¿Puedo escribir un poema mientras ayudo en una milonga?

La Práctica de Tango de Clave 53
me necesita
y me encanta
que me necesite.

Al fin y al cabo
cada día soy más insignificante
y menos necesario
para cualquier cosa.

Como otros domingos
ayer estuve
en la puerta de la práctica
y sirviendo té
como si no hubiese otra razón
para existir.

Escribo en pasado
pero está pasando ahora mismo.

Sirvo un té
y hablo de las bondades del jenjibre
e insisto en que es fresco
recién cortado
mezclado con tomillo
también fresco
con un par de semillas de cardamomo
con un par de clavos
de olor
con un trozo de canela
en rama
partida con las manos
para darle un sabor dulce
edulcorada con miel
de romero
para más datos.

Después de varias horas
apenas he sido capaz de escribir
una entrada de blog.

Es un poema indecente
que aparecerá mañana
en este diario diacrónico
en oposición a sincrónico.

Nada ocurre con absoluta
simultaneidad.

El futuro
ha dejado un espacio en blanco
detrás del verso del futuro.
Es un espacio en blanco inaprensible.
Nadie lo verá.
Nadie.

Soy nadie haciendo una nada siniestra.

El tiempo pasa.
El tiempo.

Yo quedo.
De momento.

Twittersía

En el día internacional de la poesía se reciben sin parar felicitaciones más o menos simplonas y de lugar común, que abundan en la idea de que la poesía es melosa, meliflua y empalagosa, como tres adjetivos sinonímicos

Quizá por ello es más importante que nunca reivindicar que la poesía no es tendencia, que lo que la poesía implica es el riesgo, el no-lugar, lo disconforme, la lucha (que no la defensa de las causas, por loables que sean), la pelea a la contra, que diría Bukowski…

Y una juguetona manera de hacerlo fue la de lanzarnos a escribir esta parodia de la poesía que gana concursos por tener muchos seguidores de redes sociales.

El texto advierte que no nos lo vamos a tomar en serio desde la primera página, para que nadie se llame a engaño:

Este poemario es una gamberrada titulada
twittersía
o
20 no-poemas (que no son veinte) y una basura equivalente.

Pero tras esa página viene la verdadera miga:

o una seria reflexión sobre ¿a qué le llamamos poesía?

Ernesto Pentón y Eva Obregón Blasco fueron los encargados de generar el contenido, lo más «rápido» y banal posible, mientra Tanja Ulbrich diseñaba la portada y Giusseppe Domínguez la edición del libro, como si mereciese la pena.

Elegir una fuente tipográfica «handwriting» tan sumamente hortera, con un centrado insoportable, hace que cada página, sobre papel estucado blanco brillante, parezca una invitación a una boda del siglo pasado.

Hemos intentado ser horteras
como poema de twitter.
No sabemos si lo hemos logrado.

A pesar de la advertencia final, o justo como nos temíamos, no hemos conseguido que quedase tan «mal», tan simplona, como queríamos. Especialmente en lo tocante a la cubierta, realizada sobre la cara cruda de una cartulina gráfica con un collage alterado y volteado de Tanja Ulbrich.

El final lo dice todo (o lo pretende):

Poema a vuelapluma

El viernes pasado, durante el evento que organizamos cada mes para leer poesía en un ambiente amable, delicado y dedicado que llamamos N’Clave de Po(esía), una de las asistentes recogió a vuelapluma algunas de las frases que fuimos diciendo las demás personas presentes y al final de evento nos obsequió con este poema compuesto a partir de ellas:

Que poético eso,
té con aroma a café.
¡Cuidado! No te quemes.

Es una aventura,
solo llegar hasta aquí a veces me lleva tiempo,
con el respeto debido a las demás personas humanas
con subtítulos en japonés.

Dan ganas de robárselas,
espero que me ayudéis a quitármela.

A veces ese helicóptero que tenemos es una lavandería.

Podemos seguir leyendo, que no pasa nada…

Y de ahí, hasta que se murió.
Separados por la cordillera.
Mi cabeza explotó, no entendía nada.
Fue demasiado.

Es que la tele tiene subtítulos pero tú no.

*Esparce los mazapanes en la mesa* [esto fue una acción, no una frase]

¿También es tuyo, no?
Si, o era.
Es por eso que no conozco esa palabra.

