El éter es el efervescente eje
de este ser,
es el deber de ser
es el deber ser breve,
el éter cede Selene
en este verde celeste
de ser demente
deber ser este efervescente eje.
Verter este retrete
en ese pedestre ente:
el ser del eje.
Diario
El éter es el efervescente eje
de este ser,
es el deber de ser
es el deber ser breve,
el éter cede Selene
en este verde celeste
de ser demente
deber ser este efervescente eje.
Verter este retrete
en ese pedestre ente:
el ser del eje.
Voy a una peluquería
que no es una peluquería
sino una escuela de peluquería
porque en esa peluquería
cortarse el pelo
es muy
muy
muy barato.
Hoy en la peluquería
que no es una peluquería
sino una escuela de peluquería
hablaba sobre restaurantes la peluquera
y los menús de degustación
que eran según ella
muy
muy baratos.
Estando en la peluquería
que no es una peluquería
sino una escuela de peluquería
me parecía que me estaban tomando el pelo
cuando decían que los menús de degustación
a cincuenta euros por persona
eran muy
muy baratos.
Cuando estaba en la peluquería
que no es una peluquería
sino una escuela de peluquería
recordé los restaurantes
donde yo he comido estos meses
por veinticinco euros por persona
que no eran muy
muy baratos.
la vida
la forma de vida
la forma elegida de vida
la forma elegida para mi vida
la forma elegida para vivir mi vida
la forma que creía tener elegida para vivir mi vida
la forma que creía que podría tener como elegida para vivir mi vida
la forma que creía tener elegida para vivir mi vida
la forma elegida para vivir mi vida
la forma elegida para mi vida
la forma elegida de vida
la forma de vida
la vida
se está cayendo
a pedazos
no sé qué hacer con esos pedazos
no sé qué construir con esos pedazos
no sé en qué se está convirtiendo esa ruina de pedazos
no sé en qué consiste que se esté cayendo a pedazos
salvo que sirve
para dar dramatismo a un poema
que intente mantener
en pie
algo de la forma que creía que podría tener como elegida para vivir mi vida
la vida:
una ilusión…
desorden exterior
de mi
desorden interior
desoyendo
desoladas señales
desde el fondo de mi economía
desastrada como yo mismo
después de un periodo de calma
decembrina
descalabro de ruinas no reflexionadas
desacierto vital
delgada línea entre la frustración y el fracaso
deseado indeseado
desacelerando una elección que ha conducido mis elecciones hasta hoy
desmemoria de ayeres.
Me duele la bota.
Me duele el pecho.
Me duele la pierna.
Me duele el cerebro.
Me duele la cabeza.
Me duele el miedo.
Me duele la uña.
Me duele el dedo.
Me duele la tripa.
Me duele el tiempo.
El dolor me engaña
con fantasmagorías
de porcelana.
La sincronía de la telefacción
acicate de minerologías
contretantemente aparatosas.
Sinerfológico alcarreico
el dinoloplauso acaricia
la vana tendencia a la mutilación.
Alcreciendo la magia
llueve en la perchería
una pertistente algaranza
que oculta mileranismos.
Crósticos ácratas
sonríen bajo faroles
de radiación gamma
una leyendera gimoteando
bate las añas antípodianas
y un huracán abate mi ánimo.
En una página web que no viene a cuento
me encuentro esta expresión
de la localidad de la localidad
que era uno de esos errores felices
que no parece un error
sino un acierto.
La localidad de la localidad
es
convirtiéndolo en un experimento oulipiano
la cualidad de las cosas que las sitúa en lugar fijo de cada una de las plazas o asientos de los locales destinados a espectáculos públicos
el elemento o carácter distintivo de la naturaleza de alguien o algo de lo que tiene entidad, ya sea corporal o espiritual, natural o artificial, concreta, abstracta o virtual situado en población pequeña, menor que villa y mayor que aldea fija de cada una de los asientos que se hacen en los libros acerca del que voluntariamente se presenta para servir de soldado o descenso por mayor unión de los materiales de un edificio a causa de la presión de los unos sobre los otros de los que solo afecta a una parte del cuerpo destinados a cosa que se ofrece a la vista o a la contemplación intelectual y es capaz de atraer la atención y mover el ánimo infundiéndole deleite, asombro, dolor u otros afectos más o menos vivos o nobles públicos.
Hoy presento el libro-proyecto Poseía Poesía que he estado postergando (la presentación) desde una pandemia y cuarto.
La semana pasada estuve editando un vídeo para ayudarme en la presentación y no sentirme tan solo, con un proyecto-libro difícil de presentar: No se puede leer como si fuese un poemario convencional y no es puramente un libro de artista. ¿Qué es este libro? He preparado un texto de más de 8 páginas que seguramente leeré (parcialmente) para contextualizar una rareza de estas de la Poesía Programable que, quizá, no está encontrando el nicho de personas potencialmente interesadas.
escribo a deshoras
en este diario que no leo
en este silencio sordo y ciego
en este calabozo de ignorancia
en este vehículo sin freno
en este remo en busca de una barca
en este ataúd que espera
en este espejo de vanidad
en este esfuerzo de terquedad absurda
en este líquido efervescente contra el tiempo
en este digital teclado sudoroso
en este romance con la palabra libertad
en este poema épico de más de un millón de letras
en este camino de huellas hacia el infierno
en este reloj con mecanismo roto
en este teléfono que duerme con las nubes
en este cristal plagado de miserias
en este pedregal de ónix y pokemons
en este erial que habito a cada paso
en este hogar donde el fuego amanece
en este sol de espumas olorosas
en este reventar los párpados mojados
en este inveterado apunte de desidias
en este escrito a deshoras que hoy no acabo.
Quiero escribir
en negro sobre negro
para no dejar huella
para dejar huella muda
para no dejar tinta
para dejar tinta ciega
para no dejar restos
para dejar resto muerto.
Quiero escribir
en blanco sobre blanco
para dejar huella muda
para no dejar huella
para dejar tinta ciega
para no dejar tinta
para dejar resto muerto
para no dejar restos.