Cableado obsoleto

Algo se nos está quedando obsoleto en la casa y es el cableado.

Hace años, cuando hicimos obras para tener paredes, dispuse varias canaletas técnicas que conducían el cableado (audio en RCA y vídeo en VGA) desde los equipos informáticos en la sala pequeña hasta el salón, junto a la cocina, recorriendo unos 15 metros de pared en escuadra hasta alcanzar ya fuera el proyector o el amplificador y la televisión sobre un mueble que contiene un canalón interno y «secreto» por donde circula la maraña más o menos organizada de cables.

No obstante, se nos está quedando obsoleto, pues apenas tiene cableado HDMI (tan sólo una conexión desde un PC a la TV del salón usando el conducto del mueble). En cuanto al audio es más o menos aceptable la conexión RCA que tienen varios puntos de la casa, pero hay varios dispositivos susceptibles de desaparecer en algún tipo de venta de segunda mano (dos DVDs, un lector de CDs, en incluso un viejo reproductor y grabador de vídeos VHS pues ya no los usamos nunca y lo único que hacen es obligar a tener un cableado sobredimensionado.

Recientemente hemos adquirido un proyector para sustituir el viejo que compramos hace 2 décadas de segunda mano ya entonces y no soporta entrada VGA, lógicamente, así que necesitaríamos una conexión HDMI en ese punto, pero en realidad ni siquiera, puesto que lo usamos conectando un Chromecast y lanzando órdenes vía WiFi de reproducción de alguna plataforma de streaming.

En resumen, la mayoría de las conexiones serán inalámbricas, así que los «alambres» que tenemos se han quedado obsoletos almacenando pelusas sin parar. Hasta esta semana santa, que dedicaré algunos días a liberar espacio de nuestra casa, por si nos vemos «obligados» a emigrar.

Mi huella no es de carbono. O sí.

Esta es mi huella digital (y seguro que es un riesgo inimaginable desde el punto de vista de seguridad compartirla en internet).

Está arrugada, como corresponde a la edad. La deshidratación y la oxidación se dan la mano en este dedo.

Surcos espirales que no van a ningún lugar. Recorrer esos surcos (o acaso es un único surco espiral) podría generar un concierto sorprendente.

El colmo de mirarse el ombligo sea, quizá, mirarse la huella digital.

La huella digital es paradójicamente analógica.
Esta fotografía de la huella digital es digital.

Esta huella no es una huella. (Podríamos concluir)

¿Es huella de carbono?

Pues en parte sí: el carbono de la química orgánica que me compone.

La huella digital de almacenar esta fotografía de la huella es difícil de calcular y, además, variable.

Todo mi cuerpo es una huella digital de mí mismo. Mi yo conmigo a todas partes.

Los pliegues de la superficie del dedo son dunas de un desierto en miniatura.

Surcos de una era de otra era, que dejan en el asombro versos de células muertas.

La sombra de la huella no tiene dudas sobre su forma o color.
El dedo sí.

No señalo la ausencia.
Pero ahí está: ausente.

Todas mis miradas acaban en el foco de la yema del índice.
Desde ahí parece emerger un rayo de tinieblas.

Se acabó.

No está permitido…

Aseos Públicos está corregido. Es un cartel que había puesto seguramente alguien del centro sanitario donde he fotografiado este pequeño detalle. Alguien, seguramente, infrapagado.

No esta (!!) permitido… Es un cartel que les envía la Comunidad de Madrid a todos los centros sanitarios.

Sí. La ortografía está suspensa en las administraciones públicas o publicas o publicás o, casi diría, impúdicas, por no decir púbicas.

13 haikus en la niebla

Hoy no hago nada.
El cerebro licuado
no tiene fuerzas.

Hoy no hago nada.
Me duele la cabeza
sin ser frecuente.

Hoy no hago nada.
Tan solo escribir haikus
sobre la nada.

Hoy no hago nada.
Esperar desenlaces
pasando el tiempo.

Hoy no hago nada.
Calentaré lentejas
recalentadas.

Hoy no hago nada.
Tengo clases más tarde
sobre la inercia.

Hoy no hago nada.
Cansado de las noches
y de la vida.

Hoy no hago nada.
No encuentro las palabras
para expresarme.

Hoy no hago nada.
Mi mente no es mi mente:
Es un ladrillo.

Hoy no hago nada.
Acabaré mañana:
procastinar.

Hoy no hago nada.
Salvo formas distintas
de no decir.

Hoy no hago nada.
Y se llena de todo
lo que no hago.

Hoy no hago nada.
Pero hallo trece haikus
entre la niebla.

