URLarga: Feliz 2018

Este año, trabajando con las URLs, he decidido realizar 27 felicitaciones navideñas con este motivo, derivando a quien le dé por buscar si esas urls tienen algún sentido otro que el azaroso, al menos a esta entrada del diario que dedicaré a semejantes especímenes.

Programé un pedacito de código C (con VI, por supuesto, y «from scratch», como a mí me gusta) que ha generado 27 URLs únicas. Las he acomodado con GIMP/Linux sobre papel fotográfico que me regalaron con la impresora y al que no sabía qué uso dar.

Me gusta la unicidad del (pseudo)azar programable, que dota de cierto engañoso aura a cada una de las pequeñas piezas que, por momentos, pensé en personalizar, pero intervenía en el azaroso gestar de las mismas… Ya es suficiente con que las URLs comiencen con mi SLD (Second Level Domain), en lugar de un dominio generado al azar.


/*****************************************
urlarga.c

Programa crear URLs que no tengan ningún sentido
más que el azaroso.

Añado la dirección del servidor para que si alguien
quiere ir, al menos aparezca una mínima explicación
de en qué consiste el proyecto.

Derivo a una URL que contiene una búsqueda en mi blog
incluyendo la palabra "urlarga" que remitirá
a una entrada específica creada para tal fin.

*****************************************/

#include <stdio.h>
#include <stdlib.h>
#include <time.h>
#include <string.h>
#include <wchar.h>
#include <locale.h>

// Longitud de la URL formada, incluyendo el protocolo y el servidor
#define LONGITUD_MAX 729
// Para realizar 27 URLs arbitrarias
#define NUM_URLS 27

int main()
{
  setlocale(LC_CTYPE, ""); // Necesario para que funcionen las ñ
  
  int  i, j, letra, l_alfa, l_prot, l_serv, l_base;
  // Un alfabeto incluyendo algunos signos de puntuación
  wchar_t alfabeto[] = L"0123456789ABCDEFGHIJKLMNÑOPQRSTUVWXYZabcdefghijklmnñopqrstuvwxyz!!$%&/()=?¿¡,;:-_+ç";
  wchar_t URL[LONGITUD_MAX];
  wchar_t protocolo[] = L"http://";
  wchar_t servidor[] = L"giusseppe.net/blog/?s=feliz&2018&urlarga&";

  l_alfa = wcslen(alfabeto);
  l_prot = wcslen(protocolo);
  l_serv = wcslen(servidor);
  l_base = l_prot + l_serv;

  srand (time(NULL));

  for (j = 0; j < NUM_URLS; j++)
  {
    wmemset(URL, L'\0', LONGITUD_MAX);
    wcscpy(URL, protocolo); 
    wcscat(URL, servidor); 
    for (i = l_base; i < (LONGITUD_MAX-1); i++)
    {
      letra = rand() % l_alfa; // Obtenemos una letra (índice) al azar del alfabeto
      // Aleatoriamente, si el anterior no era un punto ni una /, ni estamos al final de la URL, ponemos un punto.
      if ((!(rand()%5)) && (URL[i-1] != L'.') && (URL[i-1]!=L'/') && (i != (LONGITUD_MAX-1))) URL[i]=L'.';
      else URL[i]=alfabeto[letra];
    };
    wprintf(L"|%ls|\n", URL);
  };
} // main()

Acción17MAD

El evento de Performance Art tan esperado año tras año, vuelve, año tras año, a desanimarme a convocar a personas ajenas a la Performance Art (e incluso a su mundillo, más específicamente) para que asistan.

No es que no haya buenas acciones, pero la organización ignora los más básicos protocolos de interacción con el público asistente y no se trata de que sean más o menos activos como espectadores, es una cuestión de, digamos, cortesía.

Faltan catálogos, falta comentario, falta presentación, falta tener en cuenta diferentes necesidades a la hora de proyectar un vídeo, como cantidad de personas que se supone que se quiere que lo vean.

Comprendo que no se puede estar en todo, es más, comprendo que no se desee estar en todo y se sacrifique la parte más, digamos, de presentación en aras de la gestión tras las cortinas que facilita la adquisición de un dinero fundamental para poder pagar artistas y gestores, profesores de talleres, etc. Comprendo que se decida que no se desea atender esa necesidad porque la endogamia a la que ha ido acercándose este mundillo (dentro del cual me encuentro, y me encuentro a gusto, no obstante) es tan alta que no lo hace preciso.

