3 LipoHaikus fuertes

Podemos usar Lipogramas mezclados con Haikus para aumentar el número de restricciones. Esta pequeña propuesta en uno de los Talleres de Poesía de la Asociación Cultural Clave 53 busca exactamente eso y yo he querido participar (a veces me encanta ser parte de mis talleres en los dos roles posibles de coordinador y asistente) con estos tres haikus, estando especialmente orgulloso del que está escrito con palabras que solo pueden contener la letra e, pues le añadí la exigencia de que todas las palabras comenzasen por esa misma letra.


la taza amarga
abraza calabazas
abatanadas


entre el endeble
emerge ente en el este
efervescente


los otros ojos
los compongo con rojos
como los locos


Tres definiciones de tres palabras para un poema.

Bazofia: Dícese del político sentado en el congreso. Casa con muchas filtraciones. Fruto del bazófiro.
Bistro: Crema refrescante para calmar las piernas inquietas. Libro religioso sobre los 10 mandamientos felinos. Tienda especializada en gafas.
Brócoli: Juego para niños de baile y canto. Un oso que vive en las amazonas. Timón de barco.


La bistro se derramó sobre la bazofia
donde habitaba el subsecretario
alcanzando el brócoli que dirigía su deriva.

Aquella bazofia acababa de volver
de un bistro en el que adquirió
nuevas formas de ver el universo
y capturar un brócoli brasileño.

Nada le convenció de que su bistro
impedía dar de comer bazofia
a su tigre de porcelana
con el que sus hijos construyeron el brócoli
desgañitándose en berridos barbilampiños.

Lluvia

«Llueve en mi corazón como llueve en la ciudad»
Versos de Paul Verlaine en un poema que tiene como epígrafe el verso de Arthur Rimbaud
«Llueve dulcemente en la ciudad».

lluvia de misiles
lluvia de muerte
lluvia de indiferencia
lluvia de indignación
lluvia de información
lluvia de desinformación
lluvia de fango
lluvia de empatía
lluvia de intolerancia
lluvia de rabia
lluvia de muertos
lluvia de datos
lluvia de lágrimas
lluvia de pérdidas
lluvia de solidaridad
lluvia de insultos
lluvia de tristeza
lluvia de olvidos
lluvia de ignorancia
lluvia de ignominia
lluvia de intereses
lluvia de desinterés
lluvia de miseria
lluvia de miserables
lluvia de inmisericordes
lluvia de misericordia
lluvia de compasión
lluvia de ataques
lluvia de cifras
lluvia de apoyos
lluvia de desconexión
lluvia de hiperconexión
lluvia de patrioterismo
lluvia de patrañas
lluvia de fake-news
lluvia de silencios
lluvia de gritos
lluvia de alaridos
lluvia de pedradas
lluvia de barro
lluvia de desesperación
lluvia de desesperanza
lluvia de despedidas
lluvia de despistes
lluvia de desquicios
lluvia de inseguridad
lluvia de bombas
lluvia de invasiones
lluvia de violencias
lluvia de infortunios
lluvia de catástrofes
lluvia de crueldad
lluvia de insolidaridad
lluvia de ocupaciones
lluvia de incumplimientos
lluvia de oprobios
lluvia de agravios
lluvia de deshonor
lluvia de desvergüenza
lluvia de vergüenza
lluvia de fanatismos
lluvia de dogmatismos
lluvia de incoherencias
lluvia de exigencias
lluvia de abrazos
lluvia de ternura
lluvia de ruidos
lluvia de cañones
lluvia de tanques
lluvia de manifestaciones
lluvia de iniquidad
lluvia de cálculos
lluvia de frialdad
lluvia de amenazas
lluvia de dolor
lluvia de pobreza
lluvia de desposesiones
lluvia de posesiones
lluvia de imposiciones
lluvia de mierda
lluvia de mierda
lluvia de mierda
lluvia de mierda
lluvia de mierda
lluvia de
lluvia.

Ternura

La etimología de la ternura
me llama la atención
el intento tenso de entretener el peritoneo
con una monotonía de tentáculo
con una hipotenusa sin distensión
sin extensión
sin intensión
sin intención
de subirme al éctasis isotónico
donde dar rienda suelta a la contienda
hasta mantener una tenia tenaz
como barítono protónico
capaz de retener en tantra su portento
que aunque no parezca tener pertinencia
me hace atender contento al crecimiento del tétanos.

Una sintonía de prótasis tenue
con un tenor cuya tenacidad resulta hipertensión
en una continuación de tono en éntasis.

No puedo sino intentar atentar con contener la enterectasia
en un vano esfuerzo átono con el que extender
una tensión acumulada sin atenuar.

Tenalgia de paquiteno sin pretender
ser leptoteno tónico en epístasis.

Soy ese pretendiente tónico
que anhela continuar usando esa etimología
de tenorrafia para extenuar
una entretención sin fin.

La ectasia en la que un tenófito zigoteno
se muestra tierno
y dedicado a su mantención
con el propósito de tender
en triple entente
la más liviana tienda
donde esperar el paso del tiempo venidero.

