No te olvides de…

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Chile
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el 11 M
el 11 S
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La pobreza
La injusticia
El reparto desequilibrado de los medios de producción
La Guerra Civil Española y los 40 años posteriores de represión
El Holocausto
Gaza, Palestina y otros nuevos crímenes de lesa humanidad
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El Apartheid
La prostitución no deseada: la trata de blancas
El maltrato infantil
La violencia de Género
El cambio climático y la desertización
Los desaparecidos de las dictaduras sudamericanas (con otro famoso 11 S)
El terrorismo
El paro
La crisis
La monarquía
El tsunami / los tsunamis
Los terremotos y maremotos, volcanes, cataclismos varios
La sequía y la inundación o las inundaciones
El SIDA
La homofobia
El racismo
La ley SINDE
La telebasura y el cine dogmático
El sueldo de los políticos
El caso Gürtel
El caso Filesa
El caso Rumasa y Nueva Rumasa y …
La entrada en la OTAN y las Bases Fuera
El 23 F
Las masacres de la Plaza de Tian’anmen y el Tibet
Chernobyl
Los cables de Wikileaks
El Katrina
El Prestige
El Golfo de México y BP



No te olvides de…
Sonreír

Hombro-codo

He pasado esta tarde por delante de la Unidad de Hombro y Codo de Madrid y no he podido evitar acordarme de que me duele el hombro derecho.
Y después he estado profundizando en esto de hombro-codo: A parte de tener sólo letras oes, no sé si con algún tipo de restricción médico-literaria al modo de Lipograma, o si era una restricción médico-espacial y me he preguntado si admitirían a alguien con trastorno en el omóplato. Quizá queda un poco desplazado de su centro de aplicación. Me he imaginado a alguien entrando con dolor en el antebrazo y siendo rechazado de la unidad por su inapropiada dolencia para el lugar.
Esto me ha recordado a cuando, objetor, haciendo el servicio civil en el puesto de Cruz Roja de Colmenar Viejo, no quise proporcionarle asistencia sanitaria (una aspirina) a una persona que venía a pedirla recomendándole que visitase el centro sanitario abierto correspondiente.
Me había negado a ser socorrista, objetando dentro de mi objeción, y realizar el examen fraudulento que a todos aprobaban sistemáticamente en las oficinas centrales. Pasé la prestación como técnico de radio, viendo (y no) cómo la mayor parte de las salidas las organizaban los voluntarios para entretenerse paseando y luciendo la ambulancia, intentando no llorar porque algunos de ellos tuviesen la estúpida costumbre de marcar los muertos encontrados en carretera con muescas en las suelas de sus botas.
Sin ser especialista médico o sanitario, no tenía autoridad para proporcionar medicamentos a nadie, así que hice lo que tenía que hacer, según los cánones, según la ley, según la estúpida ley que me obligaba a estar allí. A estar. Estuve.
Volvería a objetar. No acepto la violencia como solución de los conflictos, pero, sobre todo, no estoy dispuesto a aceptarla como solución de los conflictos de otro que, dentro de una jerarquía militar, puede considerar que se trata de un conflicto mío. Jamás agrediré a nadie a quien no quiera yo (y solo yo) hacerlo sin que pueda encontrar una sola razón para hacerlo ahora mismo. Y tener que objetar a algo así me parecía tan ridículo que me parecía objetable (y sigue pareciéndomelo) la propia objeción. Ahora, con ejército profesional e impuestos, quedaría la cuestión de si es razonable una objeción fiscal, una desobediencia civil al más puro estilo Thoreau.
Sin embargo, sí creo que son precisos y preciosos unos impuestos que hagan viable un modelo de estado social en el que la solidaridad sea bandera y no sé cómo vincularlo con el hecho de que la gestión de la hacienda pública no se está haciendo cómo a mí me gustaría. Quizá tan solo reclamo de vez en cuando, una votación de un partido político u otro en función de su comportamiento con respecto a su programa de asignación del presupuesto general del estado. Es limitado, pero ahora mismo, salvo esto y no marcar la casilla de la Iglesia, poco más puedo hacer. Y lo de la casilla de la iglesia es otro tema… porque…