Pero lo que me ocurre es que ya procuro no animar a amigos, alumnos, otras personas ajenas al mismo a que se acerquen pues suelen encontrarse con desatención y tengo que llevar yo a cabo la labor de contextualización, presentación, etc… y es cansado. Y no me pagan por ello. Así que me limito a asistir con ganas de ver a la gente maja del mundillo de la performance en Madrid, disfrutar de alguna acción y, después, lo que acaba siendo más importante, tomar unas cañas distendidas en un buen bareto cutre de los que me gustan.

Es una pena. Pero es lo que hay. El dinero no da para tanto. La sala (una de las muchas conseguidas para un festival claramente itinerante por falta de atención de la administración) no hace más que ser un espacio del que los responsables ni dan señales de vida. Podría hacerse en el desierto. Los «programas» los lleva la directora del evento en una maleta casera, no han sido repartidos con anterioridad por algún interesado del Ayuntamiento o de la Comunidad o del Ministerio (de deportes).

Arrancó el evento con la presentación mediante un vídeo proyectado en una superficie de menos de 4 metros cuadrados (menos de dos por dos) a ras de suelo en un hall claramente insuficiente para la afluencia de asistentes. El vídeo estaba hecho con cariño, con mucho cariño, con mucho corazón, pero con una informalidad y falta de rigor propia de un vídeo casero, no de una pieza de arte ni mucho menos de un arranque de un evento semejante. Pero tampoco parecía ser importante, pues apenas alcazábamos a verlo más de 15 personas en unas condiciones semejantes. Se hizo largo y ruidoso. Pero ves caras conocidas y te sonríes. Pero ya está.

Después comenzaron las acciones en una sala (Sala El Águila, de la Comunidad de Madrid). Quien no lo sepa, no se va a enterar, obviamente, pues por allí no pasó ni «el tato» a decirlo. Tampoco se presentaron a las Artistas. Quien no las conozca, no se va a enterar. ¡Que haga esfuerzos por saber más, hombre, ya!

En primer lugar, la fantástica Ester Ferrer mostró una vez que sigue siendo la mejor de las artistas de performance art que conozco, usando tan pocos recursos como un cuadrado marcado en el suelo con cinta negra y un bastón de madera realizó una acción muy musical (no es casualidad que su pareja sea músico) sencilla y eficaz. Algún elemento sobraba, salvo seguramente para ella, así que mejor me callo. Fue magistral. Simplemente magistral. Recorrió los escasos metros cuadrados del centro de la sala acotados por la cinta negra de tres maneras distintas intentando no dejar ni un centímetro sin pisar, mientras acompañaba su «paseo» con golpes arrítmicos del bastón.

Su presencia lograba un silencio absoluto en una acción, por lo demás, tan cotidiana como infrecuente. Poética y plástica, recordando un cuadro (cuadrado) y un proceso, un aquí y ahora tan obvio que no había que aclararlo. Por supuesto, aclaró unos minutos antes que no tenía el más mínimo inconveniente en que se le hiciesen fotografías o lo que fuese. Al fin y al cabo, sabe que la vida es arte y el arte es vida. Y en la vida hay fotos. Vivimos en la era de la reproducción, del registro infinito de todo lo innecesario. ¿Por qué prohibir la fotografía en un evento de Performance? No sé, supongo que algún artista no sabe bien qué es eso de Arte=Vida.

Luego vino Elisa Miravalles, una chica muy maja, muy simpática (aunque no acabo de creerla) con una «performance» que no era una performance. Alguien debería explicarle que el arte de acción es un arte del hacer, no del hacer que se hace. Y por supuesto, basado en un discurso y un concepto, no en una sucesión de imágenes más o menos bonitas para la foto.

Las caras de quienes asistíamos eran dignas de atención: la desaprovación condescenciente rondaba la sala. Rojo, teatral, dancístico… mucho ruido y pocas nueces. No fue una performance, pero lo más sangrante es que ya lo sabía. Lo sabíamos todos. No comprendo cómo y por qué se programa este tipo de artistas más o menos arribistas (no intrusistas, no, sino sencillamente oportunistas) que pululan por los eventos y, gracias a su carácter extrovertido y simpático logran ser tenidos en cuenta en eventos como este, que, supongo, buscan así definirse como actuales, que toman la nueva generación en serio y les prestan la oportunidad de mostrar su trabajo. Pero ¡venga ya! Faltaba rigor por todos los costados y quienes hemos visto en alguna ocasión su trabajo, que no es performance art, sabemos que Elisa no debía haber sido programada en un evento como este. Pero qué le voy a hacer, no es el mío, ni mi criterio, ni nada de nada.

