Receta de tallerines con brócoli

Ingredientes para 2 personas:

  • 250g de tallarines frescos (con la pasta fresca además de acortarse los tiempos, se obtiene un resultado mucho más rico)
  • Un brócoli gordito o dos pequeños.
  • Taquitos de jamón serrano
  • Dos dientes de ajo
  • Sal, pimienta y aceite de oliva

Preparación:

Brócoli

  1. Cortamos los arbolitos del brócoli y pelamos y cortamos en finas cintas el tronco principal del bróculi.
  2. brócoli: Del it. broccoli. 1. m. Variedad de la col común, cuyas hojas, de color verde oscuro, son más recortadas que las de esta y no se apiñan. Sin.: brécol, bróculi, brócol, brócul, bróquil.

  3. En una olla grande, donde vamos a hacer después los tallarines, agregamos 4 o 5 centímetros de profundidad de agua con sal y podemos añadir las hojas que, en ocasiones, acompañan al brécol y solemos desechar.
  4. Ponemos un colador metálico sobre la olla y depositamos los arbolitos del brócoli y las cintas del tronco con sal, pimienta y alguna pequeña pizca de picante, como unos 250mg de chile o cayena… a voluntad, pero sin abusar para no matar el delicado sabor de esta col verdosa.
  5. Mientras se cuece al vapor, con la olla semitapada, el bróquil, vamos picando los ajos finamente.
  6. Cuando esté blandito el brócol, lo retiramos y cocemos la pasta en el agua residual, que ya estará caliente, añadiéndole algo más de agua si fuera menester. En 3 minutos o 5 debería de estar sufientemente cocida si es pasta fresca. Escurrimos y reservamos parte del agua de cocción.
  7. En esa misma olla, añadimos un par de cucharadas de AOVE (o no tan virgen, si no da el presupuesto) y doramos los ajos y rápidamente también el jamón serrano para sacarlo de su crudeza.
  8. Añadimos el brócoli que tendríamos reservado, los tallarines y unas cucharadas del agua de cocción corrigiendo algo de sal si fuese necesario.
  9. Servir acompañado de un chorreoncito de AOVE, unos 30 gramos de parmesano en polvo y algo de pimienta negra recién molida.

Sencilla y ligera, ideal para los días de primavera.

Esto es lo que comimos ayer, después de una mañana de miércoles relajada volviendo a casa tarde para preparar la comida rápido y salir a trabajar.

Lecturas de N’Clave de Po(esía)

El viernes 17 de mayo fue el último encuentro de Té y Poesía del curso 2023-2024. Más que nada porque se da la coincidencia de que el siguiente encuentro programado (21 de junio) coincide con la Fiesta-Muestra de Fin de Curso de las Clases de Tango Argentino de Clave 53 y no puedo estar en dos sitios a la vez. Maldita inubicuidad.

Así que hemos tenido que cancelar ese día, 21 de Junio, porque tenemos Tango. El 22 tenemos la Presentación Recital del libro colectivo de final de curso de los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de Clave 53

Pero quería dejar apuntados en algún lugar algunas de las lecturas de los últimos dos encuentros:

  • Alberto de la Cerda
  • La mata, de Eliana Hernández
  • Luis Barreto
  • Carlos Marzal
  • Blanca Varela
  • Jaime Jaramillo
  • Yolanda Castaño
  • Un poema castúo de Luis Chamizo
  • Alejandro Castro

No lo apunto todo. Estos son solo algunos nombres de poemas/poetas que me interesaron por alguna razón.

Calendario de Dalí

Obviamente, el calendario es mío, pero las ilustraciones que lo poblaban mensualmente eran representaciones de obras de ese pintor, que no me cae especialmente bien.

Me lo regaló Carmen allá por los comienzos de nuestra relación sentimental, conteniendo el calendario correspondiente al año 2000.

Lo usé poco, porque jamás había usado un calendario de papel y tendía perderlos o ignorarlos pues nunca tenía un lugar en el que apuntar que tenía que consultar el calendario. Incluir esa tarea en el calendario es bastante absurdo, aunque interesante propuesta conceptual.

Es bonito el recuerdo de los eventos que en esos años mozos (yo tenía entonces 33 añitos) me interesaban, viendo cómo abundaban las citas con amistades y eran ignoradas las actividades laborales.

También es cierto que hay que tener en cuenta que mi trabajo era tan monótono desde el punto de vista horario que era absolutamente superfluo tener que consulta qué actividad tenía cada día. Además de que no me importaba personalmente lo más mínimo.

Mucho teatro y ya en aquella época instalaba Linux (entonces era bastante engorroso) en algún PC en el que convivía con un Windows 95 e incluso un Windows 3.11 (que no era un sistema operativo propiamente dicho, sino un mero gestor de ventanas de MS-DOS).

Fue pasando el tiempo pero el calendario cayó en desuso y lo tuve abandonado durante un par de décadas en casa. Hasta que decidí ir arrancando las ilustraciones para proponer ejercicios del Taller de Poesía y Escritura Creativa basados en las mismas.

Ahora uso un mucho más práctico google calendar cediendo mi información en aras del pragmatismo, que descubrí en el 2007 trabajando en un proyecto de gestión de un espacio expositivo en el depósito del Canal de Ysabel II.

