Palimpsesto: Poema Tóxico

Poema tóxico


Esta caja contiene un poema tóxico
un poema que abolirá tu azar
un poema que borrará tu piel
un poema que causará tu muerte
un poema que deshará tu historia
un poema que elevará tu alma
un poema que forrará tu ataud
un poema que gritará tu silencio
un poema que hablará tu intimidad
un poema que imitará tu cara
un poema que juntará tu boca
un poema que kinderá tu soledad
un poema que labrará tu futuro
un poema que morderá tu polvo
un poema que nublará tu cielo
un poema que ñublará tu visión
un poema que opacará tu transparencia
un poema que pifiará tu sosiego
un poema que quemará tu paso
un poema que romperá tu ritmo
un poema que suplirá tu presencia
un poema que trocará tu calma
un poema que ubicará tu miseria
un poema que voceará tu angustia
un poema que wifiará tu desconexión
un poema que xantará tu llanto
un poema que yantará tu apetito
un poema que zurcirá tu final

Ya tiene una «web» el proyecto de !ç~ñ¿.#

Este lunes he estado programando la web del proyecto !ç~ñ¿.# (aunque programar nunca debió usarse para codificar HTML). He dividido la misma en las mismas secciones del proyecto en Verkami, lo que fue bastante práctico a la hora de estructurar la información que tenía en mi cabeza sobre el trabajo que estaba haciendo.

Ha quedado adaptada a la hechura antigua de toda mi página personal (giusseppe.net) que no deja de estar claramente obsoleta, pero modificarla puede llevarme tanto tiempo como ignorar todo lo que he hecho hasta hoy y pasar página (página web, se entiende) para hacer una nueva en un futuro más o menos lejano.

Preparando láminas como recompensas para el micromecenazgo de !ç~ñ¿.#

Cada lámina va sellada, numerada a mano y plastificada.

Quería haber hecho láminas únicas, pero no me pareció que mereciese la pena la cantidad de trabajo adicional cuando la unicidad podía llegar desde la parte «analógica», con una sencilla numeración manual en la parte trasera de la misma, junto un sellado también manual. Realicé pruebas de marcación de algún signo concreto, pero finalmente la nitidez de la propuesta «pedía» que no interviniese demasiado el cuadrado de la lámina.

Me gustan cómo han quedado las láminas en DinA4 que van como recompensa de micromecenazgo del proyecto !ç~ñ¿.# que estoy terminando de preparar en Verkami.

Campaña de mecenazgo de !ç~ñ¿.#

Este libro ha sido íntegramente generado por un programa escrito en C conteniendo un número de caracteres que podríamos denominar signos de puntuación (añadida la ñ y la ç, entre otros) que ha volcado en una ejecución 81 (3 elevado a 4) cadenas de 729 (3 elevado a 5) caracteres aleatorios del inventario conocido como alfabeto.

El programa (puntuación.c), altamente absurdo, tan sólo ha tenido ese uso y después no tendrá ningún otro sentido. Se añexa como apéndice en las dos últimas páginas del libro.

Me está llevando una enorme cantidad de tiempo el proceso de generación de las «recompensas» para el micromecenazgo de este proyecto. Por supuesto, mucho más tiempo que el empleado en el proyecto en sí. Aunque bien es verdad que el proyecto también se ha diversificado hasta alcanzar una dimensión mayor que la que tiene un libro.

Hasta el momento no hago más que gastar/invertir dinero que puede que no recupere, pero también es cierto que estoy aprendiendo mucho en este camino. Si lo considero un pago por el curso de desarrollo que estoy llevando a cabo… hasta cabe decir que es poco dinero.

Quién no se consuela…

multicopy.sh

Otro de esos programas para demostrar que la programación puede ser tan absurda como la poesía.

En esta ocasión, el código simplemente realiza 27 copias (las que se decida en función de un parámetro incluido en el mismo) de un archivo dado su nombre y su extensión.

No sirve para mucho más, pero puede ser útil para saber cómo realizar bucles «for» con bash (shell script) y también para recordar cómo se usa «printf» como herramienta para crear cadenas nuevas (a modo de sprintf o para escribir a la salida estandar.

#!/bin/bash 
nombre="27signos" 
extension="odt" 
nombreoriginal=$(printf '%s.%s' "$nombre" "$extension") 

for ((i=1; i<28; i++)); 
do fichero=$(printf '%s_%02d.%s' "$nombre" "$i" "$extension") 
echo -e $(printf "Fichero original |||%s||| copiado |||%s|||" "$nombreoriginal" "$fichero") 
cp $nombreoriginal $fichero 
done

 

El fracaso del éxito

¡Qué éxito! ¡Cuánta gente! ¿Estaréis contentos?