Así que paso a otra cosa. La performance formidable de quien considero una de las mejores artistas con proyección de futuro: Isabel León.

Sencilla también, como Ester, que no deja de ser nuestra maestra y referencia permanente, pero con identidad propia, realiza esta acción altamente poética, de sembrar un campo y salir de la tierra o, incluso, ser la tierra, la Madre Tierra.

Va «enterrándose» bajo ese campo sembrado y se mueve bajo el plástico serpenteando, abriendo pequeños orificios por los que saca ora un pie, ora una mano, unos dedos apenas… y con los pies, con las manos, quiebra las habas sembradas, se alimenta, alimenta.

Visualmente impactante, no busca la foto fácil, ni la pose, ni el sucedáneo de acción, lo suyo es pura performance. Y además también es maja (lo uno no ha de quitar lo otro) hasta la saciedad, humilde en grado sumo, pero de una coherencia y un trabajo tan continuado y riguroso que es evidente que, si no cambia, acabará en los libros de historia del arte.

En este caso sí, en este caso las miradas y los rostros estaban permanentemente en ella, en su acción, en su presencia, en su espacio y todo el tiempo que, claramente, terminaba cuando saliese de la tierra, como era previsible.

El aplauso duró lo que tuvo que durar, mostrando y demostrando que hay criterio, hay calidades, e incluso cualidades.

Después de todo (y de una noche deambulando por los bares de la ciudad) fue un bonito encuentro, con gente estupenda que intenta mostrar una forma diferente de hablar del mundo, de hablarle al mundo. Y agradezco a Nieves Correa, Abel Loureda y Yolanda Pérez que lo hagan posible, más allá de las subsanables deficiencias. Y por supuesto, incluso a pesar de que no me guste, también a Elisa Miravalles, pero sobretodo a las ínclitas Ester Ferrer e Isabel León sus estupendas piezas.

Ver tres performances y que me gusten 2 de tres no está tan mal. Es casi un notable. Y si quiero algo mejor, siempre puedo intentar hacerlo yo mismo, a ver si soy capaz de hacer en lugar de criticar desde la cómoda tarima de mi escritorio.

No me borres

No me borres de amigo en Facebook
por no tener tu misma opinión sobre la democracia
por no tener tu misma opinión sobre la constitución
por no tener tu misma opinión sobre el aborto
por no tener tu misma opinión sobre el modelo territorial
por no tener tu misma opinión sobre el modelo financiero
por no tener tu misma opinión sobre el modelo educativo
por no tener tu misma opinión sobre el deporte
por no tener tu misma opinión sobre la neutralidad internáutica
por no tener tu misma opinión sobre el asamblearismo
por no tener tu misma opinión sobre la legalización de la marihuana
por no tener tu misma opinión sobre el presidente del gobierno
por no tener tu misma opinión sobre la presidenta del gobierno
por no tener tu misma opinión sobre la energía nuclear
por no tener tu misma opinión sobre el uso de la bicicleta
por no tener tu misma opinión sobre la pena de muerte
por no tener tu misma opinión sobre la abstracción y la postmodernidad
por no tener tu misma opinión sobre la medicina tradicional china
por no tener tu misma opinión sobre la medicina tradicional europea
por no tener tu misma opinión sobre la medicina tradicional india
por no tener tu misma opinión sobre la homeopatía
por no tener tu misma opinión sobre el botellón
por no tener tu misma opinión sobre la política urbanística
por no tener tu misma opinión sobre el reciclaje
por no tener tu misma opinión sobre la presencia religiosa
por no tener tu misma opinión sobre el concepto de laicismo
por no tener tu misma opinión sobre la monarquía
por no tener tu misma opinión sobre la república
por no tener tu misma opinión sobre la patria
por no tener tu misma opinión sobre la fe
por no tener tu misma opinión sobre lo que opines
por no tener tu misma opinión.

