerto.
cierro los ojos
al borde del abismo
silencio denso.
Ayer, mi querida Andrea Vidal Escabí me regaló (a mí y a varias personas que habíamos participado con unos cuantos haikus en su proyecto) esta preciosidad editada por ella y su madre con todo su cariño. Es tan bello el regalo que me quedé sin palabras.
Le pregunté si conocía el famoso libro de Raimond Queneau titulado Cien mil millones de poemas del que llevo usando una imagen desde que lo descubrí para anunciar mis temáticos de OuLIPO.
El bordado, dice Andrea, que lleva la portada está realizado con una técnica japonesa que yo no conocía:
La cubierta es un bordado japonés llamado kogin que usaron las clases bajas durante la dinastía Edo, pues tenían prohibido usar algodón o seda. Debían usar cañamazo que no sólo era muy duro, sino también muy poroso, así que bordaban las telas para hacerlas más gruesas
Me encanta saber que parte de mi trabajo consiste en inspirar creaciones como esta que hacen, claramente, del mundo un lugar mejor.
tres lenguas caen
silente sepulcro húmedo
bajo mis pies
sellos lacados
se tumban en mi mesa
autoadhesivos
contienen letras
imágenes de fondo
son solo mapas
Que cada cierto tiempo alguna persona se acuerde de mí y de mi Proyecto Paraguas, me hace muchísima ilusión y sentirme querido, recordado… cuando me envían fotos como esta, de un paraguas encontrado en mitad de un recorrido vital de alguien a quien, de una u otra forma, mis actos pretendidamente creativos han tocado.
En esta ocasión, mi queridísima amiga Aída B. Márquez me hizo llegar un par de fotos de un paraguas abierto en la calle siendo la boca de una papelera amarrada a un semáforo.
Junto a la mesa
altavoces alzan
voz sobre viento.
Sombra de taza
abraza ese cartón
bajo tu panza.
Esos bolígrafos
que duermen boca abajo
van a acabarse.
Sobre la mesa
un pendiente pendiente
de su destino.
En época de Franco
las curvas
eran rectangulares.
Puede transformarse muy bien en este otro que satisface la innecesaria «versificación» de 5-7-5 sílabas:
Las curvas eran
en época de Franco
rectangulares.
Podría cruzar los dados
para obtener un siete
en cada cubo.
Es improbable
la perfección.
Podría cruzar las piernas
para obtener un siete
en la postura.
Es muy probable
la imperfección.
Podría cruzar los ojos
para obtener un siete
en cada párpado.
Es improbable
la imperfección.
Podría cruzar las sienes
para obtener un siete
en mi interior.
Es muy probable
la perfección.