Post-Paraguas

A punto de recibir la edición del libro Paraguas de fotografías y haikus que surgió como proyecto allá por el lejano 2010, sin tener idea de cómo iba a terminar, me encuentro con este paraguas «volador» y no puedo dejar escapar el momento, la fotografía, incluso a sabiendas de que ya no formará parte de un proyecto cerrado.

¿Qué hacer en el futuro con proyectos abandonados? ¿Se puede seguir trabajando sobre el abandono, no ya de los paraguas, sino de los propios proyectos abandonados sobre paraguas abandonados? ¿Es lo mismo un proyecto abandonado que terminado? ¿No será un proyecto terminado uno que ha sido muerto y enterrado?

hummmm…

Aprendiendo a sobreimprimir con Scribus

En la edición del libro Paraguas, que estoy a punto de recibir de la imprenta, he tenido nuevos retos editoriales que voy aprendiendo a solventar como buenamente puedo, siempre teniendo en cuenta que trabajar con Scribus (software libre) sobre Linux, es más complejo que con las herramientas con las que habitualmente se hacen estas tareas, que son parte del mundo Mac(OS).

Esta vez, para que quedase el texto negro sobre una capa de color gris cálido de fondo, hube de conseguir que quedase en «sobreimpresión», que parece ser que se consigue con una capa a la que se aplica un modo de fusión que he deducido que es «multiplicar».

Tengo ganas de tener el libro en mis manos y ver cómo han quedado los colores de las fotografías al convertirlas en CMYK. Es un libro complejo, pero tengo que seguir aprendiendo. Siempre aprendiendo. Nunca sabiendo. Ains…

Maravillas del error

¿Por qué no se me ocurrirán cosas así sin que sea el error el que las descubra?

Me temo que tengo un problema con el intento de controlar todo lo que hago hasta la más mínima ausencia de error… y eso es un error.

El viernes pasado, abriendo un documento para verlo con un programa inadecuado, se produjo esta visualización de una cubierta de un libro sobre la que había estado trabajando y me sorprendió el bello juego que hacen esos caracteres «no encontrados» en la herramienta inapropiada. Así que ese bello juego fue completamente apropiado… con la herramienta inapropiada. Paradojas de la creatividad…

El anillo del poder es italiano

Este fin de semana viene una amiga querida de Hamburgo, pero que es italiana. Mi muy querida amiga Aída es nuestro enlace y su pareja es italiana. Estoy rodeado, mientras miro frente a mi ventana una bandera que ya no ondea tricolor (verde, blanca y roja).

Quizá por ello encuentro banderas italianas donde podría, perfectamente, encontrar banderas iraníes o mexicanas, entre otras posibles que ahora mismo no recuerdo.

Sobre una banqueta junto al sofá de nuestra casa, estos tres alambres estaban enlazados de esta guisa y no pude evitar ver a Garibaldi campar a sus anchas por mi memoria.

¿Qué se imaginan que hace un artista de arte conceptual?

Encuentro esta página buscando información sobre las posibilidades de Krita, una herramienta de edición de imágenes de código abierto, muy vinculada al escritorio KDE de Linux y que, quizá por ello, pues es un escritorio que siempre me ha recordado demasiado a Windows, por su peso para conseguir unos efectos que, en buena medida, me son innecesarios, quizá por que yo soy más afín a los escritorios derivados de GNU directamente, como GNOME o, posteriormente, desde mi asco hacia UNITY, linux mint con cinnamon, he sido más usuario de GIMP, pero que es una herramienta que no acaba de despegar, entre otras cosas, por su falta de soporte para gráficos vectoriales (SVG) y, sobre todo, por la imposibilidad de manejar imágenes aptas para impresión en color CMYK.

Esto último me ha hecho buscar alternativas (dentro de lo enormemente alternativo que es el universo linux, ya per sé) a Inkscape, que es la aplicación que más me gusta para diseñar cubiertas de libros o carteles o lo que sea, pero que adolece de soporte para CMYK, lo que me parece imperdonable.

En resumidas cuentas, me fui a explorar las posibilidades de Krita y me encuentro que satisface ambos requisitos (Vectorial y CMYK) pero tiene poca documentación actualizada en español. (Siempre hay alguna deficiencia…)

Lo divertido fue encontrar esta descripción:

Diseñada para artistas de arte conceptual

que me ha hecho preguntarme ¿qué se imaginan que hace un artista de arte conceptual?

Quizá sería más útil decir que cualquier herramienta de mind-mapping es mucho más adecuada para este tipo de artistas, pero eso tan difícil de explicar como hacer entender que una obra pueda ser una idea y no su realización tridimensional.

Así que me río y sigo mi camino.

Esto no es una broma