Y si me borras de amigo en Facebook
por no tener tu misma opinión sobre la democracia
por no tener tu misma opinión sobre la constitución
por no tener tu misma opinión sobre el aborto
por no tener tu misma opinión sobre el modelo territorial
por no tener tu misma opinión sobre el modelo financiero
por no tener tu misma opinión sobre el modelo educativo
por no tener tu misma opinión sobre el deporte
por no tener tu misma opinión sobre la neutralidad internáutica
por no tener tu misma opinión sobre el asamblearismo
por no tener tu misma opinión sobre la legalización de la marihuana
por no tener tu misma opinión sobre el presidente del gobierno
por no tener tu misma opinión sobre la presidenta del gobierno
por no tener tu misma opinión sobre la energía nuclear
por no tener tu misma opinión sobre el uso de la bicicleta
por no tener tu misma opinión sobre la pena de muerte
por no tener tu misma opinión sobre la abstracción y la postmodernidad
por no tener tu misma opinión sobre la medicina tradicional china
por no tener tu misma opinión sobre la medicina tradicional europea
por no tener tu misma opinión sobre la medicina tradicional india
por no tener tu misma opinión sobre la homeopatía
por no tener tu misma opinión sobre el botellón
por no tener tu misma opinión sobre la política urbanística
por no tener tu misma opinión sobre el reciclaje
por no tener tu misma opinión sobre la presencia religiosa
por no tener tu misma opinión sobre el concepto de laicismo
por no tener tu misma opinión sobre la monarquía
por no tener tu misma opinión sobre la república
por no tener tu misma opinión sobre la patria
por no tener tu misma opinión sobre la fe
por no tener tu misma opinión sobre lo que opines
generarás un extraño sentimiento de tristeza
teñido de alivio.

Podemos contaminar, que hemos pagado la cuota de reciclaje

Si el aire es de todos,
la contaminación también.

Por cada 6 latas que reciclas contrarrestas
10 minutos de tubo de escape.

Es tremendo el mensaje que leo en una marquesina en mitad de un pueblo de la sierra norte madrileña. Es decir, leo en él: que puedo ir conduciendo a Madrid todos los días con tal de que recicle unas latas que me haya comprado, por ejemplo, yendo en coche al Mercadona.

No creo en el reciclaje como solución sostenible para el medio ambiente, pues como he escrito en alguna otra ocasión, ningunea las otras dos R del famoso «reduce, reutiliza y recicla«, pero cada día que pasa tengo más claro que la vida rural, la vida próxima al campo, es la que verdaderamente más contamina o perjudica el medio ambiente de manera global. Se pierde la eficacia energética del transporte en masa o colectivo, se tiende a la dispersión que favorece el uso del vehículo privado y, primordialmente, contaminante, obliga a generar infraestructuras intrusivas (carreteras), pero que no se salvan, no se CONTRARRESTAN con un reciclaje de chichinabo de unas latillas.

Es un modo de vida típico en las poblaciones menores alrededor de las grandes urbes, en las zonas residenciales que generalmente implican un mayor poder adquisitivo que se traduce, con frecuencia, en diversos coches por unidad familiar, viviendas que derrochan energía térmica en todas sus liberadas paredes, etc.

Y aun hay quien piensa que Madrid es el problema. Hummmmmm…. no nos pongamos a hacer cuentas.

No. No se contrarresta nada, tan solo se contamina un poco menos. Pero no se para de contaminar mientras se usen un coche para desplazarse y latas para embotellar.

Partitura detallada de «Crisis del Pensamiento Racional»

Fecha
17 de junio de 2017
Lugar
Espacio Matsu
Ocasión
VI Encuentro MATSU 2017
Duración
7 minutos 27 segundos (aproximadamente)
Nombre
Crisis del Pensamiento Racional

Texto enviado a la organización del encuentro para encuadrar la acción

Frases de Hegel. Un poco de Discurso del Método. Cuarto y Mitad de la Crítica de la Razón Pura.
Todo lo que es real es también racional y que todo lo que es racional es real.
El principio del tercero excluido, algo o es A o no es A, es la proposición que quiere rechazar la contradicción y al hacerlo incurre precisamente en contradicción: A debe ser +A o -A, con lo cual ya queda introducido el tercer término, A que no es ni + ni – y por lo mismo es +A y -A. Una cosa es ella misma y no es ella, porque en realidad toda cosa cambia y se transforma ella misma en otra cosa.
El método del conocimiento no es una forma meramente exterior, sino que es alma y concepto del contenido.
Lo bello artístico es superior a lo bello natural porque en el primero está presente el espíritu, la libertad, que es lo único verdadero.
La realidad no existe. PI es tres. Dios no ha muerto: ha mutado.