*Habla en francés* [efectivamente, una persona leyó en francés un poema]

Significa idiota de todas maneras
(idiotas siempre significa idiotas)

No hay errores aunque lo parezca.
¿Cosecha propia?
Ese es difícil de leer.

Ya que ha salido el tema de Dios,
hoy tenemos sonidos escabrosos.
¡Qué conexión!

¿No es esta la lavandería de una ventana que no termina de cerrarse ni de abrirse?
¿Por qué le das las gracias?
¿Tú eres Pablo?

Nos vemos el mes que viene, los tengo que dejar.
Hasta el próximo año.

El poema fue compuesto por Pilar Panzarasa el 17 de diciembre de 2021 en Asociación Cultural Clave 53, Costanilla de los Ángeles, 2, escalera izquierda, primero derecha, Madrid.

1234 personas interesadas en el grupo del Taller de Poesía y Escritura Creativa de Meetup

Me encanta que haya 1234 personas interesadas en el grupo del Taller de Poesía y Escritura Creativa de Meetup. Casi tanto que me darían ganas de no dejar que entrase más gente y se quedase en ese número indefinidamente, pero sé que hay personas que dejarían de estar interesadas, con lo que el número cambiaría irremediablemente. Es triste (o no), pero a veces para permanecer en el mismo sitio, no se puede parar de avanzar. Es lo que llamo la paradoja del desarrollismo, o la naturaleza de la vida, esa enfermedad mortal de transmisión sexual que se cura con la muerte, como gusta decir a mi amiga Lilian.

Evolucionar para permanecer en el mismo lugar del río, para que el río de Heráclito sea el estanque de Parménides, toca nadar y nadar sin denuedo.

Invadido por obra

Me han devuelto las obras que han estado expuestas en Derivaciones 4 que es un proyecto de Poesía Visual del Centro de Holografía y Artes Dados Negros, en el que participan Fernando Aguiar, Ana Alonso y Julia Fernández, Edu Barbero, Giusseppe Domínguez, José Iges, Clara López Cantos, Mateo Maté, José María Parreño, Francisco Pérez Belda, Víctor Santal y Javier Seco.

Ha sido todo un honor haber sido seleccionado por Pepe Buitrago para formar parte de esta exposición con obras que casi estaban terminadas desde 2008, llamadas Inflexiones, que retomé de forma nueva en el invierno de 2019-2020 para realizar una edición única de 81 inflexiones en texto blanco escrito a mano sobre 81 piezas de 15x15cm de cartulina verjurada negra de 300gsm.

El problema, si podemos tacharlo de tal cosa, es que no sé dónde poner las 3 piezas de 100x70cm, montadas sobre foam negro volado de 3 centímetros de grosor en total, que fueron expuestas allí en una enorme pared blanca. En el estudio apenas me quedan paredes blancas que polucionar con obra propia. Eso me gusta, pero me agobia al tiempo. No quiero influir en la escritura de quien se acerca a los Talleres de Poesía y Escritura Creativa de Clave 53 que se realizan en este espacio que cada día que pasa es menos neutro. Quizá no sea un problema. Y, de serlo, es minúsculo.

N’Clave de Po(esía) vuelve a ser presencial

Después de debatirme sobre si seguir realizando los encuentros de N’Clave de Po(esía) online o, incluso, presencial pero con opción de asistir virtualmente, Carmen me preguntó que si estaba cansado de las clases «mixtas» por qué iba a hacer esta actividad online o mixta.

Fue una pregunta acertadísima, como suelen ser sus observaciones, así que le dije que tenía razón, que la haría de nuevo presencial, como antaño, como hace casi ya 2 años, y que viniese quien quisiese, como al fin y al cabo siempre ha sido y me gusta que sea.

Así que hoy volvemos a programar presencialmente en Clave 53 nuestra tertulia (o espacio de lectura) en que proponemos que se lea poesía al calor de una taza de té, mientras escuchamos a otras personas que lean, cambiando de rol sin ninguna otra moderación que las habituales en la convivencia pacífica de individuos, es decir, sin necesidad de un líder que imponga reglas de orden y concierto, muchas veces superfluas.

Está anunciado el evento en Facebook y también en Meetup, de donde suele acudir un porcentaje mínimo de las 18 personas que se inscriben como máximo. Esperemos que ese overbooking no suponga un problema en estos tiempos pandémicos.

