En época de Franco
las curvas
eran rectangulares.
Puede transformarse muy bien en este otro que satisface la innecesaria «versificación» de 5-7-5 sílabas:
Las curvas eran
en época de Franco
rectangulares.
Diario
En época de Franco
las curvas
eran rectangulares.
Puede transformarse muy bien en este otro que satisface la innecesaria «versificación» de 5-7-5 sílabas:
Las curvas eran
en época de Franco
rectangulares.
Vídeo en formato palimpsesto audiovisual utilizado para la introducción de la presentación del libro Poseía Poesía de Giusseppe Domínguez.
El audio de fondo es una lectura de 999 palabras (pudiendo ser poseía o poesía) generadas aleatoriamente. La lectura la realizó un sintetizador de voz de linux personalizado.
Incluye vídeos de tiradas de dados, de vídeos que dejan ver lo que ocurrió en otro momento del tiempo, como por ejemplo, vídeos de Contar 88 garbanzos secos manualmente (una vídeo-acción englobada en el proyecto La Consulta Caso 30), o la escritura sobre 36 dados de madera de 2x2cm de las palabras poesía y poseía (30 y 6 veces respectivamente).
El vídeo ha sido editado utilizando kdenlive 22.04.3 sobre Linux Mint 20.3 (una)
En este día en el que insultar se indulta…
Hoy presento el libro-proyecto Poseía Poesía que he estado postergando (la presentación) desde una pandemia y cuarto.
La semana pasada estuve editando un vídeo para ayudarme en la presentación y no sentirme tan solo, con un proyecto-libro difícil de presentar: No se puede leer como si fuese un poemario convencional y no es puramente un libro de artista. ¿Qué es este libro? He preparado un texto de más de 8 páginas que seguramente leeré (parcialmente) para contextualizar una rareza de estas de la Poesía Programable que, quizá, no está encontrando el nicho de personas potencialmente interesadas.
Tenemos un dinero inesperado
y queremos usarlo
para renovar
mobiliario
y no sabemos usarlo.
Nos decantamos por comprar algo
y según llegamos a casa
pensamos
que no lo necesitamos.
No pensamos que las compras
no se basan en la necesidad
salvo contadas ocasiones.
Nos decantamos por comprar algo
y nos plantea el problema
de qué hacer
con lo que sustituimos.
No pensamos que las compras
justifican la obsolescencia
que queremos creer programada.
Nos decantamos por comprar algo
y para poder usarlo
necesitamos comprar otro algo
que tampoco necesitábamos.
No pensamos que las compras
están organizadas como un dominó
y está cayendo la primera ficha.
Tenemos un dinero inesperado
que estamos seguros
de que
(por suerte y privilegios)
no nos va a hacer más felices.
escribo a deshoras
en este diario que no leo
en este silencio sordo y ciego
en este calabozo de ignorancia
en este vehículo sin freno
en este remo en busca de una barca
en este ataúd que espera
en este espejo de vanidad
en este esfuerzo de terquedad absurda
en este líquido efervescente contra el tiempo
en este digital teclado sudoroso
en este romance con la palabra libertad
en este poema épico de más de un millón de letras
en este camino de huellas hacia el infierno
en este reloj con mecanismo roto
en este teléfono que duerme con las nubes
en este cristal plagado de miserias
en este pedregal de ónix y pokemons
en este erial que habito a cada paso
en este hogar donde el fuego amanece
en este sol de espumas olorosas
en este reventar los párpados mojados
en este inveterado apunte de desidias
en este escrito a deshoras que hoy no acabo.
El proyecto de muerte
disfruta abatimiento.
Dorotea avanza sobre tinieblas
tamizando la cabellera azul.
La brisa eleva
una pierna de mármol.
Olvidaba todos los ahorcados.
Es natural,
sin duda
cualquier inocente supremo
había de sentir
los dolores más terribles.
Así es mejor;
tenía que acabar mal.
Con el paso de los años le he ido perdiendo el respeto a Neruda, quizá por revisionismo, quizá por cambio de gustos… no lo sé, pero el caso es que para un certamen de poesía algo disparatado he decidido hacer esta pequeña intervención sobre esta portada de un viejo librito de Pablo Neruda.
Me envía un amigo un enlace sobre el lugar más frío creado por el ser humano que, por supuesto, no es Alemania ;-), y me dispongo a darle mi particular respuesta:
El frío no existe: conviene recordar esto ahora que se acerca el invierno. Sólo hay movimiento de partículas, que son la esencia de lo que entendemos como calor. Todo vibra, todo corre, todo gira, todo baila, todo abraza… sí, la materia del universo está permanentemente escribiendo poesía y danzando. Conviene no olvidarlo.
No sé si este rombo que habito
es un cuadrado en perspectiva.