Realización

Prepar-acción
(Prácticamente una instalación)

Trazar un cuadrado en el suelo de 3 metros de lado (3mx3m) y desde el centro del mismo una circunferencia que tenga el mismo área de 9 metros cuadrados. Es una obvia referencia al celebérrimo problema de la cuadratura del círculo que, como se sabe, no tiene solución.

9 = PI * r ^ 2 , lo que implica que r = sqrt(9/PI)
=(+o-) 1,692568751

donde podemos observar que el radio en cuestión es un número trascendente que se aproxima remotamente a 1,7 metros.

En cada vértice del cuadrado que, como es natural habrá quedado fuera del círculo en cuestión, situar los siguientes elementos sucesivamente comenzando por el vértice más cercano al norte y continuando en el orden de Norte, Oeste, Sur, Este:

1. Norte: 1 Cencerro
2. Oeste: 1 Escurridor
3. Sur: 1 Tambor
4. Este: 1 Regadera

Dejar, en el centro del círculo que, a la sazón, también es el centro del cuadrado cuya área coincide con la del círculo de manera burdamente aproximada, un ejemplar del Discurso del Método de René Descartes conteniendo entre sus hojas cuatro textos de autores de filosofía racional que estarán también distribuidos en el mismo orden númerico (geográfico, que no geomántico):

1. Norte: Platón o Aristóteles
2. Oeste: Descartes o Spinoza
3. Sur: Kant o Hegel
4. Este: Heidegger o Wittgenstein

Acción

Coger el libro del Discurso del Método del centro del círculo.
Recorrer el círculo/cuadrado, pero al mismo tiempo sin cuadrar, en la dirección mencionada anteriormente: N, O, S, E.

En cada uno de los vértices llevar a cabo el siguiente ritual:

  1. Extraer el texto del libro el fragmento seleccionado del autor correspondiente.
  2. Leer el texto en cuestión por un tiempo de un minuto o menos.
  3. «Ponerme» el utensilio o utilizarlo de la manera que en la ocasión considere más irracional posible.
  4. Comerme el texto impreso.

Terminar la acción lanzando con las manos el Discurso del Método por los aires con la mayor fuerza posible, intentando que no vuelva a la tierra pero sabiendo que, gravitatoriamente, esta parte de la acción resulta medianamente previsible.

Motivación

Que el pensamiento racional está en crisis no lo pone nadie en duda, creo que es de dominio público y seguro que hay estudios enjundiosos sobre el tema. Saber el porqué de esta crisis es difícil, aunque se apuntan históricamente algunos hechos.

Me gustaba pensar que Hegel (1770-1831) tuvo la osadía de afirmar que después de él no era posible hacer filosofía, y en parte era cierto, en el sentido como se había entendido hasta ese momento.

Y, tomando de la wikipedia algunas de las reflexiones que indujo, podemos ver la trascendencia que tuvo en otras áreas como la científica o la artística, amén de la lógica y con ello la matemática y la metafísica.

todo lo que es real es también racional y que todo lo que es racional es real

Tremenda afirmación que conlleva una fortaleza asociada al ser humano, ser racional por antonomasia, la verdadera gobernanza del mundo. Habrá que esperar a la fenomenología de Husserl para encontrarse afirmaciones tan poderosas, pero esta es, sin duda, una afirmación tremenda que no deja otra opción que la introspección más platónica para llegar al conocimiento. Y el pensamiento deductivo vive así su momento de gloria. Su cima, su cúspide. En cierto modo, sí que es cierto que más allá de esta afirmación, quedaba poco que hacer, salvo razonar, para conocer la realidad.

Es una aproximación que, en ocasiones, en ciencia, podría ser comparada con la más teórica de todas, aunque no descarta la racionalidad si se implementa un método de experimentación también racional. Y así el método científico tiene, desde Descartes, a su más firme adalid.

Sobre la filosofía de la historia que deduce de esta afirmación, me reservo mi opinión, pero la influencia directa en Marx-Engels es de tal magnitud, metodológicamente hablando, y con ello uno de los más lúcidos análisis de la historia de la humanidad que se haya dado, así como el nacimiento de las antropologías sociales y otros análisis que se hicieron posible gracias a esa afirmación, que no es pensable imaginar la sociedad actual, la economía actual, sin recordar con una sonrisa a este pensador oscuro.

