Pruebas de escritura asémica

Escribir poemas asémicos es algo que me tiene bastante fascinado, pues es sólo escribir sin pensar en qué decir, buscar una manera de seguir escribiendo en este tiempo en el que toda información es desinformación o dogma o imposición.

Llega el momento en el que el silencio es angustioso, pero queda la salida de la asemia, el sinsentido, la carencia de voluntad, la supresión, la huida, el exilio más interior posible… pero que no es silencio. Es grito, quizá, silencioso. (Oe mediante).

Garabatos

garabatos o guarismos
pintarrajeados en un papel
plebeyo
como quien no hace nada importante
como quien no hace nada serio

dibujando flechas
tachonadas de rayas perpendiculares
que acaben por formar
la figura de sardinillas esqueléticas
raspa de pescado blanco de río
o
cometas sin hilos
figuras geométricas
mal terminadas
o
curvas de funciones matemáticas
sin ejes cartesianos
que las encarcelen

escribiendo
textos sin sentido
ni conexión alguna con las imágenes
todo con un bolígrafo bic
que remita a la infancia
plagada de azul en los dedos
y barro en los bajos del pantalón

garabatos
guarismos arábigos
que marquen las páginas
del cuaderno
a modo de numeración
no correlativa
no sucesiva
incluso
de cuando en cuando
simultánea

intentar no pensar
dejar fluir la cabeza por otras actividades
que no sean las de las manos
disociación gráfica
dispersión espiritual
atea

dejar que surja
lo que surja
con la espontaneidad
calculada
sobre la raíz cuadrada
de un número negativo

y poco a poco
terminar
rematar

matar
el tiempo
dormido

y dormir

Aquí no estoy/estás

Basándome en un verso de Sara Mansouri Bellido («Y aquí estoy, perdida»), me apetecería hacer un libro de mapas (un atlas) situando la típica frase, pero invertida: Aquí no estoy, escrito sobre distintos mapas, preferiblemente en papel. Ya veremos cómo lo hago.

Otra opción sería una serie de mapas digitales en las que estuviera escrito ese texto. Lo importante, no obstante, es saber que no estoy ahí, o aquí, porque estoy, quizá, perdido en donde estoy.

Eclipse Literal

Un pequeño poema visual sencillo basado en una afirmación de una de las personas que asisten a los talleres de poesía y escritura creativa de Asociación Cultural Clave 53, tras pedirles que escribiesen, como tarea semanal, un caligrama titulado Eclipse.

Eclipse: Del lat. eclipsis, y este del gr. ἔκλειψις ékleipsis; propiamente ‘desaparición’. m. Astron. Ocultación transitoria total o parcial de un astro por interposición de otro cuerpo celeste. m. Ensombrecimiento o deslucimiento de una persona o cosa, o de su importancia. m. Ausencia, desaparición de alguien o algo.

por otro lado…

Literal: Del lat. litterālis. adj. Conforme a la letra del texto, o al sentido exacto y propio, y no lato ni figurado, de las palabras empleadas en él. Ant.: figurado. adj. Que reproduce lo que se ha dicho o se ha escrito. adj. Dicho de una transcripción de una escritura alfabética a otra lengua: Hecha transcribiendo letra por letra. adj. Fil. y Mat. Dicho de un concepto o de una magnitud: Que se expresa con letras.

Un regalo de J. SeaFree

Con esta bella cita de W. Vostel, más actual que nunca (¿o nunca ha dejado de serlo?), me llega este regalo postal cariñoso de J. Seafree que me tiene más afecto del que seguramente merezco.

Muy agradecido también por sus bellas palabras hacia mí, su: vivo en el centro del poeMAdrid, me ha gustado bastante.

Le he devuelto una misiva sellada de Poesía Programable, Serie Permutaciones que aún tengo por documentar y que surgió a raíz de un regalo que le hice hace años a Isabel Jiménez y que recientemente he utilizado para otro regalo personal para Adriana Calvo.

Cada ejemplar es único y hay dos «subseries»: a saber, la de los nombres y la de palabras genéricas. Pronto estarán documentadas… espero.

Amigo invisible

El miércoles con uno de los grupos de los Talleres de Poesía Contemporánea que defiendo desde hace décadas, realizamos (por fin después de varios intentos fallidos) el encuentro para darnos los regalos del «amigo invisible» que finalmente no tiene nada de invisible.

Me regalaron (en este caso mi estimado Ettore Ravina) un libro-poema titulado 5 metros de poemas de Carlos Oquendo de Amat que me pareció una auténtica maravilla y que no pude sustraerme a la tentación de extenderlos en la sala donde nos entregamos los presentes (entre los presentes con algún ser ausente).

Yo, por mi parte, le había realizado un poema programable de la Serie Permutaciones y un poema objetual (libro objeto único) con las letras de su nombre ADRIANA y que Carla Aurelia fotografió con mimo en una de las múltiples variaciones que se pueden obtener.

Esto no es una broma