81 sellos estampados con la fecha del cumpleaños de mi madre el día de su 81 cumpleaños sobre papel de acuarela de 300gsm.
Sellado y grabado el audio del proceso el día 20250130 a las 16:45.
Diario
81 sellos estampados con la fecha del cumpleaños de mi madre el día de su 81 cumpleaños sobre papel de acuarela de 300gsm.
Sellado y grabado el audio del proceso el día 20250130 a las 16:45.
Cinco instantes del proceso diario que vengo haciendo desde hace meses en lo que he denominado como proyecto: Cada día más silencio.
Cada vez soy más moderno.
Podría decir lleno de ironía.
Algún día de estos me hago analógico.
Como si no lo fuese.
Como si fuese digital
o alguna vez lo hubiese sido.
Como si necesitase más memoria que 1Gb de RAM
en un ordenador de hace más de 20 años.
Demostrar que la obsolescencia
no está tan programada
más allá que en nuestros hábitos de consumo
que quieren (impersonal al canto) implantarnos.
El viejo paradigma del enfrentamiento.
Quiero reflotar
un portátil que mi madre
daba por muerto.
Compré 2 piezas por un total de 20€
para reacondicionarlo
y ahora es capaz de ejecutar
(sin matar a nadie)
el mismo software
y casi
a la misma velocidad
que otro equipo
de hace tan sólo 10 años.
Este lifting
le ha dado un par de lustros
de juventud
fingida
por supuesto.
Pero quizá sea suficiente
con fingir
para alcanzar
algún falso nirvana.
Algo que pensé el otro día (estudia) mientras escuchaba poesía.
¿Cuál es mi día?
Es tu día.
¿Y si no hubiese ortografía?
Estudia.
¿Y si no hubiese orografía?
hummmm…
Caminando por Callao
en mitad del invierno
de camino a mi estudio
me da el sol en la cara.
Apenas puedo ver
más allá de sombras
que parece que vienen
a agredirme.
Es una falsa impresión
fruto de la visibilidad
impedida por el astro
incandescente.
Quizá sea eso lo que quiere decir
esa maldita cancioncita:
Al menos,
eso sí,
llevo una camisa nueva.
Nota1: Referencia al celebérrimo mito de Platón, no insulto malintencionado. 😉
El miércoles pasado, durante la sesión de uno de los más alocados grupos de los Talleres de Poesía, al escuchar el poema de Mariano Velázquez, decidí reservar el domino volandojuntos.es durante un año, a modo de peculiar regalito para él, aunque finalmente sólo fui a reservar el de volandojuntos.xyz por una cuestión de precio.
Realicé una página web bajo el paraguas de Clave 53 a la que ese dominio fue redireccionado. Es algo que durará 1 año, tan solo, pero me hacía bastante gracia el chiste.
Propuesta de Giusseppe Domínguez a raíz del siguiente poema de JMariano Velázquez escrito el día 15 de enero de 2025. Se registró el dominio volandojuntos.xyz durante un año entero a modo de acción cibernética. (Registrar volandojuntos.es era mucho más caro).
JMariano Velázquez, Madrid, 2025
Intenta encontrar un amor volandero, Foo.
Puede ayudarte el que entres en páginas más adecuadas para ti.
¿Quieres que te diga algunas?
Toma nota:
volandojuntos.es, meeticonplumas.com y también amorenelaire.org
que dicen que es la más exitosa.
Inténtalo y deja de sufrir.
Olvídate del perro. Ya sé que el amor existe también entre los animales de cualquier pelaje, de cualquier plumaje, pero debes reconocer que lo vuestro era imposible, sé que os queríais, que era todo un espectáculo veros juntos, a él corriendo ufano batiendo sus orejones, mientras revoloteabas a su lado luciendo tu más colorido plumaje, pero admite como normal que la pasada semana conociera a Rita, que se olisquearán y que su corazón se alterase y acabaran como acabaron.
Hazme caso, Foo,
os chicos son así.
Busca en las Redes y deja de sufrir.
Trina y Trina cada mañana.
Te hará bien.
Si estás en el mar
mareado
y no lo comprendes
es que
la precesión va por dentro.
Hay tantos movimientos
en esta nave espacial que habitamos
que parece mentira
que conozcamos apenas
un par de rotaciones
básicas
y que aproximamos circulares.
Resulta tan complejo
aceptar
que la realidad
no es geometría básica
(ni tan siquiera euclídea)
que nos sumimos
en asumir
sumas
infinitas
de sucesiones.
Y el tiempo
inexorable
sigue oxidándonos.
Hay un dicho que dice
(como dicen los dichos)
que hay quien come más
por los ojos
que
por la boca.
¿Será
quizá
que hay quien tiene
pupilas gustativas?