Una carta de mujer de Marceline Desbordes-Valmore

Ritratto fotografico di Marceline Desbordes-Valmore (1786-1859)
Ritratto fotografico di Marceline Desbordes-Valmore (1786-1859)

Te escribo, aunque ya sé que ninguna mujer
debe escribir;
lo hago, para que lejos en mi alma puedas leer
cómo al partir.

No he de trazar un signo que en ti mejor grabado
no exista ya.
De quien se ama, el vocablo cien veces pronunciado
nuevo será.

La dicha sea contigo; yo sólo he de esperar,
y aunque distante,
yo me siento ir a ti para ver y escuchar
tu paso errante.

¡Jamás la golondrina al cruzar el sendero
pueda apartarte!
Será mi fiel cariño que pasará ligero
para rozarte…

Tú te vas, como todo se va… Su éxodo emprenden
la luz, la flor;
el estío te sigue; las tormentas sorprenden
mi triste amor.

De esperanza y zozobra suspira mientras tanto
el que no ve…
Repartámoslo bien: a mí me queda el llanto,
a ti la fe.

Yo no quiero que sufras, que está muy arraigado
mi amor por ti.
Quien desea dolores para el ser adorado
guarda odio a sí.

Nota: Traducción de Mauricio Bacarisse (1921)

Hoy acabo de encontrarme con esta poeta en el ensayo, que en su día (es decir, hace tiempo) leí titulado «Los Poetas Malditos» de Paul Verlaine. No recordaba que en el mismo hubiese una mujer. Por supuesto, no tengo ningún libro de esta mujer, de quien apenas hay ediciones. Este poema no me gusta mucho, pero tampoco me encantan los poemas de Verlaine quien aparece bajo el pseudónimo de «Pobre Lelian».

En los poetas malditos no estaban (como yo creía erróneamente recordar) ni Baudelaire, ni Lautreamont.

Algo avergonzado de mi desmemoria… (¿será parte del sesgo que más temo?)

Lavandelirium

Lavandelirium

Génisis

En un lugar de La Mancha de nombre noble y compuesto, sentóse en torno a una mesa un grupo de Poetas a yantar y pimplar en verso. De pronto, una versificadora exclamó: «¡Diablos! ¡Me ha caído un lamparón al pantalón!» y a continuación quiso explicar a sus co-bardas (pues eran poetas féminas en su mayoría) el aprieto que dicha mancha suponía para ella. Con los violines de fondo––¿o acaso fue un arpa?––, reveló que, debido a la coyuntural crisis de suministros, se encontraba en esos momentos sin lavadora en casa por lo que se veía obligada a hacer la colada en una lavandería a la vuelta de la esquina. Y fue entonces que sonaron las maracas…

Cita

Viernes 29 de octubre a las 18:00, punto de encuentro: c/ Doctor Fourquet 24 (el huerto urbano Esta es una plaza), de ahí iremos a una Lavandería cercana

Programa

Acto poético: “Lavando versos” haremos una colada colectiva y veremos a ver qué combinación nos devuelve la lavadora… A este fin, trae retales de tela o prendas con un verso o una palabra escrita, bordada, recortada, o sugerida. Cada un@ irá leyendo sus versos/palabras antes de meter cada prenda en la lavadora.

Entre acto: “Colada collage” mientras se van lavando los versos montaremos y desmontaremos una exposición efimerísisima de collage ahí in situ (duración: 35 minutos aprox.)

Procesión solemne: “Posible homenaje a Quevedo” una vez acabada la colada, iremos en procesión, cada un@ con su cesta de ropa desde la Lavandería hasta la Plaza para tender la ropa. Posiblemente aprovechemos para hacer un homenaje a Quevedo, pero no lo prometemos (duración: 3-4 minutos)

Recital: “Tendiendo versos” una vez en la Plaza, procederemos a tender los versos de la colada, recitando sus resultados, y aprovecharemos para recitar algún que otro poema compuesto de antemano, al ser posible con temática afín al evento (duración: ¿15 minutos?)

Taller: “Collaging, que es gerundio” se ofrecerá a los asistentes un taller de collage (duración: ¿30 minutos?) (Fue suspendido el taller por condiciones climáticas adversas)

Clausura: “Volviendo a La Mancha” nos iremos a tomar cañas a un bar cercano de ese nombre (duración: ?)

Esto no es una broma