El principio del tercero excluido, algo o es A o no es A, es la proposición que quiere rechazar la contradicción y al hacerlo incurre precisamente en contradicción: A debe ser +A ó -A, con lo cual ya queda introducido el tercer término, A que no es ni + ni – y por lo mismo es +A y -A. Una cosa es ella misma y no es ella, porque en realidad toda cosa cambia y se transforma ella misma en otra cosa.

En lógica, va a ser explosivamente revolucionario con esta famosa teoría del tercer excluido que armonizaba, por vez primera, a Heráclito y Parménides, superando sus inmovilistas teorías de esto es así, pues no, es asá… y va este y dice… pues no, se construye una nueva cada vez, a partir de “contrarios”.

Aparenta ser algo que entroncase con el pensamiento tao (yin/yang), pero está absolutamente dentro del pensamiento occidental. Esto quiere decir, entre otras cosas, que ambos pensamientos no son tan divergente como quieren hacer creer algunos aduladores vacuos de todo orientalismo como si el pensamiento occidental, el pensamiento racional no tuviese herramientas para llegar a lugares donde otros han llegado.

Sin profundizar tampoco (no da para tanto una entrada de un blog que debo terminar en menos de dos horas), cabe apuntar que todo pensamiento que se precie de serlo es racional, aunque no todas las lógicas tienen los mismos axiomas. Hegel no cuestionó la existencia de un Dios, único y, a pesar de su pretendido panteísmo, parcialmente antromórfico, heredero de un substrato judeo-cristiano. Ya vendrá Marx a poner otro término en lid y sacar de la palestra lógica a Dios.

El método del conocimiento no es una forma meramente exterior, sino que es alma y concepto del contenido.

Como decía unos párrafos más arriba, fue el adalid por excelencia del método, tanto de pensamiento como el científico. Haciendo del pensamiento la forma para llegar a todo conocimiento objetivo. A partir de la metodología compartida, y esta es la maravilla del método científico, se puede convertir una serie de experimentos subjetivos en un conocimiento objetivo. Si ese método es ignorado, o no puede usarse, no puede realizarse una extrapolación a conocimiento objetivo a partir de experiencias individuales subjetivas.

En este error incurren los que usan de la ciencia solo algunas partes, aisladas, interesándose por un bonito título sin preocuparse por el hecho de que la metodología es a la ciencia lo que las letras al discurso.

Lo bello artístico es superior a lo bello natural porque en el primero está presente el espíritu, la libertad, que es lo único verdadero.

Pero si en ciencia o en lógica fue crucial, no lo fue menos en arte, donde una afirmación como esta va a hacer saltar por encima todo el clasicismo.

Y es que no olvidemos las fechas en las que se hace semejante proposición: principios del SXIX.

Surge el romanticismo, lo que muchos opinan que es el comienzo de la contemporaneidad, aunque bien habría que esperar, desde mi punto de vista a la maduración de este sentimiento hasta mediados de siglo, cuando Baudelaire exalte la búsqueda de esa belleza artística hasta el punto de hacerla su único objetivo y generar la estética que habría de gobernar el nacimiento de todos los ismos desde el simbolismo hasta la mitad del siglo XX, por lo menos. La intención, la voluntad del artista, va a ser, a partir de él (o de ellos) lo que pueda caracterizar a una obra como artística.

Aún quedaba más de medio siglo para que lo “demuestre” con un experimento el gran Marcel Duchamp con su orinal, llamado fuente. Y había pasado un siglo desde Hegel.

Pero la revolución más evidente, más directa, se produce en la eclosión de filósofos que bien podríamos agrupar como post-hegelianos en el sentido, la mayor parte de las veces, de suponer, como quizá él habría soñado, su antítesis o, mejor aún, sus antítesis. Como en el caso de Baudelaire, surgirán varias décadas después de su muerte, como si su pensamiento hubiese necesitado un tiempo de reposo, como si fuese el guano sobre la semilla, que iba a dar lugar a un nuevo mundo.

Y en parte, ese nuevo mundo, huiría de lo racional, intentaría escapar de esa cárcel tan bien diseñada que había realizado el arquitecto mental más prolijo que hubiera existido.

Buscaría vías tan diversas como los pensadores que las concibieron, de Schopenhauer a Nietzsche, pasando por Kiérkegaard o Compte, entre otros, innumerables, que jalonan el siglo XIX con, ya no soluciones, sino quizá, nuevos planteamientos del problema: el conocimiento de la realidad.