El domingo organizábamos el evento 53 Latidos de Versos que se Abrazan con toda la ilusión de la que somos capaces, que es mucha. La afluencia fue excesiva, superó con creces nuestras expectativas y las del espacio en el que lo realizábamos. Nos habían dicho y repetido que en ese lugar se habían organizado conferencias para más de 140 personas.

Supongo que no confiaban en nuestro poder de convocatoria ni en el interés suscitado por un evento de Poesía, Música y Tango, pero se equivocaron. Y nos hicieron dudar, así que procedimos a hacer un llamamiento masivo, una campaña de captación de gente por si no alcanzábamos los mínimos que el local nos pedía para no tener que pagar dinero (nunca ganamos dinero de algo así y en la mayoría de las ocasiones lo perdemos).

El público comenzó, obediente, a acudir temprano para garantizarse una de las preciadas plazas. No hubo control de acceso y se fue llenando la sala sin orden ni concierto, lo que provocó que algunas personas se disgustasen. Afortunadamente, la mayoría comprendió la dificultad de lo que estaba pasando y colaboró para que pudiésemos estar lo mejor posible disfrutando del evento.

El aire acondicionado era mínimo y, especialmente al comienzo, se fue la luz unas cuantas veces. El calor ese día fuera superaba los 40 grados. Dentro no era mucho menor. Estábamos en una sauna y aún así, de nuevo la gente demostró ser estupenda y no crisparse (yo estaba crispadito por dentro… mientras me derretía).

En teoría íbamos a contar con una mesa de mezclas de la sala a la que podríamos conectar tanto el equipo necesario para la música como unos micrófonos inalámbricos comprados para la ocasión. El día anterior nos enteramos de que no existía la mencionada mesa de mezclas, así que improvisamos, con la inestimable ayuda de Jose Luis Yanguas, una conexión alternativa para que los micrófonos estuviesen conectados a un amplificador portátil cuya calidad no era la adecuada para una sala tan abarrotada. Pero sin los micrófonos, había mucho ruido ambiente y las voces apenas se oían. Así que la poesía quedó algo perjudicada por estos problemas técnicos.

No obstante, la palabra permanece en el libro estupendo que a la salida varias personas ansiaban tener en sus manos. Regalamos varios (no son ejemplares a la venta) a quienes se interesaron y próximamente convocaremos un recital poético que pueda dar vida a los textos que no se leyeron desde una intimidad diferente.

El espectáculo era demasiado espectacular.

Nos había podido la megalomanía y nos desbordó.

Sí, hubo problemas técnicos, pero no fueron los más importantes después de todo.

Al reflexionar sobre el evento, pensamos que habíamos perdido un poco el objetivo del mismo, de hacer disfrutar a los participantes de un encuentro amable, cálido (de calidad y calidez, pero no de calor), de dimensiones mucho más humanas, mucho más cercanas, en el que poder entablar conversaciones tras las actuaciones, relacionarse…

Pero tampoco en eso estuvimos acertados pues el lugar nos instó a abandonar sus instalaciones puntualmente a las 11:00, tras un pequeño ágape que quedó algo escaso ante el enorme esfuerzo que habían realizado todas las personas participantes. Es normal, nos decimos, son los precios del suelo en Madrid, es el precio de la comida… el trabajo de hostelería… ese sí se cobra, es normal. Nosotros no cobramos, ni cobrábamos, ni teníamos intención ni la tenemos. Así que no teníamos ninguna necesidad de organizar algo de semejantes dimensiones.

Fue un éxito, sí. Fue lo que se suele denominar éxito.

Las actuaciones de Tango fueron estupendas, las lecturas de Poesía fueron estupendas, las actuaciones musicales fueron estupendas, nuestras intervenciones fueron estupendas. El público aplaudió y lo disfrutó, a pesar de los pesares. Quedó un bonito recuerdo en las retinas de las personas que pudieron verlo.

Fuimos organizados en tiempo y roles, sabíamos quién tenía que hacer qué en todo momento y más o menos cumplimos con los plazos de las distintas piezas que se iban a mostrar y se mostraron.

Se pudo proyectar a modo de bienvenida una lista escogida de vídeos del Laboratorio de Experimentos Poéticos, interrumpida de manera algo abrupta por un corte de suministro eléctrico.

Pero estábamos superados. Absolutamente superados, de público, de actuaciones, de grandiosidad. Al despedirnos nos confesaron que, efectivamente, nunca habían tenido ese aforo, que en el interior de la sala caben como máximo 90 personas, que en todo el espacio (contando el restaurante que es otra sala) tiene un aforo de 140 personas y que, más o menos en una estimación aproximada, habían venido unas 160 personas a este evento.

Fue un éxito, sí. Fue lo que se suele denominar éxito.

Y sin embargo…

Esto no es una broma