Luna a destiempo

Ahí estaba la luna
sobre el capitol de la capital
sobre los precipitados adornos navideños
a mitad de mañana
a destiempo
enjambre de verdades sobre publicidad
blanqueando un pedacito de cielo
como si no fuese con ella
dejando en ridículo
la terrible necesidad de crecer del hormigón
la terrible necesidad de crecer del comercio
la terrible necesidad de crecer del silencio.

Ahí estaba la luna
y yo
perdido en su mirada.

Persiguiendo rayos ultravioletas

Los primeros experimentos con la cianotipia muestran que tengo graves problemas para organizarme con los trabajos manuales.

Y que no sé si es una buena idea hacer este proyecto en un lugar en el que la luz del sol se cuela por el balcón con cuentagotas y un cronómetro encendido.

Mientras tanto, ayer hube de utilizar el sofisticado montaje de la imagen de abajo para simular una luz infrarroja bajo la que fotosensibilizar unos restos de papel adquirido para la ocasión.

banderitas

Debajo de mi casa vive un señor que dice en su balcón ser republicano y además hace gala de su (presunto) respeto por el colectivo LGTBQI+…

En la otra vivienda del tercer piso vive su amiga, la única que le soporta en todo el portal, que es quien decidió poner una banderita de apoyo, no a España, aunque ella así lo crea (pero yo la conozco) sino al partido que acaba de ganar las elecciones del 4M en esta comunidad o, incluso, a los homófobos, racistas, machistas de sus socios de gobierno.

Me alegra ver que puede que se acaben enemistando por tal profusión de banderitas, pues a río revuelto ganancia de pescadores. O lo que es lo mismo, divide y vencerás.

Es posible que así pueda encontrar algo más de comprensión en la de la banderita bicolor cuando el irrespetuoso de las bibanderas multicolores decida que él lo vale y los demás tenemos que aguantar sus decibelios infernales, sus ruidos, sus insultos, su falta de respeto por cualquiera que no sea él.

Con republicanos así, me haría monárquico, pero con españolistas como su amiga, me haría republicano… y quizá al final no tiene nada que ver con la política tal como se suele entender.

Más allá de la visión, habitamos Carmen y yo en un ático en perfecta sintonía con las estrellas, la luna, el sol y todo el resto del vecindario.

1960

Ayer caminaba por Daimiel y tenía la tentación de hacer una fotografía (con un móvil, claro está) y llevarla a blanco y negro.

Me daba la impresión de que si la veía en sepia o sin color vería el alma de lo que estaba ante mis ojos:

Una estampa de 1960 en una ciudad de provincias.

No había muchas cosas que denotasen que habíamos entrado en el tercer milenio o que había muerto Franco.

No hice la fotografía, que me parecía demasiado intrusiva por aquello de robar sus almas o sus derechos a la intimidad (lo que hoy también me parece algo decimonónico) y sólo me queda este recuerdo que me ha hecho venir hoy al estudio observando cuántas de las cosas que veía habitualmente parecerían del siglo pasado… y sorpendentemente hay pocas imágenes (excluyendo los teléfonos móviles omnipresentes en Madrid) que me pareciesen actuales.

Esto no es una broma