Y en ciencia, se van a seguir los cánones racionalistas hasta bien entrado el siglo XX, pero apareció la Cuántica y puso algunas cosas patas arriba: entre otras cosas, apuntaba, por primera vez, la importancia inolvidable del observador y la afectación que ocurría sobre un experimiento al ser observado, poniéndose en cuestión la propia esencia de la metodología.

Así como imponía, según los modelos existentes (los actualmente existentes), limitaciones al conocimiento de la realidad. El principio de incertidumbre viene a ser la patada más dolorosa que le hayan podido dar en los cojones mentales al esquema presuntamente omnipotente hegeliano.

La ciencia se reconocía, por primera vez en su historia, incapaz de conocer en detalle la realidad. O planteaba temas como la dualidad onda-corpúsculo que tendrían mucho que ver con la semántica. ¿Y si encontrásemos nuevas palabras? ¿Podríamos, quizá entonces, describir mejor la realidad y, de ese modo, aprehenderla, conocerla?

Pero no se puso en cuestión su metodología, que seguía siendo su verdadero fundamento. Si se pone en cuestión, quizá la ciencia deba dejar de llamarse ciencia. Y surgen las pseudociencias, más o menos bienintencionadas, que vienen a querer explicar lo inexplicable, desde las almas, sin Dios mediante, a presuntas apariciones, por no hablar de otras cuestiones que quedan completamente al margen de cualquier posible experimento tachable de científico. Solo se verifica en tanto exista fe. O sea, renuncia explícita a convertir una experiencia individual en una objetiva.

Teniendo en cuenta que también en ética se ha llevado a cabo una revolución que privilegia lo individual, y no estoy hablando del individualismo sino más bien de un cierto relativismo moral, fruto, en parte, de la globalización que ha conducido al reconocimiento de que algunas de las afirmaciones de Hegel eran claramente erróneas, como aquella de la superioridad moral centroeuropea (diga Merkel lo que diga) y cristiana, que no puede ser muy defendida después del holocausto nazi, y también a la influencia de pensadores que han radicalizado la innecesaria existencia de Dios como garante de la moralidad, nos encontramos tan perdidos que buscamos verdades que nos sirvan de brújula en un mundo cada vez más complejo y menos comprensible.

Así, nace el New Age y sus fáciles, populistas, soluciones a problemas que, cada vez, parecen más difíciles de plantear.

Y entre las muchas “herramientas” que deciden manejar, en una pretendida seriedad que les otorga una interpretación de la ciencia, está la Cuántica. Quizá por desconocida, es utilizada con prodigalidad hasta el ridículo. Se hacen afirmaciones que la relacionan con estados mentales, con sanaciones… vaya… es la panacea.

Menos mal que hay quien es capaz de hacernos comprender que es un error, como en esta ocasión mi gran amigo Xabi, doctor en Química Cuántica de la Facultad de Ciencias de Donosti. Espero que haya quien sea capaz de leer lo suficiente como para descubrirlo. Porque se trata de esto, hay que dedicar tiempo a conocer las herramientas: la mente se cultiva leyendo, pero no cualquier cosa, igual que no se trabaja la tierra con cualquier apero. ¿Qué leer? Hummm… ¿Quién decide esta cuestión?

Método, método, método.

Apéndice: Textos escogidos

Platón, República:

«¿No percibes que las opiniones sin ciencia son todas lamentables? En el mejor de los casos, ciegas. ¿O te parece que los ciegos que hacen correctamente su camino se diferencian en algo de los que tienen opiniones verdaderas sin inteligencia?»

René Descartes, Discurso del Método:

El buen sentido es la cosa mejor repartida del mundo: cada cual piensa estar tan bien provisto de él, que aun las personas más difíciles de contentar en cualquier otro asunto no desean generalmente más del que tienen. No debemos creer por eso que se equivocan; este hecho testifica más bien que el poder de juzgar bien y de distinguir lo verdadero de lo falso, que es lo que denominamos buen sentido o razón, es igual en todas las personas y, consiguientemente, que la diversidad de opiniones no se debe a que llevamos nuestros pensamientos por distintos caminos y no consideramos las mismas cosas. Porque no basta con tener buen espíritu; lo esencial es aplicarlo bien. Las almas más grandes son capaces de las mayores virtudes y las que caminan lentamente pueden avanzar mucho más (si siguen el camino recto) que los que corriendo mucho se alejan de él.