Una escoba

caminando por la calle encontré una escoba
apoyada en una farola
no sé cómo había llegado
a estar apoyada en la farola
pero me enterneció y quise fotografiarla
y no tenía mi cámara de fotos
así que no hice nada
nada de nada

y ahora recuerdo la pobre escoba
apoyada en una farola
en un poema triste apoyado en un blog
que a penas se sostiene
y me enternece
pensar en un lector
sin cámara
leyendo este poema que no es una escoba
apoyándose en una mesa que no será una cama
mientras yo olvido la razón
por la que quise escribir este poema
a una escoba
a una farola
o a mi mirada.

El secreto del éxito

La ONU alerta del consumo excesivo de analgésicos en los países industrializados.
Y me pregunto si no es momento de saber cuál es la verdadera enfermedad de las sociedades industrializadas. Aunque habría que matizar que no son sólo las industrializadas, sino aquellas en las que la riqueza es tan elevada que estar a esa altura puede ser difícil.
¿No será que van por ahí los tiros?
El problema es el éxito.
En una civilización en la competencia ha llegado a todos los ámbitos de la vida, no queda más alternativa que ser el mejor, siempre el mejor, como me decía mi padre, incluso aunque seas ladrón, sé el mejor ladrón. Y claro, pasa lo que pasa, que tenemos que doparnos, tranquilizarnos tras el dopaje o el exceso de velocidad (sin irónica mención a los 110 km/h), o para olvidar, o relajarnos artificialmente, en un entorno en el que hemos aceptado que todo es artificial.
La siesta… me acuerdo del libro de Helena que voy a presentar en breve…
Y me voy a trabajar.
Me tomo algo para que no me moleste la garganta hoy que está mal,
la ignoro,
vivo casi como si mi cuerpo fuese prescindible,
vivo por encima de mis posibilidades físicas,
ignoro que existen límites o pienso que están ahí para otros
porque yo lo puedo todo
y si necesito ayuda…
lidocaína o alguna otra cosa
que termine en ina.
Ya no ismos, ahora inas.
Pero el fin sigue siendo no parar
de avanzar en una carrera cuyo final no existe
porque la muerte se niega con lujuria.
Viviremos siempre
y siempre jóvenes
porque lo contrario sólo le ocurre
a los fracasados.
ay… tengo que tomar otra pastilla
que me recuerde que tengo corazón.

O, si no, a Terapia.

La ventana (texto antiguo)

Habitaba estrella tras la estrella. No habitaba tras las estrellas. Al lado de su mirada había un canario. Un ruiseñor con labios de mujer y pies de plomo. Los hierros no cesaban de recordarles el cautiverio. La soledad hambrienta de estrellas bajo la tierra. Sus ojos buscaron la mirada hasta encontrarla y con ella apreció la compañía. Esos pájaros locos que aprovechaban el silencio para piar sin fin o lanzar besos al aire que se colaba entre los barrotes.
Estrella, la de las estrellas, ya no estaba sola. Apagó el silencio y se dejó dormir sabiendo que el despertar la cubriría de besos, de palabras, de su nombre…
Y recordó que, tras la puerta de su habitación, su carcelero estaba enamorado.
La ventana creció hasta cubrir o descubrir toda la pared y la luz no cesó de calentar sus brazos.
El tiempo de la soledad se derritió en su pecho.

En Riaza, creo que en el año 2004.

Escribo

Bajo una pared que se me cae encima
sobre un teclado que absorbe mi sangre
(al menos algo de mi sudor)
contra una pantalla que parece alejarse
dejando tras de mí millares de mosquitos
que invaden la casa.

No sé porqué los mosquitos
son tan importantes en mi vida
pero ahora mismo siento que son parte de ella
y sus detritos negros
dan color a la tinta electrónica de mis escritos
su muerte entre mis manos
tras un chasquido molesto
es un pequeño disturbio
en mi mañana soleada.

Escribo para recordar
que hoy es un día más
y no un día menos.

