Las piernas de un hombre
eran lo único que sobresalía
del cubo de basura
o contenedor de reciclado
de cartón
en el que estaba
inmerso
completamente.
Al otro lado del cubo azul
estaba detenida una furgoneta
blanca
que recogía los restos
que el cuerpo
inmerso
de piernas salientes
iba lanzando desde el interior.
Carmen y yo no sabíamos si seguir caminando
y saludar a sus zapatos
fotografiar la imagen insólita
de unas piernas que
como si fuesen de un pulpo (cefalópodo…
salían de la cabeza del contenedor
y tendían sus garras
hacia nosotros.
Nos dimos la vuelta y tratamos
de olvidar
que un hombre
estaba trabajando
en un trabajo
cuando menos
poco deseable.
alergia al polvo
alergia a la pobreza
alergia al ruido
alergia a la injusticia
alergia a la falta de respeto
alergia a confundir respeto con obligación
alergia al dolor
alergia al polen
alergia a la soledad
alergia a las masas de gente
alergia al silencio sepulcral
alergia a la inercia
alergia a la irreflexión
alergia al miedo
alergia a la opresión
alergia a la presión
alergia al sueño
alergia al ensueño
alergia a las pesadillas
alergia a la hiperrealidad
alergia a la sub-realidad
alergia a la materia opaca
alergia al frenesí
alergia al queso
alergia a la lactosa
alergia a las picotas
alergia a la sorpresa
alergia a lo previsible
alergia a la dependencia
alergia
a
la
alergia.
Cada día quiero dedicar un ratito a escribir
en este diario
atípico
y
me
he encontrado con
que por poco no llego a escribirlo por
haber estado todo el día con mi amiga Aída
B. Con quien he tenido el gustazo de disfrutar
de una excursión magnífica
con la excusa de un curso monográfico
en el que intentar ayudar a desarrollar la creatividad
que voy a hacer en Castrejón Alto. Parece ser que es una finca del antiguo conde de Floridablanca
del que tendré que aprender algo más antes del curso.
Es difícil hacer un curso sobre algo como
el desarrollo
de la creatividad.
Algo que ocurre en el cerebro
que no se ve
que no se nota mucho
que se siente pero no se aprecia…
es algo extraño
extravagante
casi esnob
pero sé que tengo mucho que aportar en este campo
en el que he pensado mucho y muy bien
aunque me esté mal el decirlo
y he leído textos que pueden
aportar herramientas
invisibles
inodoras
insípidas
inútiles o de una utilidad muy cuestionable
que
bajo ningún concepto
pueden venderse como terapeúticas
aunque algunos como el Jodoroski
lo intenten para arreglar un mundo
que necesita ser arreglado
tanto
tanto
tanto
que es fácil engañar a la población
vendiéndoles
lociones de laspur lotion.
Creo que yo no lo hago
pero nunca estoy seguro de lo que hago.
Ahora
tampoco.
Especifico que tengo
un corazón
un hígado
un bazo
y otros órganos internos que nunca
he visto
pero que sé que están.
Especifico que tengo
mil y un amigo
y más de mil y una
amigas.
Soy afortunado y elijo siempre aquello
que me hace más afortunado.
Cada día soy más feliz
a pesar de los pesares
que es como
el cantar de los cantares
algo casi bíblico
para recordar
que nuestras vidas
tienen sentido objetual y conceptualmente hablando.
Cada día soy más y mejor.
Cada día estoy, también, más lejos de mi nacimiento
y algunos verán con ello que más cerca de mi muerte
pero no es correcto:
no voy a morir nunca,
salvo si me suicido
o dejo de vivir.
Tengo un alma inmortal
que vendí por 25 pesetas
para pagarme una partida de futbolín.
No puede escapar de mí
por que ya no la tengo.
Hoy es un día en el que
estoy pensando
que hace mucho tiempo
que escribo sobre
política
opiniones
salud
confidencias
y me olvido de cuando en cuando
de escribir poemas.
