El viernes dediqué parte de la mañana a arengar (¿disimuladamente?) a las masas a votar, confiando en que vayan a votar lo que me gustaría que votasen, lo que no deja de ser bastante ingenuo por mi parte.
Poemas
Apenas soy un ser humano
humano hombre
humano humo
humano huno
humano hundo
humano hiende
humano hierro
humano hiero
humano homo
humano hemos
humano hosco
humano hueco
humano huelo
humano huyo
humano hallo
humano hulla
humano hilo
humano halo
humano hecho
humano hacha
humano hache
humano hoyo
humano hora
humano hito
humano haiku
humano huerta
humano himen
humano horno
humano huella
humano huelga
humano hembra
humano hambre
humano hombro
humano hiedra
humano hiedo
humano hiena
humano heno
humano himno
humano hebra
humano hierba
humano hijo
humano hipo
humano hondo
humano humano
Europa
Soy un convencido europeísta
desde que viajé más allá de Europa
o incluso desde antes.
He estado leyendo sobre la Unión Europea
y su intento de realizar una constitución
que no parece que esté llegado a buen puerto.
He leído información sobre el libro blanco
que habla de las 5 posibilidades
que tiene la Unión Europea para seguir adelante
o estancarse.
Y temo que acabará siendo esto último
por más que no me guste
por más que sienta la necesidad
de europeizar el universo
con un eurocentrismo
del que me siento culpable
y orgulloso
al mismo tiempo.
Pero ya no me importa
ya no me importa nada
nada de nada.
Soy un convencido europeísta
que (ya) no desea viajar fuera de Europa.
No desea…
no.
Viernes de té y poesía
El viernes pasado tuvimos otro de los encuentros que se vienen realizando (aunque no se realizan solos, no «lo tuvimos», así como así…) una vez al mes cada viernes llamados N’Clave de Po(esía). Es gracioso cuando alguien al finalizar me dice que lo podía organizar cada semana… y me veo obligado a mencionar que la actividad es completamente gratuita y que yo no ingreso nada de ella y que tengo que vivir de algo en esta economía capitalista que por h o por b me ha tocado vivir.
En esta ocasión varias de las personas asistentes trayeron algo de comer al evento, lo que siempre agradezco mucho más de lo que reflejo, pero es que sería algo incómodo para quienes no han traído nada y no se han percatado de que esta actividad requiere un asistente algo más activo de lo que suele ser habitual.
Afortunadamente, las personas que llevan tiempo en mis talleres van dándose cuenta de que la poesía implica o debería implicar generosidad y suelen ser quienes traen algún presente que presentar en la presente ocasión.
En la del viernes pasado, Maria Jesús Orella se presentó, como hace ya un par de años, con más de un kilogramo de torrijas de su propia factura y además se encargó de comprar unos platitos de plástico (y aún así, la pobre, estaba algo avergonzada por si afectaba demasiado al planeta con su consumo de plástico) unos tenedores, unas servilletas… o sea, su generosidad fue una demostración de que me rodeo de buena gente y no creo que sea casualidad. Me siento orgulloso de que esto ocurra y, ahora sí, contribuir activamente a hacerlo posible.
Se leyeron poetas de distintas procedencias y muy genéricamente equilibrados/as:
- Joan Margarit
- De una selección de 8 poetas vascos: Luis Garde y Leire Bilbao
- Vicente Gallego
- Constantino Kavafis
- Cristina Peri Rossi
- Amalia Buitrago
- Francisco Brines
- Maria Jesús Orella
- Alejandro Gallego
- Wislawa Szymborska
- Dámaso Alonso
- Javier Cortés
- Ana Rosetti
- Adrienne Rich
- Ernesto Pentón
y algunos nombres más que no apunté, aparte de las personas presentes que se leyeron a sí mismas.
Fue un encuentro amable, como tiene intención de ser, amén de sencillo, poético, íntimo, social y divertido (porque todo lo anterior no está reñido con la diversión, aunque haya quienes piensan que no es compatible)
Mezquindad
Mezquindad miente
una sarta de sartenes
con un ala llena de espuma de sol
que rompe la página azul
de porcelana.
No hay horizonte sin alas de sartenes
no hay un final para el sufrimiento
no hay aleluyas sin alma de reguero
mientras la cal de la luna
abate tempestades
a la orilla de tus ojos.
Y ahí el ritmo del verso se quiebra
y huye.
Diferencias mínimas
¿Pienso que pienso?
vs
¿Pienso qué pienso?
Esa mínima tilde cambia el complemento directo del primer verbo pensar al acto de pensar en el primero de los casos frente a la materia pensada por el segundo verbo pensar en la segunda cuestión.
Texto escrito con 2 palabras, tan sólo «pienso» y «que/qué», usadas de manera que la primera de ellas sea escrita en las cuatro esquinas del texto.
Minudencias…
Periferias
Si miras hacia arriba corres el peligro de estamparte pero verás caer el rayo que te mate.
Si miras hacia abajo la vida será triste aunque no te resbales.
Si miras al frente verás el horizonte pero te pierdes las estrellas y los misterios de cada paso.
¿Cómo vivir mirando a tres alturas a la vez?
Esta cuestión no es sólo metafórica.
Cada día más naïf
en esta época en la que se lleva tanto el insulto
en esta época en la que se descalifica por cualquier motivo
en esta época en la que la simpleza se apodera del discurso
en esta época en la que lo políticamente correcto se bate en retirada
en esta época en la que se difama sin pruebas
en esta época en la que nos reímos de todas las personas que ocupen cargos públicos
en esta época en la que nos mofamos del esfuerzo ajeno
en esta época en la que la búsqueda de la verdad ha sido abandonada en aras de la búsqueda del éxito
en esta época en la que nada importa
en esta época en la que las redes sociales alimentan egos
en esta época en la que el anonimato concede impunidad
en esta época en la que la inmediatez es sinónimo de bueno
en esta época en la que vivimos
me he propuesto
no dejarme llevar por el insulto
no descalificar por ningún motivo salvo el argumentario
no caer en la banalidad de la simpleza
no ser políticamente incorrecto con ninguna excusa pasajera
no difamar sin consecuencias
no reirme de otras personas
no mofarme de esfuerzos ajenos ni propios
no buscar el éxito o el reconocimiento a costa de la ética
no dejar de apreciar la importancia de todo
no desear mostrarme más de lo necesario
no sentirme impune
no tentarme ni seducirme por la facilidad de lo inmediato
me he propuesto
ser cada día más naïf.