Sorprendido por un par de planos de Penny Dreadful

Que la calidad fílmica de las producciones seriales es cada día mejor es algo que ya nadie pone en duda, independientemente de si se consideran o no un producto destinado al consumo y, quizá con ello, al aletargamiento de las conciencias, salvo contadas críticas excepciones, como The Wire (alguna otra de David Simon) o las suaves intrasistema del inteligente Aaron Sorkin.

Para muestra, bastaría casi cualquier pequeño retal de la serie Penny Dreadful (cuyo contenido y ritmo narrativo me aburre someramente) que tiene una estética tan cuidada como detallista. En un alarde de espectacularidad sencilla, paradójicamente, elijo este plano tan tópico como bien realizado, de un tren desplazándose por una vía claramente sexual, recorriendo el surco en una alusión fálica evidente, que culmina en una vaporada que nubla la vista.

O eso, o estoy un tanto salido.

Las transiciones entre planos son tan buenas como pocas veces he visto. Tan sólo por esto merecería la pena ver esta serie.

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Newsroom

Newsroom imgHoy he encontrado un artículo que mi amigo Juan Carlos Etxeberría ha escrito sobre esta obra maestra de las series de televisión contemporáneas y no he podido evitar (ni querido) responderle a su comentario con unas palabras de las que quiero dejar constancia en este diario.

Tenía claro que tarde o temprano tendrías que escribir sobre esta serie. Te recomiendo, tras el final de la tercera, que no olvides a su creador (Aaron Sorkin) y sus obras: El ala oeste de la casa blanca, Studio 60. Por supuesto que es ideologizante. Es parte de su encanto, no un motivo de rechazo: es prodemócrata, pero sin ser excesivamente cruel con un republicanismo al que intentar conducir a senderos menos espeluznantes que los que puede llegar a seguir.

Y, tras Sorkin, lánzate a las series de David Simon (también cargadas de “mensaje” social-político, sin por ello desmerecer) que son de tan alta calidad que dejan a cualquiera de las demás series de televisión en una especie de segundo nivel. No es que sean “series” buenas, es que son “otra cosa.

Recomendable: The Corner, The Wire, Tremé e, incluso, la bélica The Kill Generation.

Con respecto a la secuencia impactante con la que la serie arranca, no pude evitar contestarme a esa pregunta tan interesante: ¿Por qué es Madrid (elije la que te corresponda, ya sea país, ciudad…) la mejor ciudad del mundo?

De lo más interesante, desde mi perspectiva, es que Mr Sorkin no solo se limita a hacer una serie buena para un sector profesional, sino para cualquiera que quiera verla, es entretenida, inteligente, profunda, compleja… lo necesario cada vez más en este mundo del siglo XXI del que tontería simplista es decir que es un cambalache, problemático y febril.

Querido amigo, como de costumbre, gracias por tus palabras y por un texto tan interesante.

Candadian THE NEWSROOMHoy he descubierto que es un remake de la serie homónima canadiense del 1996, que no conozco. Pero no creo que sea importante para lo que Sorkin logra con ésta, amén de diferente actualidad político-social en la que ubica la misma.

Esto no es una broma