Yo soy poeta
digo
y soy poeta
insisto
y no acabo de entender
por qué
no puedo escribir
poemas
que no hablen de política
o de confidencias de salud
o de economía
o del futuro de occidente
o del estado del nuevo periodismo
o de la importancia de Internet
y que no hablen de sus ojos
o sus brazos abrazos
o de sus senos
o sus caderas
o sus labios cálidos y clásicos
o de sus dedos
o de sus risas
o de sus son
risas
o de su forma de amarme
desinteresada
feroz
álgida en la nube
y que esa nube no se llame
icloud
ni sea compartida.
No sé por qué tanto
me ocupa el cerebro
esta obsesión periodística
intrascendente
absurda
ridícula
supraadjetivada
y
cargada de prejuicios
que otros
han conseguido implantar en mi cerebro
que produce aminas
que me hacen moquear
más de lo normal.
Hoy quería dedicar parte de mi tiempo
a escribirle un poema de amor
y tan sólo le estoy dedicando
una reflexión en forma de poema
y un poco de tiempo para fotografiar
la colección de zapatos que pretende vender
para sacarse un poco de dinero extra
y ayudar a un amigo.
Hoy, como siempre,
la amo de todas las maneras que sé
y no sé por qué
nunca me parece suficiente.
Hoy visito al cirujano del aparato digestivo
que siempre sostiene que me estoy curando
desde hace casi un año
y
no
me
curo.
Hoy a las 12:20 tengo consulta
que siempre es puntual y diligente
para decirme si debo seguir más
tratamientos
o dejar que la naturaleza
haga el resto.
Hoy es otro día
desesperado
por no poder controlar
todo en mi vida
creyendo que se puede
que debería poder
que soy distinto
o que la vida debe ser perfecta
o no ser.
Hoy llevaré mi alma en la mano
para pedirle que sea muy concreto
porque no me valen sus frases optimistas
ni su aliento ambiguo en mi memoria.
Late mi corazón
desesperado
desde la planta de mis pies
a mi nariz
desde la uña de mano izquierda
al manguito rotador
de mi hombro diestro.
Soy todo corazón
(desesperado)
en espera de noticias
terminales.
¿Es una broma?
Parece increíble que esta publicidad no se refiera a las elecciones municipales recientemente celebradas (aunque más que celebradas, cabría decir realizadas) en las que el azul se impuso al rojo claramente.
Claro que también podría deberse al interés por Facebook de algún publicista algo torpe. Los colores son simbólicos, como ya decía Kandinski en su famoso libro De lo espiritual en el arte, capítulo V, el dedicado a los colores.
Pero es que todo, repito: todo, es simbólico. El simbolismo ya lo afirmó. La poesía, siempre por delante de las ciencias… y a veces en paralelo, así que no siempre… y siempre al mismo tiempo, puesto que para la poesía no existen las contradicciones porque todo es una contradicción, y no, la poesía, insisto, ya lo sabía.
Así que, quizá, este anuncio hay que entenderlo en clave jocosa o poética, contradictoria o infeliz. ¿Será que el azul ya no es el de tus ojos, sino el de Endesa? El romanticismo, el más cursi romanticismo, parece tocar a los marketings hasta hacerlos necios. ¿Se le pasó? ¿Fue intencionado?
Ay…. cómo me gustaría pensar que fue una licencia poética… pero me temo que no.
Será azul.
Será.
Azul.
Azulea eléctrica
como la luna
manifestación de la conciencia de la tierra
azulea mecánica y barata
como tu corazón
expuesto en la ventana
para que el sol caliente tus entrañas
para que la lluvia arrastre tus lágrimas
azules
como párpados opacos
a la luz de un fuego
de gas natural
que nos quema
hasta las facturas de la pena
hasta la pena electoral
hasta la rabia
hasta la nada
y nada
nada
hasta llegar al mar.
El domingo
hice un backup
de varios de mis documentos
más recientes
como si importase tanto
perderlos
que tuviese que tener copias en mil países distintos
y libres de pecado y polvo y paja
pero es puro onanismo
o narcisismo… que es muy parecido
al menos, antiguo.
El domingo hice un backup
o, lo que es lo mismo,
una copia de seguridad
y me di cuenta de que
había olvidado seleccionar
mi vida.
Tiene algo dentro
que me oculta
reservando un misterio
como si fuese un poema
o un panel de dígitos
organizados hacia arriba o hacia
abajo
según
la influencia de algún campo magnético
que coloca el trigo con la cabeza erguida
contra el sol
contra sol esa plaza…