Hoy lo he tirado a la basura, pero quería quedarme con algunas de las páginas a modo de recuerdo electrónico y no físico y compartirlas en esta especie de diario que tampoco es físico (aunque sí que lo sea) sino virtual y poco virtuoso.

Manifa

Alguna persona de las que el domingo inundaron Madrid en protesta por la privatización de la Sanidad Pública que está llevando a cabo el gobierno de la comunidad, gobernado con saña por la presidenta Isabel Díaz Ayuso, dejó abandonado este cartel en los setos del Paseo de Recoletos.

Al pasar (de paso, dicho sea de paso) por el paseo, lo recogí y lo deposité en un banco de piedra unos metros antes de comenzar la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión.

El hermano de Carmen me hizo esta fotografía en la que parece que estoy manifestándome, pero la verdad es que no lo estoy haciendo. ¿O sí?

Cada día tengo menos confianza en mi posible incidencia en la sociedad venidera… pero igual no es tan importante. Soy menos y menos: cada día un porcentaje algo menor del planeta.

Café de Colombia

Mi querido amigo José Luis Sanz Vicario tiene a bien traerme, cada vez que nos visita desde su Medellín elegido, algún regalo típicamente colombiano, como en la última visita que nos obsequió con este paquete de estupendo café de Colombia que el domingo estrené con la familia de Carmen para la sobremesa en nuestra casa.

Mencioné que nos lo habían traído especialmente desde Colombia, pero debió de ser inaudible; en cualquier caso inapreciable.

Quise que se oyese allende los mares y le envié un mensaje de agradecimiento explícito a mi amigo que no tardó en devolverme el agradecimiento.

Chimenea

Enciendo la chimenea de una casa rural
haciendo turismo y pensando
que es lo menos ecológico que pueda haber
que es lo menos cuidadoso
con el entorno rural
al que verter los resultados
de una combustión innecesaria
en aras
(quería escribir «en aras»)
de un romanticismo irracional
que no tiene en cuenta
que ese árbol
no necesitaba
mi excursión
ni mi turismo
en un vehículo
también de combustión
necesario para acceder a una casa rural
con chimenea
para que yo
absoluto inexperto en estas lides
gaste 4 pastillas de queroseno
y 4 fragmentos de rama
de un árbol
que no tengo ni idea de reconocer
incluso después de haberlo usado
para calentar casi innecesariamente
la casa rural
en la que estuve alojado
casi innecesariamente.

La foto es simpática.
(Que se lo pregunten al árbol).
La vida no.

Carmen de la Rosa LINUX Tango DJ

Yo presumo (vanidad, todo vanidad…) en ocasiones de ser de las pocas personas que editan en Linux y con software de código abierto, incluso con tipografías, en su mayoría, OpenSource.

Pero poco digo de que Carmen de la Rosa sea una de esas raras avis que musicaliza utilizando un programa como el Mixxx (Free and open source DJ software for Windows, macOS, and Linux) en un mundo en el que la inmensa mayoría de la gente utiliza software privativo, casi siempre sobre Mac.

Vivimos muy al margen de la eficacia, muy al margen de la corriente… éticamente, eso sí, impecables y ahorrativos. 😉

La sociedad del espectáculo

He comenzado a leer este libro (no audiolibro, ni PDF) que está resultando una auténtica maravilla que no comprendo cómo no he leído antes.

Me lo regaló Carmen estas navidades (estaba en mi lista de «pendientes») y he tardado casi un mes en comenzarlo. Lo leo despacio, muy despacio, recreándome en lo que leo y abriendo las ventanas que me presta el libro para conocer otros múltiples pensadores de finales del SXX que tengo mucho más desconocidos de lo que debería, teniendo en cuenta que en ocasiones hasta me atrevo a citarlos.

Así, gracias al canal de youtube (La Travesía) en el que he encontrado este fantástico vídeo explicando y resumiendo el contenido del libro de Guy Debord, estoy conociendo de manera básica y provisional a algunos de ellos, como Saussure, Derrida, Baudrillard, Lacán, MacLuhan… completándolo con unas lecturas de la wikipedia y algunos artículos adicionales.

Si a ellos les hubiera dedicado la atención que le presté en su momento a Roland Barthes…

La verdad es que me parece descorazonador casi todo lo que escucho de su pensamiento: una sensación de desazón se apodera de mi espíritu y el pesimismo me abandona como a aquel que sostuvo una paloma y la dejó ir mientras sus lágrimas en la lluvia iban siendo olvidadas.

¿Es triste la postmodernidad o sencillamente me hago viejo?

Sin agua

El viernes y el sábado pasado hemos estado en casa con cortes muy largos de agua, sin ninguna explicación por parte de ningún organismo responsable (ayuntamiento, por ejemplo) cuando ha sido un corte generalizado en una de las zonas más densamente pobladas del país.

No ha habido protestas, ni gritos, ni escándalo: somos una sociedad altamente sumisa.

Al fin, después de casi 2 días con dificultades como fregar, cocinar, ducharse, etc, se han dado por concluidas las incidencias y seguimos la vida tan normalmente, como si no hubiese guerras.

Esto no es una broma