Hay que saber contar.
Es fundamental no perder nunca de vista
cual es el origen de coordenadas
en el que nuestro espacio-tiempo
llamado vida
ocurre.

Si nos equivocamos,
acabamos pensando que la vida es muerte
y que la muerte es vida
más allá de la vida.

Quizá esta es la razón por la que siento
muchas veces
que hay gente muerta que pasea
entre nosotros
con la cabeza erguida
como si estuviesen vivos, casi como si fuesen personas.

Quizá esta es la razón por la que a veces
no muchas
no sé lo que me pasa
y me abandono a la tristeza
dejando de disfrutar del hecho de estar vivo.

Porque eso es otro hecho.
Un hecho que se va haciendo.
Un hecho que nunca acaba de ser hecho.
El hecho más curioso de cuantos pueda acontecer.
El hecho soberano.
El hecho auténtico.
El hecho inagotable.
El hecho calavera.
El hecho del hecho hecho
y siempre por hacer.

Entre Hecho y Opinión está el poema

hecho, cha.  (Del part. irreg. de hacer; lat. factus).  1. adj. Acabado, maduro. Hombre, árbol, vino hecho.  2. adj. semejante (? que semeja). Hecho UN león, UN basilisco. Hecha UNA fiera.  3. adj. Dicho de una persona: constituida (? compuesta). Hombre BIEN hecho. Personas MAL hechas.  4. m. Acción u obra.  5. m. Cosa que sucede. 6. m. Asunto o materia de que se trata.  ~ consumado.   1. m. Acción que se ha llevado a cabo, adelantándose a cualquier evento que pudiera dificultarla o impedirla.  hecho de armas.   1. m. Hazaña o acción señalada en la guerra.  hecho imponible.   1. m. Der. Situación o circunstancia que origina la obligación legal de contribuir y sobre la que se aplica el tributo.  ~ jurídico.   1. m. Der. El que tiene consecuencias jurídicas.  ~ probado.   1. m. Der. El que como tal se declara en las sentencias.  Hechos de los Apóstoles.   1. m. pl. Quinto libro del Nuevo Testamento, escrito por San Lucas.  a hecho.   1. loc. adv. Seguidamente, sin interrupción hasta concluir.  2. loc. adv. En conjunto, sin distinción ni diferencia.  de hecho.   1. loc. adv. Efectivamente.  2. loc. adv. De veras, con eficacia y buena voluntad.  3. loc. adj. Que no se ajusta a una norma o prescripción legal previa. Situación de hecho. U. t. c. loc. adv. No esperaremos una resolución, procederemos de hecho.  de hecho y de derecho.   1. loc. adj. Que, además de existir o proceder, existe o procede legítimamente.  en hecho de verdad.   1. loc. adv. Real y verdaderamente.  eso está ~.  1. expr. coloq. U. para indicar que algo se puede considerar tan seguro como si ya se hubiera realizado.  esto es ~.   1. expr. U. para dar a entender haberse ya verificado enteramente o consumado algo.  hacer alguien su hecho.   1. loc. verb. hacer su negocio.  Hecho.   1. interj. vale (? expresión de asentimiento o conformidad).  ~ y derecho.   1. loc. adj. Dicho de una persona: Cabal, excelente.  2. loc. adj. Dicho de una cosa: Ejecutada cumplidamente.  3. loc. adj. Real y verdadero.  4. loc. adj. Dicho de una persona: Instruida o versada en alguna facultad.  ya está hecho.   1. expr. U. para manifestar conformidad con algo ya irremediable.

opinión. (Del lat. opin?o, -?nis). 1. f. Dictamen o juicio que se forma de algo cuestionable. 2. f. Fama o concepto en que se tiene a alguien o algo. ~ pública. 1. f. Sentir o estimación en que coincide la generalidad de las personas acerca de asuntos determinados. andar alguien en opiniones. 1. loc. verb. Estar puesto en duda su crédito o estimación. casarse alguien con su ~. 1. loc. verb. coloq. casarse con su dictamen.

