Pequeños grandes placeres

Esta mañana he entregado las láminas que Pepe Buitrago me ha pedido para exponer en su maravilloso espacio de Centro Dados Negros en mayo. Disfrutar de su compañía un rato en esta mañana soleada de invierno en Madrid, mientras me contaba el proceso en el que crea sus piezas holográficas ha sido enriquecedor hasta no poder más. Hablar de arte y física con una persona como él que sabe tanto y que lo cuenta con tanta humildad no tiene precio. Un lujazo sin parangón.

En la Plaza de Herradores he comprado manzanilla en una recoleta tienda de infusiones a granel llamada Casa Oriental, tienda de té, productos ecológicos y herbolario. Esta noche la estrenaré con un par de radios de una estrella de anís para dejársela preparada a Carmen De La Rosa para cuando vuelva de su Milonga ROMÁNTICA.

Después he pasado por mi panadería favorita (Museo del Pan Gallego) a comprar la típica hogaza (hogar, fogar, folgar…) de trigo y centeno que hace las delicias de cualquier desayuno (o cena, o comida).

Por si fuera poco, como ya la mañana la daba por casi perdida (ganada completamente, en realidad), me he acercado a saludar a mi librero preferido, Andrés Larrinaga Arechaga, siempre cordial (de cordio, cardio, corazón) que con tanto mimo lleva la librería Menosdiez. Es tan tentador que procuro usar «orejeras» (de las de los burros) para que no se me desvíe la mirada a más libros… pero tenía uno de poesía de Leonard Cohen de tapa dura con ilustraciones por 8€. ¡¿Cómo lo hace para encontrar esas joyas?!

Y de colofón vuelvo al estudio donde esta tarde continuaré con el taller de Poesía Clásica China en el grupo de la Asociación Cultural Clave 53.

¿En qué momento mi vida se convirtió (la convertí) en algo tan bonito?

Fortuna no es sólo una marca de cigarrillos.

Pan Real

Mientras estábamos tomando algo en la cafetería Pan Real de Daimiel, me entretuve haciendo pequeñas modificaciones digitales (me habría gustado hacerlas con un lápiz, que no tenía conmigo encima) sobre unas servilletas anodinas que hacen referencia a ese Pan que dice ser Real… (¿de Ciudad Real?)

Poesía de Cartón

He comenzado una serie de cartones intervenidos con spray con distintos «motivos», a modo de un libro realizado con páginas, cada una de las cuales es un cartón de las mismas dimensiones. ¿Cómo realizaré la «edición» de un libro semejante que contendrá 27 páginas de cartón? ¿Cosidas o pegadas? ¿Dentro de alguna caja que haga las veces de soporte?

Performance en Instituto Cervantes

Me alegra informar que participo en una presentación performática de un proyecto interesantísimo de Marta PCampos que se expone en el Instituto Cervantes el martes 4 de junio a las 19:00.

Es curioso que no lo quiera llamar performance y sí «presentación performática», pero tiene algo que ver con el hecho de que la acción está concebida tan sólo en parte para ser una obra en sí misma y otra parte para ser una presentación de la obra de Marta PCampos, ese diccionario en el que, de manera rocambolesca, he acabado por estar citado.

¡Qué divertido!

Posa Versos

Un año después de esta primera prueba, casi se está haciendo viral el empleo que hago de restos de cartón delgado de cajas recibidas para reducir el impacto ambiental del despropósito de comprar por internet.

Ahora hemos sacado una línea sellada que ya está creando tendencia y algunas de las personas que acuden a los talleres o las tertulias poéticas de Clave 53 se llevan la idea cuando no directamente los posa versos o posa vasos o pisa versos o pesa pasos…

Las combinaciones son altas y tan sólo exijo que haya concordancia gramatical, que las palabras existan, que tenga un resultado de cuatro sílabas, que la primera letra de la primera palabra sea una consonante oclusiva (p, v, b, principalmente) y la tercera letra sea una ese, que la primera letra de la segunda sílaba de la segunda palabra sea una ese y que sea plural terminando en ese.

Censurando

Estoy censurando un libro
sin el más mínimo sentido
ni el libro
ni la censura
pero de cuando en cuando
encuentro un sentido oculto a lo que hago
y me digo que realmente
ese material que acabo de tachar
había que censurarlo y que
cómo podría ser que hubiese sido publicado
sin pudor alguno.

Estoy censurando un libro
y me dejo llevar por la forma
que traza el negro sobre el blanco
con unos signos en papel
que bien pudieran ser armas
cargadas de futuro
pero son sólo signos sin futuro
y hay que aniquilarlos
sin piedad.

Estoy censurando un libro
mientras aspiro el olor del rotulador
surcando los versos
carentes de rima
carentes de métrica
carentes de palabras
carentes de letras
carentes de carencia
y aun así
tan peligrosos
que el olor del rotulador
me arrastra a la vorágine
de la tachadura infinita
en la que censurar mi vida toda
desde su nacimiento
hasta su muerte
censurando…

Poema Tóxico

Llevo semanas trabajando en este pequeño objeto reutilizando una caja de bombones, una base de otra caja (el cartón rojo para la portada) y 27 tiras de las que quedan cuando se libera el pegamento de un sobre.

En cada una de ellas está escrito un verso del Poema Tóxico.

La caja de bombones fue modificada con espray negro para eliminar referencias comerciales, principalmente.

¿Debería estar abierta o cerrada la caja, teniendo en cuenta que se trata de un poema tóxico?

PROYECTO: 0031 – HACIENDO NÚMEROS

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Título: Haciendo Números

Dígitos y poema

Javier Jiménez
Uma Fernández Ayuso

Sobre Libro de Poemas

Las Flores del Mal
Charles Baudelaire

Edición de Vídeo
Giusseppe Domínguez

Imágenes de portada y cierre
Tanja Ulbrich

Una producción de Laboratorio de Experimentos Poéticos, de la Asociación Cultural Clave 53

Esto no es una broma