Poema realizado utilizando (y cada una sólo una vez) las siguiente las palabras en castellano derivadas de la raíz indoeuropea de la palabra TERNURA:

tantra, tétanos, hipotenusa, tono, átono, barítono, tónico, isotónico, protónico, monotonía, sintonía, ectasia, enterectasia, éctasis, éntasis, epítasis, prótasis, peritoneo, hipotenusa, tétanos, tenorrafia, tenalgia, tenófito, tenia, leptoteno, paquiteno, zigoteno, tener, tenor, tenaz, tenacidad, tierno, contener, contento, continuar, continuación, entretener, entretención, mantener, mantención, pertinencia, retener, rienda, tender, atender, extender, entente, tienda, contienda, portento, pretender, pretendiente, tenso, tensión, distensión, extensión, hipertensión, intensión, atentar, atención, intento, intención, intentar, tentáculo, tenue, atenuar, extenuar

Ostrogodo Godo

Basándonos en la etiqueta de un vino que nos hizo gracia, decidimos (el 1 de octubre, reunidos Tanja Ulbrich, Anita Ges, Ernesto Pentón y Giusseppe Domínguez) escribir una publicación con una ficticia antología de autores inventados a partir de permutaciones de las letras de la misma y un par de poemas atribuidos a ese autor inventado, siempre procurando que la letra O tuviese especial protagonismo en la composición.

Aquí va la mía:

Oso Trögod

Nacido como Oso en octubre de 1988, decidió mudar de piel para convertirse en un ser humano rubicundo, orondo, que acabó por adoptar el apellido familiar Trögod y dedicarse a la escritura de poemas obtusos tras haberse graduado como oftalmólogo a la tierna edad de diez y ocho años.
Lo obtuso de su poesía radica en unos finales opacados con objetos rotos, con tupidas referencias a su pasado oseznil, peludo y comilón.

Otro Salmón

Con ojos llorosos
veo poner huevos romos a los salmones
por los altos pedregales
por los que flujos de oxígeno
rompen contra corrientes de líquido elemento.

Otro salmón
como los que mi padre oso osó obtener
con brazos gordos
(poderosos conos por mor de necesidad)
ocupó otro océano
otro río
otro estuario
otro lago
otro charco
otro todo
hasta que llegó a Oslo.

Como loco
intentó un vuelo roto
voló cojo
voló corto
voló solo sólo
voló poco
cayó como colofón
como Colón con pecios herrumbrosos
cayó con lomo acongojado
con un último grito por ocultar otros ojos.

Volver a la rutina

Volver a la rutina es un proceso largo, que pasa por momentos de desorden inquietante hasta acomodarse en un aterciopelado devenir de los días entre el calor y la calma, entre la soledad y el bullicio, entre la espalda y la pared.

Volver a la rutina me gusta tanto como volver a la runita.

Volver a la rutina es una forma de volver al norte, a la brújula, a la guía, a la orientación, al camino…

Volver a la rutina es un proceso largo, que pasa por momentos de desorden inquietante en los que parece que nada va a volver a ser como era, sin saber cómo era.

Volver a la rutina es jugar otra vez con los juguetes rotos de cada día, recordándome que soy otro juguete roto con el que algo que no soy yo parece no divertirse.

Volver a la rutina me gusta tanto como volver a la vida después de haberla dejado en suspenso durante unas semanas en las que habité un silencio monacal acompañado. Muy bien acompañado.

Volver a la rutina es un proceso largo, que pasa por momentos de desorden alimentario en los que parece que ya he olvidado cocinar, que no lo disfruto como antaño.

Volver a la rutina es teclear esta entrada en un diario desactualizado y desacralizado terminando a las a las 13:35, después de haber pensado muy mucho qué decir sobre la rutina e incluso después de haber publicado un hallazgo inesperado en una red social para aparentar más intelectualidad de la que realmente siento.

Volver a la rutina es mentir una y otra vez o errar y no herrar al comentar que había terminado esta entrada a las 13:35, siendo ya las 13:36.

Los ojos, poema objeto

Hace unos días Ernesto Pentón me regaló unas gafas que iba a tirar porque estaban algo deterioradas. Yo tenía guardada una caja de bombones que no sabía cómo ni cuándo usar. El poema de los ojos con un lipograma fuerte lo acababa de releer por el taller de poesía dedicada a OuLiPo que estamos realizando los miércoles a las 19:00.

Estos elementos se combinaron como por arte de magia para dar lugar a este pequeño objeto que ha resultado ser un obsequio para Pepe Buitrago en su setenta cumpleaños al que fui invitado la semana pasada.

Me gusta pensar que ha caído en buenas manos, manos de alguien que sabe apreciar lo poético de regalarle unas gafas en una caja que contiene un poema titulado «los ojos» a una persona que se dedica a la poesía visual realizada con hologramas.

Dudé si imprimir el poema sobre un papel especial (tenía unos restos de papel plateado), pero terminé por hacer una versión más sencilla y al mismo tiempo más legible y duradera: impreso sobre papel blanco con una lámina de papel cebolla superpuesta. La transparencia algo translúcida que se genera evoca, de alguna forma, esa evanescencia de un holograma.

Esto no es una broma