Un poema es un hecho, en mi opinión.
Un hecho puede ser un poema.
Una opinión puede ser un poema.
Ambas cosas son parte de la interpretación de la realidad.
Ambas cosas son hacedoras de realidad.
Hecho: La realidad es un poema, en mi opinión.

Hoy tuve un sueño

Soñé que me dormía
que mi mano se dormía
que mi mente se dormía
que mi pene se dormía
que mi ano se dormía
que mi uña se dormía
que mi pelo se dormía
que mi estómago se dormía
que mi hígado se dormía
que mi corazón se dormía
que mi dentadura se dormía
que mi codo se dormía
que mi hombro se dormía
que mi ingle se dormía
que mi nariz se dormía
que mi lengua se dormía
que mi piel se dormía
que mi traquea se dormía
que mi colon se dormía
que mi sueño se dormía.
Soñé que me moría.

Matemáticas es el lenguaje en el que se expresa el universo

Hoy le he dicho a una alumna de clases particulares de la ESO esta expresión y la he atribuido equivocadamente a Einstein. Ya me extrañaba. Es una paráfrasis de una cita de Galileo Galilei que dice, completa:

El Universo está escrito en el lenguaje de las matemáticas y sus caracteres son triángulos, círculos y otras figuras geométricas, sin las cuales es humanamente imposible entender una sola de sus palabras. Sin ese lenguaje, navegamos en un oscuro laberinto.

Y luego me quedé pensando que habría que corregirla un poco, tan sólo un poco, quizá matizando qué entendemos por Universo, pero al mismo tiempo qué entendemos por Lenguaje y, por último, qué son las Matemáticas.
Este Universo del que habla Galileo es poco menos que un mecano más o menos montado por un desconocido demiurgo y que no nos habla, pero que sí podemos intentar leer o decodificar. Pero aquí aparece otro factor a tener en cuenta: somos nosotros quienes lo necesitamos entender o traducir. El universo no necesita ser traducido ni entendido por nosotros. ¿O sí? Pero puede que el universo sea una entelequia que hemos construido con el lenguaje de las matemáticas. De ahí que esté escrito en ese idioma. Es más, si no tuviésemos las matemáticas, cabría cuestionarse en qué lenguaje funcionaría nuestra mente.
Lenguaje y matemáticas son dos de mis aficiones, afectos, a los que dedico y he dedicado mi vida. Con ellos quiero aprehender el universo, el uni-verso, el poema… y con esto llegamos al quit de la question.
La Poesía la entiendo como una extensión de las matemáticas que permiten no solo explicar el universo, sino construirlo. Universos poéticos en los que el lenguaje pueda desarrollarse hasta ser libre absolutamente, feliz, sin fronteras, sin trabas, incluyendo todo lo que existe y lo que puede existir alguna vez, en las mentes, en los espíritus, en las almas, más allá de las físicas, las químicas, expandiendo las exactas para abarcar la inexactitud, la lógica no bi-evaluada, la lógica ilógica, la lógica del amor, de la pasión, del odio, de la vida no genética, de la vida más allá de la materia, la energía y otros conceptos físicos más o menos definidos con lo limitado de unas matemáticas que no han incluido aún los números poéticos.
Para mí, la Poesía y los números poéticos vendrán a ser algo así como la inclusión de los números reales en el más grande conjunto de números complejos que incluyen una bonita parte imaginaria. ¡Qué bellos números! Ya los Reales incluyeron racionales e irracionales.
Ha llegado la hora de incluir todo número en la Poesía, en el conjunto denso de los números Poéticos, incluir los Complejos y los sentidos, los números no expresables en dígitos, dando una tercera dimensión al conjunto para poder representarlos. Pero una dimensión no lineal, una dimensión ilusoria, imaginara, fantástica, que permita tener infinitos infinitos de infinitos.

El 3 es un poema.
El 3.12 es un poema.
El √(3.12) es un poema.
El 3 + √(-1) es un poema.
El A – i + 3.12 es un poema.
El √Amor – 3.12 es un poema.
Tu y yo. Somos sendos poemas.
El Universo… ahora sí, es mi poema favorito.

Esto no es una broma