I. Kant, Crítica de la razón pura:

«Ese territorio [el del entendimiento puro] es una isla que ha sido encerrada por la misma naturaleza entre límites invariables. Es el territorio de la verdad – un nombre atractivo – y está rodeado por un océano ancho y borrascoso, verdadera patria de la ilusión, donde algunas nieblas y algunos hielos que se deshacen prontamente producen la apariencia de nuevas tierras y engañan una y otra vez con vanas esperanzas al navegante ansioso de descubrimientos, llevándolo a aventuras que nunca es capaz de abandonar, pero que tampoco puede concluir jamás.»

M. Heidegger, El ser y el tiempo:

Al señalar las tareas implicadas en el “planteamiento” de la pregunta por el ser, se ha mostrado no sólo que es necesario precisar cuál es el ente que ha de hacer las veces de lo primariamente interrogado, sino que también se requiere una explícita apropiación y asegurar la correcta forma de acceso a él. Ya hemos dilucidado cuál es el ente que desempeña el papel principal dentro de la pregunta por el ser. Pero, ¿cómo llegará este ente a ser accesible y a entrar, por así decirlo, en la mira de la interpretación comprensora?

Presentación y Recital de PASO POEMA

La Asociación Cultural Clave 53 y la Librería Menosdiez te invitan a la Presentación en un RECITAL POÉTICO del último libro de las personas asistentes al Taller de Poesía y Escritura Creativa coordinado por Giusseppe Domínguez:

PASO POEMA

Poetas:

Alejandro Gallego, Daniel Moreno, Dolores Vallejo, Ernesto Pentón, Eva Obregón, Gabriel Rivadeneira, Edna Wintour, Juan Carlos Orella, Juan Carlos Ortega, Kay Woo, María Jesús Orella, María José Gómez Sánchez-Romate, Paloma Hernández, Raquel G. Figueiras, Sara Rivera y Tanja Ulbrich.


LIBRERIA MENOSDIEZ
c/ Espejo, 5 – 28013 – MADRID
https://www.facebook.com/libreriamenosdiez


Park Sang-Soon en Clave 53

Ayer tuvimos la enorme suerte de compartir en la Asociación Cultural Clave 53, el final del taller del día, inspirado y basándonos en la obra del poeta Park Sang-Soon, a quien conocimos en el Centro Cultural Coreano en España vía Kay Woo.

Le hemos dedicado en persona unos poemas homenajeando su fantástico poema de 200 gramos de patatas tristes. Y hemos pasado una estupenda velada hablando de poesía, de Corea, de edición, de idiomas, incluso de la música en los recitales, entre otras cosas.

Gracias a todas las personas que lo hicieron posible:
Tanja Ulbrich, Alejandro, Eva Obregón, Daniel Moreno, Sara Rivera, Kay Woo y, por supuesto a Park Sang-Soon.

Me sentí tan orgulloso de los talleres que defiendo que no cabía en mí de gozo. Las alabanzas del gran poeta hacia el nivel que podía atisbar en los trabajos de mis alumnos me dieron la razón sobre que voy por el buen camino. Seguiré así.

Cuando una arquitecta conecta con las necesidades del mundo

[youtube_sc URL=https://youtu.be/E5MGvD-ovzY]

Una joya de vídeo sobre un trabajo realizado por mi querida amiga Lilian Flores. Apología del networking y del deseo de realizar sueños, amén de un pequeño curso sobre el buen hacer de una arquitecta/diseñadora/creativa que a partir de los materiales busca espacios para habitar y definir el mundo en su vertiente más humana. ¡Adorable!

FINSA21 celebra su primer aniversario como punto de encuentro para conocer, diseñar y crear en torno a la madera. De la mano de su proyectista, la arquitecta Lilian Flores, queremos compartir con todos vosotros cómo se ha diseñado este espacio dinámico, abierto a todos los profesionales del sector para trabajar, compartir, intercambiar y desarrollar con la madera como entorno de trabajo. Siempre disponible para presentar, exponer y conocer nuevos productos, soluciones y aplicaciones, es una plaza desde la que periódicamente realizamos charlas, talleres y presentaciones sobre cualquier actividad relacionada con el sector. Y por supuesto, podrás conocer el amplio abanico de soluciones FINSA, apoyándote en un gran equipo de profesionales que te proporcionarán asesoramiento técnico. ¿Te animas? Ven a conocerlo…

Orgulloso de haber contado con ella (sin ella no habría tenido sentido) para el antiguo proyecto de Colectivo El Trastero, debates sobre arquitectura en Madrid.

Esto no es una broma